MARCHAS. Diferentes grupos organizados y autoproclamados de derecha invocan el quiebre del orden constitucional en Perú.

Grupos de ultraderecha profundizan discursos de odio y la violencia en el Bicentenario

Grupos de ultraderecha profundizan discursos de odio y la violencia en el Bicentenario

MARCHAS. Diferentes grupos organizados y autoproclamados de derecha invocan el quiebre del orden constitucional en Perú.

Foto: Facebook de la Sociedad Patriotas del Perú.

Dos meses después del 6 de junio, el Perú vive un período de crispación que tuvo su clímax cuando grupos extremistas intentaron llegar a Palacio de Gobierno poco antes de que Pedro Castillo jure como presidente. OjoPúblico perfiló a los colectivos más activos, algunos tan notorios como La Resistencia; o sus versiones más radicales, Los Combatientes y Los Insurgentes; y la Sociedad Patriotas del Perú, conocida por su exaltación de la Conquista española. Casi todos caracterizados por sus discursos de odio, su invocación a golpes de Estado, sus expresiones procedentes de la ultraderecha y su simpatía por los partidos de Keiko Fujimori y Rafael López Aliaga. Para contextualizar los precedentes del reciente acoso a las autoridades electorales, hay que remontarse a los ataques de los últimos años contra el Poder Judicial, al iniciarse el juicio a Alberto Fujimori; la escultura El ojo que llora, en recuerdo de las víctimas de la violencia terrorista; y los memoriales públicos de Inti y Brian.

15 Agosto, 2021

Actualización a las 17:00 horas del 16 de agosto del 2021.

Han pasado dos meses del fin de la elección que acabó con la victoria de Pedro Castillo, del partido de izquierda Perú Libre, y la derrota de Keiko Fujimori, lideresa del grupo político de derecha Fuerza Popular. Sin embargo, la crispación ciudadana que llegó al clímax después del 6 de junio parece no haber cesado. Desde entonces, grupos autoproclamados de extrema derecha, en casos específicos, fueron los protagonistas de manifestaciones que, rebasando su derecho constitucional a la protesta, acabaron en violentos actos de reglaje, acoso y hostigamiento a los funcionarios del Estado encargados de los comicios, bajo una narrativa sin evidencia que llevó al país al borde del precipicio político: el supuesto fraude electoral.

OjoPúblico, que siguió la participación de algunos de estos grupos luego de los comicios del 6 de junio, perfiló a los más notorios para este reportaje. Si bien algunos de ellos invocan la defensa de la patria y la libertad ante lo que llaman el comunismo y el terrorismo, y la vida y la familia ante las políticas públicas de igualdad de género, casi todos lo hacen a través de virulentos discursos de odio, llamados a golpes de Estado, y el uso de expresiones clásicas del fascismo del siglo XX, que finalmente acaban en ataques a sus opositores. Entre estos grupos, que incluyen simpatizantes de los partidos de Keiko Fujimori y Rafael López Aliaga, destacan organizaciones tan visibles como La Resistencia, hasta otras menos conocidas como Los Insurgentes, Los Combatientes y La Sociedad Patriotas del Perú.

Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha alertado sobre accionar de estos grupos extremistas.

El antecedente más reciente de este tipo de grupos en el Perú –que incluye fuerzas de choque y acoso a funcionarios del Estado, periodistas que cubren sus marchas y opositores en general a quienes tildan de comunistas– puede rastrearse hasta una década atrás con el accionar del coronel EP en retiro, Pedro Rejas Tataje, excomando Chavín de Huántar, y cercano al expresidente Alberto Fujimori y a sus hijos Kenji y Keiko Fujimori en el pasado. El exmilitar volvió a la palestra mediática en junio pasado, cuando grabó sus llamadas con el exasesor Vladimiro Montesinos, mientras este brindaba consejos desde su prisión, en la Base Naval del Callao, para que Fuerza Popular anulara los votos de su rival en el marco de las acusaciones de fraude electoral.

La participación del militar Rejas Tataje en acciones de protesta, acoso y hostigamiento, similares a las realizadas por grupos como La Resistencia, se remonta al 2007 cuando este ingresó por la fuerza a Palacio de Justicia con un grupo de caras pintadas, redujo al personal de seguridad y causó destrozos en la Corte Suprema, como represalia por el juicio al expresidente por los casos Barrios Altos y La Cantuta. Aquel ataque –al que siguieron arremetidas anónimas contra espacios como El ojo que llora, donde se honra a las víctimas de la violencia de los ‘80 y ‘90, y vandalismo a los memoriales de tributo a los dos jóvenes asesinados en las protestas contra Manuel Merino– es el precedente más reciente relacionado a los actos de acoso que se volvieron comunes luego del 6 de junio.

El último punto de ebullición de este tipo de actos ocurrió el 14 de julio, cuando cientos de personas, afines a los partidos de López Aliaga y Fujimori, llegaron hasta el centro de Lima para traspasar de manera violenta las rejas de seguridad que protegían el perímetro de Palacio de Gobierno, que entonces ocupaba el presidente Francisco Sagasti. Los manifestantes, cuyas acciones parecían emular la toma del Capitolio de los Estados Unidos –ocurrido a horas de la toma de mando de Joe Biden, tras la derrota de Donald Trump– ocasionaron visibles destrozos en la propiedad pública y privadas en los alrededores, y fueron filmados hostilizando a los periodistas que acudían a cubrir las protestas y a dos ministros de Sagasti que asistían a una reunión en la Casa de Gobierno.

