Alerta sanitaria: dengue y malaria se incrementan en el norte y la Amazonía de Perú

Los casos de malaria suman en lo que va del año 21.849 contagios, lo que representa un incremento de más del 92% con respecto al 2021 a nivel nacional, lo mismo ocurre con el dengue, que registra 62.289 personas infectadas, lo cual significa un aumento de más del 80% de infecciones en comparación al año pasado. Áncash, Piura y Lambayeque tienen los mayores incrementos porcentuales en el caso del dengue debido al inicio tardío de las acciones de vigilancia y control del vector que transmite la enfermedad. En Loreto, recientemente se ha reportado un brote de malaria en una comunidad indígena achuar. Allí, al menos, una persona falleció por falta de tratamiento.

REPUNTE: Los contagios de dengue y malaria se han incrementado este año con respecto a lo reportado el 2021 a nivel nacional.

REPUNTE: Los contagios de dengue y malaria se han incrementado este año con respecto a lo reportado el 2021 a nivel nacional.

Ilustración: OjoPúblico/ Claudia Calderón

Cinco días continuos de fiebre, vómitos y calambres obligaron a Mario Hernández a dejar sus labores como docente de secundaria en la institución educativa 6010249, de la comunidad indígena Belén de Pantano Yacu, ubicada en el distrito de Nauta, región Loreto, y buscar atención médica.

El pasado 14 de octubre, tras un viaje de 48 horas, llegó al hospital de Essalud en Iquitos, donde le diagnosticaron malaria. El profesor contó a OjoPúblico que tenía la sospecha de haber adquirido esta enfermedad —transmitida por el mosquito anopheles—, ya que muchos alumnos y maestros de su colegio tenían los mismos síntomas.

Desde entonces, el docente ha permanecido en Iquitos recibiendo tratamiento a la espera de un examen médico que le será practicado el 7 de noviembre para darle de alta. En Belén de Pantano Yacu, mientras tanto, la situación empeoró: entre el 23 y el 26 de octubre, cuatro indígenas del pueblo achuar murieron con síntomas similares a los de la malaria, según dijo a este medio el docente Mario Hernández. En la lista de fallecidos figuran dos niños menores de 11 años.

Entre el 23 y el 26 de octubre, cuatro indígenas murieron con síntomas similares a los de la malaria.

Los habitantes de Belén de Pantano Yacu denunciaron el hecho en medios de comunicación locales. Luego de la alerta, la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Loreto envió una delegación de médicos a la comunidad para realizar pruebas de despistajes. En las mismas se detectaron a 40 personas infectadas con malaria y se concluyó que uno de los fallecidos tenía la enfermedad. Su muerte se debió a la falta de tratamiento, señaló a OjoPúblico el médico Carlos Álvarez, titular de la Dirección de Epidemiología de la Diresa Loreto. 

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RASTREO. Una brigada de médicos de la Dirección Regional de Salud de Loreto ha detectado a 40 personas contagiadas de malaria en Belén de Pantano Yacu.
Foto: Comunidad indígena Belén de Pantano Yacu

 

Para determinar la causa de los demás decesos, los especialistas realizaron autopsias verbales, un procedimiento alternativo a la exhumación de los cuerpos que consiste en consultar a los familiares de las víctimas sobre los síntomas que presentaron.

Juan Celis Salinas, médico infectólogo del Hospital Regional de Loreto, explicó a este medio que la malaria es una enfermedad endémica en esa región. Durante las temporadas de lluvia —que multiplican los depósitos de agua donde se reproducen los mosquitos vectores— y los periodos de altas temperaturas los casos suelen incrementarse, añadió.

A eso se suma la dificultad de realizar campañas permanentes de fumigación del mosquito anopheles en las comunidades indígenas, por la lejanía de los centros poblados y el hecho de que la selva sea el hábitat de los mosquitos. En estas áreas existe, además, una dificultad adicional: la presencia de coinfecciones.

"Hay casos en los que una persona puede estar infectada con dengue y malaria al mismo tiempo, o también con malaria y  leptospirosis", explica Celis Salinas. Estos contagios representan un grave problema porque, sin un correcto diagnóstico para tratar todas las enfermedades presentes, los infectados pueden fallecer.

 

El repunte de la malaria y el dengue

El último reporte sobre malaria del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Ministerio de Salud (Minsa) detalla que desde enero del 2022 hasta el 22 de octubre pasado se produjeron cinco muertes por esta enfermedad, una cifra que supera los fallecimientos del 2018 (3), 2021 (4) e iguala la cifra del 2019 (5). En el 2020 no se reportaron muertes.

