Aumento continuo de casos de Covid-19 alerta sobre una eventual tercera ola en Perú

Los contagios y hospitalizaciones por Covid-19 se han incrementado de manera continua en Perú. Durante las últimas semanas se reporta un aumento del 19% de contagios. Aunque, según el Ministerio de Salud, el país se encuentra en fase de baja transmisión en el ámbito nacional, al menos 11 jurisdicciones han sido clasificadas como de alto riesgo.

ALERTA. Especialistas consideran que, de producirse un incremento en las hospitalizaciones, los servicios de salud volverían a saturarse.

ALERTA. Especialistas consideran que, de producirse un incremento en las hospitalizaciones, los servicios de salud volverían a saturarse.

Foto: Andina

Desde que sinceró sus cifras de fallecidos, Perú se mantiene como uno de los países con el mayor número de muertes por millón de habitantes a causa de la Covid-19. Esta enfermedad provocó alrededor de 86.000 decesos durante la primera ola de la pandemia, entre marzo y noviembre de 2020, y más de 114.000 muertes durante la segunda, entre diciembre y junio de este año. Luego de este período, el número de contagios, hospitalizaciones y muertes por el nuevo coronavirus fue en descenso.

Sin embargo, desde inicios de noviembre, se registra un nuevo incremento en estas cifras, según han advertido diferentes instituciones y especialistas. El rebrote corresponde a un mayor número de casos confirmados, reportados por más de dos semanas continuas en ciertas regiones del país.

De acuerdo a la más reciente alerta epidemiológica del Ministerio de Salud (Minsa), por ejemplo, en la semana 45 (del 7 al 13 de noviembre) se observó un aumento del 19% de contagios (6.962), en comparación a la semana 43 (del 24 al 30 de octubre), en la que se reportaron 5.811 casos en todo el país. 

Hay un incremento de casos en provincias, pero estamos en una fase de baja transmisión", dijo Munayco.

Por el momento, el incremento no es homogéneo. Son 11 provincias que han sido identificadas como las más afectadas y, nuevamente, clasificadas como de alto riesgo: Santa (Áncash), Huamanga (Ayacucho), Huancavelica (Huancavelica), Concepción (Junín), Chepén (La Libertad), Piura, Sechura y Talara (Piura); Tacna (Tacna), y Tumbes y Zarumilla (Tumbes). En estas jurisdicciones también se ha registrado una mayor ocupación de camas hospitalarias.

Además, recientes investigaciones realizadas para detectar la presencia del Sars-Cov-2 en aguas residuales de Lima Metropolitana, dan cuenta de una mayor concentración del virus en la zona norte de esta área durante la segunda semana de noviembre. Se trata de un procesamiento de muestras colectivas que revela un aumento en la actividad viral dentro de la comunidad, según indicó el médico epidemiólogo y exviceministro de Salud Pública, Percy Minaya León.

A lo largo del año, se han emitido diferentes alertas sobre el inicio de una eventual tercera ola de la Covid-19 debido a rebrotes en diferentes regiones del país. Estos fueron controlados en las semanas siguientes, en paralelo al avance de la vacunación. Pero especialistas consultados por OjoPúblico explicaron que la situación actual es de preocupación debido a que las cifras se mantienen en aumento y los no inmunizados son los más vulnerables. 

No obstante, para considerar el inicio de una tercera ola, debe transcurrir, por lo menos, un período de cuatro semanas de incremento continuo de los indicadores de contagios y hospitalizaciones. “La aparición de casos es dinámica. De manera global, no se observa que se haya descontrolado la pandemia, como para decir que es el inicio de una nueva ola, por lo menos hasta esta semana”, dijo el último jueves Augusto Tarazona Fernández, infectólogo y viceministro de Prestaciones y Aseguramiento del Minsa.


La situación de la pandemia en cifras

 

César Munayco Escate, médico epidemiólogo del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Minsa, explicó que, en esta etapa de la pandemia, los principales indicadores que se evalúan son los casos confirmados y el número de hospitalizados. En este análisis se consideran datos semanales para evitar las fluctuaciones diarias.

