Fuente de los Panama Papers: las compañías offshore permiten los horrores de la guerra

El autor de la mayor filtración de información sobre los secretos offshore en la historia del periodismo da una entrevista por primera vez, desde el anonimato porque aún teme por su vida. “Puede que tenga que esperar hasta que esté en mi lecho de muerte”, dice sobre la posibilidad de revelar su identidad. A seis años de los Panama Papers –la investigación global que expuso cómo el dinero de las actividades criminales se esconden en los paraísos fiscales– el whistleblower ofrece una entrevista exclusiva con los periodistas Frederik Obermaier y Bastian Obermayer, para Der Spiegel y que publicamos en OjoPúblico como parte de esta alianza global.

TRANSPARENCIA. "Necesitamos registros corporativos accesibles al público en todas las jurisdicciones", dice el filtrador de los Panama Papers.

TRANSPARENCIA. "Necesitamos registros corporativos accesibles al público en todas las jurisdicciones", dice el filtrador de los Panama Papers.

Ilustración: OjoPúblico / Claudia Calderón

En inglés, en Der Spiegel.

En 2015, un whistleblower [denunciante] anónimo que se hacía llamar “John Doe” se puso en contacto con el Süddeutsche Zeitung (SZ) y filtró más de 2,6 terabytes de datos secretos a dos reporteros, lo que incluyó millones de correos electrónicos internos. Se originaron en la firma de abogados Mossack Fonseca, con sede en Panamá, uno de los proveedores de servicios más importantes en el negocio global de empresas offshore. 

Tras las revelaciones, que se conocieron como los Panama Papers y fueron publicadas como parte de una investigación global liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), el Primer Ministro de Islandia Sigmundur Davíð Gunnlaugsson y el Primer Ministro de Pakistán Nawaz Sharif tuvieron que renunciar a sus puestos, al igual que otros. 

La filtración provocó protestas masivas en Londres, Reykjavik así como en otros lugares y desencadenó el inicio de investigaciones en todo el mundo. Desde entonces se han aplicado normas más estrictas en el mundo para las empresas fantasma. Los gobiernos lograron recuperar más de $1,3 mil millones de dólares en ingresos fiscales perdidos.

Hasta ahora, “John Doe” solo se ha pronunciado públicamente en una ocasión, en un manifiesto publicado cuatro semanas después de la aparición de los Panama Papers. En él, la fuente pidió a los responsables de las políticas que tomaran medidas para combatir la desigualdad global. Desde entonces, hemos visto libros, podcasts y documentales sobre la filtración, e incluso una película de Hollywood protagonizada por Meryl Streep. Pero el denunciante ha permanecido en silencio.

“John Doe” se puso recientemente en contacto con los dos experiodistas de SZ, que ahora trabajan para Der Spiegel. Para garantizar el anonimato, nuestra entrevista con la fuente se llevó a cabo a través de una conexión a Internet y se cifró utilizando un software que daba las respuestas del whistleblower. La entrevista, que se llevó a cabo en presencia de un testigo, se ha acortado para facilitar la lectura, se ha editado ligeramente y, como es la práctica habitual en el periodismo alemán, se ha pedido la autorización del entrevistado antes de su publicación.

¿Cómo se encuentra? ¿Está a salvo?

Estoy a salvo, hasta donde entiendo. Vivimos en un mundo peligroso, y eso me pesa a veces. Pero en general, me está yendo bastante bien, y me considero muy afortunado. 

Ha permanecido en silencio durante seis años. ¿No se ha visto tentado a revelar que fue usted quien hizo públicos los tratos secretos offshore de jefes de Estado y jefes de gobierno, cárteles de la droga y criminales?

A veces he luchado, como creo que mucha gente lo hace, con el tema de recibir crédito por mi trabajo. La fama nunca fue una consideración. En esa etapa, la única preocupación era permanecer vivo el tiempo suficiente para que alguien contara la historia. Tomar la decisión de compilar los datos que tenía disponibles  en Mossack Fonseca tomó muchos días y sentí como si mirara por el cañón de un arma cargada, pero finalmente, tuve que hacerlo. 

