A pesar de las alertas del Consejo Fiscal, el gobierno ha continuado debilitando la recaudación fiscal. Retrocedió, por ejemplo, con la reducción del drawback —mecanismo que beneficia a un grupo de compañías exportadoras—. Un análisis de OjoPúblico establece el impacto económico de este instrumento: entre 2015 y 2024, el Estado peruano devolvió a exportadoras de productos no tradicionales —como frutos y ropa— más de S/8.800 millones.
La investigación identifica que, entre las 20 empresas más beneficiadas, se encuentran compañías agroindustriales, como Machu Picchu Foods, Danper Trujillo, Virú, Camposol, Sociedad Agrícola Drokasa, Complejo Agroindustrial Beta y Natucultura; y en la industria textil, aparecen Textiles Camones, Topy Top, Textil del Valle e Industrias Netalcco; y otras de manufacturas de plástico y metales, Tecnofil y Opp Film.
El sector agroexportador concentra la mitad de todo el dinero que el Perú devuelve por drawback cada año. Pero no es el único beneficio que tiene. Actualmente, busca seguir pagando solo el 15% de impuesto a la renta, en lugar del 29,5%.
Varias de estas empresas, además, se beneficiarían si se aprueba la nueva Ley Agraria que impulsa el Congreso (propuesta que también ha sido cuestionada por el Consejo Fiscal).
Algunas de estas empresas se encuentran entre las que más facturaron en la agroindustria el año pasado. Camposol figura en primer lugar con S/1.650 millones, según la información recogida por Peru Top Publications. Le siguen Danper Trujillo (S/1.130 millones) y Virú (S/1.120 millones).
La Sunat proyecta que, solo este año, el Estado peruano gastará S/1.137 millones en drawback. Esos montos no pagan impuesto a la renta y, por lo tanto, regresan en líquido a las cuentas de las grandes empresas.

PRIVILEGIOS. Los propios informes técnicos del MEF alertan que el drawback, como está, solo beneficia a un grupo reducido de empresas.
Infografía: OjoPúblico / Eduardo Yaguas
Con el dinero devuelto solo en los últimos cinco años (alrededor de S/5.600 millones) se podría incrementar 28 veces el presupuesto para comprar medicamentos para el tratamiento oncológico de 120.000 pacientes, o aumentar seis veces los recursos necesarios para abastecer con agua potable a 3,3 millones de personas.
Gremios empresariales, como la Asociación de Exportadores (ADEX) y la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (Agap), que protestaron cuando el exministro de Economía José Arista Arbildo impulsó la reducción gradual del drawback a su mínima expresión, hoy exigen al Congreso la aprobación de la nueva Ley Agraria.
¿Cómo funciona este sistema?
Cuando una empresa se dedica a la producción y exportación de bienes —especialmente a los no tradicionales, como las agroexportadoras o la compañías pesqueras—, puede acceder al drawback. Se le llama así porque implica "devolver hacia atrás" los aranceles que son pagados al inicio, ya que esos costos no deben gravarse en la exportación final.
Por ejemplo, las manzanas de exportación llevan stickers con información sobre su origen. Si estas etiquetas fueron importadas, el empresario puede solicitar ante la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) la devolución del arancel que pagó al adquirirlas.
Pero, como el Perú aplica una versión simplificada del mecanismo desde hace 30 años, la devolución no se calcula por el arancel pagado por las etiquetas, sino a partir del 3% del valor FOB exportado del producto completo. En otras palabras, si el empresario hace envíos de manzanas con esos adhesivos por USD 16.667, lo que le devolverá el Estado será USD 500, que es el monto mínimo que se puede solicitar.
El análisis de nuestro equipo —basado en información obtenida a través de la Ley de Transparencia— establece que, al cierre de 2024, 1.615 contribuyentes se beneficiaron del drawback, de los cuales 1.607 eran empresas y ocho, personas naturales. Del grupo de compañías, solo 20 obtuvieron el 19% del total del dinero devuelto. Es decir, S/188 millones.
En la última década, el número de beneficiarios no ha tenido grandes cambios: en 2015 eran 1.588, mientras que en 2024 fueron 1.615. Sin embargo, el número de personas naturales que acceden al drawback se ha ido reduciendo: pasó de 27, con un monto devuelto de S/1,2 millones, a ocho beneficiarios, con S/391.000, en el mismo periodo. En el caso de las empresas, pasaron de 1.561, en 2015, a 1.607, el año pasado. En ese lapso, los montos se incrementaron de S/752 millones a S/996 millones.
Para el abogado tributarista Rafael Inurritegui Carrasco, el escenario comercial en el que se implementó este mecanismo, 30 años atrás, era muy diferente al actual. Por eso, considera que se debería ajustar a los retos actuales. “Era un beneficio para promocionar la exportación y una política de apertura económica. Hoy estamos en un problema de tasas arancelarias. Se debe focalizar el beneficio, y evaluar periódicamente cómo va”, dijo.
