
En Perú existen ocho reservas para pueblos indígenas en aislamiento (PIA), los grupos humanos más vulnerables del planeta y que habitan en áreas remotas de la Amazonía. La creación de estos espacios puede tomar más de dos décadas y se sustenta en estudios amplios y rigurosos. Sin embargo, el pasado 26 de noviembre, el magistrado del Tribunal Constitucional (TC) Gustavo Gutiérrez Ticse cuestionó la existencia de los indígenas en aislamiento.
A través de pedidos de información pública, OjoPúblico accedió a informes del Ministerio de Cultura (Mincul) que señalan que en los años 2022 y 2023 se registraron 269 evidencias de la existencia de estos pueblos. Los hallazgos corresponden a las regiones de Loreto, Ucayali, Madre de Dios y Cusco. Loreto encabeza el registro con 204 evidencias.
Los mismos documentos también muestran el asedio de actividades ilegales alrededor e, incluso, dentro de las reservas indígenas. Se reporta, por ejemplo, la extracción de madera y la existencia de pistas de aterrizaje clandestinas usadas por el narcotráfico.
Lo dicho por el tribuno Gustavo Gutiérrez Ticse, en noviembre, que puso en duda la existencia de los indígenas aislados, ha sido calificado de “adelanto de opinión” por la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) y el Instituto de Defensa Legal (IDL).
Esto en razón de que aún está pendiente que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre las concesiones forestales otorgadas por el Gobierno Regional de Loreto (Gorel) dentro de la Reserva Indígena Yavarí Tapiche y la Solicitud de Reserva Indígena Yavarí Mirim. En la primera se otorgaron cuatro concesiones y en la segunda 43.
Los informes del Mincul muestran el asedio de actividades ilegales alrededor e, incluso, dentro de las reservas indígenas".
De acuerdo a la Ley Forestal, en vigencia desde el 2015, sobre las reservas indígenas, o las que están en proceso de serlo, no se pueden otorgar títulos habilitantes. Aunque las concesiones sobre la Reserva Yavarí Tapiche, otorgadas después de ese año, fueron declaradas “resueltas”, según una carta de agosto último enviada por el Gorel a Aidesep, el peligro de que se otorguen nuevas concesiones sobre la reserva aún persiste.
El 2018, la Organización Regional de Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio), base regional de Aidesep, con el acompañamiento del Instituto de Defensa Legal (IDL), presentó una demanda contra el Gorel. Sin embargo, esta fue rechazada por el Poder Judicial de Loreto, y más tarde el caso llegó hasta el Tribunal Constitucional.
El 2021, el Ministerio de Cultura hizo lo propio presentando una demanda de amparo para anular las concesiones otorgadas en el Yavarí Tapiche y en la Solicitud de Reserva Indígena Yavarí Mirim.
Maritza Quispe Mamani, abogada del IDL, sostiene que el TC debe pronunciarse en razón de que “el Gorel no vuelva a entregar concesiones forestales sobre reservas para indígenas aislados, yendo en contra de la Ley Forestal y de tratados internacionales de derechos humanos y de pueblos indígenas en aislamiento.”
En su disertación, en un evento de la Defensoría del Pueblo, realizado en Pucallpa, en noviembre, Gustavo Gutierrez Ticse afirmó que, en Loreto, visitó algunas localidades del río Napo, como Santa Clotilde, y le dijeron que nunca habían visto indígenas aislados.

TRIBUNO. Con su declaración, Gustavo Gutiérrez Ticse adelantó opinión cuando existen procesos en curso en el TC sobre reservas para indígenas aislados.
Foto: Tribunal Constitucional
OjoPúblico intentó comunicarse con el magistrado Gutiérrez Ticse, a través del área de prensa del TC y de forma directa, pero no obtuvo respuesta al cierre de este informe. Según una nota del propio tribunal, el juez estuvo cuatro días en Loreto a mediados de noviembre, en las fechas que dijo haber visitado la zona del Napo.
Fritz Villasante Sullca, antropólogo e investigador de los pueblos indígenas en aislamiento, sostuvo que las declaraciones del tribuno ocurrieron a poco de haberse iniciado el Estudio Adicional de Categorización (EAC) de la Solicitud de Reserva Indígena Napo, Tigre y Afluentes (SRINT), ubicada en las provincias de Loreto y Maynas, en la frontera con el Ecuador. De acuerdo a los primeros estudios, en la zona habitan los pueblos aislados aewa, taushiro, tagaeri, taromenane y záparo.
Según el Ministerio de Cultura, la primera salida de campo para el estudio adicional será en febrero de 2025.
Al respecto, Fritz Villasante Sullca sostiene que el estudio de reconocimiento, previo al EAC, de esta futura reserva sí cuenta, precisamente, “con testimonios de los propios habitantes de Santa Clotilde, quienes aseguran haber experimentado situaciones directas y hallado evidencia de indígenas aislados en el ámbito de la Solicitud de Reserva indígena Napo, Tigre y Afluentes”.