“Estos indicadores son los que utilizamos porque varían al inicio de una ola. Los de mortalidad son más tardíos, y [su aumento] se evidencia después de tres o cuatro semanas. Actualmente, si bien hay un incremento de casos en algunas provincias y distritos, todavía estamos en una fase de baja transmisión [a nivel nacional]”, señaló el especialista del Minsa.

Munayco Escate indicó que en aquellas provincias incluidas en el nivel de alto riesgo se ha observado un crecimiento de estos indicadores por más de dos semanas consecutivas. “A veces los casos crecen una semana y luego bajan. Pero [por ejemplo] en la provincia de Piura, hay dos semanas consecutivas de incremento importante. Desde hace tres semanas hay picos de hospitalizados. Lo mismo ocurre en Sechura y Talara”, señaló.

 

Prueba de descarte de Covid-19
EN ALERTA. En la región Piura se ha observado un incremento constante de casos y hospitalizaciones por Covid-19 durante las últimas semanas.
Foto: Andina

 

En toda la región Piura, una de las más afectadas durante la primera y segunda ola de la pandemia, la información del CDC muestra un incremento sostenido, incluso, desde la semana 41 (entre el 10 y 16 de octubre). Esa semana se reportaron alrededor de 320 casos de Covid-19. Para la semana 45 (del 7 al 13 de noviembre), el total de casos pasó a 811, cifra similar a la reportada a fines de 2020.

Además de las 11 jurisdicciones catalogadas como de alto riesgo, otras con tendencia a la alza son la provincia de Santa (Áncash), distritos de Lima provincias (como Huacho y Barranca), y de Lima Metropolitana (como San Juan de Lurigancho, Ate, Lince, Comas, Santa Anita y El Agustino). “Hay picos, pero aún no hay un crecimiento continuo. En las siguientes semanas, [los contagios] pueden mantenerse o quedarse estancados. Lo más probable es que siga el incremento”, dijo César Munayco.

En el ámbito nacional, Augusto Tarazona resaltó que el conteo de casos aún es variable. “Durante 11 semanas, el número de casos confirmados se mantuvo en alrededor de 5.000 a la semana. Después tuvimos un incremento de 7.200 casos semanales y, luego, volvió a bajar. Todo eso nos indica que la pandemia se encuentra en estado estacionario”, indicó.

En Piura (provincia), hay dos semanas consecutivas de incremento de casos", advirtió Munayco.

Pese a esto, el infectólogo señaló que la situación de algunas provincias sí representa una alerta para las autoridades sanitarias. “Por eso, se está monitoreando y realizando intervenciones, como el barrido de vacunación, y analizando el índice de positividad”, dijo a OjoPúblico.

Precisamente, el epidemiólogo Percy Minaya explicó que hay otros indicadores que reflejan un incremento en la actividad viral durante las últimas semanas. Uno de ellos es la tasa de positividad de las pruebas moleculares, que representa el porcentaje de personas que dan positivo a Covid-19 entre todas aquellas que han sido sometidas a este tipo de exámenes. 

“Esta tasa se encuentra en 4,7% en el ámbito nacional, pero unas ocho semanas atrás nos encontrábamos con promedios más bajos, de cerca de 2,5%. Ha sido un incremento progresivo. Aunque en las primeras olas fue de alrededor del 28%”, sostuvo. El especialista también advirtió que en algunas regiones, como Amazonas o Piura, este indicador puede llegar a 15% y 13%, respectivamente. No obstante, este valor depende del número de pruebas que se apliquen en cada región.

La última alerta epidemiológica del Minsa identificó a 11 provincias de alto riesgo".

Además, el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), realizó un monitoreo epidemiológico en aguas residuales de Lima y Arequipa, para identificar la presencia del virus. La premisa de este análisis es que se pueden detectar concentraciones del SARS-CoV-2 —que corresponden a hogares con personas infectadas, incluso, en aquellos casos que sean asintomáticos— en las plantas de tratamiento de aguas residuales. 

Según el reporte, publicado el pasado 20 de noviembre (semana 45), se detectó un incrementó en la concentración del virus en plantas que involucran a distritos como Los Olivos, Carabayllo, San Martín de Porres, San Juan de Lurigancho, Callao y Puente Piedra. En este último, las muestras recogidas de la planta pasaron de nivel moderado a nivel alto en las últimas dos semanas. Los resultados coinciden con una tendencia al aumento de casos confirmados en estas jurisdicciones.