Al igual que con los decesos, las cifras muestran un repunte en los casos reportados en lo que va del año: hasta el 22 de octubre se registraron 21.849 contagios, siendo la variante vivax la de mayor propagación, con el 84% del total de casos, y el 16% restante corresponde a la variante falciparum. Esta cifra es la mayor reportada en los últimos cuatro años y, respecto al 2021, muestra un incremento del 92,25%.

Hasta el 22 de octubre se han registrado 21.849 contagios de malaria a nivel nacional.

Loreto es la región que concentra la mayor cantidad de casos de malaria en el país. Hasta octubre se registraron 18.212 contagios, lo que representa un incremento del 17,57% respecto al año pasado, cuando se reportaron 15.490 casos. Los cinco fallecidos por malaria en el país son de esta región. 

El distrito de Nauta, al que pertenece la comunidad achuar Belén de Pantano Yacu, tuvo 114 contagios el año pasado y este 2022 ya contabiliza 301 personas infectadas y un fallecido.

El reporte de la Gerencia Regional de Salud de Loreto muestra que el 81,9% de casos este año corresponde a malaria vivax, el 18,1% a malaria falciparum y el 0,1% a malaria malariae. Hay contagios en 53 distritos de la región, siendo 10 los de más alto riesgo: Morona, Pastaza, Andoas, Trompeteros, Urarinas, Tigre, Alto Nanay, Yavari, Requena y Soplín. Estas localidades presentan mayor vulnerabilidad de su población al contagio y fallecimientos. 

 

 

El dengue, otra enfermedad transmitida por la picadura de mosquitos infectados, también incrementó la cantidad de infectados en este año. El último reporte del CDC da cuenta de 62.289 casos de dengue en el país y la muerte de 76 personas por esta enfermedad. En ambos casos las cifras se han duplicado respecto al 2021, cuando se reportaron 34.456 casos y 33 muertes. Las regiones de Piura, Loreto, Ica, San Martín y Ucayali son las que registran mayor cantidad de infectados.

Según el reporte de dengue del CDC actualizado hasta julio pasado, el aedes aegypti, vector del dengue, zika y chikungunya, tuvo presencia en 22 regiones, lo que da cuenta de la expansión del contagio en el país. En enero de este año se detectó en 16 regiones. 

César Munayco, médico infectólogo del CDC, indicó a OjoPúblico que factores climáticos y la falta de acceso a servicios básicos ha propiciado el incremento de enfermedades como la malaria y el dengue. Desde julio, el Minsa alertó a las Diresas la necesidad de fortalecer las labores de control y prevención, debido al repunte de contagios.  

El aedes aegypti, vector del dengue, zika y chikungunya, se registró en 22 regiones, según el CDC.

El Minsa está elaborando un nuevo plan de malaria cero, una política para eliminar este padecimiento cuyo horizonte será de 20 años, refirió César Munayco. Esta estrategia plantea políticas de eliminación de la malaria, como el rastreo intensivo de casos, la fumigación periódica de zonas vulnerables y la educación a la población para evitar la propagación de criaderos de mosquitos. El experto explicó que actualmente solo se controla la propagación de la enfermedad cuando se registran brotes y no hay una labor de erradicación activa. 

 

El dengue en tres regiones del norte

Sobre el incremento de los casos de dengue, el exministro de Salud Hernando Cevallos Flores explicó que esto está vinculado a una asignación presupuestal insuficiente, a la falta de capacidad de los gobiernos regionales para gestionar los recursos y a la ausencia de una estrategia eficiente contra la epidemia que incluya a la población. 

“Hace algunos años había una estrategia donde algunos vecinos se encargaban de la prevención y control del dengue en su sector, además, había una coordinación con los líderes distritales y comunales. Ahora no se ve nada de eso”, dijo Cevallos Flores.

 Aunque la falta de agua potable en algunas zonas del país es un condicionante social que favorece a la propagación del aedes aegypti, el especialista remarcó que las campañas de prevención deben despejar las dudas que existan en la población respecto a cómo almacenar adecuadamente el agua.

El médico Edgar Caballero Cano, exdirector general de Epidemiología del Minsa, considera que enviar al personal de los establecimientos de salud de atención primaria a trabajo remoto descuidó la vigilancia y control de diversas enfermedades, entre estas las metaxénicas. “Estas son las secuelas que estamos viviendo ahora”, sostuvo.

Al analizar el aumento de los contagios de dengue por regiones reportados por el CDC, OjoPúblico determinó que en Áncash, Piura y Lambayeque se registran los mayores incrementos porcentuales con respecto al 2021.