Por su parte, Rocío Trujillo Solís, abogada de Aidesep, rechazó las declaraciones del tribuno Gustavo Gutiérrez Ticse. “No es función del Tribunal Constitucional ir a verificar si existen o no existen indígenas aislados”, precisó a OjoPúblico, y alertó que temen que sus dichos puedan afectar el resultado sobre las dos demandas en curso en el TC.
Para la abogada Trujillo Solís, las declaraciones del miembro del TC forman parte de una acción coordinada contra los derechos de los pueblos indígenas. Explicó que esto se vio primero con la organización de la denominada cumbre indígena por parte del defensor del pueblo Josué Gutiérrez Cóndor, en la que no participaron las organizaciones indígenas reconocidas. Luego, dijo, ocurre la declaración, en el mismo evento, del magistrado Gutiérrez Ticse.
Las evidencias
De acuerdo a los informes de la Dirección de Pueblos Indígenas en Aislamiento y en Contacto Inicial (DACI) del Ministerio de Cultura (Mincul), entre las amenazas a los pueblos indígenas en aislamiento están la minería ilegal, las actividades vinculadas al narcotráfico, la extracción de madera, la actividad hidrocarburífera, la infraestructura vial, la actividad turística y las misiones religiosas.
En el año 2022, la DACI sistematizó 180 registros de evidencias de pueblos indígenas aislados, de la Reserva Territorial Madre de Dios, en la región del mismo nombre; y las Reservas Indígenas Mashco Piro y Yavarí Tapiche, en las regiones Ucayali y Loreto, respectivamente. Asimismo, en el área referencial de la Solicitud de Reserva Indígena Napo, Tigre y Afluentes, en Loreto.
De los 180 registros, 161 figuran en los estudios previos que son necesarios para el reconocimiento de las reservas —y que contienen evidencias desde 1920 al 2021—, y 19 corresponden a evidencias registradas por la DACI solo en 2022.
Durante el 2023, la misma dirección sistematizó 89 registros más que evidencian la existencia de indígenas aislados. Además de las reservas antes citadas, figuran la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti y otros, en las regiones Cusco y Ucayali; la Reserva Indígena Murunahua, en Ucayali; la Reserva Indígena Kakataibo Norte y Sur, que abarca Loreto, Ucayali y Huánuco; y en la recientemente creada Reserva Sierra del Divisor Occidental (también llamada Kapanawa), entre Loreto y Ucayali.
De los 89 registros, 50 aparecen en un estudio adicional de categorización —con evidencias desde 1960 al 2023— y 39 corresponden solo a 2023. En el global histórico, hasta el 2023, la DACI ha sistematizado 1.608 registros de evidencia de pueblos indígenas en aislamiento (PIA).
Como pruebas de la existencia de indígenas aislados se reportan los hallazgos de las huellas de sus pisadas, ramas dobladas y testimonios. Según estos últimos, los indígenas aislados imitan los sonidos de las aves de la selva. También están los testimonios de encuentros con aislados, o la visualización de ellos pescando. De igual modo, por ejemplo, el hallazgo de caña o restos de frutos masticados.
EVIDENCIA. Madre de Dios registra con más frecuencia el avistamiento de indígenas en situación de aislamiento. Actualmente, existen ocho reservas indígenas.
Foto: FZS Perú
En los informes de la DACI se aprecian imágenes de los denominados "masputes", que son cabañas o tambos temporales que los mashco piro construyen, con hojas de palmera, cuando se desplazan en las playas o, algunas veces, en claros de los bosques.
En junio de 2023, en la locación hidrocarburífera San Martín 1 del Lote 88, en la provincia de La Convención, en Cusco, y en la que la empresa Pluspetrol es el socio principal, se reportó el avistamiento de hombres de cabellera larga, presuntamente indígenas aislados. Este lote se superpone parcialmente a la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti y otros, creada en 1990.
Según el especialista Romel Ponciano Sebastián, en su informe para la DACI, no se descarta que las personas avistadas fueran habitantes de la comunidad matsigenka de Segakiato, debido a que esta se encuentra a una hora de la estación San Martín 1.
Las actividades petroleras y gasíferas figuran en la lista de amenazas a los pueblos indígenas en aislamiento. Desde principios del año 2023, la empresa estatal Perupetro viene promocionando entre inversionistas del sector áreas con potencial de hidrocarburos, y dos de estas —UC-XP-020 y MD-XP-002— se superponen parcialmente a las reservas Murunahua y Madre de Dios, respectivamente.
El 20 de noviembre, en la Cumbre de la Energía 2024, de Uruguay, una delegación encabezada por José Mantilla Castillo, presidente de Perupetro, promocionó estos lotes ante inversores internacionales.
'No es función del TC verificar si existen o no indígenas aislados', precisa Rocío Trujillo sobre lo dicho por el tribuno Gutiérrez Ticse".
Actividad maderera y narcotráfico
Las evidencias registradas por la Dirección de Pueblos Indígenas en Aislamiento y en Contacto Inicial (DACI) dan cuenta también de las actividades ilegales —tala ilegal y narcotráfico principalmente— que se realizan dentro de las reservas indígenas para aislados. En noviembre, OjoPúblico expuso un aumento de la pérdida de bosques y de cultivos de coca para el narcotráfico en distritos que habitan y transitan los PIA.