En lo que respecta a hospitalizaciones, el Seguro Social de Salud (Essalud) informó a este medio que en sus establecimientos, las camas ocupadas por Covid-19 pasaron de 1.606, a inicios de noviembre, a 1.799, para el 25 de noviembre. “Significa un incremento del 12% en lo que va del presente mes”, precisó Dante Cersso Caso, jefe de la Unidad de Inteligencia y Análisis de Datos de Essalud.

 

El impacto de la vacunación

 

Las vacunas contra la Covid-19 han demostrado ser la mejor estrategia de salud pública contra esta enfermedad. Una prueba de ello es el impacto que han tenido en los indicadores de morbilidad y mortalidad. “En general, los casos han disminuido desde la campaña de inmunización (...) Si no tuviéramos vacunas, el número de casos sería mucho más alto”, dijo Minaya León.

A la fecha, el país ha logrado una cobertura de vacunación de más del 63%. De acuerdo al Repositorio Único Nacional de Información (Reunis) del Minsa, se han aplicado más de 40,6 millones de dosis en todo el país. Y, aunque para el 26 de noviembre había una brecha de más de 35% de personas sin el esquema de dos dosis completo, más de medio millón de refuerzos habían sido aplicados a profesionales de la salud, adultos mayores y personal de primera línea.

Además, desde el último jueves, se autorizó la aplicación de la tercera dosis para todos los adultos mayores de 18 años que recibieron la segunda inoculación hace más de cinco meses.

Carlos Lescano Alva, médico intensivista del Hospital Rebagliati y presidente de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva (Sopemi), explicó que la vacunación ha definido un nuevo perfil de pacientes hospitalizados por la Covid-19. Estos tienen, en su mayoría, como factor común no haber sido vacunados. “Entre un 70% y 90% de los hospitalizados no han recibido dosis. Este porcentaje varía según regiones. Son personas a las que les correspondía recibir la vacuna, pero no lo han hecho”, dijo.

Si no tuviéramos vacunas, el número de casos sería mucho más alto”, dijo Minaya.

Desde luego, también hay un grupo de pacientes con dos dosis que han llegado a ser internados. En estos casos, coinciden factores de riesgo como ser un adulto mayor (más de 65 años) o sufrir alguna comorbilidad (diabetes, hipertensión, obesidad mórbida u otras enfermedades), según explicó el especialista.  “Pero es un porcentaje mínimo, de entre 3% y 5%”, estimó Lescano Alva. 

De acuerdo a cifras de Essalud, en una muestra de pacientes conectados a ventilación mecánica en el mes de noviembre, cerca del 60% no había completado el esquema de vacunación contra la Covid-19. Además, la mayoría eran adultos mayores y el 77% registraba alguna comorbilidad.

A pesar de que las vacunas han demostrado ser efectivas para proteger a las personas ante formas moderadas y graves de la Covid-19, la actual generación de antígenos no evita por completo las infecciones. Estas pueden ocurrir, en la medida que las personas se expongan a contextos de alta transmisión del virus sin protección. “Ahora mismo vemos que tenemos más casos, pero con menos hospitalizados y fallecidos. Sin embargo, dependiendo de la magnitud, estos pueden llegar a saturar los hospitales”, advirtió Munayco.

 

Barrido de vacunación
AVANCE. El 63% de peruanos elegibles para ser vacunados ha recibido dosis completas. El Minsa apuesta por el barrido de vacunación para cerrar brechas.
Foto: Andina

 

Los especialistas consideran que el actual aumento en los niveles de transmisión está relacionado a una mayor movilización de las personas, el relajamiento de las medidas de bioseguridad en espacios cerrados y aglomeraciones, la brecha de no vacunados y la concurrencia de variantes. Recientemente, el Instituto Nacional de Salud (INS) informó que en Perú se ha reportado la convivencia activa de cuatro variantes de la Covid-19: gamma, mu, lambda y delta. Esta última es actualmente la responsable de hasta el 95% de contagios. 

