
CUESTIONAMIENTOS. Libreros señalan que el Ministerio de Cultura tomó medidas sobre su logo que buscan generar un control sobre sus actividades.
El pasado 10 de marzo, librerías y gestores culturales que recibieron Estímulos Económicos para el Libro y el Fomento de la Lectura fueron notificados por el Ministerio de Cultura sobre nuevas disposiciones para aprobar el uso del logo institucional.
Entre ellas, la revisión de cada pieza gráfica —incluidas las que fueron aprobadas con anterioridad— y proporcionar el listado y detalles sobre expositores y personas que participarán de cada una de sus actividades, de acuerdo a información a la que accedió OjoPúblico.
Estos nuevos requerimientos, advierten representantes de la Asociación Peruana de Librerías Independientes (APLI) y Editoriales Independientes del Perú, representan un intento de amedrentamiento por parte del Ejecutivo.
El mismo día en que los beneficiarios recibieron este comunicado, el ministro de Cultura, Fabricio Valencia Gibaja, anunció que su sector había presentado una denuncia penal contra la librería Fabla Salvaje, de Arequipa, por el uso del logo de la cartera.
La imagen había sido empleada por la librería en una publicación de sus redes sociales del 24 de febrero en la que anunciaba la presentación del libro Violencia de Estado en el Perú, editado por el Fondo Editorial del Instituto para Investigación Social del Perú.
COMPLICACIONES. Afiche de la librería Fabla Salvaje sobre la presentación del libro Violencia de Estado en el Perú sobre el conflicto armado interno.
Foto: Fabla Salvaje
La obra en mención es un compendio de ensayos y testimonios de víctimas del conflicto armado interno y de los últimos periodos de represión de las protestas sociales ocurridas durante el gobierno de Manuel Merino y el actual mandato de Dina Boluarte.
La presentación de libros y actividades culturales forma parte del proyecto que Fabla Salvaje presentó al Ministerio de Cultura para ganar los Estímulos Económicos para el Libro y el Fomento de la Lectura 2024, indicó a OjoPúblico el director de la librería, Ruhuan Huarca Llamoca.
La presentación de libros y actividades culturales forma parte del proyecto que Fabla Salvaje presentó al Mincul".
Los beneficiados con estos estímulos se comprometen a incluir el logo de la institución en las piezas gráficas de las actividades que forman parte del proyecto financiado. Antes de su publicación, deben recibir la autorización de la cartera, que verifica que la línea visual sea correcta, como detallan los Lineamientos de uso del logotipo del Ministerio de Cultura.
Huarca Llamoca explicó que, aunque no verificaron con el ministerio que el uso del logo en el afiche cumpla con dichos lineamientos visuales, corrigieron su error de inmediato, tras ser notificados, el pasado 26 de febrero.
En esa misiva, el Ministerio de Cultura les había advertido que no contaban con la autorización previa para publicar el logo y que, de no subsanar la observación, se procedería con una denuncia por falsedad genérica, un delito que conlleva una pena de dos a cuatro años de prisión.
ESPACIO. Librería de Arequipa tiene una oferta basada en autores y editoriales independientes regionales.
Foto: OjoPúblico / Fiorella Montaño
Aunque la librería corrigió las piezas gráficas y retiró el logo, el 27 de febrero, el ministerio emitió un comunicado en el que anunció el inicio de una demanda penal. Al ser consultada por este medio, la cartera precisó que la denuncia contra los representantes legales de Fabla Salvaje se interpuso en la Tercera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Arequipa, y se encuentra en etapa de calificación.
Al día siguiente del comunicado oficial, la Asociación Peruana de Librerías Independientes (APLI) y Editoriales Independientes del Perú señalaron, mediante un pronunciamiento conjunto, que “esta sobrerreacción no solo genera un ambiente de incertidumbre para otros actores del ecosistema del libro, sino que también puede interpretarse como un intento de amedrentamiento hacia quienes promueven debates críticos en el espacio público”.
“La utilización del logo se presenta como un instructivo, no como un pedido de permiso”, explica Guillermo Rivas, presidente de la Asociación Peruana de Librerías Independientes. A su criterio, se está utilizando esta falta para controlar las actividades de las librerías.
