Los bancos aumentan sus tasas de interés en créditos a niveles que superan la prepandemia

En los últimos meses, las tasas de interés de los préstamos en el sistema financiero se han incrementado. Los productos con mayor alza son los de consumo, como las tarjetas de crédito, que presentan una variación de 13 puntos porcentuales en los últimos tres años, y los créditos hipotecarios, que actualmente presentan su tasa más alta en 13 años.

DEUDAS. El costo del crédito bancario se ha incrementado y son las tarjetas de crédito las que presentan mayor alza.

DEUDAS. El costo del crédito bancario se ha incrementado y son las tarjetas de crédito las que presentan mayor alza.

Ilustración: Héctor Huamán / OjoPúblico

La pandemia impulsó la bancarización de miles de personas en Perú. Ya sea por el cobro de subsidios del Estado a través de las entidades financieras y sus plataformas virtuales o presenciales, o por una mayor necesidad de uso de canales digitales de pago y billeteras electrónicas. Con esto, también aumentó el número de préstamos otorgados a los usuarios.  

Actualmente, en Perú, 8,7 millones de personas tiene un crédito: 611.863 usuarios más que en el periodo anterior a la pandemia, cuando se registró alrededor de 8,1 millones al cierre de 2019.

Esto ha ocurrido en un contexto global en el que las tasas de los créditos bancarios están al alza y, en Perú, ya superan los niveles previos a la pandemia. A fines de febrero de 2023, la tasa de interés activa promedio —la que cobran los bancos por los créditos— fue de 14,71%, mientras que en diciembre de 2019 fue 14,08%.

Aunque se trate de un ligero aumento, esto trae sus propias repercusiones en los usuarios cuando se analiza por tipo de crédito, donde se ve mayor variación. El alza de las tasas de interés responde al incremento de parte de los bancos centrales de reserva de sus tasas de referencia, como medida para controlar la inflación. La premisa: a mayor tasa de interés, menos consumo y, por lo tanto, se puede controlar la demanda, uno de los factores que desencadena el alza de precios de los productos de la canasta básica.

Los préstamos que han sufrido mayor variación en sus tasas son los créditos de consumo, como las tarjetas de crédito, que subieron en casi 13 puntos porcentuales: entre el 2019 y febrero de 2023 pasaron de 46,81% a 59,67%. 

En tanto los préstamos hipotecarios, cuyo interés promedio bajó durante los primeros dos años de pandemia, en 2023 volvió a subir y se ubica en 10,10%, superando en más de 3 puntos porcentuales al 7% que registraba en diciembre de 2019.

El incremento de las tasas de interés ha llegado acompañado de un aumento en los niveles de morosidad: en 2019 fue de 3,02% y, ahora, supera el 4%.

 

Tasas de interés de créditos de consumo en aumento

Del total de deudores del sistema bancario en Perú, más del 90% se concentra en los créditos de consumo e hipotecarios, ya que en conjunto suman alrededor de 7,5 millones de personas. Estos segmentos, precisamente, son los que han presentado un alza en las tasas de interés respecto al periodo anterior a la pandemia. 

En diciembre de 2019, por ejemplo, la Tasa Efectiva Anual (TEA) —que no considera ni gastos ni comisiones— de los créditos de consumo era de 40,85% en promedio. Sin embargo, para finales de 2022 esta alcanzó una media de 49,59%.

Dentro de ese grupo, el producto más masivo es la tarjeta de crédito. Durante la pandemia, el número de estos usuarios aumentó de manera significativa: de 6,1 millones de tarjetas vigentes al cierre de 2019, se pasó a 6,7 millones a finales del año pasado.

Las tasas de interés de las tarjetas de crédito también han registrado un incremento: subieron de 46,81% a 58,85%, en promedio, en el mismo periodo. A febrero de 2023, la cifra estaba en 59,67%, con lo que se refleja un alza de 13 puntos porcentuales desde el 2019. 

Sin embargo, para ver el costo final que paga el usuario por el crédito, hay que considerar la Tasa de Costo Efectivo Anual (TCEA) —que incluye gastos y comisiones—, la cual fluctúa entre 72,97% y 132,73%, según el banco y tipo de cliente. Es decir, esta puede variar según el perfil de riesgo del usuario, así como calificación de sus ingresos, edad, tiempo de historial crediticio, entre otros factores. 

Por ejemplo, el Banco del Crédito del Perú (BCP) le reportó a una usuaria el alza de la TEA de su tarjeta de crédito de 34% a 57% y la TCEA pasó de 68,50% a 92,80%. ¿Esto cómo se refleja en la cuota mensual a pagar? Si el usuario realiza una compra de S/1.000 a un plazo de seis meses, su cuota pasará de S/181,37 a S/189,71, sin considerar gastos y comisiones. 