A nivel internacional, el último viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó en el listado de variantes preocupación a ómicron. Aunque aún hay un conocimiento limitado de esta, según el organismo internacional, la nueva variante es la causa del reciente y pronunciado aumento de infecciones en Sudáfrica. Las medidas de protección ante ómicron, de momento, siguen siendo las mismas: vacunación, distancia social, lavado de manos y uso de mascarillas.

 

Las olas pandémicas: en perspectiva

 

¿Qué ha cambiado en la actualidad, en relación a la primera y segunda ola de Covid-19? Para el internista Carlos Lescano, una de las mejoras del sistema sanitario peruano es el incremento en la oferta de oxígeno medicinal y de camas UCI. Aún así, el especialista estima que, de alcanzar una tercera ola similar a la segunda, los hospitales se verían rebasados.

“Hay una mejora en la disponibilidad de oxígeno, pero no en las condiciones ideales. Aún falta contar con una cantidad adecuada a nivel nacional, para facilitar la oxigenoterapia al inicio de la enfermedad en postas médicas y centros de salud. Con ello, se podría reducir el impacto de la Covid-19 en los pacientes y también en el flujo hacia los hospitales”, señaló Lescano Alva.

En cuanto a camas de cuidados intensivos, el país inició la pandemia con un aproximado de 820 plazas. A la fecha, contamos con un poco más de 3.787 camas, según datos del Minsa. De este total, 1.972 han sido destinadas a zonas no Covid-19 y 1.815 a pacientes con nuevo coronavirus. En todo el país, la ocupación de camas UCI Covid-19 alcanza un 40,7%. 

Hay una mejora en la disponibilidad de oxígeno, pero no en condiciones ideales", indicó Lescano.

“Esto responde a un enfoque global de respuesta. En el momento que bajó la pandemia, se incrementaron las camas no Covid-19. Cuando aumentan [los casos], movilizamos recursos y son redestinados a la atención del coronavirus. Esto es de aquí en adelante, porque vamos a tener que aprender a convivir con el virus”, dijo Tarazona Fernández.

Si bien en el promedio nacional hay camas UCI disponibles, ciertas provincias ya reportan un incremento en la ocupación por encima de los niveles esperados. De acuerdo a cifras de la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud), al 26 de noviembre, centros de salud como el Hospital de Apoyo II de Sullana, y el Hospital Santa Rosa de Piura, ambos ubicados en Piura, disponían de 5 y 2 camas, respectivamente, de un total de 25.

Una situación similar se registra en el Hospital Nacional Arzobispo Loayza, en el Hospital Nacional Dos de Mayo, en el Hospital Emergencia Ate Vitarte y en el Hospital de Emergencia Villa El Salvador, ubicados en Lima Metropolitana. Lo mismo ocurría en el Hospital Daniel Alcides Carrión, de Tacna, y en el Hospital Regional de Pucallpa, en Ucayali, por mencionar algunos ejemplos.

Es importante reconocer que hay más actividad viral y enfatizar la prevención", recordó Minaya.

“Como intensivistas, para nosotros el impacto de una nueva ola se observa cuando comienzan a saturarse los sistemas de salud y a ocuparse las camas hospitalarias y de cuidados intensivos. Ahora todavía hay disponibilidad de unidades UCI en varias regiones. Por eso, pedimos a las autoridades que se puedan trasladar a aquellos pacientes que lo necesiten”, agregó Lescano Alva.

En la situación actual también influye la inmunidad adquirida de manera natural por la población. Aunque aún no hay un consenso sobre su duración, el epidemiólogo César Munayco explicó que esta ofrece cierta protección a las personas. “Al inicio de la segunda ola había un 70% de la población susceptible, pero ahora son menos. Sumado a la vacunación, son menos personas las que se enfermarán”, sostuvo.

En 2020, los casos de la Covid-19 se incrementaron a finales de noviembre, se mantuvieron en ascenso durante diciembre y llegaron a un punto de saturación de los sistemas de salud en enero de 2021. “Fue muy parecido a [lo que ocurre] ahora y, casi un mes y medio después, ya se notaba un crecimiento [de casos] importante. Por eso, es importante reconocer que hay más actividad viral y enfatizar la prevención con vacunas, distanciamiento y medidas de bioseguridad”, indicó el epidemiólogo Percy Minaya.

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