Intentos de amedrentamiento
El ambiente de incertidumbre para otros libreros y editores se concretó el 10 de marzo último, cuando una funcionaria de la Dirección del Libro y la Lectura (DLL) del Ministerio de Cultura informó a los nueve ganadores de los estímulos 2024 —a través de un grupo de Whatsapp que utiliza el área para comunicarse con ellos— que se había modificado el proceso para la solicitud de validación de uso del logo.
El ambiente de incertidumbre para otros libreros y editores se concretó el lunes 10 de marzo".
Desde ese momento, detalló en el mensaje al que tuvo acceso OjoPúbico, la aprobación respecto al uso del logo se haría por cada pieza y, además, deberían remitir documentos pasados, aunque hayan sido aprobados previamente, para volver a revisarlos.
El mismo día, mediante una comunicación por casilla electrónica, la Dirección del Libro les informó que las piezas enviadas al ministerio deberán tener, a partir de esa fecha, el logo y el contenido del proyecto, el nombre de los expositores o de las personas que participarán en la actividad. También deben detallar la fecha y hora del evento, así como el medio de difusión que se empleará.
Guillermo Rivas indicó que esa información se envía al ministerio cuando se plantean los proyectos. “Pedirnos información sobre algo que ya poseen no tiene sentido más que, tal vez, para ejercer alguna especie de control o amedrentamiento”, agregó.
OjoPúblico envió un cuestionario al ministerio para consultarle sobre estos cambios y las acusaciones de censura. Por escrito, aseguraron que la cartera “no ha emitido ninguna comunicación formal a los beneficiarios de estímulos económicos respecto del uso de su logotipo institucional o su modificación”, aunque este medio sí accedió tanto al correo oficial del sector como al mensaje de WhatsApp de la funcionaria.
En el escrito, agregaron que, a criterio de la institución, la denuncia penal contra Fabla Salvaje no es desproporcionada. “Se sustenta en la existencia de indicios reveladores de la presunta comisión del delito denunciado, al haberse utilizado el logotipo institucional en medios que no se encontraban autorizados”, indicaron.
Sobre las observaciones que puede realizar el ministerio a los ganadores de los estímulos que requieren el uso del logo alegaron detallaron que esa tarea está a cargo de la Oficina de Comunicación e Imagen Institucional.
Esta, explicaron, es “la encargada de velar por el correcto uso” del logotipo institucional. “En ese sentido, (...) puede observar el uso incorrecto del logotipo, siempre y cuando este incumpla el Manual de Identidad Gráfica del Ministerio de Cultura”. En otras palabras, el trámite tiene la finalidad de mantener la identidad gráfica del diseño del logo.
La amenaza al estímulo
Antes de la denuncia del ministro de Cultura, Ruhuan Huarca Llamoca, director de Fabla Salvaje, se dedicaba a gestionar proyectos, comprar novedades literarias y conseguir fondos para mantener a flote la librería, dedicada a la difusión de autores y editoriales independientes. Ahora, refiere el gestor cultural, también debe afrontar las preocupaciones propias de una denuncia penal.
La librería inició sus actividades en noviembre de 2020. La idea, explica su fundador, era crear un espacio mixto, no solo dedicado a la venta de libros, sino también un punto de encuentro para presentaciones y actividades culturales. La oferta de Fabla Salvaje hace énfasis en la promoción y difusión de literatura publicada por editoriales independientes regionales. Pasó de tener un catálogo de 50 libros a más de 300 títulos en cuatro años.
La oferta de Fabla Salvaje hace énfasis en la difusión de literatura publicada por editoriales independientes regionales".
Parte de ese crecimiento fue apoyado por el programa de estímulos del Ministerio de Cultura. El Decreto de Urgencia 022-2019, que promueve la actividad cinematográfica y audiovisual, establece el otorgamiento de estímulos económicos a personas naturales y jurídicas cuyas actividades se desarrollan en el ámbito de las artes y las industrias culturales, para contribuir a su desarrollo.