En la Reserva Indígena Murunahua, en Ucayali, se reportó en julio de 2023 la presencia de foráneos que ingresan a esta área para extraer madera de las especies caoba y cedro. Testimonios señalan que se escucha el sonido de motosierras y se comprobó la existencia de dos campamentos, presuntamente, vinculados a la extracción de madera.
En el río Inuya, en la zona de influencia de la Reserva Murunahua, se evidenció, además, el tránsito de aproximadamente 80 tocones o trozas de madera, con dirección hacia la cuenca del río Urubamba, los cuales no contaban con registro de identificación, ni información de su procedencia. El río Inuya se conecta con el río Mapuya que ingresa a la reserva. Dentro de estas se encuentran asentamientos de Pueblos Indígenas en Contacto Inicial (Pici).
De acuerdo al informe Estado de las Reservas Indígenas en Ucayali, publicado el 2023, en el límite de la Reserva Indígena Murunahua con la comunidad indígena Luz de Arara, se ubicaron dos pistas de aterrizaje clandestinas. Según el mismo documento, las reservas indígenas en Ucayali, donde se cuentan la Mashco Piro y la Isconahua, son amenazadas “por invasiones, tala y caza ilegal, narcotráfico, ingresos no autorizados y la ausencia de apoyo de parte de las autoridades locales, regionales y nacionales”.
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ECONOMÍAS ILEGALES. En la región Ucayali se concentra un alto número de pistas de aterrizaje clandestinas. De la Reserva Indígena Murunahua se extrae madera.
Fuente: Informe Estado de las Reservas Indígenas en Ucayali
Otros testimonios, reunidos en los informes del Mincul, reportan sobrevuelos de avionetas que “provienen de Atalaya, cruzan la comunidad nativa Raya y la reserva con dirección hacia el norte hasta Bolivia”. En los alrededores de la reserva, en la comunidad Flor de Contayo, donde viven migrantes de Pucallpa, se identificó, en la misma fecha, julio de 2023, una pista de aterrizaje para el narcotráfico.
Cabe señalar que el 27 de julio y el 29 de agosto de este año, se registraron dos episodios de violencia cerca de la zona de ampliación de la Reserva Territorial Madre de Dios. Según el informe de la DACI, el primer hecho pudo ser producto de las flechas lanzadas por los aislados a trabajadores de un campamento maderero ilegal, ubicado sobre una concesión forestal que caducó en el 2002. Esta se encuentra en la zona alta de la quebrada de San Juan.
El 29 de agosto se registró en la misma quebrada de San Juan, afluente del río Pariamanu, un presunto enfrentamiento entre indígenas mashco piro y seis supuestos trabajadores de la concesión castañera Reyna Apaza. Tras una diligencia fiscal, el 4 de agosto, se recuperó el cuerpo de dos trabajadores que eran miembros de la comunidad indígena yine de Diamante. Asimismo, se rescató con vida a otro supuesto trabajador que logró escapar a otra concesión.
El 29 de agosto se registró en la quebrada de San Juan, Madre de Dios, un presunto enfrentamiento entre indígenas mashco piro y madereros".
El 26 de octubre, un agente de protección de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad) fue herido por una flecha de los indígenas aislados cuando navegaba en la cuenca del río Las Piedras, cerca de la Reserva Territorial Madre de Dios. Días antes se había reportado el avistamiento de indígenas aislados entre las comunidades Monte Salvado y Puerto Nuevo.
Aunque Ucayali lidera el registro histórico de más avistamientos y contactos cercanos con pueblos indígenas en aislamiento, sin embargo de Madre de Dios se tiene grabaciones de video que han dado la vuelta al mundo. Según organizaciones como Fenamad, la presión de las actividades ilegales empuja a estos grupos humanos a modificar su ruta de tránsito en la selva.
Recientemente, el 1 de noviembre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos presentó a la Corte del mismo sistema interamericano el caso 13.572 por la vulneración de derechos de los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial (Piaci) mashco piro, yora —también llamado nahua y que habita la reserva Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti y otros— y amahuaca.
El peticionario de la demanda fue la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad). En sus argumentos, la CIDH sostiene que el Estado peruano “no logró proteger efectivamente la intangibilidad del territorio de dichos pueblos”. Estos territorios, agrega, “enfrentan constantes presiones por la presencia de personas externas y concesiones forestales e hidrocarburíferas, la tala ilegal y narcotráfico”.
Las ocho reservas para pueblos indígenas en aislamiento y en contacto inicial (Piaci) que tiene Perú abarcan un área mayor a las 4,6 millones de hectáreas de bosque. En el caso de la Reserva Territorial Madre de Dios está pendiente su ampliación. Desde el Gobierno Regional se oponen a su ampliación.
Actualmente, están en proceso de evaluación cinco solicitudes de creación de reservas indígenas ubicadas en Loreto y Ucayali. Estas son las reservas Napo, Tigre y Afluentes, Yavarí Mirim, Atacuari, Pupuña, y Tamaya Abujao.