De acuerdo a la Sala Situacional del Ministerio de Salud, Áncash tiene el incremento más alarmante. De los 28 pacientes que se contabilizaron el año pasado, ha sumado 2.160 contagios hasta la semana epidemiológica 42 del 2022. Es decir, los casos se incrementaron en 76 veces, un 7.614%.

El epicentro del dengue en esta región se situó en Casma, una calurosa ciudad asentada en la costa ancashina, en la que hasta ahora se ha contabilizado el 97% de los casos de dengue.

De los 28 casos reportados el 2021 en Áncash, el dengue suma 2.160 contagios este año.

Francisco Gasco Barreto —director del Hospital de Apoyo San Ignacio de Casma, establecimiento donde este año se atendió al 97% de los pacientes con dengue de la región— recuerda que cuando asumió el cargo, el pasado 15 de marzo, se encontró con que el nosocomio había colapsado y los pacientes eran atendidos en los pasillos. Incluso registraban casos de pacientes con covid-19 y dengue a la vez, dijo Gasco Barreto.

“Se hablaba de brote, pero más que eso era el pico de una epidemia, porque Casma, por sus características de zona agrícola, con pueblos sin agua potable y una gran expansión urbana, es propicia para la proliferación del vector”, señaló.

El médico indicó que una de las principales falencias de ese momento era que no se había avanzado en las metas de abatización, que consiste en aplicar una sustancia química a los recipientes con agua, para evitar el desarrollo de los huevos del mosquito vector, porque un 60% de las familias no permitían el ingreso del personal de salud a sus viviendas. Ante este panorama, se realizó una campaña informativa , se fumigaron 15 sectores e implementaron despistajes para personas con síntomas compatibles con los de la enfermedad.

El jefe de Epidemiología de la Dirección Regional de Salud de Áncash, Jaime Salazar Vargas, reconoce que hubo un incremento abismal de casos este año, principalmente porque la pandemia distrajo todos los recursos de la Dirección Regional de Salud. 

“Se dejaron de hacer las principales actividades de vigilancia y control relacionados con el vector, porque había temor en los trabajadores y en el poblador, que no dejaba entrar a sus casas tampoco”, comentó a OjoPúblico.

Lambayeque, mientras tanto, registra un incremento de 350% de casos de dengue respecto al 2021. En esa zona del norte del país, el brote surgió en enero pasado, en el distrito de Chongoyape, donde las zonas rurales carecen de servicios de agua potable y alcantarillado. 

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SÍNTOMATOLOGÍA. Estas enfermedades tienen manifestaciones clínicas parecidas. En ambos casos, la prevención se centra en el control del vector.
Ilustración: OjoPúblico / Claudia Calderón

 

La Gerencia Regional de Salud de Lambayeque contó con un presupuesto de S/200.000 para contener la propagación del zancudo aedes aegypti, según Henry Sánchez Mendoza, coordinador de prevención y control de enfermedades metaxénicas y zoonosis de esta entidad. Esos recursos —explicó el funcionario— se concentraron  en la contratación y despliegue de brigadas, conformadas por entre 5 y 15 personas, para la detección de casos. 

En abril de este año obtuvieron una transferencia adicional de S/400.000, que correspondía a un saldo de los fondos de 2017 del Gobierno Regional de Lambayeque. “Desde ese momento, tuvimos [de] 30 a 40 personas por brigada para la vigilancia, control herbario y fumigación (de viviendas)”, detalló el funcionario.

Lambayeque registra, en lo que va del año, un incremento de 350% de casos de dengue respecto al 2021.

El mayor porcentaje del presupuesto, según informó, se utilizó para comprar los insumos que se requieren para el diagnóstico de la enfermedad y medicamentos. Esta Geresa cuenta con un laboratorio regional, donde se analizan las pruebas para diagnosticar dengue, que está muy alejado de algunos distritos como Chongoyape. Se está implementando un segundo laboratorio en el distrito de Olmos para reducir el tiempo de control de casos nuevos en otros distritos más próximos a dicha localidad, como Salas, Jayanca o Motupe que también son zonas endémicas.

Sánchez Mendoza admitió que los problemas en el presupuesto facilitaron el aumento de los casos de dengue. Sin embargo, señaló que otra causa de este fenómeno fue la migración de personas procedentes de regiones donde también se registraron brotes de dengue. “Como la pandemia (de la Covid-19) ha sido desplazada, la gran circulación de personas que hubo este año ayudó a que el virus se siga movilizando. El zancudo ya está en 34 distritos de nuestra región, pero con el desplazamiento de estas personas, pueden surgir más brotes”, detalló.

