
ACTIVISTA EN CHINA. "Si continuamos extrayendo materiales y minerales, sin tener en cuenta las consecuencias, eso puede ser malo", dice Wen Bo.
Wen Bo es uno de los activistas ambientales más importantes de China y una de las voces más críticas. Habla pausado, escucha con atención y conoce bastante bien las dificultades ambientales que enfrenta Latinoamérica debido a la presión sobre sus recursos naturales. China es el principal socio comercial del Perú y uno de los destinos principales de la madera (que en muchos casos es extraída ilegalmente de áreas naturales protegidas), harina de pescado, calamar y minerales como el cobre.
En esta entrevista exclusiva con OjoPúblico, Wen Bo, de 53 años, habla sobre la opacidad en las cadenas de suministro que abastecen a China, el impacto de Trump en la nueva geopolítica global y señala que se requiere una amplia voluntad política de parte del gobierno chino para impulsar la transparencia y la responsabilidad en la trazabilidad de los productos importados.
Entre el 19 y 22 de mayo participó en el encuentro global Peoples For Forests, que reunió en Francia a más de 80 líderes indígenas e investigadores de América, Europa, Asia y Oceanía para conversar los desafíos actuales para enfrentar la crisis climática. En el evento –en el que también OjoPúblico estuvo invitado para compartir los hallazgos de nuestras investigaciones en minería ilegal y crimen organizado– Wen Bo habló sobre el trabajo que realizan desde China Environmental Paper Network, una red internacional que agrupa a cientos de ONG dedicadas a promover la responsabilidad ambiental y social en las industrias del papel.
Ha sido asesor de diversas organizaciones como Rainforest Foundation Norway y National Geographic Society. Su compromiso por el ambiente surgió muy temprano, cuando se inspiró en las acciones de Greenpeace contra los buques balleneros. Wen Bo es graduado por la Universidad Zhongnan en Changsha, y egresado de Relaciones Internacionales en la Escuela de Gestión Internacional KDI de Seúl, Corea del Sur.
China es uno de los principales socios comerciales de América Latina y ha construido en Perú un megapuerto como Chancay. ¿En China se está hablando de los impactos ambientales que pueda generar la creciente demanda de recursos naturales y de alimentos desde América Latina?
Creo que las personas en China están al tanto de la creciente relación comercial con Perú. Importamos muchos minerales y otros materiales, pero la comprensión sobre el país sigue siendo, relativamente, poco común. No hay viajes frecuentes. Los empresarios viajan a Perú, pero las demás personas no tienen tantas oportunidades de visitar su país. Recibimos mucha información sobre algunos patrimonios de la humanidad, como Machu Picchu. En la impresión de los chinos de a pie, ellos saben que Perú es un país hermoso, con paisajes preciosos y gente muy agradable. Así que la comprensión de la cultura, el paisaje, el patrimonio, se han limitado a la cobertura mediática. Creo que un aumento de los intercambios definitivamente ayudaría a mejorar el entendimiento de Perú dentro de la población china.
¿Cuál es el impacto de la importación de minerales desde Perú? Esto no puede ser ampliamente difundido en China. Las personas no están al tanto del problema en su país.
¿Considera que en los últimos años ha habido un aumento de la conciencia ambiental en la población china sobre el origen de los recursos que importan? Por ejemplo, de la madera, uno de los principales recursos que Perú envía a China.
Ha habido un aumento de la conciencia ambiental por parte de la población china. Hay personas afectadas por la contaminación y la destrucción del ambiente dentro de China. Así que las personas están conscientes de estos problemas. Y la generación más joven tiene más información. Y también hay mucha más cobertura sobre estos problemas, incluyendo el cambio climático, las precipitaciones y la destrucción, el impacto de la minería. Sin embargo, ¿cuál es el impacto directo de la importación de China, por ejemplo, de minerales de Perú? o ¿cuál es el impacto local en Perú? Esto no puede ser ampliamente difundido en China. Entonces las personas no están al tanto del problema en su país.