[Para salir del anonimato] puede que tenga que esperar hasta que esté en mi lecho de muerte".

Usted se puso en contacto con el diario alemán Süddeutsche Zeitung, que inició una colaboración de más de 400 periodistas, coordinado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). Cuando se puso en contacto con nosotros, ¿qué tenía en mente?

Cuando me puse en contacto con ustedes, no tenía absolutamente ninguna idea de lo que pasaría ni si ustedes responderían. Escribí a muchos periodistas que no estuvieron interesados, incluyendo en el New York Times (1) y el Wall Street Journal (2). Wikileaks (3), por su parte, no se molestó en contestar cuando me puse en contacto con ellos más adelante.

El equipo global comenzó a publicar los Panama Papers el 3 de abril de 2016. ¿Cómo fue ese día para ti?

Lo recuerdo como un domingo cualquiera. Me reuní a comer con algunos amigos y me quedé sorprendido al enterarme de que Edward Snowden había sobrecargado el interés al discutir el proyecto en Twitter.

El denunciante de la NSA, quien ahora vive exiliado en Rusia, de alguna manera se enteró de la investigación y tuiteó incluso antes de que habláramos sobre la “mayor filtración en la historia del periodismo de datos” ...

Recuerdo haber visto volar las publicaciones en las redes sociales por miles. Era algo nunca visto. Era literalmente una explosión de información. La gente con la que estuve hablaron de ello tan pronto como lo escucharon. Hice todo lo posible por actuar como lo haría cualquier otra persona que lo oyera por primera vez.

Muchos expertos comparan los Panama Papers con Watergate. La fuente más importante de Watergate fue el Director Asociado del FBI Mark Felt, quien actuó bajo el seudónimo “Garganta Profunda” y finalmente reveló su identidad 33 años después de Watergate ...

Pienso en Mark Felt de vez en cuando y en la clase de riesgos que enfrentó. Mi perfil de riesgo parece un poco diferente al suyo. Puede que tenga que esperar hasta que esté en mi lecho de muerte.

Frederik Obermaier y Bastian Obermayer

WHISTLEBLOWER. Frederik Obermaier y Bastian Obermayer, periodistas de Der Spiegel y Paper Trail Media, entrevistan al filtrador de los Panama Papers, que se hace llamar "John Doe”.
Foto: Paper Trail Media
 

¿Por qué?

Los Panama Papers implican a tantas organizaciones criminales transnacionales diferentes, algunas de ellas con vínculos con gobiernos, que es difícil imaginar si alguna vez sería seguro identificarme. Felt tenía que preocuparse por Richard Nixon y sus compinches, y Nixon dimitió apenas poco más de dos años después del allanamiento, lo que lo dejó sin poder. Incluso dentro de 50 años, es probable que algunos de los grupos que me preocupan sigan estando con nosotros.

¿Le dijo a alguien sobre su papel en los Panama Papers?

Tras conocerse la noticia, solo se lo conté a algunas de las personas que más me importan.

Usted ha permanecido en silencio durante seis años. ¿Por qué quieres hablar ahora?

Me he sentido tentado a hablar en varias ocasiones durante los últimos seis años. En cada uno de esos momentos, me ha parecido que el mundo se acercaba cada vez más a la catástrofe, por lo que la necesidad de intentar intervenir parecía siempre cada vez más urgente. Sin embargo, al mismo tiempo he tenido que equilibrar algunos factores.

¿A qué se refiere exactamente?

Primero, por supuesto, es mi propia seguridad física, y la de mi familia. Y segundo es el hecho de que el mundo es un gran lugar con una cacofonía de voces que tratan de dar su punto de vista. Quería que mis palabras tuvieran sentido, no que se perdieran antes del próximo tuit de Donald Trump. En 2016, escribí [en un manifiesto] de mi temor sobre la base de lo que estaba presenciando, “que una grave inestabilidad podría estar a la vuelta de la esquina”. Me temo que finalmente ha llegado esa inestabilidad.

[Hay] ascenso del fascismo y el autoritarismo a nivel mundial, desde China hasta Rusia, Brasil y Filipinas, pero especialmente ahora en Estados Unidos".