 

Por su parte, aunque no son tan masivos, los créditos hipotecarios fueron el producto que presentó la mayor fluctuación en su TEA. La tasa promedio al cierre de 2019 fue de 7%. En 2021, esta llegó a tocar su mínimo histórico de 5,88%, pero en febrero de este año se duplicó: la tasa promedio ya superaba el 10,10% sin considerar gastos y comisiones. Con este alza, los créditos hipotecarios registraron sus niveles más altos en 13 años. 

En tanto, la TCEA —que ya incluye gastos y comisiones— para una simulación de un préstamo hipotecario de S/240.000 por un plazo de 15 años está entre 10,15% y 99,19%, dependiendo del banco. Entre ellos, el GNB es el que registra el monto más bajo y Mibanco el de mayor costo, según el reporte de la SBS al 3 de marzo de 2023. 

 

¿Por qué suben las tasas de interés? 

El principal factor del incremento en las tasas de interés en los créditos del sistema financiero es el alza de la tasa de referencia del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Este es un mecanismo usado para controlar la inflación. En el caso peruano, esta tasa fue de 2,25% en promedio en 2019. Luego, bajó a un histórico 0,25% en pandemia (año 2020-2021) y, ahora, es de 7,75% (febrero 2023). 

Antes de la pandemia, el Banco Central mantenía su tasa de referencia en un promedio del 2,25% a 2,50%. Sin embargo, con la emergencia sanitaria, la entidad redujo su tasa a 0,25% para impulsar la actividad económica del país, tocando así su pico mínimo histórico, el cual lo mantuvo por casi un año y medio. 

Sin embargo, debido a factores internacionales como la guerra de Rusia contra Ucrania, en febrero de 2022, la inflación global se disparó. Para paliar el impacto, el BCRP subió su tasa de referencia mes a mes y, ahora, está en 7,75%. 

Aún así, Perú es uno de los países que menos ha subido sus tasas de referencia, señala el exjefe de la SBS, Juan José Marthans. Por ejemplo, en la región, Chile registra una tasa referencial de 11,25% y Colombia de 12,75%. 

La tasa que establece el BCRP sirve como referencia para determinar las tasas que cobran los bancos a los usuarios por los créditos que les otorgan.

“El incremento de las tasas del Banco Central influye en las tasas interbancarias del sistema financiero, y eso termina influyendo en el resto de tasas (de los usuarios). Es como un efecto cascada, entonces todos terminamos afectados”, explicó la economista y profesora de ESAN, Ana Reátegui. 

Cuando la inflación sube, el BCRP sube las tasas de referencia para que, con esto, se eleve las tasas del mercado bancario y así se desaceleren los créditos. De esta manera, las personas prefieren prestarse menos y ahorrar más. Con ello, gastan menos y los precios tienden a disminuir. 

 

Juan José Marthans precisa que el efecto más severo se observa justamente en los sectores de consumo, como las tarjetas de crédito o los préstamos hipotecarios. 

Entonces, cuando la tasa de referencia sube, los bancos también aumentan las tasas de interés de los créditos. Lo mismo debería ocurrir en sentido contrario, si las primeras se reducen, pero eso no siempre ocurre. 

En 2019, cuando la tasa del BCRP estaba en 2,25%, los préstamos de consumo manejaban una TEA de 40,85%. Luego, cuando la entidad bajó a su mínimo de 0,25%, los bancos apenas redujeron la TEA a 39,49%. Pero ahora, que la tasa de referencia volvió a subir a alrededor de 7,75%, el promedio de la tasa de los créditos de consumo se incrementó a 49,38%. 

En el caso específico de las tasas de interés de las tarjetas de crédito también se ha visto un alza considerable, al pasar de 46,81%, al cierre de 2019, a registrarse un 59,67%, en febrero de 2023. Sin embargo, en este producto, que alberga a 7,7 millones de usuarios, no se reflejó la disminución de las tasas en el periodo en que el BCRP redujo sus intereses al mínimo de 0,25%, ya que en los años 2020 y 2021 el promedio de la TEA de las tarjetas de crédito siguieron subiendo y se ubicaron entre 47,35% a 52,01%, respectivamente. 

Uno de los sectores en el que esta variación sí se vio replicada fue en los créditos hipotecarios. Este producto financiero tocó sus tasas mínimas en 2021, al ubicarse entre un 5,88%, acorde con la reducción de la tasa de referencia establecida por el Banco Central. Actualmente, con la tasa del BCRP al alza, los préstamos para comprar una vivienda también están subiendo y ya superan sus niveles prepandemia, al ubicarse en 10,10%, en promedio.

Con la tasa del BCR al alza, los préstamos para comprar una vivienda también están subiendo en el Perú".

Es importante enfatizar que, así como la variación de la tasa de referencia del BCRP impacta en los créditos, también debería impactar en los ahorros de los usuarios; es decir, los bancos también deben pagar más por el rendimiento de los depósitos de los clientes. Sin embargo, esto se replica en menor medida. 