Un subsidio encubierto
A finales de 2024, el MEF —todavía a cargo de José Arista Arbildo— impulsó una reducción progresiva del drawback de 3% a 0,5% para diciembre de este año, a través del Decreto Supremo 189-2024. Sin embargo, la presión de los gremios empresariales y el cambio de ministro de Economía terminaron por enterrar la medida: José Salardi Rodríguez, titular del sector hasta el 13 de mayo, derogó la disposición, en febrero.
Desde su arribo a la cartera —el 31 de enero— hasta la derogación de la norma, Salardi Rodríguez se reunió en 18 oportunidades con representantes de gremios que pedían mantener la tasa sin modificación: Sociedad Nacional de Industrias (6), Asociación de Exportadores (6), Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (3) y la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (3).
Las visitas fueron reconocidas de manera pública por el exministro. De hecho, durante una conferencia, Salardi Rodríguez dijo que “compartía plenamente” las preocupaciones del sector.
Tras este retroceso, el drawback de 3% del valor FOB exportado se continuará devolviendo de manera indefinida. Eso ocurre aunque, según expertos, la medida no está bien formulada porque beneficia en mayor medida a grandes empresas y tiene un cálculo basado en el valor total exportado, en lugar de en el arancel que pagaron las compañías por los insumos que importaron para elaborar esos productos.
Tras 30 años de vigencia, el mecanismo del drawback debería ser ajustado de acuerdo a los retos actuales, sostiene especialista en derecho tributario".
El exministro Arista Arbildo reconoció a OjoPúblico que, por cuestiones arbitrarias, la medida beneficia a empresas como las que exportan arándanos y no a las de café, porque el segundo está categorizado como producto tradicional. “En verdad, es un subsidio a la exportación. [Por ejemplo], hay empresas que, en arancel, pagan S/200.000 y ¿cuánto le devuelve el Estado? S/20 millones. El Estado está para subsidiar a la gente más pobre, no a grandes empresas”, remarcó.
Otro problema del beneficio es que la mayoría de los insumos importados por la industria están exonerados de aranceles. El mismo gerente general de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Antonio Castillo Garay, lo confirmó en una entrevista, en setiembre de 2024: “En el Perú, todos los insumos que sirven para el sector industrial, incluso agroexportador, están con arancel cero. O sea, no tienen qué arancel, qué devolverse [SIC]”.
Aún así, argumentó que el beneficio debía mantenerse porque “compensa” otros gastos laborales y logísticos que las exportadoras peruanas afrontan por la falta de infraestructura, a diferencia de sus competidores del mercado externo. El exministro Salardi Rodríguez, en tanto, sustentó la prolongación del drawback por el “clima de incertidumbre en el panorama económico internacional”.

Audiencia. Desde que José Salardi encabezó el MEF tuvo diversos encuentros con gremios empresariales, entre ellos, los del sector agroindustrial.
Foto: MEF
En la línea opuesta, Arista Arbildo considera que, ante las amenazas de alza arancelaria por parte de Estados Unidos, se requiere modificar la norma y devolver, en efecto, lo que las empresas pagaron por arancel, en lugar de un monto calculado sobre las exportaciones. “Tienen que ser normas mucho más transparentes”, dijo a OjoPúblico.
El tema también ha sido motivo de preocupación del Consejo Fiscal —comisión autónoma y técnica que analiza las políticas fiscales—. Así lo hizo saber en una carta enviada al MEF, en marzo, para que “reconsidere” la decisión de mantener la tasa de restitución de derechos arancelarios.
“Sugerimos que el Poder Ejecutivo persista en la eliminación progresiva de beneficios tributarios para el sector agrario, no cediendo a presiones de parte por revertirlo o incluso ampliarlos”, señala en el escrito.
Las advertencias sobre esas inequidades datan de hace varios años. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad del Pacífico, en 2018, concluyó que el drawback no ha tenido un efecto importante en el desempeño exportador de las empresas, que los recursos que reciben a través de este mecanismo "superan largamente" lo pagado en aranceles y que los insumos utilizados para solicitar el beneficio “no son cruciales en el proceso productivo”.
Entre los productos más importados para sustentar las solicitudes de drawback, entre 2009 y 2013, había envases de cartón y papel, y etiquetas. “Al forzar la incorporación de algún insumo importado para calificar al beneficio, el drawback introduce distorsiones en las decisiones de utilización de insumo de los exportadores", explicaron los investigadores.
El Consejo Fiscal le solicitó al MEF, a través de una carta, reconsiderar su decisión de mantener la tasa de restitución de derechos arancelarios".
Las más beneficiadas
Por reserva tributaria no se puede conocer cuánto dinero recibe por drawback cada empresa. Sin embargo, OjoPúblico accedió a información sobre cuáles fueron las compañías que más se beneficiaron de este mecanismo.
El año pasado, Machu Picchu Foods ocupó el primer lugar de la lista. Esta empresa peruana se dedica a la manufactura de derivados del cacao, chocolate, confitería y afines, desde hace más de 30 años.