En nuestras investigaciones sobre trazabilidad en compradores finales de productos que América Latina vende a Europa, Estados Unidos y China, hallamos información en las primeras, pero no de China, es muy difícil encontrar datos sobre los compradores finales. ¿Cómo transparentar las cadenas de suministro en China?
Es una pregunta muy interesante porque en China tenemos, probablemente, fácil acceso a la información de los compradores. Sabemos quiénes son los importadores, quiénes son los grandes distribuidores.
Pero solo de las empresas locales.
Sí. Es más fácil para nosotros, dentro de China, averiguar información sobre los compradores, las empresas importadoras, porque en los medios de comunicación chinos, en nuestro anuario, el anuario del cliente, y en otra información disponible, podemos encontrarlos fácilmente. Pero lo que no tenemos en China, que probablemente ustedes sí tienen, es el impacto del proveedor. ¿Quiénes son esas empresas que suministran a los comerciantes, y que luego transportan a través de rutas marítimas a China y Europa? ¿Cuál es el impacto directo en el ecosistema local y en la comunidad local? Nosotros no tenemos esa información.
¿Por qué no hay un interés por transparentar esa información?
Creo que hay una falta de contacto, porque entendemos que, si China importa un gran volumen de minerales, estos tendrán un impacto. Pero, ¿a quién contactamos para averiguar esta información? No sabemos. Así que este tipo de oportunidades para reunirnos presencialmente es real. No tenemos la oportunidad de reunirnos en persona con organizaciones ambientales peruanas, canales de comunicación peruanos, investigadores, etc. Si tenemos preguntas sobre el origen de estos minerales, si tienen un impacto local, no sabemos a quién acudir. Creo que la comunicación es muy importante. Comunicación entre las personas de ambos países para compartir esa información y asegurar que la cadena de suministros sea verde y sostenible. Los consumidores, compradores, quieren ser consumidores responsables. No quieren comprar cosas que en realidad sean más perjudiciales para las personas de origen de estos países productores.
Lo que no tenemos en China, y ustedes sí tienen, es el impacto [en el ambiente] del proveedor local.
Usted mencionó que la ley en China sí permite conocer el origen de los productos, como la madera, que venden los proveedores locales dentro de China, pero que esto no se aplica para las empresas que importan desde otros países. ¿Cuánto tiempo cree que tendrá que pasar para que esta ley se aplique a las empresas de afuera y se logre más transparencia?
Por supuesto que toma tiempo. También requiere voluntad política de parte del gobierno chino para asegurar que la cadena de suministros sea transparente, pero también responsable. Se necesita un esfuerzo de ambas partes, tanto de países exportadores como Perú, y países importadores como China, para trabajar en conjunto. Porque queremos asegurar que la cadena de suministros sea transparente y también que el abastecimiento y el consumidor sean responsables. Creo que ya existen directrices ambientales en China propuestas por varias instituciones, incluidos los ministerios gubernamentales, pero como involucra a distintos países, si queremos hacer cumplir la ley y las normas, no podemos hacerlas cumplir fuera de China.
Así que solo brindamos sugerencias y recomendaciones de que deberíamos tener determinadas buenas prácticas. Pero, ¿sería obligatorio o se podría hacer cumplir? Eso es siempre una incógnita. Pienso que ya existen marcos económicos como APEC [el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico]. Allí se ha debatido ampliamente sobre la cadena de suministros responsable, verde.

VOZ CRÍTICA. "Queremos asegurar que la cadena de suministros sea transparente en China y también que el abastecimiento y el consumidor sean responsables", dice Wen Bo.
Foto: Katie Mahler
Uno de los temas que más se discuten a nivel comercial tiene que ver con los estándares ambientales que cumplen las empresas chinas. ¿Cuál es su análisis sobre la comparación de estos estándares con los que establecen las compañías europeas o norteamericanas?
Mi opinión es que no deberíamos diferenciar los estándares por países. Incluso en los países más desarrollados, también pueden haber empresas malas. Incluso en el Reino Unido, Estados Unidos, Norteamérica y el norte de Europa, también hay malas empresas que no hacen negocios con altos estándares ESG [Ambiental, Social y de Gobernanza]. En China, tenemos buenas empresas que tratan de cumplir con buenos estándares. También, cuando van a invertir en otros países, tratan de ser muy cuidadosas, de obedecer las leyes y normas locales, porque saben que están siendo vigiladas por organismos de control internacionales, y por los gobiernos locales de Perú.
