La presidenta Dina Boluarte convocó a elecciones generales para el domingo 12 de abril de 2026. Serán una de las más complejas de nuestra historia debido a la profunda crisis, que abarca diferentes ámbitos, y por la cantidad inédita de agrupaciones políticas inscritas: 41, al día de hoy.
Uno de los partidos que debutará en procesos electorales es Libertad Popular, fundado, entre otros, por Pedro Cateriano. En entrevista con OjoPúblico, el extitular de la Presidencia del Consejo de Ministros habla sobre sus expectativas para la contienda del año entrante.
Dice que Keiko Fujimori “engañó a todos” cuando distintas personas —él incluido— pidieron el voto a favor de ella en la segunda vuelta de 2021, frente al expresidente Pedro Castillo. Además, desarrolla algunas de las revelaciones de su último libro, Vargas Llosa, su otra gran pasión, una exhaustiva biografía política del Nobel de Literatura.
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Lo que queremos es menos ideología y más pragmatismo".
Libertad Popular [LP] pretende convertirse en una alternativa para superar el complicado momento actual. Usted es una de sus figuras más conocidas. Es fundador y secretario de plan de gobierno. Aparte, ha sido diputado, viceministro, ministro y presidente del Consejo de Ministros. ¿Por qué los ciudadanos deberían apoyarlo y, por extensión, al partido?
Bueno, no es un apoyo a Pedro Cateriano, es un apoyo a la causa y al ideario de LP, que lidera Rafael Belaúnde Llosa. Yo he tenido, efectivamente, oportunidades de participar en la gestión pública.
Varias.
Como viceministro de Justicia, colaboré con la repatriación de más de 100 millones de dólares que descubrió [la fiscal] Cornelia Cova en Suiza. Cooperé, también, con todos los procesos ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En la etapa de diputado, fui víctima del golpe de Estado [del 5 de abril de 1992], pero también participé en hechos de lucha contra la corrupción.
Por ejemplo, formé parte de la comisión investigadora que indagó el supuesto enriquecimiento ilícito de Alan García. Y, como ministro de Defensa, cooperé, también, en un proceso de modernización de las Fuerzas Armadas. Y, como presidente del Consejo de Ministros, he sido el último que ha permitido que un presidente gobierne los cinco años, es decir, el plazo constitucional.
¿Usted se atribuye ese éxito?
No me atribuyo ese éxito. Me está preguntando por qué deberían apoyarme o, en todo caso, apoyar a LP: porque tengo claras las convicciones democráticas y la lucha contra la corrupción. Yo creo que, en este contexto, uno de los grandes males ha sido, precisamente, el avance incontenible de la corrupción.
Claro que existe la posibilidad [de una alianza]".
Entiendo que LP se ubica en la centroderecha, ¿estoy en lo correcto?
Yo definiría al partido como uno liberal, que considera a la libertad como una sola, indivisible. Apostamos, no por la concentración de la riqueza, sino por un capitalismo popular. Es decir, que la riqueza que sale sea distribuida equitativamente en base al esfuerzo individual, que no esté concentrada en una sola mano. Por esa razón, no creemos en los monopolios privados ni públicos.
¿Y Rafael Belaúnde será el candidato presidencial?
Bueno, él está trabajando. Naturalmente, vamos a cumplir con las normas que establece la ley para elegir a nuestro candidato presidencial, pero él es la figura más notoria. Está recorriendo el país. Tiene ese mismo afán del abuelo [el expresidente Fernando Belaúnde] de ir pueblo por pueblo y hacer el trabajo que no muchos hacen, lamentablemente. La gente se acerca a los pueblos olvidados solo en época de campaña.
¿Y a usted no le interesa ningún cargo político? De elección, digo.
Yo he pasado por varios cargos y lo que quiero es cooperar en el plan de gobierno. Si Rafael Belaúnde logra ser elegido presidente de la República, me gustaría ser ministro de Vivienda y Construcción para enfrentar el dramático caso de la falta de agua potable en el Perú. Tres millones y medio de compatriotas no tienen agua, 10 millones carecen de servicio y saneamiento…
¿Quieren privatizar Sedapal?
No privatizar Sedapal. Lo que queremos es romper el monopolio del Estado y sus 50 empresas públicas, permitir la inversión privada. Sedapal debería funcionar como cualquier empresa privada, es decir, sin subvenciones del Estado, sin sueldos dorados, sin un sindicato politizado. El dinero que asigna el Estado, hoy en día, va para pagar planillas, no para agua para la gente.
Le cuento un caso. Viví en Talara, en Piura, hasta los siete años de edad. En ese tiempo, nunca faltó agua potable un solo día, una sola semana, un solo mes, un solo año. Hoy día, Talara tiene suministro de agua potable dos horas al día.
