El 53% de adolescentes peruanas no considera estudiar carreras en ciencia y tecnología

La invisibilización de mujeres referentes, los estereotipos de género y la falta de enseñanza práctica de ciencia y tecnología en los colegios influyen para que las adolescentes peruanas no escojan profesiones ligadas a estas áreas. Un estudio de Unicef e Hiperderecho evidencia que el 53,92% de adolescentes encuestadas no consideró estudiar carreras de ciencia y tecnología frente a un 32,25% de hombres adolescentes que tuvo la misma respuesta. Además, las dificultades para acceder a internet y dispositivos móviles son mayores para las adolescentes mujeres, lo que perjudicó su aprendizaje en la pandemia y amplió la brecha digital de género en el país.

PARTICIPACIÓN. En los últimos cinco años las mujeres tienen mayor presencia en actividades científicas. Sin embargo, la brecha de investigadoras aún es grande.

PARTICIPACIÓN. En los últimos cinco años las mujeres tienen mayor presencia en actividades científicas. Sin embargo, la brecha de investigadoras aún es grande.

Foto: UCH

A sus 13 años, Emilia*, natural de la provincia de Purús, en la región Ucayali, planteó un proyecto de despliegue de fibra óptica fluvial que conecte a Perú con Brasil para dar acceso al servicio de internet a la población fronteriza. Ella fue parte del programa “200 Embajadoras del bicentenario”, que se realizó en 2021 para impulsar el estudio de la ciencia y tecnología en mujeres y afrontar los retos del siglo XXI. Según Maggy Romero Arribasplata y Ruth Araujo Carhuancho, mentoras en dicho programa, Emilia tenía problemas para conectarse a las clases virtuales por las dificultades de acceso a internet en su territorio. Sin embargo, logró concluir el programa y presentar uno de los proyectos más innovadores. 

La experiencia de Emilia es un ejemplo de que en los territorios más alejados del país hay interés de las niñas y adolescentes por desarrollarse en profesiones STEM (ciencias, tecnologías, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés). Sin embargo, en Perú existe una brecha digital de género, donde solo el 54,5% de las mujeres en zona urbana usa internet y en zona rural apenas es el 18,7%, según las cifras del 2019 que recogió el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

 

 

El "Estudio exploratorio sobre brechas digitales de género en población adolescente en Perú”, elaborado por Unicef y la ONG Hiperderecho, destaca que el “ acceso a internet nos permite desarrollar nuestro potencial; en especial para niñas, adolescentes y mujeres que buscan una mayor autonomía económica, corporal y profesional, así como desarrollarse en los campos de STEM”.

Para el estudio se encuestó de manera virtual a 874 adolescentes. De este total, el 92,9% —de los 9 millones de mujeres y varones entre 12 y 17 años— usa internet para socializar, informarse, desarrollar pasatiempos y asistir a clases durante la pandemia. Además, el informe ahonda en el impacto del internet en sus vidas diarias: oportunidades y riesgos.

Por ejemplo, el 53,92% de mujeres adolescentes no ha considerado estudiar una carrera de ciencias físicas, informática, telecomunicaciones, ingeniería, matemática o estadística y cuatro de cada cinco mujeres adolescentes entrevistadas señalaron sentirse más expuestas a peligros en la web: bullying, acoso, chantaje, robo de información, e incluso, el uso excesivo del internet.

 

Los desafíos y peligros en la red


Cuando Ruth Araujo Carhuancho tenía 8 años se preguntaba por qué la señal de la televisión se cortaba intempestivamente en Jauja. Ella vivía en Lima, pero en sus  vacaciones visitaba a sus abuelos en Junín y cada año se hacía la misma pregunta. En la actualidad tiene 23 años y está próxima a graduarse de la carrera  de Ingeniería de Telecomunicaciones de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Su curiosidad por conocer cómo funcionan los sistemas de comunicación la llevó a optar por una carrera poco conocida. 

Pero, aunque haya el deseo por aprender sobre ciencia y tecnología, las mujeres enfrentan desafíos que dificultan este objetivo. No tener acceso a equipos digitales, la falta de habilidades tecnológicas y los peligros de la red son limitaciones para las mujeres, señala Ruth Araujo, quien ahora es voluntaria en promover las carreras de STEM. 

El informe de Unicef revela que del total de encuestadas, el 25,82% de mujeres adolescentes debió prestarse un móvil para acceder a clases durante la pandemia, complicando su participación en las clases virtuales durante dos años, a diferencia de los varones donde el porcentaje se reduce a 15,57%. 

Niñas - educación a distancia - 2021

OBSTÁCULO. No contar con un equipo móvil tuvo un impacto negativo en el rendimiento y aprendizaje de las estudiantes durante la educación a distancia.
Foto: Andina

 

Marco Rinaldi, coordinador del programa de popularización de la ciencia de Concytec, señaló a OjoPúblico que la falta de acceso a internet en mujeres es un problema social, cultural y antropológico que la pandemia evidenció. “Durante los dos años de educación a distancia, muchas familias en Perú al tener un solo equipo móvil elegían que el hijo varón estudiara en vez de la mujer, a quienes designaban los quehaceres de la casa”, explicó. 