La violencia de esos días ─que incluyó el acoso a los domicilios del jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Piero Corvetto; del presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Jorge Salas Arenas; y del fiscal del caso Lava Jato, José Domingo Pérez, que investiga a Keiko Fujimori─ provocó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgue medidas cautelares para los dos últimos funcionarios, debido a los sistemáticos actos de reglaje realizados por este tipo de colectivos. En el caso de Salas Arenas se identificaron hasta 32 actos de hostigamiento (incluidas amenazas de secuestro) y 16 plantones en su hogar. Desde el 28 de junio se reportó que Salas Arenas había empezado a usar chaleco antibalas.

 

Fotografía de Sara Winter y Agustín Laje con una bandera de La Resistencia.
CORRIENTE. La Resistencia con la política brasileña Sara Winter y el activista anti derechos Agustín Laje, ambos representantes de una corriente regional de ultraderecha.
Foto: Facebook de Juan Maelo.

 

Estos hechos no son aislados a nivel global. En Estados Unidos, las fuerzas del orden han orientado sus políticas de seguridad a lo que llaman extremismo interno o terrorismo doméstico. En Europa, la actividad creciente de grupos de extrema derecha también se ha reportado en Alemania o Francia, en donde se han iniciado investigaciones o se han disuelto, o prohibido, a este tipo de organizaciones. A inicios de este año el Departamento de Justicia consideró a estos grupos como la “mayor amenaza para la seguridad del país”. Después de la toma del Capitolio en enero último, se arrestó a más de 530 personas involucradas en los hechos de violencia que dejaron cinco muertos en esos días. En julio, la justicia estadounidense dictó la primera condena vinculada al caso.

El protagonismo de estos grupos en Perú en los últimos años –también visibles en las protestas contra el estado de emergencia, la cuarentena por la pandemia y las vacunas– se inserta en esta dinámica global. El año pasado, por ejemplo, integrantes de La Resistencia asistieron a un evento en Lima que contó con la presencia del politólogo Agustín Laje y la activista Sara Giromini. El primero es un polémico conferencista argentino que lidera una agenda contraria a los derechos de la mujer y de la población LGTBI; mientras que la segunda es una política brasileña de extrema derecha, investigada en su país por liderar una milicia armada a favor del presidente Jair Bolsonaro y cuyo seudónimo, Sara Winter, es un homenaje a una espía nazi de la Segunda Guerra Mundial.

En los últimos meses, después de la derrota de Fujimori, la aparición de estos grupos se hizo más notoria en Lima. Incluso, algunos de sus llamados a la acción ya son investigados por el Ministerio Público. La Fiscalía de Prevención del Delito, por ejemplo, está detrás de los responsables de la convocatoria denominada “Chapa tu caviar”, que fue difundida por redes sociales e instigaba a recopilar datos personales de periodistas, políticos y activistas que se pronunciaban públicamente contra Fujimori en la pasada segunda vuelta, con el objetivo de hostilizarlos. Si bien este fenómeno cobró mayor intensidad en medio de la pandemia y cuando empezaron las elecciones presidenciales, el origen de la actual corriente extremista puede rastrearse hasta la década pasada.

 

Ataques al Poder Judicial, El ojo que llora y los memoriales de Inti y Brian

En diciembre del 2007, en medio del inicio del juicio a Alberto Fujimori por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, un grupo de fujimoristas con las caras pintadas, liderados por el militar Rejas Tataje, realizaron una serie de protestas que devinieron en actos de hostilización y ataques a la comitiva integrada por abogados y familiares de las víctimas, en las afueras del penal policial de la Diroes; donde se realizaba el proceso por violación de derechos humanos. En septiembre de ese año, otra turba de polos naranja, también con Rejas Tataje a la cabeza, ingresó violentamente a los despachos de la Corte Suprema y colgó una gigantografía con la imagen de Fujimori, en una de las ventanas de dicha sede.

Entonces, la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH) hizo eco de estos hechos y denunció públicamente al grupo de simpatizantes del fujimorismo, por sus acciones en los exteriores de la Diroes en Ate. En diferentes ocasiones de esa época, Rejas Tataje –conocido por su participación en la operación militar de 1997, que acabó en la recuperación de la residencia del embajador japonés y con la muerte de los secuestradores del grupo terrorista MRTA– fue visto con los hermanos Keiko y Kenji Fujimori, y acompañado de una persona identificada como José Luis García Danuso, quien hoy suele figurar como uno de los miembros del grupo Los Combatientes en diferentes fotografías.

 

Fotografía de Pedro Rejas con Jose García Danuso, resguardando a Keiko y Kenji Fujimori.
PASADO. Pedro Rejas, quien lideró actos de violencia en el 2007 contra el Poder Judicial, junto a Keiko y Kenji Fujimori y José García Danuso (de polo verde), hoy miembro de Los Combatientes.
Foto: La República.

