El estrecho vínculo entre la crisis climática y la salud de los peruanos

El aumento de las temperaturas, la contaminación del aire, el incremento de las enfermedades infecciosas y el derretimiento de los glaciares son las principales consecuencias de la crisis climática, y todas ellas tienen impactos negativos en la salud de los peruanos. El último reporte de The Lancet Countdown concluyó que las muertes atribuibles al calor aumentaron en un 152 % y que Perú fue el segundo país de sudamérica con mayor tasa de mortalidad debido a la contaminación atmosférica.

DAÑOS A LA SALUD. Perú fue la segunda nación sudamericana con mayor tasa de mortalidad debido a la contaminación del aire.

DAÑOS A LA SALUD. Perú fue la segunda nación sudamericana con mayor tasa de mortalidad debido a la contaminación del aire.

Foto: Andina

Aunque Perú solo emite el 0,15 % de los gases de efecto invernadero a nivel global, es uno de los países que cada vez se ve más afectado por las consecuencias de la crisis climática. Los resultados para Perú del informe de 2021 de “The Lancet Countdown on Health and Climate Change”, una colaboración internacional entre organizaciones académicas e intergubernamentales, evidenciaron los efectos del cambio climático en la salud de los peruanos. “Este informe probablemente sea el más preocupante desde que comenzó el The Lancet Countdown”, aseguró Marina Romanello, directora de investigación del reporte mundial.

Los investigadores concluyeron que el aumento de la temperatura está asociado a un incremento de la mortalidad entre los adultos mayores. “En Perú, las defunciones por año atribuibles al calor aumentaron en un 152 %. Sin embargo, esta observación debe usarse con precaución y se deben desarrollar más investigaciones, ya que la función exposición-respuesta no está calibrada para Perú”, afirmaron. 

Los responsables del informe advirtieron, además, que la contaminación atmosférica es un problema latente para el país y para la capital, donde la contaminación del aire de todos los distritos excede los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una de las autoras del reporte, Marina Romanello, informó que Perú fue la segunda nación sudamericana con mayor tasa de mortalidad debido a la contaminación del aire. 

Por último, los especialistas indicaron que el derretimiento de los glaciares tropicales está cambiando la cantidad y calidad de los principales embalses que abastecen de agua a la mayoría de la población, y que la exposición a enfermedades infecciosas causadas por vectores —como el mosquito Aedes aegypti, que transmite el dengue— podría incrementarse ante las variaciones en la temperatura y las precipitaciones. 

El reporte concluyó que el aumento de la temperatura está asociado a un incremento de la mortalidad entre los adultos mayores".

Estos cambios ocasionados por la crisis climática afectarán de manera diferenciada a cada región del país. El reporte determinó, por ejemplo, que, para Lima, los principales riesgos identificados son las inundaciones costeras, sequías, olas de calor y los deslizamientos de tierra. Mientras que, para la ciudad de Piura, los principales peligros son las tormentas y el fenómeno El Niño. Tanto las inundaciones como la escasez de agua relacionadas a estos eventos climáticos extremos, señalan, podrán afectar el suministro de agua potable de hospitales y hogares en la capital.

“En todas las regiones hay sus propias problemáticas. Tenemos que comenzar a hacer una evaluación de riesgo en las diferentes regiones y crear las capacidades para que puedan prepararse para enfrentar el cambio climático de acuerdo a su realidad. Definitivamente, lo que Lima va a vivir y lo que está viviendo no es lo mismo que Pucallpa”, dijo Stella Hartinger, directora de Lancet Countdown Sudamérica, a OjoPúblico

La especialista explicó que una de las motivaciones para realizar este reporte estuvo relacionada con la poca información disponible sobre el impacto de la crisis climática en distintas áreas geográficas del Perú. De hecho, el último informe del IPCC —que entregó resultados desagregados por regiones— resaltó la importancia de que cada país realice investigaciones que le permitan obtener evidencia sobre cómo está afectando el cambio climático a su territorio. En relación a Perú, Jaime Miranda, médico investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, destacó que la crisis climática no afectará a toda la población por igual, puesto que muchos grupos desfavorecidos, como los de ingresos económicos más bajos y las poblaciones indígenas, van a sufrir más estos cambios.

Por esa razón, Carol Zavaleta, médica investigadora especialista en temas de cambio climático y salud intercultural, afirmó que, en Perú, las investigaciones deben ser transdisciplinarias, pues se requiere de personas que trabajen en medioambiente, ciencias sociales, ciencias políticas, y que posean conocimiento local. “Nuestra investigación tiene que ser acorde a cómo es nuestro país, y el Perú es un país geográfica y culturalmente diverso. Eso implica que no podemos utilizar el mismo método ni enfoque para todas las comunidades”, explicó a OjoPúblico.