Un tercer factor para el especialista es la acumulación de agua en depósitos o baldes -que luego sirven como criaderos del zancudo- debido a que en los distritos donde se hallaron casos de dengue, el servicio de agua potable es restringido y se brinda por un par de horas.

La tercera región con más casos respecto al 2021 es Piura, con un aumento del 267%. Además, ha presentado 14.804 personas infectadas con dengue, lo que representa la mayor cantidad de contagios en el país. Hasta la fecha se han registrado 25 defunciones por esta enfermedad. 

El director regional de Salud, Fernando Agüero Mija, señala que este incremento se debe a los cambios en el clima y a que la población continúa almacenando agua y, por tanto, creando ambientes propicios para formar criaderos del aedes aegypti. “Las curvas epidemiológicas son así, lo que tenemos que hacer es trabajar para disminuir la incidencia y que las curvas no sean aceleradas”, sostuvo.

Sin embargo, el secretario del Colegio Médico de Piura y especialista en Salud Pública Julio Barrena Dioses considera que el incremento de casos se debe, principalmente, a “una respuesta tardía por parte del sistema de salud en la región”. En esta línea, detalló que el aumento de casos empezó entre noviembre y diciembre del 2021, pero la Diresa emitió una alerta epidemiológica recién en marzo de este año. 

 

Las experiencias en Ayacucho y Junín

La región Ayacucho registró 1.663 casos de dengue el año pasado, una cifra un poco superior a lo registrado en el 2020 (1.583). Aunque la pandemia también afectó el trabajo de vigilancia y control del dengue, la cantidad de pacientes afectados con esta enfermedad este año se ha reducido en un tercio, es decir, suman 521.

Guisela Lucy Sulca Jayo, responsable de Vigilancia del Dengue, dijo que el trabajo articulado y el incremento sustancial del presupuesto asignado para prevenir esa enfermedad han permitido esta reducción.

Pero lo fundamental ha sido la asignación presupuestal de S/729.000 por parte del gobierno regional para su plan de prevención del dengue. El presupuesto de años anteriores no les alcanzó para contratar personal que realizara el control vectorial, sostuvo la funcionaria.

 

Sulca Jayo indicó que ya cuentan con un plan de acción para hacer frente al dengue en el 2023, donde han detallado todas las acciones que realizarán, y están solicitando presupuesto, que esperan que sea igual que el de 2022.

En Junín, los casos detectados este año representan una disminución de más del 40%, con respecto a 2021, cuando surgió un brote de dengue en la región. El jefe de la Diresa, Luis Zúñiga Villacresis, refiere que se realizó “una captación rápida de todos los casos” de dengue y “el recojo de inservibles” —o depósitos para almacenar agua— que favorecen la reproducción del vector. 

La Diresa Junín ha destinado hasta lo que va de este año cerca de S/800.000 para todas las actividades ligadas a la lucha contra el dengue. También ha enviado a sus brigadas a Loreto para que sean capacitadas en acciones contra el dengue y la malaria. En años anteriores, se realizaron capacitaciones telefónicas o virtuales, pero el apoyo presencial que reciben  de promotores de salud de otras regiones permite una detección más rápida de los casos. 

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CONTROL. Personal de la Red de Salud Pacífico Sur, en Áncash, evalúa la presencia del vector transmisor del dengue en contenedores de agua.
Foto: Red de Salud Pacífico Sur

 

La región cuenta también con laboratorios en Huancayo y Chanchamayo para el diagnóstico de la enfermedad. En ellos, se realiza el análisis de las pruebas rápidas (denominadas NS1) que se aplican a los casos sospechosos, lo que facilita el accionar rápido contra la enfermedad, indicó Luis Zúñiga. 

Para el próximo año, la Diresa ha planeado continuar con las actividades de prevención, control y diagnóstico contra el dengue. El director destacó que gran parte de la población “está acostumbrada” al trabajo de las brigadas como, por ejemplo, la fumigación de viviendas en cinco manzanas a la redonda cuando se detecta un caso sospechoso de dengue. 

“No podemos esperar otro pico de casos para empezar a actuar, tenemos que hacer una lucha permanente”, señaló el funcionario. Pese a esta visión, la Diresa no pudo precisar cuánto presupuesto necesitarán el próximo año para repetir o mejorar sus resultados en la lucha contra el dengue. Esa tarea, según la entidad, recaerá en la nueva gestión que asuma el gobierno regional a partir del 2023. “Ahí veremos las decisiones del Minsa, del gobierno regional. Son ellos los que deben continuar con estas medidas”, dijo. 