 

A la violencia en la Diroes, se sumaron actos de vandalismo contra sitios de conmemoración de la memoria histórica y los derechos humanos como El ojo que llora, una escultura dedicada a las víctimas del conflicto armado en Perú (1980-2000), y reconocida como tal por las Naciones Unidas. Aquel monumento, ubicado en el distrito de Jesús María, ha sido cuestionado desde su inauguración por políticos como Keiko Fujimori y Jorge Montoya al llamarlo un sitio de homenaje a “terroristas” y atacado en, por lo menos, siete ocasiones entre los años 2007 y 2020. El primer acto violento, quizá el más mediático, ocurrió en septiembre de 2007, cuando un grupo de 20 personas pintó el monumento de naranja. Unas semanas después, un grupo con Kenji Fujimori a la cabeza realizó una serie de actos de protesta, que acabaron dañando el entorno del lugar.

El último ataque anónimo a El ojo que llora, del que se tiene registro, ocurrió en diciembre del 2020, en plena pandemia. Para entonces, el país aún estaba conmocionado por el asesinato de los jóvenes Inti Sotelo y Brian Pintado, y por los 250 heridos (manifestantes, periodistas y paramédicos voluntarios, entre ellos) producto de la brutal represión policial ordenada por Manuel Merino, quien había tomado el poder, con el apoyo de diferentes fuerzas políticas, entre ellas el fujimorismo, en el proceso que acabó con la vacancia del presidente Martín Vizcarra. En aquellos días de noviembre, diversas personas crearon, de manera espontánea, una serie de memoriales en diferentes calles de Lima y Miraflores para honrar con fotos y arreglos florales a las víctimas de las masivas protestas.

Sin embargo, los sitios de homenaje no permanecieron en pie por mucho tiempo. Entre noviembre del 2020 y enero de este año, los distintos memoriales en favor de Inti y Brian acabaron destruidos hasta en tres ocasiones. En uno de los ataques se identificó de manera clara a un grupo de personas de La Resistencia, que luego se atribuyó la responsabilidad del acto vandálico. Además, fueron filmados mientras desbarataban, con gran violencia, el sitio de conmemoración pública que se había instalado en el cruce de las avenidas Abancay y Nicolás de Piérola, en donde cayeron baleados ambos jóvenes. Al final uno de los memoriales sobrevivientes debió ser trasladado al Lugar de la Memoria.

 

La Resistencia y sus nexos con el fujimorismo

En el último año, los actos más extremos de este tipo de grupos, gran parte de ellos con afinidad por partidos como Fuerza Popular o Renovación Popular, casi siempre estuvieron bajo el protagonismo de los siguientes colectivos: La Resistencia, que tiene como personaje mediático al excandidato al Congreso, Juan José Muñico Gonzales (45); Los Insurgentes, con Flor de los Milagros Contreras León (44), quien fue brevemente detenida este año por resistirse a cumplir las normas de bioseguridad en pandemia; junto a Ricardo Fernando Alvarado Arias (32); y Los Combatientes, con su miembro más visible Roger Ayachi Soria (56). A continuación, OjoPúblico analiza el perfil y antecedentes de las personas que integran estas organizaciones a dos meses del fin de las elecciones.

Muñico Gonzales, natural de Lima y con estudios de secundaria completa, es conocido como ‘Jota Maelo’. A la fecha registra su residencia en la Asociación de Damnificados Nadine Heredia, cerca al kilómetro 40 de la Panamericana Norte, en Ancón. Según IDL-Reporteros, Muñico Gonzales fue procesado por el asesinato de un veterano combatiente de la guerra del Cenepa en los ‘90, aunque luego su caso fue sobreseído. En las elecciones extraordinarias del 2020, dicho personaje postuló al Congreso en la lista en Lima de Solidaridad Nacional (hoy Renovación Popular), pero sin éxito. Entonces, dicho partido era dirigido por López Aliaga, conocido por ser uno de los promotores de discursos de odio contra las mujeres, la comunidad LGTBI y los periodistas en la última campaña.

En el proceso electoral del 2020 fue patente el vínculo político entre ‘Jota Maelo’ y la congresista disuelta de Fuerza Popular, Rosa Bartra Barriga, quien también postulaba al Parlamento liderando la lista de Solidaridad Nacional. De igual forma, con el expresidente de la Corte Suprema, Javier Villa Stein, quien estuvo en la lista preliminar de candidato al Congreso por Renovación Popular, de López Aliaga, el año pasado. El exjuez hizo visible su apoyo a la candidatura de Muñico Gonzales, incluso luego de revelarse su proceso por presunto asesinato. En las elecciones presidenciales de este año, ‘Jota Maelo’ se exhibió como parte de la campaña de Fuerza Popular durante la primera vuelta.

 

Fotografía de José Muñico Gonzales con Javier Villa Stein
APOYO. El excandidato al Congreso con Solidaridad Nacional, José Muñico Gonzales, junto al exjuez supremo Javier Villa Stein. 
Foto: Facebook de José Muñico.