Por supuesto, en el día a día de los negocios, depende de la propia cultura organizacional de cada empresa. ¿Quisieran hacer negocios exclusivamente desde una perspectiva emprendedora o preferirían un enfoque en el que se puedan cerrar múltiples tratos sobre la mesa? Depende de cada empresa. No podemos decir que las empresas chinas tienen estándares más bajos que las europeas. Ese no debería ser un entendimiento común porque los países tienen empresas diferentes.
¿Cuál cree que va a ser el principal problema para discutir los desafíos en torno a la crisis climática, con este nuevo escenario geopolítico mundial con el presidente Trump en Estados Unidos y los otros cambios en Europa?
Me parece trágico que algunos líderes políticos no reconozcan los desafíos ambientales que enfrenta el planeta. Creo que probablemente necesitan entender mejor la ciencia y la crisis ambiental. Pero, también muestra una tendencia: las personas en diferentes países son más nacionalistas. Las personas comienzan a velar por sus propios intereses, sus propios intereses locales y nacionales, más que en los intereses de toda la humanidad. Yo creo que la crisis ambiental está empeorando comparada al pasado. Necesitamos trabajar juntos. Los problemas globales solo se pueden resolver con esfuerzos globales. Si los diferentes gobiernos de occidente y oriente nos incitan, las personas deberían unirse. Finalmente, son las personas quienes sufren, no el gobierno. Por supuesto, el gobierno puede tener crisis, pero en última instancia son las personas quienes pagan el precio y cargan con el peso de los problemas ambientales.
Me parece trágico que algunos líderes políticos no reconozcan los desafíos ambientales que enfrenta el planeta.
¿Existe alguna regulación o restricción para que las ONG ambientales puedan trabajar en China? ¿Cómo es el trabajo de una ONG ambiental?
Ha habido políticas que impactan a la sociedad civil en China. Por ejemplo, el gobierno recientemente promulgó la ley de ONG extranjeras, que controla a estas ONG. Si quieren llevar a cabo actividades u operar en China, necesitan cumplir con la ley de ONG extranjeras. Existen muchas restricciones. Por ejemplo, deben tener un estatus registrado para poder organizar cualquier actividad. También hay restricciones para las ONG chinas que reciben financiación proveniente de fuentes internacionales. Pero hay bastante financiamiento, especialmente en el mundo ambiental. Las personas quieren apoyar a las organizaciones chinas a proteger la naturaleza y combatir la contaminación, pero el gobierno chino tiende a sospechar de las ONG extranjeras.
El gobierno hace que a las organizaciones extranjeras les resulte más difícil trabajar en China. También existe una gran restricción para que las ONG chinas reciban financiación de fuentes internacionales, lo cual es muy lamentable. Asimismo, hay algunas restricciones para los grupos chinos en cuanto al tipo de actividades en las que pueden trabajar. Si trabajas en temas como la recopilación de datos, eso puede ser muy problemático porque pensarían que esos datos pueden ser usados para otros fines. De cierto modo, se ha reducido el espacio de trabajo para muchas sociedades civiles en China. Pero hay otras formas de organización social, como generar impacto a través de las redes sociales. Los jóvenes son más hábiles para dar a conocer los problemas en los nuevos medios.
Existen otras formas de comunicarse con el público y también de mostrar un problema en particular, como un problema ambiental. Creo que las personas necesitan ser más creativas al luchar contra estos problemas y tratar de trabajar en conjunto para hacer que los contaminadores se hagan responsables. También hay alternativas para trabajar con organizaciones de otros países.
El gobierno hace que a las organizaciones extranjeras les resulte más difícil trabajar en China.
¿Pero una ONG china puede hacer una alianza con una ONG europea y recibir fondos extranjeros para desarrollar proyectos dentro de China?