 

Lo que se viene para el 2023

Según los expertos consultados por OjoPúblico, el país se encuentra en el momento más adecuado para realizar las labores de control vectorial y, así, evitar que en 2023 se repitan las cifras de dengue y malaria de este año.  

El secretario del Colegio Médico de Piura, Julio Barrena Dioses, indicó que durante los últimos meses del año se deben empezar estas tareas antes de que inicie el periodo de calor y lluvias, condiciones climáticas que favorecen la propagación del aedes aegypti. Detalla que el zancudo demora entre siete y 10 días en poner sus huevecillos y la misma cantidad de tiempo en pasar de ser una larva a un zancudo adulto. Después, en un par de semanas más, se empiezan a propagar los casos de dengue.

“En tres a cuatro semanas desde que se generan los criaderos de dengue, se empieza a registrar el aumento de infectados. Hay que tener en cuenta esto, considerando que, si bien el clima en Piura aún es frío, la temperatura ya está incrementando”, advirtió. 

Por su parte, el director regional de salud de Piura, Fernando Agüero Mija, dijo que ya se está trabajando en esta región en una estrategia que considera la contratación de personal para hacer visitas a domicilio y verificar las condiciones de los depósitos de agua y posibles criaderos de dengue. “Hemos contratado 100 trabajadores adicionales, buscando el presupuesto de donde no teníamos, para que puedan hacer las visitas. Hablamos de alrededor de 300 trabajadores de salud para pasar casa por casa, priorizando los lugares según los índices”, detalló. 

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FUMIGACIÓN. Se aproxima la temporada de lluvias en algunas regiones donde prolifera el zancudo del dengue, lo que podría ocasionar brotes de esta enfermedad.
Foto: Minsa

 

Sin embargo, según los médicos Julio Barrena y Hernando Cevallos, estas medidas no serían suficientes, ya que es necesario establecer un plan estratégico que incluya la participación activa de los habitantes y los líderes vecinales, además de priorizar la prevención, en lugar de visitar los hogares para fumigar y emprender acciones posteriores a la incubación del aedes aegypti.

En Áncash, hasta el momento aún no se ha comenzado la labor de control vectorial. Gasco Barreto, director del Hospital de Apoyo de Casma, señaló que como su nosocomio no es unidad ejecutora no puede comprar ningún insumo y tampoco tiene dinero para hacerlo. Por eso, desde hace varias semanas, está solicitando que le aprueben un presupuesto de S/200.000 que permita iniciar el control vectorial, detalló. Hasta el cierre de esta edición, el Gobierno Regional de Áncash no había respondido su solicitud.

“Es un dinero necesario para hacer labores de abatización, fumigación e información para no repetir en enero y febrero del otro año lo que nos ha pasado este año. Hay el compromiso de la Diresa, pero falta que lo aprueben en el Consejo Regional”, aseguró.

Gasco Barreto alertó que el inicio de la abatización debió comenzar en agosto o setiembre, pero aún no lo han podido hacer por falta de presupuesto. “Nosotros ya tenemos nuestro plan listo, pero faltan recursos. Siempre digo que vale más un gramo de prevención, que una tonelada de tratamiento, en eso debemos trabajar pronto”, señaló.

En Lambayeque, el factor presupuestal también podría ser el principal obstáculo para controlar la enfermedad. La Gerencia Regional de Salud está esperando que el Ministerio de Economía y Finanzas confirme la asignación de más de S/700.000 para financiar las actividades contra el dengue antes del 2023. 

En Lambayeque, el factor presupuestal también podría ser el principal obstáculo para controlar la enfermedad.

“Empezar pronto la vigilancia y el control herbario, que es previo al brote, será fundamental para que no tengamos otro año tan difícil”, puntualizó Henry Sánchez Mendoza, coordinador de prevención y control de enfermedades metaxénicas y zoonosis de esta gerencia regional. 

Mientras que las dependencias de salud de las regiones que este año han sido seriamente afectadas por el dengue esperan presupuesto para comenzar el control y vigilancia del vector, se empiezan a registrar nuevos casos. 

Casma, ciudad foco del dengue en Áncash este año, reportó esta semana un nuevo caso después de más de tres meses sin haber tenido ningún paciente nuevo. Esta situación ha encendido las alarmas y ha confirmado la necesidad de que urge comenzar a trabajar para que la situación de este año no se repita el 2023.

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