 

En enero, ya en pleno contexto electoral, el Poder Judicial condenó a un año de prisión suspendida a ‘Jota Maelo’ por el delito de difamación agravada, luego de que calificara al Instituto de Defensa Legal (IDL) como organización criminal. El personaje más polémico de La Resistencia, además, difunde mensajes públicos sin evidencia en Facebook que ponen en duda las circunstancias reales del asesinato de Inti Sotelo y Brian Pintado, en noviembre del 2020 a manos de la Policía; así como campañas de desinformación sobre la existencia de fraude electoral en los recientes comicios, y comentarios homofóbicos.

Precisamente, ‘Jota Maelo’ publicó hasta siete videos en su Facebook donde se ve a miembros de La Resistencia atentando contra uno de los memoriales de las víctimas de noviembre del año pasado, que se encontraba en la vía pública. “Otra vez nos bajamos los murales de la mentira”, escribió Muñico al momento de compartir una de estas acciones de violencia, en enero último. Horas después, el mismo ‘Jota Maelo’ difundió un segundo video, donde ya no aparece el memorial, y colocó “que bien se siente no ver ese basural”, al que también se ha referido como “basura comunista”.

Muñico Gonzales también ha liderado actos de hostilización y acoso, como los plantones a las afueras del Instituto de Defensa Legal, realizados entre agosto del 2019 y el año pasado. A estos se sumó una manifestación contra el fiscal Pérez Gómez, que investiga a Keiko Fujimori, a la que también asistió el grupo Los Combatientes y que derivó en una medida cautelar en favor del fiscal por parte de la CIDH. El personaje más reconocido de La Resistencia también participó en concentraciones en la sede central del Ministerio Público, el año pasado. En esta última, un integrante de La Resistencia portaba un cartel que decía: “[fiscal José] Domingo Pérez te estamos chequeando”.

La Resistencia, creada el 2018 y cuyos miembros tienen nexos con políticos del fujimorismo, realizó por lo menos dos manifestaciones –en octubre de 2019 y julio del año pasado– en apoyo del exjuez Villa Stein, quien hace poco presentó un amparo ante el Poder Judicial para evitar la proclamación de Pedro Castillo como presidente. Este grupo también realizó un homenaje al abogado Humberto Abanto, investigado por el Equipo Especial Lava Jato por votar a favor de Odebrecht en arbitrajes contra el Estado, en noviembre del 2019. La Resistencia además realizó actividades públicas con el Frente Fujimori Libertad, que aboga por el indulto al exmandatario condenado a 25 años de prisión.

 

Fotografía de Abel de la Puente, de la Resistencia, con la congresista Rosangella Barbarán.
NEXO. Abel de la Puente, autoproclamado miembro de la Resistencia, posa junto con la hoy congresista de Fuerza Popular, Rosangella Barbarán.
Foto: Facebook de Abel de la Puente.

 

Muñico Gonzales también conduce un espacio llamado La Resistencia Reporteros, transmitido por Facebook. En dicho espacio, ‘Jota Maelo’ aparece con algunas figuras del fujimorismo como la candidata al Parlamento Andino por Fuerza Popular, Gabriela Soria Cruz. Cuando él no conduce ese programa, otra persona asume la conducción. Se trata de Benjamín Héctor Israel Vidal Gil (42), natural de Chiclayo, pero residente en Lima. Según su perfil de Facebook, Vidal Gil ha participado en manifestaciones en las afueras del Ministerio Público y, además, apoyó la campaña del 2020 al Congreso de ‘Jota Maelo’ y Rosa Bartra, según las fotos que él mismo expone públicamente.

En el espacio que conduce en Facebook, Vidal entrevistó a dos excandidatos al Congreso por Fuerza Popular y Renovación Popular, Jorge Carrero Copia y Joanna Gonzales Andia, respectivamente; así como a la excongresista fujimorista Rosa Bartra; y al coronel PNP Walter Arrué Pereyra, involucrado en el resguardo policial irregular al operador montesinista Óscar López Meneses. Además, suele realizar afirmaciones sin citar evidencia explícita como por ejemplo: “[Francisco] Sagasti salió a lamentar la muerte del camarada Raúl [seudónimo del excabecilla narcoterrorista Jorge Quispe Palomino]”, dijo Vidal en abril, sobre unas supuestas declaraciones del expresidente, luego desmentidas por verificadores de La República.

Las entrevistas de Vidal Gil son difundidas por María Eugenia Nateros Espinoza (50), quien también participó en actividades de La Resistencia y ha promovido movilizaciones invocando a un golpe de Estado luego de la derrota de Fujimori: “Las armas son del pueblo; sino las usan, las queremos para defendernos", escribió Nateros Espinoza, natural de Lima, en la convocatoria para una marcha hacia la sede central del Comando Conjunto de las Fuerzas Armada, que debía realizarse el 15 de agosto. Desde el 2007, ella figura como militante del Partido Popular Cristiano.

