Luis Durán: "Los beneficios tributarios son huecos a la idea del bien común en el Perú"

El experto en derecho tributario y presidente del Partido Morado, Luis Durán Rojo, analiza el impacto de distintos beneficios fiscales en Perú. En entrevista con OjoPúblico, sostuvo que estos, en general, deberían ser eliminados porque perforan la idea del bien común y permiten un trato diferenciado entre los ciudadanos. Sobre la ley que afecta el trabajo de las ONG, recientemente aprobada por el Congreso, señaló que se las pretende "bloquear" y "controlar" por motivos ideológicos.

CÁLCULO. Luis Durán Rojo señala que, si se eliminaran los privilegios tributarios, se podría financiar un sistema de jubilación para todos los peruanos.

Video: OjoPúblico / Giuseppe Vicente

Telefónica del Perú pidió someterse a un procedimiento concursal ordinario ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), en medio de una millonaria disputa con la Superintendencia de Administración Tributaria (Sunat).

En paralelo, el Ejecutivo retrocedió y mantuvo las tasas del drawback, régimen aduanero que reintegra a los exportadores parte de los aranceles pagados en la importación de insumos para la producción de bienes. Además, se espera que el Pleno del Congreso vote un dictamen —aprobado en comisión— que, según distintos especialistas, favorece a las agroexportadoras más grandes.   

OjoPúblico conversó sobre estos temas que afectan, de manera directa, la capacidad de recaudación del Estado con Luis Durán Rojo, experto en derecho tributario y presidente del Partido Morado. A su criterio no deberían existir privilegios fiscales porque perforan la idea del bien común y permiten un trato diferenciado entre los peruanos.  

Durán Rojo también habló sobre la ley que limita el trabajo de las organizaciones no gubernamentales (ONG), recientemente aprobada por el Legislativo: asegura que se las busca “bloquear y controlar”.

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Telefónica del Perú solicitó someterse a un procedimiento concursal ante Indecopi, en medio de una millonaria disputa tributaria con la Sunat. ¿Busca suspender el pago de sus deudas con el Estado peruano?

Quiero hacer un disclaimer: fui parte del equipo que defendió al Estado, a través de la Procuraduría de la Sunat, en varios de estos casos contra Telefónica.

La batalla ha sido muy larga y ha pasado por instancias administrativas, judiciales y, hoy en día, hay un reclamo de Telefónica al Estado peruano ante el Ciadi (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones) porque [presuntamente] no se ha respetado su inversión y se le ha hostilizado.

Según la empresa.

Sí. Es un arbitraje internacional y es bueno que se sepa porque creo que esta decisión [de ir al procedimiento ordinario] tiene que ver con eso. Telefónica, entiendo, intentó vender sus negocios en América Latina, entre ellos en el Perú, como parte de un cambio estratégico. ¿Qué viene ahora? Todos los acreedores se sentarán a una mesa y tomarán decisiones. Van a intentar reestructurar la deuda, con plazos distintos para el pago correspondiente.

Si decidieran liquidarse, algo que, creo, no va a ocurrir, se van a repartir el patrimonio existente. Sobre tu pregunta, efectivamente, las deudas de Telefónica, válidas y tangibles, tributarias, laborales y sociales, van a sufrir una reestructuración.

Bajo este nuevo escenario, ¿el Estado conseguirá cobrar alguna vez la deuda con Telefónica del Perú?

Debería, porque es una deuda válida y exigible. Lo que podría ocurrir es que venga alguien que asuma las deudas y prosiga con el negocio. Si la Sunat actúa correctamente y todos actúan conforme a la ley, no veo la posibilidad de que se escabulla esa deuda. Hay algunas discusiones sobre los intereses y otras cosas más, pero la deuda, en su conjunto, es válida.

Si todos actúan conforme a la ley, no veo la posibilidad de que se escabulla esa deuda [de Telefónica]".

Una investigación de OjoPúblico reveló que, en los últimos 10 años, Telefónica del Perú le pagó más de S/1.000 millones a su matriz en España por uso de marca. Esto mientras declaraba pérdidas y mantenía sus diferencias con la Sunat. No se ve bien, ¿cierto?

En términos políticos, no se ve muy bien. En términos empresariales, tampoco se ve bien. Ahora, esa operación de pago de una marca es completamente válida.

No he dicho lo contrario.

No. Pero hay un dato importante que puede ser útil. En el Perú tenemos la Norma XVI, que establece la posibilidad de evaluar si hay elusiones fiscales en las operaciones entre las empresas. Es decir, la Sunat está perfectamente habilitada para revisar si esa operación es una estructura elusiva.