Si uno revisa las votaciones del Congreso, [ve que] la alianza entre la izquierda y la derecha es la que soporta al régimen".
¿Plantean un sistema público-privado?
Un sistema público-privado, un sistema mixto, alianzas estratégicas. Lo que queremos es menos ideología y más pragmatismo.
¿Cree que Rafael Belaúnde es una persona que puede despertar expectativas entre la gente? Apenas aparece en las encuestas.
Pero este es un trabajo de largo aliento.
¿Una maratón?
Ciertamente. Estamos haciendo el esfuerzo, no nos estamos rindiendo, estamos trabajando.
¿Cómo se puede enfrentar una elección con 41 partidos inscritos?
Bueno, haciendo planteamientos que hagan reflexionar a los ciudadanos. Por ejemplo, el tema del agua potable, ¿quién lo discute? ¿Este Parlamento lo ha discutido? ¿El anterior? No.
¿Existe la posibilidad de alguna alianza?
Claro que existe la posibilidad.
Pero con Rafael Belaúnde de candidato.
No necesariamente. Eso lo tendrá que decidir el partido. Estamos haciendo esfuerzos por lograr consensos y apertura. Ahora, hay sumas que restan.
¿Qué sumas son las que restan?
De los partidos que no tienen convicciones democráticas, que no defienden el orden constitucional. Esos partidos, naturalmente, son los causantes de la crisis. Son los que cogobiernan con la presidenta Boluarte. Están los partidos de la derecha: Keiko Fujimori [Fuerza Popular], el señor Acuña [Alianza Para el Progreso], el señor Luna [Podemos Perú]. Y, en la izquierda, el partido del señor Vladimir Cerrón [Perú Libre] y [la bancada] del Bloque Magisterial.
Si uno revisa las votaciones en el Congreso, la alianza, entre la izquierda y la derecha, es la que soporta al régimen, y ha tenido acciones de carácter legislativo que, sin duda alguna, han amenazado el orden legal y constitucional.
Usted reivindica mucho sus convicciones democráticas. ¿Le molesta que le recuerden en sus redes sociales, de manera reiterada, su apoyo a la candidatura de Keiko Fujimori en la segunda vuelta de 2021?
En varias ocasiones he explicado la razón.
[Keiko Fujimori] engañó, claro que nos engañó".
Lo sé. Le he consultado si le molesta que se lo recuerden.
No, no [me molesta]. [Si lo hiciera], no le respondería, le diría que por qué insisten en cosas que ya he respondido, pero no. ¿Por qué voté por Fujimori? A mí me han querido meter preso los fujimoristas. El hecho de enfrentar a la corrupción de los gobiernos apristas y de la dictadura de Fujimori y Montesinos ha servido para que se me impute ese argumento del montesinismo de “odiador”.
No solo por el comportamiento antidemocrático del fujimorismo, sino por la manera en que opinaban, no tenía razones para votar por Keiko Fujimori.
Pero, frente a un candidato que hizo planteamientos golpistas, como la desaparición del Tribunal Constitucional y de la Defensoría del Pueblo o la modificación de la Constitución violando el procedimiento constitucional, más un líder de un partido marxista, leninista, mariateguista, que admiraba públicamente la revolución cubana [Vladimir Cerrón]... Ante todos esos hechos, ciertamente, el mal menor en esa campaña fue Keiko Fujimori.
Y con todo lo que ocurrió después, ¿se reafirma en que, efectivamente, era el mal menor?
Bueno, es que, en ese contexto, ella actuó de esa forma, prometiendo un respeto. Ha incumplido, naturalmente.
¿Lo engañó?
Engañó a la mayor parte de gente que votó y se comprometió a respetar el orden democrático y constitucional.
Incluyéndolo a usted.
Engañó, claro que engañó. Ella nos engañó, claro que nos engañó. Sin embargo, ¿el tiempo nos dio la razón? Claro que nos dio la razón. Castillo dio un golpe, efímero, pero que rompió el orden constitucional. Era una persona sin convicciones democráticas, irresponsable en su gestión pública.
Recuerdo verlo en el estrado durante el mitin de cierre de campaña de Keiko Fujimori. ¿No le ganó el entusiasmo ahí?
¿En el cierre de campaña? Acompañé a Keiko Fujimori.
Estaba en el estrado.
Estaba en la parte de atrás del estrado y lo hice porque, públicamente, pedí el voto por Keiko Fujimori.
No creemos en los monopolios privados ni públicos".
¿Y tenía que acompañarla en el mitin final?
Tenía que ser consecuente con lo que pedía. Ahora, yo he cumplido un rol opositor desde el momento en que el fujimorismo ha ejecutado sus intereses en el Parlamento. No se me puede decir a mí que soy complaciente con el fujimorismo ni con Keiko Fujimori, ¿no?
