Con drones comunidades shipibos-conibos de la Amazonía frenaron destrucción de sus bosques

Las comunidades shipibos-conibos en Ucayali, en la Amazonía de Perú, han logrado detener la destrucción de sus bosques usando la tecnología para alertar sus principales amenazas.

VIGILANCIA AMBIENTAL. Teddy Cairuna, jefe del grupo de monitoreo, realiza una demostración con el drone que capta imágenes aéreas de la comunidad de Nuevo Saposoa. 

VIGILANCIA AMBIENTAL. Teddy Cairuna, jefe del grupo de monitoreo, realiza una demostración con el drone que capta imágenes aéreas de la comunidad de Nuevo Saposoa. 

Foto: Leslie Moreno / Ojo-Publico.com

En las comunidades Nuevo Saposoa y Patria Nueva, del pueblo indígena shipibo-conibo, ubicadas en el distrito amazónico de Coronel Portillo (Ucayali), más de 15 mil hectáreas de bosques se encuentran vigilados por drones desde hace dos años por sus propios habitantes. Ojo-Publico.com recorrió el territorio de las comunidades que han logrado detener la deforestación con el uso de la tecnología y un sistemas de alertas temprana. 

Teddy Cairuna Cauper es el jefe del grupo de monitoreo, también llamado ‘cazadores de la deforestación’. Cairuna, natural de Nuevo Saposoa, aprendió a manejar un drone para registrar imágenes aéreas de la zona, así como a usar los aplicativos ‘Locus Map’ y ‘Forest Watcher’, sistema que permite obtener información georeferencial de los bosques a través de la plataforma Global Forest Watch (que analiza imágenes satelitales).

En el 2015 la comunidad enfrentaba el 25 % de deforestación de sus bosques y la infiltración de narcotraficantes que sembraban hoja de coca para luego procesarla, pero gracias al monitoreo el registro de invasores se ha reducido a cero. Como parte de un proyecto de Rainforest Foundation integrantes de la comunidad fueron capacitados desde marzo del 2016 en uso de drones, lectura de imágenes satelitales y alertas.

DRONES. La comunidad de Nuevo Saposoa cuenta con un drone propio para realizar el monitoreo de sus tierras.
Foto: Nelly Luna Amancio / Ojo-Publico.com.

"Cuando iniciamos la vigilancia las autoridades no nos creían, pero llevamos evidencias con coordenadas y fotos. Vinieron a verificar y se dieron cuenta de que no mentíamos”, recuerda Cairuna Cauper.

Los comuneros de Nuevo Saposoa, con el uso de la tecnología para monitorear los bosques, lograron que el Gobierno Regional de Ucayali anule las 25 posesiones de tierra para la producción agrícola que había concedido desde el 2007. En Patria Nueva, comunidad vecina a Nuevo Saposoa que también usa la tecnología para vigilar sus bosques, se anularon otros 33 certificados de posesión.

El proyecto de Rainforest en ambas comunidades concluyó el año pasado y actualmente acompaña el trabajo independiente de los vigilantes de Nuevo Saposoa y Patria Nueva. Además, trabaja el mismo proyecto de monitoreo con otras 50 comunidades de los pueblos Kichuas, Maijuna, Ticuna y Yagua.

MONITOREO AÉREO. El uso de drones ha permitido vigilar áreas que en el pasado se encontraban deforestadas en las comunidades de Nuevo Saposoa y Patria Nueva en la región Ucayali. 
Foto: Nelly Luna / Ojo-Publico.com

“Llegamos a estas dos comunidades porque había apoyo e interés de aprender [de los nativos]. Con ellos trabajamos por meses en el manejo de los aparatos para luego hacer las intervenciones en campo”, explicó Tom Bewick de Rainforest a Ojo-Publico.com.

Este año, ambas comunidades también ingresaron al Programa Nacional de Conservación de Bosques para la Mitigación del Cambio Climático del Ministerio del Ambiente y recibieron un fondo que es destinado a la protección de sus bosques.

El fondo se entrega cada año previa verificación de la conservación de los bosques. Nuevo Saposoa recibe un fondo anual de S/ 83.000 por la conservación de 8.323 hectáreas protegidas, mientras que Nueva Patria preserva 6.760 hectáreas con un apoyo de S/ 67.600.

TALA ILEGAL. En los últimos años, las comunidades nativas Nuevo Saposoa y Patria Nueva han denunciado actividades de tala ilegal y cultivo ilícito de hoja de coca en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Sierra del Divisor.
Foto. Ernesto Cabral / Ojo-Publico.com

Ambas comunidades decidieron destinar los fondos a la compra de equipos para el monitoreo (drones y celulares). Sin embargo, ante la necesidad de generar recursos para la subsistencia de la comunidad, se está implementando un plan turístico para identificar sus atractivos, especies de maderas y generar áreas para la recepción al turista.

En la zona se encuentra un legendario árbol de shihuahuaco de más de mil años que crece bajo el cuidado de la comunidad. Esta especie viene siendo explotada frente a la presión del comercio de madera –como relevó la investigación Madera Sucia, liderada por Ojo-Publico.com–, pero se ha convertido en uno de los tesoros de Nuevo Saposoa.

“Es la primera vez que realizamos nuestro plan de inversión. La comunidad lo decidió en una asamblea porque es necesario para proteger nuestro bosque, por eso estamos trabajando”, expresó el jefe del monitoreo Teddy Cairuna.

En febrero del 2017, Ojo-Publico.com acompañó una intervención liderada por el Ministerio Público, los dirigentes de las comunidades shipibo-konibo Nuevo Saposoa y Patria Nueva, e integrantes de Rainforest Foundation, donde confirmaron la presencia de cultivos ilícitos de coca en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Sierra del Divisor.

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