En principio, no lo parece. Sin embargo, si se revisa el manual de los casos elusivos en varios países del mundo, cuando una matriz alquila sus marcas a sus subsidiarias y estas pagan en regalías, eso se observa como una planificación fiscal agresiva y se somete a evaluación.

Entonces, la Sunat podría evaluar este tema.

Ese o el de cualquier otro contribuyente en esa situación. Es un problema de estructura relacional, con varios factores en juego.

¿Fue complicado ganarle casos a Telefónica?

Muy complicado, a muchos niveles. Jurídicamente, cada lado tenía sus posiciones. La de la Procuraduría de la Sunat fue muy clara. Sin embargo, en el camino, hubo una serie de recovecos jurídicos. Por ejemplo, la propia Sunat había sacado un informe diciendo todo lo contrario a lo que estaba defendiendo la Procuraduría.

¿Hubo presión política?

Debe de haberla habido. Debo decir que, cuando los procesos empezaron, la tesis de la Sunat no era creíble, incluso entre la gente de la propia Sunat.

La tesis de la deuda, dice usted.

Así es. La tesis de si la deuda era válida o no. Pocas personas estaban convencidas de que la posición de la Sunat tenía razonabilidad.

Quizás por eso Telefónica confió en que ganaría.

Así lo creo. Telefónica tenía una serie de argumentos de todo tipo, incluidos los informes de la propia administración.

¿De la propia Sunat?

Sí. La Sunat estableció una interpretación sobre unas normas de la Ley del Impuesto a la Renta. “Sunat contra Sunat, ¿cómo la Sunat puede decir una cosa y el procurador otra?”, decía Telefónica. ¿Sabes qué pasaba? Que el procurador no pertenece a la estructura formal de la Sunat. Depende funcionalmente de la Procuraduría y tenía la libertad de actuar bajo su perspectiva.

Se ha decidido mantener la tasa actual del drawback.

Lamentablemente.

¿Por qué lamentablemente?

El drawback tiene dos problemas. El primero, no se calcula sobre el valor del impuesto que paga quien trae el bien que va a ser usado para fabricar lo que, después, va a exportarse. Se calcula sobre el valor de la exportación. Por tanto, muchas veces, lo que se le devuelve al exportador es mucho más de lo que pagó en impuestos, con lo cual se distorsiona la operación.

Y, segundo, el drawback no está gravado con el impuesto a la renta. O sea, la ganancia que obtiene el exportador es un dinero sin gravamen. Estas dos razones hacen que el modelo de drawback peruano sea incorrecto, no razonable.

A los congresistas hay que pagarles para que no hagan leyes. Todos esos beneficios tributarios son huecos a la idea del bien común".

¿El drawback es la extensión de un privilegio para un sector que se sostiene por grupos de interés?

Lo has dicho de la manera correcta. Es un privilegio y, por convicción personal, considero que, en sociedades modernas, no debería haber privilegios para algunos.

El Gobierno ha comentado que mantiene el drawback habida cuenta de la competitividad del sector exportador, en un escenario de incertidumbre internacional. ¿Le parece una justificación aceptable?

No. Es una posición para la defensa política. El problema del drawback tiene que ver con la forma en que lo hemos construido en el Perú. En el fondo, estamos hablando de un subsidio que no paga impuesto a la renta.  

Las agroexportadoras también tienen privilegios tributarios, por cierto.

En general, los privilegios tributarios, en el Perú, deberían desaparecer. Hay beneficios tributarios para varios sectores y, durante este Congreso, que ya sabes cómo es, se han generado más. A veces, pienso que a los congresistas hay que pagarles para que no hagan leyes. Todos esos beneficios tributarios son huecos a la idea del bien común en el Perú.

Hemos hecho un cálculo: si eliminamos todos los privilegios tributarios que hay, se podría financiar la jubilación de todos los peruanos, un modelo de jubilación con una base fija. Luis Alberto Arias, un economista renombrado, corrió las cifras. Sí se pueden crear elementos de base que permitan el progreso para todos. Solamente que no hay voluntad política.

Voluntad hay, pero para favorecer a ciertos sectores.

Entonces, no hay voluntad política para el bien común. O hay voluntad solo para algunos. El puerto de Chancay es el mismo problema. ¿Por qué le vamos a dar beneficios de tasa cero al puerto de Chancay? ¿Cuál es la razón? En todos los casos, la visión es la misma: que, regalando tributos, generando privilegios para algunos en la sociedad, se puede ir al desarrollo. Sin embargo, toda la investigación académica va en contrario.

Los políticos creen en el privilegio, que no todos somos iguales y, por eso, se atreven a establecer beneficios para sus amigos".