Además de Muñico Gonzales, Vidal Gil y Nateros Espinoza, OjoPúblico identificó a otras personas que participan o declaran ser parte de La Resistencia, y que también simpatizan con el fujimorismo. Uno de ellos es Abel Antonio de la Puente Guevara (44), conocido como Tony Guevara. La semana pasada, este último participó en las marchas que piden la vacancia del presidente Castillo y, en junio, también hacía eco de la narrativa de fraude electoral impulsada por Keiko Fujimori. Al igual que otros personajes vinculados a estos colectivos, también difunde en fotos en compañía de la congresista Rosangella Barbarán. “Acá con la amiga y candidata al Congreso por Fuerza Popular [...] apoyando al plantón por la vida”, dijo De la Puente en una publicación en redes sociales.

 

Fotografía de Israel Vidal Gil, de La Resistencia, con Rosa Bartra.
CAMPAÑA. El integrante de La Resistencia, Israel Vidal Gil, apoyó en la campaña al Congreso de Solidaridad Nacional en Lima, liderada por la exlegisladora fujimorista Rosa Bartra.
Foto: Facebook de Israel Vidal.

 

En la campaña al Congreso del año pasado, De la Puente Guevara participó en actos de proselitismo a favor de la candidata Valeria Valer Collado de Fuerza Popular e hija del asesinado excomando Chavín de Huantar Juan Valer, quien finalmente fue electa por Lima. “Cada día más fuertes, el fujimorismo recorriendo los distritos de Lima”, escribió De la Puente. En 2018 también aparece en una fotografía con el exlegislador de Fuerza Popular, Edwin Vergara Pinto, cuyo nombre se hizo conocido por estar involucrado en una investigación penal contra un narcotraficante colombiano.

Otras personas que declaran ser parte de La Resistencia son: Emilia Becerra Tejada (52), Jorge Raúl Sánchez Escalante (60), Mary Elena Cabrera Valdivia (45), Alberto Elías Bendezu Torres (67) y dos personas a quienes solo se les pudo identificar con los nombres de Mónica Bravo y Sheylitha Maybee. Todos ellos también simpatizan con Keiko Fujimori y con Fuerza Popular; han apoyado en actos proselitistas a algunos de sus candidatos al Congreso en los últimos años; y están plenamente identificados con el culto a Alberto Fujimori, condenado por actos de corrupción y homicidio durante su gobierno, y a quien llaman: “el gran pacificador”, “máximo héroe” y el “mejor presidente que tuvo el Perú”.

OjoPúblico contactó a Muñico Gonzales para este reportaje. Él dijo, vía correo electrónico, que La Resistencia tiene “200 personas empadronadas en Perú y algunos en el exterior”, que buscan ser una asociación civil y que tuvieron como miembros honorarios a la exlegisladora fujimorista Bartra Barriga (luego, breve candidata de Renovación Popular), al exjuez supremo Villa Stein y al abogado Abanto Verástegui. Según su versión, el objetivo de La Resistencia es “la defensa de la vida y la familia [...] y proteger la democracia, venida a menos en el gobierno de Martín Vizcarra, [quien] manejó todos los estamentos de justicia, órganos electorales y hasta el Tribunal Constitucional”.

En ese sentido dijo estar de acuerdo con un “golpe de Estado” contra el gobierno o, en todo caso, con la vacancia del presidente Castillo y de la vicepresidenta Dina Boluarte para que se convoque a nuevas elecciones. Respecto a los actos de protesta de La Resistencia que acaban en hostilización, Muñico rechazó que fueran violentos y que nunca atentaron contra la propiedad privada o pública “[aunque] tampoco somos mancos”. Al recordarle que su grupo destruyó el memorial a Inti y Brian el año pasado, dijo, relativizando la violencia de su accionar: “era necesario sacar esos murales que nos recordaban la estupidización que hacen algunos medios con la juventud con el único fin de salvaguardar sus intereses, que con [Manuel Merino] habían perdido”.

 

Los Insurgentes, una variante radical de La Resistencia

Otro grupo perfilado por OjoPúblico se autodenomina Los Insurgentes. La persona más visible de esta agrupación es Flor de los Milagros Contreras León (44), conocida por sus polémicas apariciones, en un primer momento, con La Resistencia. El 2019, por ejemplo, compartió en sus redes el homenaje al abogado Abanto y asistió al plantón en la sede del Instituto de Defensa Legal como representante de aquel grupo. A inicios del año pasado, sin embargo, Contreras León consolidó un grupo diferente bajo el nombre de Los Insurgentes. “No pertenecemos a La Resistencia, que si bien [...] fui una de sus fundadoras, ya no pertenezco desde enero del 2020”, explicó en su Facebook.

El nombre de su agrupación hace referencia, según ella explicó, al artículo 46 de la Constitución, que garantiza el “derecho de insurgencia” ante un “gobierno usurpador”, como califican al Ejecutivo del presidente Castillo. Como los miembros de los grupos antes citados, Contreras León defiende sin pruebas la narrativa del fraude en la segunda vuelta, califica de “feminazismo” a las actividades por los derechos de las mujeres y difunde mensajes homofóbicos en sus redes sociales. Su discurso online, sin embargo, alcanza un nivel más alto de virulencia: la integrante de Los Insurgentes ha llegado a publicar un video de personas anónimas orinando encima de la bandera del oficialista Perú Libre y llegó a ser detenida por negarse a usar mascarilla durante la pandemia.

