Mientras la crisis climática se intensifica y se registran nuevos récords de calor en el planeta, las promesas de reducir la inversión en combustibles fósiles como parte de la transición energética mundial parecen lejanas en Perú. OjoPúblico identificó que los cuatro bancos más importantes del mercado peruano financiaron directamente USD 2.840 millones en la producción de petróleo y gas en la Amazonía entre los años 2004 y 2023.
Credicorp Capital Perú, del grupo financiero Credicorp, matriz del BCP, es el principal inversionista, con USD 1.420 millones —equivalente a la mitad del total reportado por los bancos locales—. La empresa figura como el cuarto mayor financista a nivel global, entre los grandes bancos internacionales. Esto revela el análisis de la base de datos Amazon Banks, construida por la organización canadiense Stand Earth, que sistematiza la inversión.
No muy lejos, le sigue el BBVA, de capitales españoles, con USD 877 millones de inversión, que figura en el puesto nueve del ranking global. Y, dentro del top 20, también aparece Scotiabank, de matriz canadiense, con USD 496 millones en el mismo periodo analizado, se ubica en el puesto 15.
Por su parte, Interbank, del grupo peruano Intercorp, registra una inversión directa por USD 45 millones, con lo que se ubica en el puesto 41 de 170 financistas analizados por Stand Earth.
Los bancos, con mayoritaria presencia en el mercado financiero peruano, invirtieron directamente en 20 empresas petroleras y de gas, de las que destacan ocho que operan en la amazonía peruana: Perú LNG (USD 809 millones), Transportadora de Gas del Perú (USD 511 millones), Hunt Oil (USD 420 millones), Petroperú (USD 269 millones), Pluspetrol (USD 222 millones), Orazul Energy (USD 203 millones), Repsol (USD 42 millones) y Compañía Española de Petróleos (USD 16 millones).
La Amazonía es la selva tropical más grande y con mayor biodiversidad del mundo. Sin embargo, en la actualidad la región se encuentra en crisis por la expansión de las actividades extractivas que ponen en riesgo sus bosques y población indígena.
OjoPúblico revisó el historial de sanciones de las ocho empresas de hidrocarburos que operan en el territorio peruano, financiadas por los bancos locales y encontró que el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) les impuso un total de 1.283 multas por alrededor de S/500 millones.
Las otras —con operaciones en Ecuador, Brasil y Colombia— son Ecopetrol, Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), Frontera Energy, Gran Tierra Energy, Gunvor, Pampa Energía, Petrobras, Petroquímica Comodoro Rivadavia, PTT, Tecpetrol, Trafigura y Vitol.
La base de datos Amazon Banks registra las transacciones financieras de los bancos a las empresas de hidrocarburos con operaciones en la Amazonía, y las clasifica como ‘directa’ o ‘indirecta’.
Se tipifica como financiamiento directo cuando se identifica que los recursos están destinados a la producción de petróleo y gas con impacto en el territorio amazónico, que toma como referencia los límites fijados por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG).
En tanto la inversión indirecta, si bien registra transacciones a empresas extractivas que operan en la Amazonía, no se tiene certeza sobre si los recursos de esas operaciones se usaron para la producción de petróleo y gas, o para otra ubicación geográfica fuera de estos límites o para otros fines.
Así, la inversión total indirecta de los cuatro bancos locales asciende a USD 15.030 millones, que es cinco veces mayor al monto de la inversión directa (USD 2.840 millones) identificada con impacto en la Amazonía. Con esto, se observa que, en las últimas dos décadas, los cuatro bancos analizados financiaron con más de USD 17.870 millones a la industria de combustibles fósiles que operan en la región.
Mientras estos financiamientos se realizan por un lado, los compromisos ambientales de los principales actores del mercado financiero local se leen lejanos a los que se imponen sus pares internacionales como HSBC y Barclays —ambos del Reino Unido—, que ya han establecido explícitamente que dejarán de invertir en empresas de petróleo y gas que destruyen la Amazonía.