Según el estudio de brechas digitales de género un 25,26% de adolescentes indicó que a menudo no tiene señal de internet en la zona donde vive y que, de acuerdo a su perspectiva, “vivir en una zona rural implica una barrera de acceso material más grande que el hecho de ser mujer”.

El informe también señala las diferencias en habilidades en entornos digitales entre varones y mujeres. Por ejemplo, las mujeres destacan en el uso comunicacional a través de un celular: enviar mensajes de texto, audio y fotografías (98,75%) y hacer videollamadas (97,60%). Por su parte, los varones, sobresalen en funciones de configuración: vincular una cuenta de correo electrónico al celular (90,64%) y medir cuántos datos móviles son consumidos por las aplicaciones de su celular (78,96%).

 

 

Si bien internet se ha convertido en una herramienta educativa fundamental, especialmente durante la pandemia, una de las preocupaciones más latentes es la seguridad de los escolares al momento de navegar. Cuatro de cada cinco mujeres adolescentes dijeron sentirse más expuestas a los peligros de la red. 

Durante la presentación del informe, Marushka Chocobar, representantes de la Secretaría de Gobierno y Transformación Digital de la Presidencia del Consejo de Ministros, señaló que los controles y filtros de los padres de familias son importantes para evitar que las y los adolescentes acepten invitaciones de desconocidos o accedan a contenido peligroso.

 

Mujeres en carreras STEM



Una de las barreras que encontró la ingeniera de minas Maggy Romero Arribasplata al momento de ejercer su profesión es el prejuicio de “que las mujeres no pueden ingresar a una mina porque el cerro es celoso”. Esta falsa creencia y otros prejuicios han hecho que pocas mujeres opten por esta profesión. “Solo el 6,6% de los que ejercen la carrera somos mujeres, el resto son varones, según el Minem. [...] Incluso tenemos dificultades para usar los equipos de protección porque solo hay tallas grandes para hombres”, señala. 

Romero Arribasplata (26) pasó gran parte de su infancia en los andes de Cajamarca, donde vio las operaciones de las empresas mineras. Su curiosidad por conocer cómo un producto extraído de la tierra contribuye con la economía la motivó a estudiar la carrera de ingeniería de minas. Sin embargo, reconoce que las brechas entre mujeres y varones al momento de acceder a una profesión vinculada a la ciencias, tecnologías, ingeniería y matemáticas son grandes.

El estudio de Unicef e Hiperderecho evidencia que el 53,92% de mujeres encuestadas no consideró estudiar una carrera STEM frente a un 32,25% de hombres adolescentes que tuvo la misma respuesta. Los prejuicios, la invisibilización de referentes mujeres en ciencia y la falta de enseñanza práctica de las áreas de ciencia y tecnología en los colegios influyen para que las estudiantes no opten por profesiones ligadas a las áreas de ciencias y tecnología, explica la docente del departamento de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Éricka Madrid Ruiz.

“Las niñas y adolescentes del país no saben lo que es ser ingeniera en todo su ámbito. Al desconocer sobre las múltiples disciplinas no pueden optar por una carrera en ciencias y tecnología”, señala Madrid Ruiz, quien impulsa los talleres “This Girls Can: Discover, Create and Innovate” para enseñar de manera práctica a mujeres en etapa escolar sobre ingeniería mecatrónica.

niñas científicas - Andina - 2021

CIENTÍFICAS. Tres de cada diez investigadores en el Perú son mujeres según el Registro Nacional de Investigadores de Ciencia y Tecnología (Regina).
Foto: Andina

 

Para impulsar las carreras STEM, Concytec cuenta con clubes de ciencia y tecnología en todo el país, donde el 50,6% de 3.000 integrantes son mujeres y el 49,4% varones. La participación de la niña y adolescente en el área de ciencia y tecnología se ha incrementado en los últimos años. Por ejemplo, el 100% de los ganadores de la Feria Escolar Nacional de Ciencia y Tecnología Eureka 2020 fueron mujeres.

Sin embargo, “la brecha de acceso a la ciencia y tecnología es un problema multidimensional y se necesitan más estudios específicos en la materia para conocer cómo resolver el problema”, señaló Marco Rinaldi.

El informe de Unicef también recomienda al Estado Peruano hacer una recolección periódica de datos nacionales de acceso a las Tecnología de Información y Comunicación (TIC) porque ayudará a visibilizar las necesidades de los grupos más jóvenes a nivel nacional y permitirá iniciativas puntuales dirigidas a fomentar su desarrollo. Además, se requieren políticas públicas con perspectiva de género para el acceso a las TIC.

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