No he dicho eso.
Bueno, pero yo lo digo. Yo lo digo, lo aclaro. Vale la pena, a veces, aclarar. Los gestos, a veces, representan opiniones.
Visto lo visto, ¿se equivocó en el diagnóstico sobre el tema de Keiko Fujimori y Fuerza Popular?
Yo creo que los que han traicionado su compromiso son ellos. Tuvieron una oportunidad para rectificar, y lo que han hecho es ratificar ese comportamiento antidemocrático y, por esa razón, el fujimorismo genera ese anti tan profundo y enraizado en el país. Pero, repito, Castillo terminó siendo golpista y eso es algo que la izquierda no quiere reconocer. La izquierda lanzó a un candidato sin convicciones democráticas, irresponsable y, además, ocioso.
[La izquierda] puso en el Gobierno a un ocioso. Ese mensaje en la Organización de Estados Americanos (OEA), en donde el profesor, el de “palabra de maestro”, no supo leer un texto, demuestra la manera irresponsable y negligente en la que ejerció el cargo.
Siempre lo escucho hablar de la izquierda y criticarla y, más allá de los argumentos que usted pueda expresar, con los que uno puede estar de acuerdo o no, ¿qué piensa de nuestra derecha?
Yo pienso que hay que criticar a la izquierda antidemocrática, a la izquierda de López Obrador…
Le he preguntado por la derecha.
Sí, bueno, ahorita le voy a responder. [Hay que criticar] a la izquierda de Petro, a la izquierda de Nicaragua, a la izquierda de Cuba. Pero yo he destacado que la honrosa excepción ha sido el presidente Boric [de Chile], por no avalar al dictador venezolano [Nicolás Maduro] con el fraude electoral. Yo diferencio a la izquierda democrática de la antidemocrática, como también lo hago con la derecha antidemocrática.
O sea, nosotros no coincidimos, por ejemplo, con Fuerza Popular, con Renovación Popular y tampoco con aquellas agrupaciones que no respetan el orden democrático y constitucional.
"Creo que [Ollanta Humala] hizo mal, que mintió".
¿Cuál cree que será el desenlace del juicio del expresidente Ollanta Humala? La sentencia se va a leer el 15 de abril. Buena parte de su carrera política fue en su Gobierno.
Exactamente. Creo que hizo mal, que mintió al recibir [financiamiento], pero, en ese momento, nos guste o no, no estaba tipificado como delito recibir financiamiento ilegal para las campañas electorales. Cuando surge el caso Lavajato, fujimoristas y apristas fueron los que forzaron la figura de haber recibido financiamiento ilegal como lavado de activos.
Y, hoy en día, la Corte Suprema va a definir si, efectivamente, haber recibido fondos de campaña de origen no declarado constituye un delito de lavado de activos. Si ese va a ser el pronunciamiento del Poder Judicial, no solo el expresidente Humala, sino otras personas van a estar en una situación difícil.
¿Cree que recibió dinero de Odebrecht?
No solo lo creo, lo he dicho, lo he escrito en un libro [Sin Anestesia]. No es algo que estoy improvisando. Y he condenado esa conducta.
Ahora, ¿que [Humala] me haya insinuado algo ilícito? Mire, yo cuento en ese libro el caso de la línea del metro, cuando Odebrecht pidió la postergación y quedaron dos empresas, el consorcio italiano-español y Odebrecht, que presionó para que se postergue el otorgamiento de la buena pro. No hubo esa postergación y ganó el consorcio español-italiano.
¿Y quiénes fueron los que, inmediatamente, salieron a atacar esa decisión del Gobierno [de Humala]? Pedro Pablo Kuczynski, mintiendo, dijo que había habido un postor único. Y, después, el expresidente aprista [Alan García] dijo que se iban a derrumbar las estaciones del tren porque se había seleccionado a una empresa tal.
¿Qué piensa de la presidenta Dina Boluarte?
Pienso que refleja la irresponsabilidad, la mentira y la frivolidad. Uno se pregunta, ¿para qué postulan algunas personas?, ¿cuál es la razón?, ¿cuál era la urgencia de estas operaciones estéticas? Mire el caso del señor Acuña, que vive preocupado por pedir vacaciones para ir a ver al Real Madrid y al Barcelona, en España. Entonces, ¿para qué se presentan a estos cargos, si no van a cumplir?
Yo creo que personas como Acuña y Boluarte desnaturalizan el servicio público, lo que implica ser presidente de la República, ministro o gobernador.
¿La Fiscalía quiere perpetrar un golpe de Estado, como ha dicho la presidenta?
De ninguna manera. Por el contrario, hay una campaña de amedrentamiento de parte del Congreso y del Gobierno contra aquellos que no piensan como ellos.