“En línea con nuestra política energética, HSBC ya no proporcionará financiación de nuevos proyectos o servicios de asesoramiento para fines específicos de nuevos yacimientos de petróleo y gas, o cualquier yacimiento de petróleo y gas e infraestructura relacionada en áreas identificadas como ambiental y socialmente críticas, como el Bioma Amazónico”, respondió el banco británico consultado por OjoPúblico.
En contraparte, luego de revisar las políticas ambientales de los bancos que operan en Perú —Credicorp Capital (del grupo ligado al BCP), BBVA, Scotiabank e Interbank— OjoPúblico encontró que estos no manejan disposiciones claras para evitar el impacto adverso de la industria de combustibles fósiles con foco en la Amazonía.
Los bancos en el Perú están supervisados por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), y para regular las inversiones sostenibles estableció, desde el año 2015, reglas para la Gestión del Riesgo Social y Ambiental, para proyectos por encima de los USD 10 millones, que deben cumplir requisitos mínimos, en caso contrario pueden ser multados. Sin embargo, hasta la fecha ninguna entidad ha sido sancionada por ello, según respondió la autoridad a un pedido de información solicitado por OjoPúblico.
La cuarta financista global: Credicorp Capital Perú
Credicorp Capital Perú, cuya matriz es Credicorp, del mismo grupo que el Banco de Crédito del Perú (BCP), destaca ampliamente por ser el que más invirtió: la mitad del monto total que los principales bancos que operan en el Perú destinan a petróleo y gas. Y, a nivel global, se ubica como el cuarto mayor financista de la producción de hidrocarburos en la Amazonía, solo por debajo de Citibank, JP Morgan Chase e Itaú Unibanco.
La empresa ha financiado directamente con USD 1.420 millones en 20 años a la producción de combustibles fósiles en la región, lo que representa el 50% del total de USD 2.840 millones de los cuatro bancos locales analizados.
Entre 2004 y 2023, Credicorp Capital Perú registró en total 22 operaciones de financiamiento, de las cuales 18 fueron mediante emisión de bonos y cuatro por préstamos. Tomando en cuenta la fecha de vencimiento prevista en el momento del financiamiento, 11 aún están vigentes a la fecha.
Sus principales clientes con operaciones en la amazonía peruana son Perú LNG (USD 425 millones), Transportadora de Gas del Perú (USD 341 millones), Hunt Oil (USD 275 millones), Pluspetrol (USD 222 millones) y Orazul Energy (USD 157.500.000).
Credicorp Capital Perú ha sido la única que financió a Pluspetrol, la petrolera argentina cuya matriz fue registrada en Holanda a través de una off shore, que arrastra un amplio historial de sanciones por el incumplimiento de las remediaciones de sus operaciones en Loreto en el lote 192 —el yacimiento petrolero más grande de Perú— y el lote 8, donde se registraron derrames de crudo y otros contaminantes.
La empresa se negó a asumir su responsabilidad y cuando culminó su contrato del Lote 192, en 2015, se retiró sin un ‘plan de abandono’ aprobado por el Ministerio de Energía y Minas (Minem) para remediar las zonas afectadas, incumpliendo la legislación en hidrocarburos. También en 2020 su subsidiaria Pluspetrol Norte se declaró en liquidación y, en 2021, dejó de operar el Lote 8, pese a que su contrato vencía en 2024. Actualmente, se encuentra en arbitraje con el Estado peruano.
Por los impactos ambientales ligado a los lotes 192 y 8, Pluspetrol Norte acumula 403 multas por un total de 22.615,29 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), que a la conversión del valor actual equivale a más de S/116 millones, impuestas por el OEFA entre los años 2008 y 2023.
Actualmente, Pluspetrol, bajo su subsidiaria Pluspetrol Perú Corporation S.A., es también el principal operador de los lotes 56 y 88, ubicados en la Amazonía sur (Cusco), ambos ligados al Consorcio del Gas de Camisea. Por estos bloques, registra 208 multas por un total de 721,45 UIT, aproximadamente S/3,7 millones, aplicados por el OEFA.
