Mesías Guevara, excongresista y exgobernador regional de Cajamarca, considera que la actual captura institucional es peor que la que se vivió durante el autoritarismo de Alberto Fujimori cuando, al menos, existían acuerdos comunes entre las fuerzas de oposición. Hoy en día, señala, incluso será complicado arribar a alianzas de cara a las elecciones del año entrante debido a las ambiciones personales.
En esta entrevista con OjoPúblico, Guevara —quien inició su carrera política desde muy joven en Acción Popular— también detalla las razones que lo llevaron a desafiliarse de esa organización, en noviembre de 2023, para inscribirse en el Partido Morado. El gran problema de la agrupación que fundó el expresidente Fernando Belaunde Terry, dice, son sus actuales dirigentes.
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El mensaje del 'fraudismo' sigue vigente. En el Congreso han dado leyes, como la del recuento de votos, algo irregular".
¿Tiene alguna expectativa frente a las elecciones de 2026 o considera que será más de lo mismo?
Hay expectativas y también preocupación por la manera en que se está llevando a cabo este proceso electoral, sobre todo, por las reglas y la atomización. Seremos 43 partidos políticos.
¿Es manejable una competencia así?
No, por eso el Jurado Nacional de Elecciones, la ONPE [Oficina Nacional de Procesos Electorales] y el Reniec [Registro Nacional de Identificación y Estado Civil] van a tener un trabajo nunca antes visto, desde el punto de vista operativo.
¿Eso es lo que más le preocupa?
También que el mensaje del “fraudismo” sigue vigente. En el Congreso han dado leyes, como la del recuento de votos, algo irregular, que lo único que va a hacer es dilatar el resultado. Van a querer ganar en mesa, sí o sí.
Hoy milita en el Partido Morado. ¿Conseguirá salir del rubro “otros”?
Estamos confiados en ese sentido porque, en el análisis que hemos hecho nosotros y otras personalidades del mundo político, resulta que, como marca, estamos entre los nueve partidos con una trayectoria. Sí soy consciente de que el trabajo va a ser bastante duro.
"Todos creen que tienen el derecho de liderar un proceso. Llamémosle ego, hay que decirlo con todas sus palabras".
Usted ponía esperanzas en la candidatura del expresidente Francisco Sagasti, aunque este ha dicho varias veces que no piensa postular. ¿Tienen otras opciones?
Lamento que Francisco Sagasti haya tomado esa decisión, pero hay que respetarla. En el Comité Político se han mencionado cuatro nombres: el presidente del partido, Luis Durán, [el exjefe de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) y exdirector del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP)] Luis Alberto Arias, el excongresista Daniel Mora y yo. Esas cuatro precandidaturas presidenciales se están barajando, por ahora.
¿Es posible establecer algún tipo de alianza con otras agrupaciones?
Nuestra dirigencia nacional sigue conversando, acercándose a diversas personalidades. Según informó Luis Alberto Arias, se ha conversado con Alfonso López Chao [Ahora Nación], y con los seguidores de Verónika Mendoza.
¿Es posible la formación de alguna coalición de centroizquierda?
En lo personal, soy entusiasta de las alianzas que puedan darse, pero también soy realista. Estamos contra el tiempo y, hasta ahora, no veo algo concreto que nos lleve por ese camino. Lo veo muy difícil, complicado.
¿Por egos personales?
Pienso que es por temas personales, que todos creen que tienen el derecho de liderar un proceso. Llamémosle ego, hay que decirlo con todas sus palabras. Son egos personales, que consideran que son los únicos llamados a liderar. Falta madurez política en nuestro país.
Soy entusiasta de las alianzas, pero también realista. Hasta ahora, no veo algo concreto que nos lleve por ese camino".
Observadores sostienen que la situación actual, que es una captura institucional, se asemeja a lo que se vivió en la década de los 90, con el autoritarismo de Alberto Fujimori. ¿Está de acuerdo?
Yo pienso que la situación es más dura que en los 90. Uno accede al poder para gobernar, no para servirse a uno mismo. En el 2000 había esa capacidad de unión, había objetivos comunes entre todas las fuerzas políticas.
Ahora, eso no existe. Hoy, controlan todo: el sistema de justicia, el Tribunal Constitucional, están inhabilitando a potenciales candidatos. Yo sí creo que la situación actual es más dura que en la época de Fujimori.
¿Dina Boluarte es una presidenta sometida al Congreso o son dos poderes, Ejecutivo y Legislativo, caminando en igualdad de condiciones?
Hace un año, yo pensaba que era una alianza. Pero, conforme han ido desenvolviéndose los hechos, llegué a la conclusión de que es un sometimiento. Es decir, la presidenta Boluarte se ha sometido a los designios del Congreso de la República. En este momento, es el Congreso el que está gobernando, el que está dirigiendo los destinos del Perú, y la señora Boluarte se ha sometido en todo.
¿Para sobrevivir?
Para sobrevivir, ambos. Los une la supervivencia y la impunidad. Están buscando sobrevivir incluso más allá del 2026. Por eso es que la señora Boluarte ha promulgado todas las iniciativas legislativas que el Congreso ha dado.
La presidenta Boluarte se ha sometido a los designios del Congreso de la República".
El Congreso negó a Boluarte la posibilidad de viajar al Vaticano para participar en los funerales oficiales del Papa Francisco. Hace unas semanas, Juan José Santiváñez fue censurado. ¿Los legisladores están tratando de desmarcarse del Ejecutivo, pensando en las elecciones?
Los partidos en el Congreso se mueven en dos bandas: pública y privada. Efectivamente, van a tratar de deslindar de la señora Boluarte, pero, en privado, van a seguir conversando. De lo contrario, ya hubieran censurado al ministro de salud [César Vásquez] por el tema de Medifarma, o al ministro de Educación [Morgan Quero].
¿Y la gente se creerá ese deslinde?
Yo veo bastante difícil que este Congreso recupere su imagen. Ellos quieren limpiarse abrazando el lodo.
Renunció a Acción Popular, donde militó toda su vida. Fue presidente y secretario general. ¿Extraña al partido?
Al partido, como institución, no lo extraño porque el pensamiento del presidente Belaunde, de los fundadores, y del propio Valentín Paniagua lo sigo predicando. Lo predico más que los que están ahora dirigiendo al partido.
[El problema de Acción Popular] son los dirigentes actuales".
¿Cuándo y cómo empezó el cortocircuito entre usted y Acción Popular?
Lo primero fue cuando le gané por lejos la presidencia a Víctor Andrés García Belaunde, el 2014. No le gustó. Y lo otro fue cuando estuve en contra del Congreso con los 73 congresistas fujimoristas [2016-2020].
Fui muy crítico con la manera en que la señora Keiko Fujimori gestionaba [el Legislativo] con sus congresistas, a lo que la bancada de Acción Popular también se sumó. En el caso de [Jonhy] Lescano no tanto, pero los demás sí lo hicieron.
¿Cómo satélites fujimoristas?
Claro. Y otro episodio fue porque yo no estuve de acuerdo con que Manuel Merino asuma la presidencia de la República. Estábamos a seis meses del proceso electoral. Afectaron al partido y nos pusieron dos mochilas pesadas, como si fuéramos corruptos y golpistas. Me desafilié, pero no renuncié a los principios democráticos de Belaunde.
¿Qué queda de ese partido donde militó desde joven?
Una gran ideología humanista, una gran masa electoral de militantes muy disciplinados y una buena marca. Pienso que Acción Popular, en cualquier momento, va a resurgir con nueva gente.
¿El problema de Acción Popular son sus dirigentes actuales, entonces?
Son los dirigentes actuales.