 

Fotografía de Álvaro Subiria haciendo el saludo fascista al lado de Lourdes Flores Nano
INSURGENTE. Álvaro Subiria, integrante de Los Insurgentes y quien agredió a una periodista de canal N, junto a Lourdes Flores Nano.
Foto: Facebook de Álvaro Subiria.

 

Otro personaje que también declara ser parte de Los Insurgentes es Álvaro Francisco Subiria Alegría (41), quien suele realizar saludos de corte fascista en sus publicaciones. Sobre este tipo de expresiones él ha llegado a decir: “Hago este saludo por un juramento que hice con la mano derecha ante Dios, ante mi patria, ante mi familia”. La identidad de Subiria Alegría se hizo pública luego de agredir a una periodista de Canal N, el mes pasado, durante las marchas contra la juramentación de Castillo.

También forman parte de Los Insurgentes, Luwin Olivos Milian (47) y Gustavo Valer Pardo (33). El primero, como ocurre con León Contreras, también fue integrante de La Resistencia en el pasado, y estuvo vinculado a la movilidad que trasladó a las personas que destruyeron el memorial de Inti y Brian el año pasado, y sigue como militante de Fuerza Popular; mientras que el segundo es antivacunas y promueve el uso de medicamentos como la ivermectina, el dióxido de cloro y la hidroxicloroquina, a pesar de que no existe evidencia científica que respalde su uso en pacientes con Covid-19.

 

Los Combatientes del Pueblo y la evocación de expresiones fascistas

Otro grupo de corte similar a La Resistencia y Los Insurgentes es Los Combatientes del Pueblo. Hace un mes, OjoPúblico alertó sobre esta agrupación, la misma que concentraba sus protestas en contra de las medidas de bioseguridad y cuarentenas por la pandemia y en defensa del dióxido de cloro para prevenir la Covid-19, así como en favor de la libertad de Keiko Fujimori, mientras estuvo bajo prisión preventiva en el penal Santa Mónica por el caso Lava Jato. Desde este año, el grupo –cuyos miembros suelen realizar el típico saludo fascista con el brazo derecho alzado– se ha congregado para protestar contra la labor de la Fiscalía como en contra de la proclamación de Castillo como presidente.

Uno de los personajes más visibles de esta agrupación es Roger Ayachi Soria (56), natural de San Martín y exeducador en el distrito del Rímac. En diferentes oportunidades, Ayachi Soria –quien no registra títulos en la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu)– y Los Combatientes del Pueblo han participado en diferentes acciones proselitistas con Los Insurgentes o con La Resistencia. Otro integrante de Los Combatientes del Pueblo es José García Danuso, apodado como ‘Figuretti’ por su afición por colocarse ante las cámaras en entrevistas a personajes públicos. Aunque de su pasado se conoce poco, dicho personaje aparece en una foto de hace casi 15 años, con Keiko y Kenji Fujimori, en una manifestación liderada por el coronel Rejas.

 

Fotografía de Los Insurgentes y Los Combatientes haciendo el saludo fascista.
SIMBOLOGÍA. Los grupos conocidos como Los Insurgentes y Los Combatientes del Pueblo han realizado actividades juntos durante los meses de la elección presidencial.
Foto: Facebook de Roger Ayachi.

 

Otras personas que se reclaman parte de Los Combatientes del Pueblo son: Jenny Ruth Arzola Guillén (55), quien difundió un video en donde pide la intervención de las Fuerzas Armadas después de la derrota de Keiko Fujimori; así como Roberto Stefano Ferrigno Pisetsky (26), ‘Tefo Ferino’, conocido desde hace unos años por una disputa legal en su familia. Este último es natural de Trujillo y participó de la protesta frente al Hotel Sheraton este año cuando se corrió el rumor que el político español de izquierda, Pablo Iglesias, estaba en el Perú. ‘Tefo Ferino’ además fue fotografiado en otras dos reuniones con Los Combatientes del Pueblo, en diciembre del 2020 y en agosto último. Allí también participaron miembros de Los Insurgentes.

De acuerdo a su Facebook, Ferrigno Pisetsky admira a Luis Alberto Flores, político peruano de los años ‘30 del siglo pasado y líder de la extinta Unión Revolucionaria (UCR), quien adoptó el modelo del fascismo italiano para el Perú. “En su elegante uniforme negro fascista, haciendo el saludo romano”, dice Ferrigno al publicar una imagen de dicho político en redes sociales. Este integrante de Los Combatientes del Pueblo también comparte círculos sociales con Jorge Christian Bravo Isuiza (46) y con una persona que se identifica como Yhon Villa Gómez. Todos ellos profesan su admiración, de manera pública, por el exdictador nazi Adolf Hitler.

Estos dos últimos, allegados a Ferrigno, pero sin nexos visibles o explícitos con Los Combatientes, se autodenominan skinheads –en referencia a una subcultura británica de los ‘60 que se asoció, en diversos países, con el neonazismo- y tienen una fotografía donde posan, con el torso desnudo, frente a una foto de Hitler. En sus reuniones, según las fotos que ellos exhiben públicamente, los asistentes exhiben ropas que llevan accesorios como la esvástica nazi, el águila del escudo nacionalsocialista o anillos con el símbolo del nazismo. Villa Gómez, por su parte, promueve el uso de armas y tiene una foto con ‘Tefo Ferino’, de Los Combatientes, y Bravo Isuiza con el cintillo “orgulloso de ser facho”.