En el libro que acaba de publicar sobre la biografía política de Mario Vargas Llosa, hay una especie de revisionismo histórico sobre las elecciones de 1990. Sugiere que el Nobel perdió por un seguimiento, un “chuponeo”, de parte del Gobierno de Alan García.
Efectivamente, este hecho se conoció después de que culminó la campaña. La denuncia, en su momento, la hicieron Fernando Olivera y César Hildebrandt. Y fue por esa razón que se constituyó una comisión investigadora en el Parlamento presidida por Javier Diez Canseco quien, por ejemplo, convocó al expresidente Fernando Belaúnde Terry, quien ratificó que había sido espiado.
Claro, luego, vino el golpe del 5 de abril y este informe aprobado por el Senado quedó absolutamente archivado. Pero prueba cómo el Gobierno aprista usó ilícitamente los medios del Estado para evitar la candidatura de Vargas Llosa. Hay que decir, también, que este último rechazó el pacto que le sugirió Alan García, porque iba a implicar impunidad.
Eso fue luego de la primera vuelta, ¿correcto?
Exactamente. Ya, desde ese momento, Vargas Llosa apreciaba la corrupción como uno de los grandes males del país. Por supuesto, se cometieron errores. Al final, yo llego a la conclusión de que la alianza entre el Movimiento Libertad [fundado por Vargas Llosa], Acción Popular y el Partido Popular Cristiano fue una equivocación. Le quitó [a Vargas Llosa] esa imagen de independencia…
¿De novedad?
De novedad.
También muestra su desacuerdo con la decisión de Vargas Llosa de haber apoyado a Alan García en el año 2006, precisamente contra el Ollanta Humala de ese entonces, más cercano…
Al chavismo.
Cuando Hugo Chávez apoyaba explícitamente a Humala.
Sí, no coincidí en eso con Vargas Llosa.
¿Y por quién votó ahí?
Vicié el voto en la segunda vuelta.
El Gobierno aprista usó ilícitamente los medios del Estado para evitar la candidatura de Vargas Llosa".
La última gran decisión política de Vargas Llosa fue apoyar a Keiko Fujimori, algo que muchos le criticaron. En su libro, desarrolla con amplitud este tema. ¿Cree que, con el paso del tiempo, esta decisión será mejor entendida?
El último gesto político de Vargas Llosa fue el de inscribirse en Libertad Popular, que lo hemos interpretado como un apoyo simbólico. Sobre su pregunta, creo que el peso de la historia no absolverá a muchos de los enemigos y adversarios de Vargas Llosa y que, por el contrario, Vargas Llosa será juzgado más positivamente de lo que es ahora evaluado.
En todo caso, lo fácil era quedarse callado o ser neutral. Lo más complicado era tomar posición. Y uno, en la política, en momentos determinados, debe opinar, no debe callarse. Ciertamente, el voto en blanco, el voto viciado es una opción, pero, cuando la democracia está amenazada de una manera tan evidente, uno no se puede callar.
¿Y la democracia peruana no estuvo amenazada en el 2006?
La democracia peruana viene siendo amenazada hace tiempo.
Lo decía porque me dijo que el 2006 vició su voto.
Pero fueron por otras razones. Era claro que ganaba García. Yo había investigado al expresidente. No fue una elección en la que estaba gravemente amenazada la democracia. Usted entenderá que, habiendo investigado al expresidente García, tenía argumentos de peso para no votar por él.
El Poder Judicial confirmó la nulidad del juicio por el caso Cócteles, que involucra a Keiko Fujimori y otros, por lo que ha regresado a su etapa intermedia. ¿Qué le ha parecido esta decisión?
Fueron los fujimoristas los que, cuando se denunció que Ollanta Humala había recibido donaciones ilegales, forzaron esa figura como lavado de activos. Y, luego, cuando el juez Concepción Carhuancho dispuso la detención de Humala, la primera en festejarlo públicamente fue Keiko Fujimori.
Pero cuando, por las mismas razones, Concepción Carhuancho ordenó la detención de Keiko Fujimori, ahí sí [los fujimoristas] se opusieron y denunciaron la supuesta arbitrariedad del juez.
Me causa gracia que los fujimoristas hablen de persecución política. Durante 10 años he sido sometido a la venganza y persecución de estos señores, y he sido testigo de cómo arruinaron las carreras de militares que cumplieron su deber durante mi gestión como ministro de Defensa.
Nota de redacción:
La última pregunta sobre el caso Cócteles fue añadida posteriormente. Cuando se realizó la entrevista, todavía no se conocía la decisión de la Segunda Sala Penal de Apelaciones Nacional, que declaró infundado el recurso de apelación del Ministerio Público.