Estas condiciones pueden provocar o empeorar una enfermedad física. Muchas personas no buscan tratamientos por temor a ser estigmatizados.

El número de niños que necesitan atención de salud mental urgente ha ido en aumento durante años y se disparó durante la pandemia.

Estudio realizado por el Minsa y Unicef revela que el 33,2 % de niños y adolescentes presentaron algún trastorno durante la emergencia sanitaria.

Estudio revela que el 52% de los profesionales en primera línea manifestó síntomas depresivos. La repartición secreta de vacunas los ha desmoralizado.