El Consejo Fiscal envió, recientemente, una carta al Ministerio de Economía y Finanzas en donde mencionaba, entre otros, los temas del drawback y de las agroexportadoras. ¿El Perú es un país de beneficios fiscales innecesarios, que erosionan nuestra capacidad de recaudación?

Lo creo completamente. Tiene que ver con un problema más grande: en el Perú, los políticos, los dirigentes en general, creen en el privilegio, que no todos somos iguales y, por eso, se atreven a establecer beneficios para sus amigos y grupos de poder. Es tan sencillo como decir: "todos valemos lo mismo, en todos los órdenes de las cosas, también tributariamente". Y no valemos lo mismo.

¿Por qué no han creado un beneficio tributario para los vendedores ambulantes para su formalización? Pero, cuando se trata de ciertas actividades, ahí sí. Los empresarios serios no quieren privilegios. Quieren estabilidad, que les digas cuáles son las reglas de juego.

¿Qué piensa de la nueva ley sobre las ONG aprobada en el Congreso?

Otra vez estamos ante un grupo de políticos que funcionan sobre el privilegio. La legislación para los partidos políticos les permite financiamiento privado, que las empresas los financien. Sin embargo, a las ONG las quieren bloquear y controlar. ¿Esa es una decisión técnica? No lo es. Quieren acallar y silenciar a cierto tipo de organizaciones.

Además, en términos jurídicos, las ONG son asociaciones civiles que tienen una serie de reglas de control, desde el Código Civil, pasando por la Ley del Impuesto a la Renta.

[Los políticos] son unos caraduras, y lo digo con total honestidad. Ellos tienen sus asociaciones civiles, de las cuales usan y gozan. Castigan a aquellas asociaciones civiles que no son de su entorno ideológico–político y promueven las suyas. Tampoco estoy de acuerdo con la norma cuando señala que las ONG no pueden accionar contra el Estado.

No van a poder litigar.

Pero hay organizaciones de la sociedad civil que tienen como función apoyar a los intereses de la naturaleza o que defienden a los desaparecidos. ¿Por qué una empresa sí puede financiar a un partido político y por qué las asociaciones civiles no pueden financiar a grupos de personas que no tienen plata para defenderse en juicios contra el Estado?

Ese es el criterio de privilegio de esta gente. Yo no estoy de acuerdo con esa norma. Sí creo que las asociaciones civiles deben pagar impuestos igual que todos.

Castigan a aquellas asociaciones civiles que no son de su entorno ideológico–político y promueven las suyas".

¿Quieren sacar de carrera al expresidente Francisco Sagasti?

Está clarísimo que lo van a sacar. Le tienen miedo.

¿Y por qué? Si ha dicho muchas veces que no va a postular.

No le creen porque piensan que somos como ellos.

¿Usted sí le cree?

Yo sí le creo. No va a postular. Lo he dicho siempre, incluso cuando algunos dirigentes de mi partido han salido a decir otra cosa. Mira, los partidos que están ahí en el Congreso quieren mantener su poder y, para eso, están inclinando la cancha electoral.

¿Cuál es la relación de Julio Guzmán con el Partido Morado?

Es un afiliado, no hay más.

Se lo pregunto porque leí, hace poco, que habían recuperado el símbolo. ¿Estaba a nombre de Guzmán?

Sí, estaba a nombre de Julio Guzmán, porque él fue el promotor de la inscripción. El problema fue que cuando terminó su periodo…

¿No hizo la transferencia?

No hizo la transferencia al partido. Se la pidió un secretario general, Elmer Arce, y no le contestó. Cuando Luis Alberto Arias fue el secretario general, también se la pidió y tampoco contestó. Entonces, se decidió iniciar el proceso de cancelación de la marca a nombre de Julio Guzmán ante el Indecopi.

¿Sabes por qué esto es importante? Porque un grupo de políticos argumentaron que no iban a continuar ni ingresar en el partido porque tenía dueño, porque Guzmán tenía la marca. Ese fue el argumento de Marisol Pérez Tello, el de Flor Pablo para irse, el de Daniel Olivares.

¿Qué opinión tiene de los congresistas que lograron entrar al Congreso con el Partido Morado? Ninguno se quedó con ustedes.

(Risas).

Se ríe usted.

Me río mucho. Es que nos equivocamos.

Entraron Susel Paredes, Flor Pablo y Edward Málaga.  

Con el señor Málaga ya viste cómo fue. Ese señor no tiene ningún pensamiento parecido al de nosotros. Es una locura.

¿Y cómo llegó?

Por eso es que pido disculpas. Ahora, lo de Paredes y Pablo no cuajó porque no formaron parte del proceso institucional de largo plazo.

 

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