Alicorp del Grupo Romero revela nombres de sus proveedores de aceite de palma

Ante los reiterados pedidos de OjoPúblico, la segunda mayor exportadora de aceite de palma en el Perú publicó la identidad de las plantas transformadoras que la abastecen de palma aceitera. Mantuvo en reserva esta información pese a que estaba obligada a hacerla pública por ser miembro de la RSPO, organismo que vigila el uso de palma sostenible. Resta conocer a los palmicultores que inician la cadena de suministros para determinar si los insumos provienen de la deforestación.

GIGANTE. Una de las empresas más representativas del grupo Romero, Alicorp, es a la vez la segunda exportadora en el rubro de aceite de palma.

GIGANTE. Una de las empresas más representativas del grupo Romero, Alicorp, es a la vez la segunda exportadora en el rubro de aceite de palma.

Foto: Alicorp
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Alicorp, la compañía que con Industrias del Espino - también del Grupo Romero-, concentran desde el año 2013 el 69% de las exportaciones de aceite de palma, publicó la lista de las nueve plantas transformadoras que le venden palma aceitera. La empresa mantenía en reserva la información a pesar que estaba obligada a publicarla por el compromiso que suscribió con la Mesa sobre el Aceite de Palma Sostenible (RSPO, por sus siglas en inglés), ente internacional que vigila el uso de palma sostenible.

Identificar a las plantas transformadoras es un paso clave para transparentar la trazabilidad de la cadena de producción de la palma, y determinar si el producto proviene de bosques destruidos. Sin embargo, queda por conocer la información desagregada sobre los palmicultores que inician la cadena de suministros en este cultivo. Tanto Alicorp como Industrias del Espino no están obligadas a hacer pública esta información aunque la tuvieran.

En un reportaje anterior publicado el 8 de junio último sobre la exportación de aceite de palma, OjoPúblico informó que este sector no ha garantizado el uso de insumos sin deforestación. La industria de la palma ha crecido desde el 2013 en 94% y su auge no ha sido ajeno a conflictos sociales en zonas de cultivo, denuncias por deforestación y tráfico de tierras. Los principales destinos han sido Colombia, Chile y Ecuador.

Las dos empresas  mencionadas del Grupo Romero concentran más de dos tercios de las exportaciones entre aceite refinado y crudo (69%) desde el 2013. De acuerdo a los datos de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) analizados por OjoPúblico, en siete años (2013-2019), el Grupo Romero exportó aceite de palma a través de cuatro empresas. Las principales son Industrias del Espino (la mayor exportadora del país con 39.5%, un valor de US$100,2 millones); y Alicorp SA (25.7% o US$66,2 millones).

Ambas son miembros de la RSPO, un organismo sin fines de lucro que otorga a nivel mundial certificaciones de producción de palma aceitera sostenible a todos sus miembros. Los informes que estas empresas presentan anualmente al organismo muestran que ninguna puede aún garantizar el uso de palma sostenible en el 100% de su cadena de suministros. 

Organigrama empresas del grupo Romero en sector palma
 

Insistir para la transparencia


Durante la investigación, la primera vez que OjoPúblico solicitó a Alicorp información sobre la identidad de sus proveedores de palma, no nos dieron esos datos. No obstante, reiteramos los pedidos tras la entrevista que realizamos a inicios de junio último con el director para América Latina de la RSPO, Francisco Naranjo, que señaló que Alicorp tiene la obligación de informar quiénes son sus proveedores, ya que es un compromiso que la empresa asumió al afiliarse a la RSPO. Entre las normas de la RSPO para organizaciones que busquen o ya tengan certificada su cadena de suministros, ha considerado en su capítulo referente a compras y bienes que se debe: “mantener una lista de todas las fábricas proveedoras (certificada y no certificada)” [traducción propia]. La información, además, debe ser pública y estar actualizada cada seis meses. 

OjoPúblico pidió a Alicorp el detalle de sus proveedores de acuerdo a los lineamientos de la RSPO. En una primera respuesta escrita del 26 de mayo, la compañía -a través de la consultora Llorente y Cuenca- indicó que a la fecha nueve plantas transformadoras le proveían de aceite de palma, las cuales le habían “declarado formalmente que no nos abastecen de terreno deforestado”. Pero no dieron los nombres de dichas plantas.
 
El 19 de junio, este medio insistió sobre la lista de las nueve plantas, esta vez  con copia al director para América Latina de la RSPO. Finalmente, luego de varios días de espera, la empresa atendió la solicitud y nos envió un enlace electrónico con la lista de las plantas extractoras ubicadas en las regiones San Martín y Ucayali: Olpesa, Olamsa, Indepal, Oleaginosas Pucallpa, Rossel, Palm Oleo, Olpasa, Indupalsa e Indomalsa.  

Alicorp nos indicó además que sus proveedores le habían confirmado “a través de una declaración jurada, que no nos proveen de materia prima proveniente de áreas deforestadas”. 

Sin embargo, una de las plantas de la lista, Oleaginosas Pucallpa, tuvo una respuesta contraria. El gerente de finanzas, Josué Gutiérrez, indicó que no tenía conocimiento de algún tipo de declaración jurada suscrita con Alicorp, pero aseguró que la Dirección de Agricultura de Ucayali, a través de su área de catastro, seguía la producción de los palmicultores de la región. También informó que Alicorp concentraba el 80% de sus ventas de aceite crudo.   