¿A qué tipo de inestabilidad se refiere?

El ascenso del fascismo y el autoritarismo a nivel mundial, desde China hasta Rusia, Brasil y Filipinas, pero especialmente ahora en Estados Unidos. Estados Unidos ha cometido algunos errores terribles en su historia, pero ha servido como una fuerza de equilibrio contra los peores regímenes absolutos cuando más se necesitaba. Ese equilibrio ha dejado de existir funcionalmente.

Los paraísos fiscales parecen ser de importancia crucial para los hombres fuertes en los regímenes autocráticos.

Putin es más una amenaza para los Estados Unidos de lo que Hitler nunca fue, y las compañías fantasma son su mejor amigo. Las compañías fantasma que financian al ejército ruso son las que matan a civiles inocentes en Ucrania cuando los misiles de Putin apuntan a centros comerciales. Las compañías fantasma que enmascaran a los conglomerados chinos son las que matan a los niños mineros de cobalto en el Congo. Las compañías offshore hacen posible que estos y otros horrores ocurran al eliminar la responsabilidad de la sociedad. Pero sin rendición de cuentas, la sociedad no puede funcionar.

Los Panama Papers parecen ser más relevantes que nunca, debido a la agresión rusa en Ucrania. Por ejemplo, uno de los amigos más antiguos y cercanos de Vladimir Putin, el violonchelista Sergei Roldugin, fue sancionado a finales de febrero. La razón principal de esto se ha encontrado en los Panama Papers, que demostraron que Roldugin parece haber actuado como apoderado de su poderoso amigo y posee miles de millones –al menos en el papel–. ¿Estás satisfecho con ese giro de los acontecimientos?

Me alegró ver a Roldugin sancionado. Creo que eso es fascinante.

¿Temen que Rusia busque venganza?

Es un riesgo con el que vivo, dado que el gobierno ruso ha expresado que me quiere muerto. Antes de que la presencia mediática de Russia Today se viera reducida debido al ataque de Rusia contra Ucrania, emitió un docudrama de dos partes sobre los Panama Papers en el que aparecía un personaje “John Doe” que sufría una lesión en la cabeza producida por la tortura durante los créditos iniciales, tras lo cual un barco de dibujos animados navegaba por el charco de su sangre, como si fuera el Canal de Panamá. Por extraño y vulgar que fuera, no era sutil. Hemos visto a otros con conexiones a cuentas offshore y a la justicia fiscal recurrir al asesinato, como en el caso de las tragedias de Daphne Caruana Galizia y Ján Kuciak. Sus muertes me han afectado profundamente, y pido a la Unión Europea que haga justicia a Daphne y Ján y a sus familias. Y para aplicar el estado de derecho en Malta, una de las antiguas jurisdicciones de Mossack Fonseca.

Las compañías offshore que financian al ejército ruso son las que matan a civiles inocentes en Ucrania".

En 2017, la Policía Federal Alemana recibió una tonelada de documentos de Mossack Fonseca, también de una fuente anónima.

Sí, ese era yo. Desde el principio, estuve dispuesto a colaborar con las autoridades gubernamentales porque me parecía bastante claro que había que perseguir los delitos descritos en los Panama Papers. Más que ningún otro, el gobierno alemán me aseguró que me mantendría a mí y a mi familia a salvo; y después de algún tiempo, pudimos llegar a un acuerdo que parecía justo. Lamentablemente, el gobierno alemán violó su acuerdo poco después, y desde mi punto de vista, puso en peligro mi seguridad. Desafortunadamente, no recomendaría que otros confíen en las garantías del Estado alemán.

Según los informes de los medios de comunicación, se le recompensó con 5 millones de euros. ¿Por qué no está satisfecho con la Policía Federal Alemana (4)?

