Las historias que otros no te quieren contar
Plenaria de altos mandatarios tuvo exposición de más de 40 países donde se reiteró el interés por aprobar un nuevo modelo de financiamiento climático. Sin embargo, el país anfitrión reiteró la importancia del petróleo para la economía global. El vicepresidente de Brasil fue el único representante de América Latina que intervino en la jornada. OjoPúblico conoció que la viceministra del Ambiente de Perú llega la próxima semana.
Un análisis realizado por la organización CarbonBrief muestra una caída del 18,7% en los asistentes de las delegaciones inscritas para la cumbre climática en Bakú, que registra más de 65.000 participantes, mientras la edición en Dubái tuvo más de 80.000. Es la primera vez en siete años que una cantidad no es superior a la de su predecesora.
El primer lugar lo ocupa el país anfitrión, Azerbaiyán (2.229); seguido de Brasil (1.914), sede del próximo año, y Turquía, fuerte candidata a convertirse en organizadora del 2026.
En el caso de Perú, la cifra llega a 46 delegados, entre representantes de ministerios, el Congreso y la sociedad civil. La cantidad representa el quinto grupo más numeroso de los 10 de países de Sudamérica.
Otro grupo de importancia que destaca CarbonBrief corresponde a los observadores de organizaciones no gubernamentales (ONG), que en esta edición suman 9.881 delegados. Es el tercer grupo más numeroso en la historia de la COP, superado solo por las dos COP anteriores.
La publicación advierte que las cifras son provisionales y están basadas en los delegados que se han registrado para la cumbre. El número oficial, generado a partir del recojo de la credencial física, estará disponible al finalizar la cumbre.
En una sesión realizada como parte de las actividades de la COP29, los principales bancos multilaterales del mundo se comprometieron a incrementar el financiamiento climático hacia los países en vías de desarrollo a USD 120.000 millones al año para 2030, como parte de los esfuerzos en las conversaciones globales en Azerbaiyán el martes para acordar un ambicioso objetivo anual.
La cifra planteada representa un aumento del 60%, respecto del monto proporcionado en 2023, según lo declarado en la conferencia realizada en Bakú. Además, el incremento también considera USD 42.000 millones para adaptación a las consecuencias del clima extremo, una partida que representa un crecimiento del 70% respecto a la cifra de 2023.
Las entidades que plantearon esta propuesta, que incluyen —entre otros— al Banco Mundial, el Banco Europeo de Inversiones y el Banco Interamericano de Desarrollo, señalaron que el objetivo de aumentar más la financiación climática depende también del compromiso de los accionistas de sus países de contribuir con más capital. “Seguimos abogando por una mayor ambición entre nuestros miembros clientes”, afirmó el grupo en una declaración conjunta.
El tema central de la cumbre en Bakú es la forma en que debe destinarse el financiamiento climático de los países ricos a los que se encuentran en vías de desarrollo. El resultado de este debate será aprobado en el texto final del encuentro en el país petrolero de Azerbaiyán.
Reporte desde Bakú. Durante su intervención en la reunión de líderes globales, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyed, se mostró en contra de quienes cuestionan a la industria de petróleo y gas de su país, sede de la actual cumbre climática. También aseguró que era "un regalo de Dios" la disposición de combustibles fósiles con los que cuenta y que no se debía "culpar a los países por tenerlos ni por llevarlos al mercado, porque el mercado los necesita".
En otro momento, el mandatario calificó de "hipocresía política" a gobiernos como Estados Unidos o Europa que compran su gas.
“Desafortunadamente, los dobles estándares, el hábito de dar sermones a otros países y la hipocresía política se convirtieron en una especie de modus operandi para algunos políticos, ONG controladas por el Estado y medios de noticias falsas en algunos países occidentales”, dijo Aliyev en su intervención en la cumbre de líderes de la COP29.
En los últimos años, la economía de Azerbaiyán se ha centrado en la explotación del petróleo y el gas. Y, como resultado, en 2021 tuvo un 66% de ingresos públicos provenientes de las actividades extractivas que tiene en su territorio, según el centro de investigación Carbon Tracker.
De acuerdo a datos recogidos por la Administración de Información de Energía del gobierno de Estados Unidos, Azerbaiyán se ubica en la posición 25 de petroestados, con una producción diaria de más de 600.000 barriles de crudo.
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