Perú fue el segundo país con la aptitud ambiental más alta para el dengue de toda Sudamérica".

Además de reunir evidencia científica, el reporte de 2021 de The Lancet Countdown tiene el objetivo de hacer un seguimiento al progreso de las estrategias que están haciendo los gobiernos frente a la crisis climática y evaluar si eso está teniendo un impacto sobre la salud. En ese sentido, para la directora de Lancet Countdown Sudamérica, los países no están teniendo una respuesta de adaptación adecuada ni proporcional al aumento de los riesgos. “Lo que estamos viendo es que [las medidas adoptadas por las naciones] no tienen ningún impacto positivo sobre la salud”, indicó Hartinger. 

Por eso, el informe científico ofrece recomendaciones para que el Gobierno empiece a tomar acciones. Principalmente, resaltaron que Perú debe enfocarse en generar cambios estructurales y planes de adaptación que tomen en cuenta a todas las regiones, sus características geográficas, su biodiversidad y la vulnerabilidad de sus poblaciones. “Reiteramos la importancia de priorizar las capacidades regionales, disminuir las desigualdades en salud y trabajar con grupos vulnerables para focalizar acciones”, enfatizaron.

Las conclusiones obtenidas sobre Perú forman parte del informe global de “The Lancet Countdown”, el cual analizó el efecto del cambio climático sobre la salud a nivel mundial. Hartinger explicó que el lanzamiento de los resultados específicos para este y otros países de la región —e incluso de otras regiones, como Australia, Asia y los pequeños estados insulares (SIDS, por sus siglas en inglés)— tiene la intención de darle más visibilidad a los impactos de la crisis climática en estos lugares del planeta. 

La información presentada se generó a partir de estudios de casos y análisis de bases de datos globales, como “Copernicus Marine Environment Monitoring Service”, “Health and Climate Country Survey”, de la OMS; “Demographic data: 2019 Revision of World Population Prospects”, de la ONU, y otros documentos elaborados por los propios países. Toda esa recopilación se monitorio con base en 44 indicadores, agrupados en cinco temáticas centrales: impactos, exposiciones y vulnerabilidad frente al cambio climático; adaptación, planificación y resiliencia para la salud; acciones de mitigación y sus co-beneficios; economía y finanzas, y compromiso político y público.

The Lancet Countdown Global es el resultado de una colaboración internacional conformada por más de 120 investigadores que representan a 38 instituciones académicas, intergubernamentales y agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). “Somos como un termómetro independiente y, como no estamos ligados a nada político, podemos decir lo que encontramos con total objetividad”, afirmó Stella Hartinger.

 

El impacto del aumento de la temperatura

 

El incremento de las temperaturas es una de las principales consecuencias del cambio climático. Actualmente, la temperatura media global está por encima del 1,1 ºC en comparación con los años previos a la Revolución Industrial, y el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtió que el límite debe ser de 1,5 ºC para evitar eventos climáticos extremos.

Estos cambios en el planeta tienen impactos en la salud. El informe de The Lancet Countdown determinó que la mortalidad relacionada con el calor entre las personas mayores de 65 años ha aumentado en todos los países de Sudamérica. En Perú, indicaron, las muertes atribuibles al calor por año aumentaron en un 152 % entre el 2015 y el 2019. No obstante, resaltaron que se necesitan más investigaciones que respalden estos resultados, puesto que no analizaron la probabilidad de una respuesta específica a esta exposición al calor. 

Foto: Andina

CALOR. El aumento de las temperaturas crea ambientes propicios para la propagación de enfermedades infecciosas como el dengue.
Foto: Andina

 

Uno de los ejemplos sobre cómo el aumento de las temperaturas nos afecta se evidencia en los daños causados por el fenómeno de El Niño - Oscilación del Sur (ENSO, por sus siglas en inglés, que incluyen al fenómeno del Niño y la Niña ) en el país. En 2017, este evento perjudicó a, por lo menos, 40.000 personas. Además, estudios preliminares hechos en Lima determinaron que “las altas temperaturas generadas por el fenómeno de El Niño están asociadas con un aumento de la mortalidad entre los adultos mayores”, se lee en el documento. 

Este incremento del calor también afecta a los Andes del sur de Perú. El reporte señaló que esto aumenta el riesgo de efectos negativos en la salud y de cambios en los ecosistemas, la disminución del suministro y acceso al agua, la inseguridad alimentaria y el aumento de condiciones para la transmisión de enfermedades infecciosas.