 

Fotografía de Tefo Ferino, Jorge Bravo y Yhon Villa Gómez con el cintillo "orgulloso de ser facho"
EXTREMO. Ferrigno Pisetsky (izquierda) de Los Combatientes comparte círculos sociales con Yhon Villa Gómez (centro) y Christian Bravo (derecha), quienes exhiben públicamente símbolos nazis.
Foto: Facebook de Yhon Villa Gómez.

 

Consultado sobre el origen de Los Insurgentes y Los Combatientes, Muñico Gonzales de La Resistencia dejó entrever que ambos se escindieron, casi en la misma época: “Ellos han pertenecido en su momento a [nuestro grupo, pero] decidieron radicalizar su lucha por el ‘No al uso de las mascarillas’ y el ‘No a las vacunas’ [porque] tienen miedo a las antenas 5G [y están enfocados en la] lucha contra el NOM [nuevo orden mundial]. Si bien compartimos algunos aspectos, hay otros que nos parecen hilarantes. Claro, cuando el objetivo es común [sí] participamos juntos”, indicó en referencia a dos teorías de la conspiración de colectivos negacionistas, que creen que las vacunas tienen chips que controlan a las personas y a un supuesto grupo de élite que maneja el mundo desde las sombras.

 

Sociedad Patriotas del Perú: la nostalgia por el Imperio español

Adicionalmente a los grupos citados, OjoPúblico también identificó a un colectivo llamado Sociedad Patriotas del Perú, movimiento activo en redes sociales y que promovía, durante las marchas de las últimas semanas, la narrativa del fraude electoral para evitar la derrota de Fujimori. Forman parte de grupos en redes sociales que reivindican la herencia española en el Perú y algunos de sus miembros han desfilado con banderas exhibiendo la Cruz de Borgoña, símbolo de un hispanismo que exalta la Conquista española, en las manifestaciones después de la segunda vuelta en el centro de Lima.

El movimiento tiene como presidente al empresario y excandidato al Congreso, Luis Miguel Llanos Carrillo (48), cuyo nombre saltó a la palestra pública luego de abatir a dos delincuentes en medio de un intento de asalto en el 2012. Este personaje, que argumentó defensa propia en el caso anterior, fue acusado por su expareja de amenazarla de muerte y de presuntos vínculos con el tráfico de terrenos en el norte del país. Llanos Carrillo, quien en redes sociales llegó a decir que es un “paramilitar”, fue noticia el año pasado al quedar gravemente herido de bala en otro intento de robo en Tumbes, en donde también llegó a matar a uno de sus atacantes.

 

Fotografía de Luis Llanos Carrillo y diversos integrantes de la Sociedad Patriotas del Perú.
AGRUPACIÓN. Luis Llanos (segundo de derecha a izquierda y con el rostro descubierto) dirige la denominada Sociedad Patriotas del Perú.
Foto: Facebook de Sociedad Patriotas del Perú.

 

En febrero último, Llanos Carrillo hizo su primera convocatoria en calidad de presidente de la Sociedad Patriotas del Perú. “Vamos a recuperar este país por las buenas o las malas. Y si es a las malas… Dios quiera que sea a las malas, solo falta la unión de militares y civiles que no queremos una guerra civil, sino recuperar lo que es nuestro”, dijo en una entrevista de más de una hora en donde vestía un polo con la Cruz de Borgoña. A partir de junio, las personas vinculadas al grupo de Llanos Carrillo han asistido a las protestas en favor de la vacancia presidencial, portando escudos de madera y lanzas.

En sus intervenciones, la Sociedad Patriotas del Perú brindó seguridad al campamento de personas que se instaló en las afueras del Poder Judicial para protestar contra el supuesto fraude electoral, y marchó al ritmo de un supuesto himno de Los Tercios de Flandes, una unidad de la infantería española del siglo XVI. “A una [Asamblea] Constituyente se le contesta con un golpe de Estado y con una insurgencia [...] si quiere guerra, va a tenerla, si quieren sangre, la van a tener”, dijo Llanos Carrillo en una de estas manifestaciones. Su agrupación además reconoce que brinda asesoría en el uso de armas para civiles.

 

Virulencia, insultos y desinformación en redes sociales

En el espectro de personas o grupos que se proclaman de derecha, involucrados en actos de protesta pacífica y que no necesariamente han participado en los actos de acoso y hostigamiento físico contra las autoridades del sistema electoral, aunque sí promueven virulentos discursos y desinformación en redes sociales, destacan: Vanya Thais Iriarte (26), egresada de periodismo por la Universidad San Martín de Porres; y el comunicador Jorge Enrique Ugarte Olivera (32).