Sí, pueden. Necesitan pasar por un proceso de registro de proyecto. No significa que estén prohibidas. Las ONG chinas no tienen prohibido trabajar con aliados internacionales. Pero bajo la nueva ley de ONG extranjeras, que entró en vigor en 2017, necesitan primero registrar sus actividades, y enviar su plan de trabajo o plan de actividades con antelación. Luego el gobierno la aprueba. No está prohibido, pero es más complicado.

MEGAPUERTO DE CHANCAY. En Perú, la empresa estatal china Cosco Shipping Ports Limited, ha construido un enorme puerto que busca acelerar el comercio desde Latinoamérica.
Foto: OjoPúblico / Omar Lucas
La COP30, que se realizará en noviembre en Brasil, va a llegar muy debilitada por la salida del Acuerdo de París de varios gobiernos. ¿Cómo cree que influirá el reacomodo de la geopolítica y la influencia de China?
Diría que la presencia e influencia de China se verá fortalecida. Debido a la nueva administración de Trump en los Estados Unidos, es menos probable que se brinden ayudas a Latinoamérica. Pero China sigue teniendo un gran interés en Latinoamérica porque hay un beneficio mutuo. Si China continúa participando a través del comercio, las relaciones diplomáticas, los intercambios culturales; esto traería beneficios tanto para China como para los países en Latinoamérica. China quería hacer negocios con Latinoamérica.
China quería tener una mejor relación, tanto económica como social. Pienso que el entendimiento común en la población china y también en los funcionarios del gobierno chino, es que ellos saben que mantener el comercio con países latinoamericanos, tener una buena relación, podría traer prosperidad en común. Durante este comercio, queríamos asegurarnos de no generar daños. Si continuamos extrayendo materiales y minerales, sin tener en consideración las consecuencias, eso puede ser malo.
Aumentar el comercio solo para obtener materias primas, sin invertir en el sistema educativo, sin tener un sistema de salud, significa que solo obtienes materiales sin invertir en las personas. Creo que el gobierno chino necesita darse cuenta de eso. Darse cuenta de que no solo queremos un bien, una materia prima: carne de res, soja, cobre, etc. También queremos llevarles buenas cosas a las personas de Latinoamérica. China me parece que tiene recursos financieros, tecnología y un gran mercado. Así que pienso que puede ser algo bueno porque precisamente es lo que los países latinoamericanos necesitan. El gobierno chino y las personas chinas están pensando a largo plazo.
Debido a la nueva administración de Trump en los Estados Unidos, es menos probable que se brinden ayudas a Latinoamérica.
La ciencia nos dice que no podemos seguir creciendo al ritmo y forma en la que actualmente se crece en el mundo porque eso es lo que está generando la crisis climática. ¿Cuán lejos estamos de que las grandes potencias, China, Estados Unidos, la India reduzcan sus emisiones?
China ya se ha comprometido a reducir sus emisiones de carbono. Nos fijamos el objetivo 30-30. China tiene su propio objetivo de reducción de emisiones y lo está haciendo cumplir. Por supuesto, hay un problema con la verificación. Se fija un gran objetivo, pero ¿cómo se puede verificar? También hay un objetivo para muchos años después. ¿Se va a seguir aplicando o intentando alcanzar este objetivo por parte de las generaciones futuras? No es siempre esta administración en particular la que tiene que implementarlo, sino que también necesita que las generaciones futuras sigan alcanzando este objetivo. ¿Se cumplirá este compromiso? Es una incógnita, porque hay muchas promesas, incluso en las reuniones de la COP, de la ONU, como la de los dos grados, que se han incumplido.
Creo que los políticos tienden a marcarse un gran objetivo, pero luego no lo cumplen. Hasta ahora no disponemos de este mecanismo internacional de cumplimiento. Un país puede adherirse a un acuerdo internacional y también puede retirarse de este.
Creo que no podemos confiar únicamente en los compromisos gubernamentales. La gente debe organizarse. Como organización no gubernamental, la gente debería unirse y presionar a los distintos gobiernos de sus países.
¿Cómo cree que terminará la COP en Brasil sin la presencia de Estados Unidos, uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero?