Asimismo, Marina Romanello, directora del reporte global de The Lancet Countdown, indicó que estos cambios en las temperaturas tienen impactos sobre la productividad laboral. “En Perú, se perdieron 253 millones de horas de trabajo potenciales en 2020, la mayoría de ellas en el sector de la agricultura”, enfatizó. 

Al respecto, la investigadora en salud intercultural y cambio climático, Carol Zavaleta, subrayó que el calentamiento global afecta, principalmente, las horas de trabajo en el campo. Esto cobra mayor relevancia al considerar que el 80 % de los alimentos del país provienen de la agricultura familiar. Sin embargo, las olas de calor afectan cualquier tipo de trabajo a la intemperie, tanto en el campo como en las ciudades.

En este contexto, los investigadores recomiendan adoptar estrategias de adaptación de bajo costo, como la creación de espacios verdes en zonas urbanas, que ayuden a reducir la exposición al calor, y a estimular la productividad de los trabajadores. “Los estudios ya han demostrado que las áreas verdes con árboles y arbustos pueden reducir el estrés por calor hasta en un 10,9 %, y el efecto se extiende a las áreas circundantes”, afirmaron. Esto resulta de suma importancia si se tiene en cuenta que Lima se encuentra entre las seis capitales del mundo con menos cobertura vegetal, según datos del informe. 

 

Más exposición a enfermedades infecciosas 

 

En Perú, el dengue es una de las enfermedades infecciosas que más afecta a la población. Entre 2019 y 2020, se registró una epidemia en Madre de Dios, Loreto, San Martín y otras áreas cercanas al río Amazonas. La falta de recursos e infraestructura para acceder al agua potable en diferentes regiones del país hace que las personas se vean obligadas a almacenar agua en recipientes que, a su vez, se convierten en criaderos de los mosquitos Aedes aegypti, los transmisores de la enfermedad.

El aumento de las temperaturas, los cambios en las lluvias y la humedad también se relacionan con una mayor exposición a enfermedades infecciosas. “El cambio climático no solo mejora la capacidad de los vectores, sino que también funciona como un impulsor del cambio de comportamiento, como la migración humana, que puede facilitar la transmisión del dengue”, indica el informe de The Lancet.

El aumento de las temperaturas y la humedad se relaciona con una mayor exposición a enfermedades infecciosas".

En el ámbito nacional, esto se pudo observar después del fenómeno El Niño Costero de 2017: en Piura hubo un brote de dengue que provocó más de 50.000 casos. De hecho, la presencia de Aedes aegypti en Perú se expandió de 48 provincias y 122 distritos, en 2005, a 89 provincias y 449 distritos, en 2017 (los últimos datos recogidos por el reporte). Mientras que, en 2020, Perú fue el segundo país con la aptitud ambiental más alta para el dengue de toda Sudamérica, según detalló Marina Romanello durante la presentación del documento.

El reporte mencionó, además, que una de las principales medidas para reducir los riesgos de infecciones transmitidas por este mosquito consiste en llevar a cabo estrategias de control de vectores y de gestión territorial —como la planificación urbana—. Estas estrategias suponen asegurar el suministro de agua potable para reducir la proliferación de criaderos de mosquitos, y mejorar la gestión de desechos en las áreas urbanas residenciales. 

 

Contaminación del aire 

 

La contaminación atmosférica —medida en concentraciones medias anuales a la exposición a partículas finas de 2,5 micrones o menos de diámetro (PM2,5)— de Lima es de 31,8 μg / m3, según datos de 2019 del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología recogidos por el informe de Lancet Countdown. En otras palabras, supera los estándares aconsejados por la OMS (10μg / m3) y por la normativa peruana (25μg / m3). Estos altos niveles, explican los autores del reporte de The Lancet Countdown, están asociados al transporte que funciona con combustibles fósiles y la convivencia de grandes poblaciones vulnerables que viven en casas hacinadas y mal ventiladas, sin acceso a servicios básicos como agua potable. 

En las comunidades rurales también existen altos riesgos de contaminación del aire debido, principalmente, al uso de madera y estiércol para cocinar y calentarse. El reporte de este año informó que la quema de estiércol causa niveles de PM2,5 de 1205 μg / m3, es decir 48 veces más que los estándares recomendados por la OMS en interiores (25 μg / m3). Por su parte, el informe de Lancet Countdown Global del año pasado estimó que, en 2018, el 60 % de los 6,7 millones de peruanos que vivían en hogares rurales dependían de los combustibles de biomasa (como madera y estiércol). 