Según la información de la SBS en los años 2019, 2020, 2021 y 2022, la tasa de las cuentas por Compensación por Tiempos de Servicios (CTS) es la que presenta una variación más cercana al movimiento de la tasa del BCRP. En 2019, cuando el Banco Central manejaba su tasa en 2,25%, la TEA promedio de estos ahorros era de 2%; en tanto, cuando el BCRP bajó a 0,25%, este también se redujo a 0,08%. Siguiendo la tendencia, en 2021 pasó a 1,94%, para el cierre de 2022 superó el 7% y, en febrero último, se ubicó en 7,62%. 

En cambio, la TEA promedio de los depósitos a plazo fijo en los bancos no varió mucho entre el 2019 y 2022, ya que pasó de 2,20% a 2,63%. Aunque, para febrero de 2023, esta subió a 3,34%. 

Los especialistas consultados para este informe coincidieron en que los bancos no están obligados a trasladar de manera correlativa la variación de la tasa del BCRP, sino que depende de la estrategia o manejo de portafolio de cada entidad financiera. “No hay una correlación, todo depende de estructura de costos, provisiones, calidad del crédito”, apuntó el también director de Economía de la PAD de la Universidad de Piura, Juan José Marthans. 

Este panorama del alza de tasas de referencia se observa en América Latina y el mundo, ya que los bancos centrales han adoptado el alza de las tasas de referencia como instrumento para controlar la inflación.

 

Protección al usuario bancario

El aumento continuo de las tasas de interés de los préstamos impacta en los usuarios. Juan José Marthans explica que, en la regulación vigente, la protección al consumidor no se enfoca en compensar el alza del costo de crédito, sino en la transparencia y calidad de atención de los bancos al usuario. 

“En ese contexto, es inevitable el alza [del crédito] porque el propósito del aumento de tasas de referencia del BCRP es controlar la demanda [para paliar la inflación]. Y parte de la contracción del gasto se suscita por este elemento [los créditos]”, detalló. 

En esa línea, es importante tener en cuenta las políticas que deben cumplir los bancos para informar oportunamente sobre estos cambios. En principio, cuando se firma el contrato de un crédito, los bancos están obligados a señalar la tasa de manera simple y clara, y si esta es fija o variable. Si es tasa variable, se debe incluir su periodicidad de cambio o las condiciones que determinan su modificación.

La SBS aclaró a OjoPúblico que en el caso de los créditos vigentes a plazo fijo, como los hipotecarios, los bancos no pueden aumentar la tasa de interés, “salvo que esta se encuentre vinculada a factores variables u otros casos muy particulares contemplados en la normativa”.

En los créditos hipotecarios vigentes, los bancos no pueden aumentar la tasa de interés, salvo casos muy particulares", aclara la SBS. 

En tanto, esto sí puede darse en los créditos con plazo distinto al fijo, como las tarjetas de crédito. Pero, para que apliquen un aumento en la tasa de interés, los bancos deben informar a los usuarios las nuevas condiciones con una anticipación no menor a 45 días. Esto para que el usuario pueda evaluar si continúa con el producto modificado o si accede a otras alternativas ofrecidas por otra entidad del mercado financiero, como por ejemplo la compra de deuda.

En esas comunicaciones, las entidades financieras deben explicar que existe la posibilidad de que aquellos clientes que no estén de acuerdo con las modificaciones pueden dar por terminada la relación contractual, de acuerdo a los términos del contrato. 

Para informar sobre los cambios, los bancos deben emplear medios de comunicación directos que permitan dejar constancia, tales como vía escritos al domicilio del cliente, correos electrónicos, los estados de cuenta, mensajes de texto, mensajería instantánea o comunicaciones telefónicas, según dispone el Reglamento de Gestión de Conducta de Mercado del Sistema Financiero publicada por la SBS.

Estas exigencias no son necesarias si las condiciones son favorables para los clientes. Es decir, si se reduce la tasa para los créditos o si suben las tasas de los ahorros. En ese caso, se aplican de manera inmediata, aunque igual las empresas deben informar de las nuevas condiciones.

Los bancos deben avisar al usuario con un plazo mínimo 45 días de anticipación, si sube la tasa de su crédito".

Sin embargo, no dice nada de si expresamente el usuario tiene que aceptar un alza para que aplique la nueva tarifa. Y es común ver casos en que los clientes no están enterados de los cambios porque no les llegó el mensaje o porque no tuvieron la posibilidad de revisar sus correos constantemente y, ya cuando se aplica el nuevo costo, se percatan del alza y terminan pagando de más sin haber aceptado expresamente el aumento. 

La Superintendencia recordó que, en caso de incumplimiento de estas condiciones por parte de los bancos, el usuario puede presentar su reclamo ante Indecopi, como autoridad nacional de protección al consumidor.

Como ha informado OjoPúblico en varios reportajes, la banca es el rubro comercial con más reclamos y sanciones de Indecopi, cuya infracción más cometida es la “falta de idoneidad”. Esta categoría agrupa diversas irregularidades vinculadas al incumplimiento del servicio ofrecido, las condiciones y circunstancias de la transacción, precios, entre otros aspectos. 

 

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