En 2024, fue la segunda mayor agroexportadora: sus envíos alcanzaron los USD 366,5 millones, según datos de aduanas analizados por OjoPúblico. En el primer trimestre de ese año, según el portal Agraria, lideró las agroexportaciones peruanas, con USD 125 millones en ventas. Este desempeño se explica por el alto precio del cacao en el mercado internacional.
Hace dos años, se conoció que es la encargada de fabricar los chocolates del influencer global conocido como Mr. Beast. No obstante, para el 2026, sus envíos de cacao a la Unión Europea están en riesgo debido a que, en diciembre, entra en vigencia una norma que impide el ingreso de productos que no puedan garantizar ser libres de deforestación.
Un estudio de la organización Global Canopy reveló que Machu Picchu Foods solo cumple 10% de los requisitos solicitados por este bloque económico, como informó este medio días atrás.

Oferta. Machu Picchu Foods es la empresa que más se beneficio del drawback en 2024.
Foto: Facebook Machu Picchu Foods
En la lista de más beneficiadas por el drawback sigue Danper Trujillo, que, desde el año pasado, controla el 100% de las acciones que, antes, compartía con capitales daneses. Se especializa en la producción de hortalizas, frutas y granos, que vende en presentaciones frescas y envasadas. En 2024, sus envíos alcanzaron los USD 273 millones.
El tercer lugar lo ocupa Virú, agroexportadora ubicada en La Libertad. Esta compañía produce diversos alimentos —destacan las paltas, espárragos y arándanos—, en presentaciones frescas y congeladas. En marzo, fue premiada por Adex como la agroexportadora del 2024, por su aporte al crecimiento del sector: alcanzó los USD 275 millones en envíos.
Camposol sigue en la nómina de más beneficiadas. Se dedica al cultivo de arándanos, paltas, mandarinas, uvas y mangos. En febrero, logró un nuevo hito: enviar contenedores de arándanos a la India, según reportó su CEO, Ricardo Naranjo. Al cierre de 2024, sus ventas al extranjero ascendieron a USD 477 millones.

En el top. Camposol, la empresa que destaca por sus envíos de arándanos al extranjero, se ubicó en el cuarto lugar como la empresa que más drawback recibió el año pasado.
Foto: Mincetur
Empresas del sector siderometalúrgico también figuran entre las que más drawback obtuvieron. Ese es el caso de Tecnofil, una empresa peruana —fundada en 1975—, que fabrica alambres, barras, flejes y perfiles de metales de cobre que envía a más de 30 países. El año pasado registró ventas superiores a los USD 556 millones.
Una de las directoras de esta empresa —según su perfil de Linkedin— es Leonie Roca Voto Bernales, quien, a su vez, es parte del Consejo Directivo de Confiep, gremio que suscribió el comunicado solicitando que se mantenga la tasa de drawback en 3%.
Sociedad Agrícola Drokasa, otras de las más beneficiadas, se dedica al cultivo de paltas, uvas y arándanos. Aunque los espárragos también formaban parte de su línea de negocio, en enero pasado hicieron su último envío. En 2024, la empresa —vendida al grupo guatemalteco Hame— registró exportaciones por encima de los USD 163 millones.
Esta compañía está vinculada a José Chlimper Ackerman —fue su fundador y CEO—, exministro de Agricultura de Alberto Fujimori, que, en el año 2000, impulsó la Ley Agraria. Esa norma estableció un régimen especial para el sector agrario: beneficios tributarios y laborales para las empresas agroexportadoras.
Las empresas que más se benefician con el drawback han incrementado sustancialmente sus ventas desde 2019: Machu Picchu Foods subió en 265%".
La lista de más beneficiadas también está integrada por empresas del rubro textil, como Textiles Camones, cuyas ventas al exterior alcanzaron los USD 80 millones, el año pasado. Esta empresa peruana fue fundada en 1995 por los hermanos Camones Guillermo y se dedica a la fabricación de telas y prendas de tejido de punto. Entre sus clientes tiene a grandes marcas globales, como Zara, Armani, Guess y Target, entre otras.
A estas se suma Complejo Agroindustrial Beta. La firma cultiva, empaca y exporta productos frescos, como espárragos, paltas, tangelos y mandarinas. El año pasado, sus envíos superaron los USD 256 millones. Es el principal productor de arándanos en el valle de Ica, según Redagrícola y, para 2026, espera bordear las 700 hectáreas de cultivo de este fruto.
Otra beneficiada del drawback es Romex, la dueña de la popular marca Cafetal. Además de producir café, se dedica al cultivo de cacao, que vende bajo la marca Innato desde 2016. A fines del año pasado, alcanzó un nuevo hito: exportar café a China.
Ahora busca una certificación para sumar el cacao a esos envíos. En 2024, tuvieron exportaciones por USD 173 millones. Su gerente general es José San Martín Tudela, vicepresidente del Comité de Café y Cacao de ADEX, gremio que se opuso a la reducción de la tasa de restitución arancelaria.
Natucultura, la décima en la lista, se dedica a la producción de semillas de hortalizas para la exportación en el valle de Ica. El año pasado, hizo envíos al extranjero por más de USD 65 millones.