Ese mismo año, según cálculos del documento “ocurrieron 6.600 muertes prematuras debido a la contaminación atmosférica ambiental excesiva por PM2,5 en Perú; de los cuales 1.544 fueron atribuibles al transporte terrestre”. Durante el lanzamiento del reporte a nivel nacional, Romanello remarcó que Perú fue el segundo país de Sudamérica con mayor tasa de mortalidad debido a la contaminación del aire (145 muertes por millón), en 2019. “[Esta contaminación] estuvo atribuida, en gran parte, al sector del transporte y de la industria”, alertó.

Por esta razón, los investigadores recomiendan invertir en una transición hacia un sistema de transporte público ecológico y hacia una matriz energética limpia, que sirva para cocinar y calentar los hogares. Hasta el momento, las energías renovables representan menos del 6 % del total de la matriz energética en el país.

Foto: Andina

 PERJUDICIAL. La contaminación atmosférica en todos los distritos de Lima supera los estándares aconsejados por la OMS.
Foto: Andina

 

Retroceso de glaciares

 

Los Andes peruanos abarcan aproximadamente el 71 % de los glaciares tropicales del mundo. Sin embargo, entre el 20 % y el 30 % de los glaciares tropicales peruanos se están perdiendo.  Esto pone en riesgo la disponibilidad a futuro del agua producto del deshielo regular de los glaciares, que es esencial para las comunidades y para las plantas hidroeléctricas. 

Los hallazgos sobre Perú de The Lancet Countdown determinaron que la pérdida del 60 % del Pastoruri se verá reflejada en una reducción de la quinta parte del suministro de agua  para el 2050. Además, indicaron que los lagos glaciares —que se forman producto de su derretimiento— pueden ocasionar inundaciones riesgosas, tanto para las comunidades como para la infraestructura.

En Perú, la pérdida de glaciares pone en riesgo la disponibilidad de agua a futuro".

Los especialistas explicaron que, aunque no hay evidencia suficiente en relación a los impactos del retroceso de glaciares sobre la salud, estudios elaborados en otros países demostraron que la formación de lagos glaciares puede crear hábitats para vectores —como los que transmiten el dengue y el zika—, y provocar cambios en la cantidad y calidad de agua, asociados a más casos de diarreas.

Por eso, la principal recomendación consiste en realizar estudios sobre la dinámica climática en las zonas con glaciares tropicales. “Los resultados de estos estudios deberían ayudar a predecir la geomorfología futura, la ubicación, y las características de posibles lagos glaciares en el futuro”, señalaron.

 

Urgentes planes de adaptación 

 

El informe concluye que los planes de adaptación a todos esos cambios en el planeta son necesarios y deben ser integrales. Es decir, para garantizar el acceso a sistemas de salud con capacidad de respuesta, no se debe contemplar únicamente el factor ambiental. Sin embargo, el Perú está en desventaja, señalaron los autores. Eso debido a que tiene un bajo gasto público en salud, recursos humanos insuficientes y una enorme brecha regional entre las áreas urbanas y rurales.

Jaime Miranda, director del Centro de Excelencia en Enfermedades Crónicas, coincidió en que el sistema de salud peruano no es accesible para todos. Además, enfatizó en que en el país se ha visto a la salud como un espacio reactivo, y cada vez estamos más expuestos a enfermedades crónicas. “En Perú tenemos una deuda histórica con respecto a la salud. La pandemia ha exacerbado estas dificultades y, sobre eso, se van a instalar nuevos riesgos del cambio climático”, precisó.

Según la información recopilada por el Ministerio de Salud y estadísticas nacionales, Perú cuenta con 1,3 médicos por cada 1.000 habitantes y 1,6 camas hospitalarias por cada 1.000 habitantes. “Estos datos corresponden a un promedio nacional y se esperan cifras mucho más bajas en las áreas rurales”, resaltó el informe. En comparación con Argentina, por ejemplo, tenemos menos de un tercio de recursos. Además, halló que el 5,6 % del gasto total en adaptación en el país está destinado a atención médica. En otras palabras, solo se gasta USD 1,85 per cápita en adaptación sanitaria. 

Por eso, durante el lanzamiento del informe a nivel nacional, Carlos Garzón, representante de la Organización Panamericana de la Salud en Perú, destacó la conclusión del documento respecto a que se debe priorizar el sector sanitario, para que este asigne recursos financieros a los planes de adaptación de la salud. “Los efectos, tanto de la pandemia por la Covid-19 como del cambio climático, son exacerbados por las vulnerabilidades de los sistemas de salud. Para combatir estos desafíos presentes y futuros, el sector debe anticipar, prevenir, prepararse, responder y ser capaz de recuperarse rápidamente”, remarcó.

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