Desde 2017, la cartera ha financiado 780 proyectos como parte de estímulos a la lectura. Para eso, ha invertido S/ 11'612.235, según información del proyecto del propio ministerio.
PRONUNCIAMIENTO. Gremios de editores y libreros consideran que medida del Ministerio de Cultura es sobredimensionada.
Foto: APLI
Para acceder a un estímulo, las librerías y gestores culturales presentan sus propuestas a un concurso público. En 2024, por unanimidad, el jurado otorgó el estímulo a Fabla Salvaje para su proyecto “Mejora, implementación y relanzamiento de la primera librería & casa cultural 100% independiente del Perú”.
“A través de su propuesta, la librería busca también constituirse como un foco cultural y de intercambio de pensamiento en la ciudad de Arequipa, estimulando la industria editorial local con la compra de libros que plasman la diversidad lingüística de la zona”, detalla el acta de evaluación del proyecto.
“No es casual lo que está pasando ahora [con esa librería]. De alguna manera, es un ataque dirigido especialmente hacia las librerías y los editores independientes, porque son la garantía de diversidad, de discusión, de debate, de confrontación de ideas”, señala Guillermo Rivas, de la Asociación Peruana de Librerías Independientes.
Una arremetida del Gobierno
Los episodios de censura en presentaciones de libros no son nuevos en el país. En 2021, dos mujeres protestaron en la librería Book Vivant, ubicada en el distrito limeño de San Isidro, en Lima, por vender el libro Imaginemos un Perú… y hagámoslo mejor, del expresidente Francisco Sagasti, a quien acusaron sin pruebas de supuestos vínculos terroristas. Luego, el grupo autodenominado La Resistencia boicoteó la presentación de ese mismo libro en La Primera Parada, en Barranco.
Guillermo Rivas, también propietario de Book Vivant, indicó que la creación de la Asociación Peruana de Librerías Independientes responde a un intento de protegerse frente a ataques similares contra librerías que fomentan el intercambio de ideas. Hasta la fecha, hay 37 asociadas, gran parte de ellas ubicadas en la capital peruana.
El caso de Fabla Salvaje es diferente, porque el control es ejercido por una institución del gobierno. “La gravedad de la censura institucional es mucho mayor, definitivamente”, añadió Guillermo Rivas.
El caso de Fabla Salvaje es diferente, porque el control es ejercido por una institución del gobierno".
Para la Asociación Peruana de Librerías Independientes, esta postura también marca un retroceso en los avances que se habían conseguido para difundir la lectura. En 2022, se aprobó la Política Nacional de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas al 2030, que tenía como objetivo fomentar el derecho a la lectura y el acceso a la cultura.
De acuerdo al diagnóstico de la norma, en 2020, había 105 librerías registradas por el Ministerio de Cultura. Lima concentraba el 66,7%, seguida de Arequipa (5,7%), y Trujillo (3,8%).
A marzo de este año, el directorio regional de librerías del Centro Regional de Fomento del Libro en América Latina y El Caribe (Cerlalc) detalla la existencia de 176 librerías en el ámbito nacional. De ellas 62 son independientes y el resto pertenece a alguna cadena comercial.
Además, de acuerdo a información del ministerio, de 2020 a 2024 el número de autores que registraron publicaciones con ISBN aumentó de 5.633 a 8.898, lo que significa un incremento del 58%. En cuanto a los títulos publicados en formato impreso y digital, se observa un crecimiento del 56%, al pasar de 5.699 a 8.893 registrados con ISBN.
En cuanto a la asistencia a ferias o festivales de libro, se estimaba que, en 2019, la cifra era de 25,3%, dos puntos porcentuales más que en 2009.
Ruhuan Huarca Llamoca señala que estos apoyos han ayudado a que se incremente la cantidad de librerías independientes en regiones, a partir de la pandemia. En 2024, se destinó S/443.759 para la implementación de espacios de lectura descentralizados, cuyos ganadores provienen de 23 regiones .
Gran parte de la financiación de estímulos se encuentra en Lima. Desde 2018, se han financiado 434 proyectos, por una inversión de S/ 6'088.607. Arequipa es la segunda región con más inversión obtenida, con 50 proyectos por S/753.848.