Hubo tres problemas principales. En primer lugar, una vez que la Policía Federal alemana tuvo la información, me dejaron esencialmente por mi cuenta para defenderme sin ningún tipo de protección. Me pareció que esto fue imprudente, ya que la amenaza a mi seguridad no disminuyó en absoluto y, en todo caso, aumentó. No mucho después, hubo un asesinato relacionado con el FSB [sucesora de la KGB] en Berlín a plena luz del día. Ese podría haber sido yo. En segundo lugar, el gobierno alemán no cumplió el acuerdo financiero que acordamos. Eso causó problemas adicionales que pusieron en peligro mi seguridad. Tercero, la Policía Federal alemana ha rechazado repetidamente la oportunidad de analizar más datos sobre el mundo offshore más allá de los Panama Papers, lo cual es francamente chocante.

Panama Papers OjoPúblico

PANAMA PAPERS. En abril del 2016 se publicó la investigación basada en la filtración de millones de documentos confidenciales del estudio Mossack Fonseca. Participaron más de 370 periodistas de 76 países.
Ilustración: OjoPúblico / Claudia Calderón

 

Entonces, ¿no cree que las autoridades alemanas hicieron lo suficiente para mantenerlos a salvo?

Quiero ser justo con ellos. Sí ofrecieron un pequeño grado de protección, pero se trata de una situación en la que solo hace falta un error para dar un resultado desastroso e irreversible. Por una serie de razones, no me sentía cómodo con su enfoque general, especialmente a medida que transcurría el tiempo. Si el Gobierno alemán hubiera apreciado realmente la importancia de los Panama Papers, se hubiera tratado de forma muy diferente.

¿Qué es exactamente lo que quería de la BKA [Oficina Federal de Investigación Criminal]? ¿Protección de testigos? ¿Una nueva identidad? ¿O más dinero?

Solo puedo decir que no han cumplido los acuerdos financieros que acordamos.

La policía alemana ha compartido datos de Mossack Fonseca con docenas de países, pero los ha limitado a datos sobre ciudadanos del país en cuestión. Según esta lógica, los datos sobre los oligarcas solo se podían compartir con las autoridades rusas, a menos que se realicen investigaciones penales en otros países, una situación absurda, especialmente si se tiene en cuenta que estos hombres han sido sancionados recientemente en respuesta a la invasión rusa a Ucrania.

Lamentablemente, ni el gobierno de Alemania ni el de  Estados Unidos han expresado mucho interés por los Panama Papers. En cambio, se concentran en los yates. Francamente, los yates no importan mucho, más allá del valor simbólico. Las compañías y fideicomisos offshore son importantes. Las sanciones son un instrumento importante, pero hay otros. Por ejemplo, Estados Unidos podría allanar algunas de las oficinas de las partes constituyentes de las offshore en suelo estadounidense para enviar la señal de que este tipo de actividad ya no es aceptable. Sería fácil para ellos hacerlo. Pero no ha sucedido.

 [La confiscación de] los yates no importan mucho, más allá del valor simbólico. Las compañías y fideicomisos offshore son importantes".

La élite rusa oculta rutinariamente la propiedad de casas de lujo, yates, jets y otros activos a través de complejos acuerdos offshore. ¿Cómo se puede detener esto?

Creo que el mundo occidental vio a Vladimir Putin como una molestia durante mucho tiempo, pero una molestia que podrían controlar con incentivos económicos. Obviamente, eso no ha funcionado. Se necesitaría un esfuerzo verdaderamente extraordinario, una especie de proyecto Manhattan moderno, donde el objetivo sería desenredar los enigmas del mundo offshore. Ciertamente, la capacidad computacional para hacer esto existe. La cuestión es si también existe la voluntad política. Hasta ahora, no he visto muchas pruebas de ello.

¿Por qué cree que todavía no hemos visto a un whistleblower ruso importante?

Además de la cantidad necesaria de valentía, también se necesita un cierto grado de libertad para convertirse en un whistleblower [denunciante]. Alguien tiene que estar allí para escuchar y debe haber por lo menos algún deseo de hacer el cambio. Aparte del hecho de que Putin asesina y encarcela a los valientes, es muy difícil encontrar ese tipo de libertad [para denunciar] en un lugar como Rusia.

Edward Snowden está atrapado en Rusia. Aunque critica al gobierno de Putin por ser corrupto, no puede abandonar el país porque se enfrentaría a un juicio en Estados Unidos.

