Informe de la ONU confirma deficiencias de Repsol frente a derrame de petróleo

En su reciente reporte, los especialistas de la Organización de Naciones Unidas sostienen que la Refinería La Pampilla debe modificar la manera en que limpia el área afectada por el derrame de crudo del 15 de enero. Cuestionaron que la compañía de hidrocarburos utilizó paños absorbentes porque este método genera contaminación residual. "La remoción de arena y guijarros debía realizarse de forma limitada en la fase final de limpieza porque “la extracción de cantidades tan grandes de sedimentos puede provocar erosión de las playas”, señala el informe.

REPORTE. Expertos de la ONU advirtieron sobre retrasos en la contención del derrame de crudo de Repsol. También recomendaron usar nuevas técnicas para limpieza de las playas.

REPORTE. Expertos de la ONU advirtieron sobre retrasos en la contención del derrame de crudo de Repsol. También recomendaron usar nuevas técnicas para limpieza de las playas.

Foto: OjoPúblico / Marco Garro.

Actualización: 23 de febrero del 2022 a las 17:40. 

La misión de especialistas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a casi un mes de su visita al Perú, difundió los resultados del informe que prepararon sobre el derrame de más de 10.000 barriles de petróleo en la costa peruana. El documento, también enviado el 18 de febrero al ministro del Ambiente, recoge hallazgos y recomendaciones frente al desastre ambiental de la Refinería La Pampilla, empresa del sector hidrocarburos parte de Repsol Perú. 

Entre los principales hallazgos, además de reconocer la “demora inicial” en la contención del desastre, el reporte advierte que en algunas playas —pese a la disminución de la contaminación— han continuado con las mismas técnicas de recojo de petróleo empleadas en la primera etapa del derrame. Sobre este punto, los especialistas agregaron que la remoción de arena y guijarros debía realizarse de forma limitada en la fase final de limpieza porque “la extracción de cantidades tan grandes de sedimentos puede provocar erosión de las playas”. Cuando la ONU redactó este informe había más de 20.000 toneladas de sedimentos almacenados en la refinería. 

En el reporte también se indica que la recolección de crudo en los espigones utilizando paños de limpieza de tejido absorbente “no parecía ser muy efectiva” y que esta técnica generaba “gran cantidad de contaminación residual en la forma de productos textiles y equipos de protección impregnados de hidrocarburos”. En estos casos, sugiere el informe, se debería considerar como alternativa la limpieza natural realizada por el oleaje. En dos visitas de campo, OjoPúblico confirmó con personal de empresas contratadas por Repsol, que las personas a cargo de la limpieza no habían recibido ninguna capacitación para desempeñar estas labores. 

Al ser consultado sobre este método de recojo de hidrocarburos derramados, Raúl Loayza Muro, biólogo e investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, dijo que si bien no todos los medios de limpieza son 100% eficientes habían “unos mejores que otros” como los que succionan el petróleo y los separan en sus fases oleosas y acuosas. 

Loayza Muro, también especialista en ecotoxicología y contaminación ambiental, sostuvo que los paños (también llamados mopas) pueden realizar un trabajo para “capturar restos de hidrocarburos”, pero se requiere de un principio técnico y análisis previo para determinar “los límites de este método y hasta dónde se puede limpiar”. 

Repsol señaló a OjoPúblico que, como parte del proceso de limpieza, habían aplicado "la metodología SCAT, una técnica internacional de evaluación del litoral que busca determinar las mejores prácticas de limpieza para cada lugar en función de las características del terreno". La compañía también indicó que, luego de evaluar sugerencias recibidas de organismos internacionales y para reducir la generación de residuos sólidos, disminuyó "el uso de paños absorbentes en algunas zonas rocosas" para usar en su lugar limpieza con agua a presión.

El documento tuvo su origen en el trabajo de campo que realizó en el Perú la delegación de expertos de la ONU, entre fines de enero e inicios de febrero último, con el objetivo de evaluar el impacto socioambiental del desastre ecológico, considerado por las autoridades peruanas como “el peor” del país en su historia reciente. Las conclusiones se encuentran agrupadas en tres áreas: evaluación de impacto ambiental, humanitario y coordinación de la respuesta. 

Reporte ONU sobre el derrame de petróleo de Repsol by OjoPúblico Periodismo de Investigación on Scribd

 

Trabajo incompleto
 

De acuerdo al documento de los especialistas de la ONU, el gobierno peruano tuvo una dificultad inicial para determinar el mejor mecanismo para las coordinaciones en las respuestas sobre esta “emergencia ambiental de gran magnitud”. En la publicación se plantea que el Estado diseñe en los próximos seis meses un plan de contingencia nacional para enfrentar eventuales desastres de este tipo. 

Esta normativa, de acuerdo a la propuesta del reporte, deberá priorizar procesos para una “coordinación intersectorial” con el fin de tener una pronta respuesta previo a un desastre ambiental de gran magnitud. Además, según la propuesta de la ONU, deberá indicar a la autoridad encargada de dar respuesta y describir acciones de las demás entidades involucradas.

En el reporte se identificaron, además, 34 instituciones públicas responsables de implementar estrategias de respuesta para enfrentar los impactos y riesgos producidos por la emergencia ambiental.

La exministra del Ambiente, Lucía Ruiz Astoic, señaló que el documento de la ONU sistematiza la información y hechos que han aparecido desde el primer día del derrame. Sin embargo, Ruiz Astoic plantea que las sugerencias de los expertos se traduzcan en “acciones concretas cuyo liderazgo debería estar a cargo del Ministerio del Ambiente como ente articulador”. Asimismo, la extitular del Minam considera que la responsabilidad de las coordinaciones del derrame no debe recaer en la Presidencia del Consejo de Ministros sino en el mismo sector ambiental. 

En el informe de los especialistas también se destaca que la población afectada no ha “recibido una información oportuna, precisa y pertinente sobre el impacto del derrame”, ni tampoco medidas o planes de asistencia humanitaria y de recuperación socioeconómica por el desastre ambiental.  “Hasta el 10 de febrero, se observó que el manejo de la información está disperso en lo que se refiere a las acciones que involucran a la población afectada, sin que se pueda identificar al responsable de la conducción de esta”, se indica en el documento. 

Como sugerencia a este punto social, los expertos de la ONU proponen que se realice una evaluación de los daños tomando en cuenta metodologías y criterios adoptados internacionalmente, como los Fondos Internacionales de indemnización por Contaminación de Hidrocarburos (Oil Pollution Compensation Funds-IOPS Funds). Este mecanismo, se añade en el documento, incluye una serie de manuales para realizar la compensación de los daños sufridos. 

El reporte de 49 páginas estuvo a cargo de la Unidad Conjunta de Emergencias Ambientales de la ONU, equipo integrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). También tuvo el apoyo del Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea, el gobierno de Noruega y el Mecanismo de las Naciones Unidas de Evaluación y Coordinación en Casos de Desastres (Undac). 

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