Thais Iriarte dice ser admiradora del polémico presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, por sus políticas en contra de los derechos de la mujer. Luego de la segunda vuelta, ella no descartó la necesidad de un golpe de Estado ─como también invocan los miembros de los grupos extremistas ya citados─ para evitar la proclamación de Castillo como presidente. Así lo dijo en una conversación en vivo con el hoy congresista Alejandro Cavero de Avanza País. En las marchas convocadas por el fujimorismo, Thais Iriarte apareció en el estrado oficial junto a la congresista Barbarán y Keiko Fujimori.

En los últimos meses, Thais Iriarte se hizo visible como vocera de los colectivos que protestaban contra el supuesto fraude electoral. “Sabemos que [los Jurados Electorales Especiales] no son 100% objetivos, lo digo por la militancia comunista que han tenido [...] cuando se han desestimado muchísimas actas se ve el sesgo político de los Jurados Especiales, se ve el sesgo político del Jurado Nacional de Elecciones”, dijo Thais Iriarte en RPP. Luego, la vocera de las marchas aseguró que sus protestas se realizan contra lo que considera el supuesto “totalitarismo comunista”.

 

Fotografía de Vanya Thais con Keiko Fujimori y la congresista Rosangella Barbarán en un mitin.
VOCERA. Durante las protestas de junio y julio, Vanya Thais (en el extremo derecho de la foto y con mascarilla) se adjudicó la vocería de los protestantes. Aquí junto a Keiko Fujimori.
Foto: Twitter de la congresista Rosangella Barbarán.

 

En junio, además, durante una transmisión en vivo, ella relativizó el falló del Poder Judicial contra Alberto Fujimori y la participación del grupo Colina por los asesinatos de los años ’90, considerando que aquello no era “terrorismo de Estado”. Además, calificó de “estupideces” los derechos LGTBI y de las minorías; llamó a la excandidata presidencial Verónika Mendoza y al exfiscal Avelino Guillén como “gente de porquería” y vinculó, sin prueba alguna, a Lucía Alvites, excandidata de Juntos por el Perú al Congreso, con la organización terrorista MRTA.

A la fecha, Thais Iriarte es parte del proyecto en Youtube Quinto Poder, en donde comparte espacio con otras personas, entre ellos Jorge Ugarte Olivera. Antes de administrar dicho espacio, este último se dedicaba a la escritura de libros de ficción y, por lo menos, uno de historia. Ahora, este comunicador se identifica con el apelativo de El profe sobre ruedas, y tiene transmisiones en vivo a través de su página de Facebook.

En dicha red social, Ugarte Olivera ha compartido mensajes transfobicos, insistido en la narrativa de fraude e invocado una intervención militar: “¿Podemos hacer algo? Sí, pero el pueblo ya no lo puede hacer. ¿Quién lo puede hacer? Las Fuerzas Armadas [...] Golpe de estado militar inmediatamente”. En sus plataformas, Ugarte Olivera además ha entrevistado al abogado Lucas Ghersi, impulsor de un cambio constitucional para impedir la convocatoria de una Asamblea Constituyente, como propuso el presidente Castillo en campaña electoral.

"Golpe de estado militar inmediatamente”, ha llegado a decir el comunicador Jorge Ugarte Olivera, El Profe sobre ruedas.

Ugarte Olivera suele contestar a los cuestionamientos públicos con calificativos de grueso calibre. Ante los dichos de un comentarista sobre sus ideas políticas, contestó: “¿Quién mierda te crees tú? [...] imbécil [...] cobarde, esa es una mariconada”. De la misma forma, ante la crítica de un espectador sobre las marchas del fujimorismo contra el supuesto fraude electoral, Ugarte Olivera respondió: “Hijo de…, escúchame inválido mental [...] tus padres seguramente se arrepienten de haberte tenido, mugroso [...] parasito”.

Para este reportaje, OjoPúblico intentó contactarse con los personajes más visibles de La Resistencia, Los Insurgentes, Los Combatientes del Pueblo y la Sociedad Patriotas del Perú; así como con los comunicadores Vanya Thais y Jorge Ugarte. Se les escribió a través de las redes sociales que suelen usar de manera cotidiana y, en los casos en los que había un contacto disponible, se les envió un correo electrónico. Al cierre de edición, sin embargo, solo dos personas respondieron. De todos ellos, solo Juan José Muñico Gonzales de La Resistencia aceptó participar de este informe para hablar sobre el origen del grupo que lidera y de los otros dos colectivos que se escindieron de la organización original. En tanto, uno de los integrantes de Los Combatientes, Roberto Ferrigno, dijo que solo declararía a cambio de una retribución económica, práctica que no es aceptada por este medio.

Al día siguiente de la publicación, Thais Iriarte y Ugarte Olivera comentaron este reportaje en sus redes sociales. La primera dijo que “nadie me ha querido contactar”, a pesar de que se le escribió a su página de Facebook y a su perfil personal en esta red. Luego aseguró que no es fujimorista y que no apoya un golpe militar. En tanto, Ugarte, dijo en su red social que no contestó porque “no uso mucho mi Facebook”, aunque también se le envió un correo electrónico a la dirección que figura en su perfil. Este último, en su respectiva red, ratificó su apoyo a un golpe de Estado, negó actos de violencia en las últimas marchas; y rechazó ser transfóbico porque “tengo amigos homosexuales”. Finalmente, lanzó insultos contra los autores de este reportaje.

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