No creo que Estados Unidos se retire completamente de este proceso. Probablemente, enviarán una delegación menor.
¿Pero no hay seguridad de que asuma los compromisos?
Exacto, eso es posible. Creo que incluso la administración Trump probablemente no reconoce el cambio climático como un gran problema que hay que abordar. Pero tengo una enorme confianza en el pueblo estadounidense. Hay un gran número de organizaciones ambientales. Durante las últimas décadas, han sido muy activos en la defensa de los movimientos y la agenda ambiental.
No se puede tomar a una sola nación de forma aislada. En Estados Unidos existen distintas instituciones sociales que han estado promoviendo activamente esta agenda. Así que el gobierno federal puede tener una política, pero creo que lo que realmente importa es la elección del pueblo estadounidense en su conjunto.
¿Considera que la aproximación de Estados Unidos con Arabia Saudita o Rusia, que impulsan la extracción de combustibles fósiles, se traducirá en mayores dificultades para luchar contra la crisis climática?
La lucha contra la crisis climática nunca ha sido fácil. Y la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudita, por supuesto, se puede ver, porque tienen muchos acuerdos energéticos. Probablemente, están más activos en la extracción de combustibles fósiles y en el uso de estos como motor para sostener la economía. Pero aparte de eso, creo que la crisis ambiental, incluida la crisis del cambio climático, fue causada por diversos factores.
Pienso que las personas deberían sentarse juntas, sin pelear como ocurrió entre Rusia y Ucrania —donde se han invertido enormes recursos en el frente militar y ha habido una enorme pérdida de vidas humanas— todo esto representa una gran crisis, porque se traduce en pérdidas económicas y en pérdidas personales para muchas familias. Y si se gasta dinero en esto, otros países tienen que apoyar a Ucrania, y Rusia, por supuesto, ha gastado enormes recursos en mantener su ejército. Ese dinero podría usarse mejor. Ese dinero puede utilizarse para otros fines en lugar de alimentar esta maquinaria de guerra. El mundo de hoy es distinto: ya no se encuentra el éxito conquistando más territorios.
Las personas deberían vivir en paz y valorar la vida, y encontrar formas de resolver los desafíos comunes, como las enfermedades infecciosas —como la Covid—, combatir la desertificación, salvar las fuentes de agua, y también producir alimentos para reducir la hambruna, luchar contra la pobreza, y también contra el comercio de especies autóctonas y el narcotráfico. Esos son los problemas de seguridad que los gobiernos deberían tomar en serio, en lugar de tratar de conquistar más tierras y poner la agenda de cabeza.
La crisis climática, el hambre, son los problemas que los gobiernos deberían tomar en serio, en lugar de tratar de conquistar más tierras y poner la agenda de cabeza.
En su presentación durante People for forests decías que, cuando iban al colegio y les mostraban el mapa del mundo, veían a Chile y lo relacionaban como un país con mucho cobre. ¿Cómo crees que se pueda reducir la brecha de información desde China hacia América Latina para que puedan entender los impactos que genera la demanda de recursos naturales?
Creo que el libro era bastante anticuado, desactualizado. Básicamente, la lección de geografía trataba sobre montañas y minerales. Reflejaba el pensamiento de la antigua Unión Soviética, un tipo de pensamiento soviético. Creo que las personas, los niños en China, deberían recibir una educación sobre los pueblos de América Latina: de dónde vienen, cuál es su estilo de vida, cuál es su patrimonio cultural y su ecosistema, qué vida silvestre hay allí.
Si se les educase sobre la cultura y el patrimonio natural de estos países, y si fuesen evaluados sobre ese tema en lugar de sobre qué recursos minerales existen allí, qué cosas se pueden comprar o vender, entonces las personas tendrían una verdadera apreciación por la tierra, el agua, el aire y todos esos ecosistemas.Y si desarrollan esa apreciación, entenderán que, si hacemos algo malo, es dañino para las personas y hiere sus sentimientos. Así que pienso que, en cierto modo, la educación —educación ambiental, educación sobre la naturaleza y educación cultural— debería estar más orientada al humanismo, centrada en el interés humano más que en el interés comercial.