OjoPúblico solicitó a Alicorp las declaraciones juradas de sus proveedores, pero el último 25 de junio rechazaron el pedido al considerar que la información no era pública por ser “documentación interna”.

 

A fines de 2019, en la primera auditoría que la RSPO realizó a Alicorp y que estuvo a cargo de IBD Certificações Ltda, se determinó que la empresa no declaró compras o ventas de productos certificados por la RSPO. “Probablemente compraron aceites no certificados pero en esos casos no registramos las compras”, indicó Leonardo Gomes, autor del informe sobre la compañía, en comunicación con OjoPúblico. 
 
Gomes también explicó que durante la auditoría se conocía quiénes eran los proveedores pero solo si se encontraban certificados por la RSPO. “No auditamos los proveedores convencionales [Sin embargo], para la próxima auditoría, debido a una actualización del estándar, lo haremos pues deberán ofrecer esas informaciones de manera pública”, respondió vía correo electrónico.

En el caso de Industrias del Espino, como informamos en nuestro reportaje anterior, la empresa está afiliada a la RSPO desde 2016 como parte del grupo Palmas del Espino. En el último informe anual que le presentaron a la RSPO espera que para el 2025 toda su cadena de suministros sea certificada al 100%. 

No obstante, en una carta que el Grupo Palmas envió a OjoPúblico como respuesta al reportaje que publicamos, afirmó  que no necesitaba certificar su cadena de suministro de aceite, la cual - según el grupo - no incluye insumos que promueven la deforestación en la Amazonía. La compañía le compra a pequeños productores independientes del país un total de 91.438 toneladas de racimos de frutos frescos [según el portal del Grupo Palmas], que representa el 13% de su suministro total. El 87% restante proviene de plantaciones propias. 

Al respecto, el director de la RSPO para América Latina, Francisco Naranjo, en una nueva entrevista con OjoPúblico realizada el 24 de junio, informó que estaban trabajando para que también sea público el origen de la palma y no solo sea un requisito el detalle de la información sobre las plantas transformadoras. Sin embargo, considera que la trazabilidad en el origen todavía es complicada debido a los numerosos palmicultores que cosechan estos cultivos.  
 

Otra vez el Estado ausente


No hay en el aparato público una institución u oficina específica que vigile la trazabilidad en el sector de palma aceitera como sí ocurre con otros rubros como la madera (aunque todavía con dificultades). Sin embargo, en abril del 2019, la Dirección de Asuntos Ambientales Agrarios del Ministerio de Agricultura culminó con la transferencia de todas sus competencias al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). Esta medida abre la posibilidad para la supervisión en cultivos de palma aceitera, de acuerdo a las inspecciones que programe o a las denuncias que reciba. 

Para Lesly Vera, responsable del programa de palma en Perú de la ONG Solidaridad, la trazabilidad y publicación de los proveedores de las empresas en el sector no resuelven “por sí solas” el problema de la deforestación, pero “la gestión de la información y transparencia son buenas prácticas que corresponden a la implementación de una política y programas efectivos de sostenibilidad, lo cual es un proceso gradual que implica la interacción y cooperación entre los actores de la cadena”. 

La especialista también coincidió en que en el Estado peruano no hay un marco legal ni regulatorio para el cumplimiento de la trazabilidad. Tampoco existen normas para el monitoreo de la deforestación ligado a la industria agroindustria en particular. En ese sentido, indicó Vera, el gobierno peruano tiene en esa línea tres roles estratégicos: “gestionar y regular aspectos de formalización de la tenencia de tierra y cambio de uso de suelo, desarrollar y gestionar información oficial y periódica sobre cobertura forestal, y promover y ser parte de parte de alianzas público privadas que generen incentivos a los actores que se comprometen y cumplen con compromisos y políticas de sostenibilidad y de una agricultura libre de deforestación”.

Plantas transformadoras de palma
PRODUCCIÓN. En el país hay 19 plantas transformadoras para el fruto de la palma aceitera. Estas se encuentran en las regiones Huánuco, Loreto, San Martín y Ucayali. 
Foto: Andina.

De acuerdo a cálculos del Ministerio del Ambiente al 2017, los cultivos agrícolas en tierras deforestadas en la Amazonía se encuentran liderados por los sectores industriales o de exportación. De este grupo, el principal es el café (25.4%), seguido por el cacao (8.7%) y luego siguen otros con menor porcentaje entre ellos la palma aceitera (1.8%). 

Entre el 2000 y 2020, según información proporcionada por el Ministerio de Agricultura a OjoPúblico, la superficie cosechada de palma creció en 629%. Pasó de 9.990 hectáreas a 72.861 hectáreas cultivadas en las regiones Huánuco, Loreto, San Martín y Ucayali. Estas dos últimas concentraron el 83% del total cosechado el 2019. 

En uno de los puntos de la primera auditoría que la RSPO realizó a Alicorp en el 2019, se afirma que la empresa ha implementado todos los requisitos y todo está conforme con el estándar de certificación de la cadena de suministro (SCC, por sus siglas en inglés). Pero bastó revisar lo que la empresa publicaba sobre palma aceitera para notar que se reservaba información que, gracias a nuestra insistencia, ahora es pública.

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