Snowden es solo una pieza de rompecabezas en una guerra de información que Rusia ha estado librando contra los Estados Unidos durante la mayor parte del siglo pasado. Si la inteligencia estadounidense tiene evidencia en su contra, debería presentarla para que todos la vean. Si no lo hacen, el Presidente Biden debería perdonarlo y darle la bienvenida a casa. Así de sencillo.

¿Cuál es su grado de satisfacción con el impacto de la filtración?

Estoy asombrado con el resultado de los Panama Papers. Lo que logró el ICIJ no tiene precedentes, y me complace, e incluso me enorgullece, que se hayan realizado reformas importantes como resultado de los Papeles de Panamá. El que haya habido colaboraciones periodísticas posteriores de escala similar es también un verdadero triunfo. Lamentablemente, todavía no es suficiente. Nunca pensé que la divulgación de los datos de un bufete de abogados resolvería la corrupción global de manera completa, y mucho menos cambiaría la naturaleza humana. Los políticos deben actuar. Necesitamos registros corporativos accesibles al público en todas las jurisdicciones, desde las Islas Vírgenes Británicas hasta Anguila, las Seychelles, Labuan y Delaware. Ahora. Y si escuchas que hay resistencia, ese sonido es el de un político que debe ser despedido.

"Además de la cantidad necesaria de valentía, también se necesita un cierto grado de libertad para convertirse en un whistleblower [denunciante].

Desde 2016, miles de historias de los Panama Papers han sido publicadas. ¿Hay alguna que usted piensa que el mundo todavía necesita ver?

Hay tantas historias no contadas. Uno que me viene a la mente es un fideicomiso con cheques de papel amarillo que presumiblemente fue creado para un cártel de la droga por una consultora colombiana, en el que un gran banco estadounidense parece haber permitido el uso directo de su cuenta bancaria corresponsal con un banco en Panamá. Los nombres de los beneficiarios se escribían en estos cheques con una máquina de escribir. Decir que este acuerdo es inusual sería subestimarlo. También podrían haber emitido cheques hechos con banderas rojas reales.

Edward Snowden mencionó una vez este caso como el mejor escenario para un whistleblower [denunciante]: Han hecho un gran impacto, y todavía son desconocidos y libres. ¿Es así también cómo ve su papel?

Me considero increíblemente afortunado de que todo haya funcionado tan bien como se ha hecho, incluso cuando nada es perfecto. Permanecer desconocido ha tenido el beneficio obvio de mantenerme relativamente seguro, pero ha tenido un costo también, que es que no he podido mantener el asunto en la vista pública de la manera en que Edward Snowden lo hizo con respecto a las revelaciones de la NSA sobre el uso de teléfonos. Por supuesto, él pagó con su libertad hasta cierto punto. Siempre hay algo que perder.

¿Qué le ha enseñado su filtración cerca de ser whistleblower [denunciante]?

Yo diría que lo más importante es que mi ejemplo demuestra que es posible, aunque quizás raro, marcar una gran diferencia y mantener una buena vida. Pero se necesita mucho trabajo y mucha suerte para mantenerse un paso por delante.

¿Hay algo que recomendaría a los posibles whistleblower?

Decir la verdad sobre asuntos sensibles nunca es fácil. Yo diría que un factor que no ha sido justamente valorado es lo difícil que es mantener la cabeza fría. Ya sea que hable con periodistas o autoridades gubernamentales, prepárese para que todo avance muy lentamente. Es importante simplemente respirar y encontrar otras cosas sobre las que pensar de vez en cuando.

Si pudiera volver atrás el tiempo, ¿los denunciaría otra vez?

Sin pensarlo dos veces.

 

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(1) The New York Times (NYT) no desea hacer comentarios.

(2) The Wall Street Journal (WST) no quiso hacer comentarios.

(3) Der Spiegel se puso en contacto con Wikileaks pero no obtuvo ninguna respuesta.

(4) La Policía Federal Alemana no quiso hacer comentarios sobre las acusaciones.

 

 

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