En el análisis de Stand Earth, en las últimas dos décadas Pluspetrol ha recibido financiamiento por USD 222 millones, y su único financista fue Credicorp Capital Perú en tres operaciones de emisión de bonos. Dos transacciones en 2006, por USD 125 millones, registradas como para “fines corporativos generales” y para “capital de trabajo”. Y la tercera fue en 2010, por USD 97 millones, con fines “no divulgados”.
Según Amazon Banks, Credicorp Capital fue el único banco que financió a Pluspetrol, empresa con un historial de sanciones e incumplimiento de remediación ambiental".
Otro principal cliente de Credicorp Capital es Perú LNG, una firma constituida en el 2003 por cuatro empresas energéticas —Hunt, Mid Ocean Energy, Shell y Marubeni— para construir y operar una planta de procesamiento de gas natural licuado (GNL) e inaugurada en 2010, que tiene como punto de ingreso del combustible en Chiquintirca, Ayacucho, y va hasta la Pampa Melchorita en Cañete, Lima.
Perú LNG recibió financiamiento de Credicorp en noviembre de 2009, vía tres emisiones de bonos que tienen fecha de vencimiento para noviembre de este año por un total de USD 190 millones. Esto se dio previo al inicio de operaciones de la planta de procesamiento de gas natural licuado de la compañía, que venía construyéndose desde 2003.
Una transacción adicional a Perú LNG se dio en marzo de 2018 por USD 235 millones, el motivo fue para “refinanciamiento’. Esta operación de Credicorp Capital Perú —que tiene como vencimiento marzo de 2030— fue parte de la emisión de bonos lanzada con una oferta total de USD 940 millones, en la que participaron cuatro bancos. En ese año se iniciaron las operaciones comerciales del terminal de carga de camiones de GNL.
Los otros dos clientes están ligados al Consorcio Camisea. A Transportadora de Gas del Perú (TGP), empresa encargada de transportar los recursos del gas de Camisea, Credicorp Capital Perú le realizó seis operaciones de deuda, vía emisión de bonos, de las cuales cuatro de ellas, que totalizan USD 269 millones, se concretaron en agosto de 2004, con fechas de vencimiento para 2019 y 2029. Mientras que dos operaciones se realizaron en 2005 por una suma de USD 71 millones, estas vencieron en 2020.
En tanto, a Hunt Oil le destinó USD 150 millones en 2018 (con vencimiento en 2028) y la otra por USD 125 millones la realizó en 2023 (con vencimiento en 2033); ambas mediante emisión de bonos.
Y, finalmente, le destinó USD 157 millones a Orazul Energy, empresa ligada al lote 31-C de la planta de Aguaytía en Pucallpa (Ucayali), vía tres emisiones de bonos, de los cuales dos aún están vigentes hasta 2026 y 2027.
En tanto, Credicorp Capital registra USD 360 millones de inversión indirecta a Ecopetrol SA, Frontera, Orazul Energy Egenor SCA y Tecpetrol SA.
Credicorp Capital Perú señala que maneja una ‘Política de Inversión Responsable y Sostenible’, dividida en medidas aplicadas para sus inversiones directas e indirectas. En las directas aplica estrategias de exclusiones, que es “evitar inversiones en compañías o sectores involucrados en actividades o conductas con impactos ESG negativos o que se encuentran en violación de convenciones internacionales”.
Relacionado a los combustibles fósiles, Credicorp Capital Perú excluye las inversiones en la industria del carbón. Sin embargo, no menciona nada del petróleo y gas ni tampoco tiene ninguna política enfocada en el territorio amazónico.
OjoPúblico envió consultas a Credicorp Capital sobre sus políticas ambientales e inversiones en petróleo y gas en la Amazonía, pero al cierre de este informe no emitieron respuesta.
La española BBVA
El banco español BBVA es el noveno mayor inversionista global de empresas de petróleo y gas en la Amazonía, con 43 transacciones de financiamiento que totalizan USD 877 millones de manera directa entre 2004 y 2023.
Relacionado con las empresas que operan en la parte peruana de la Amazonía, sus principales clientes son Perú LNG (USD 384 millones), Petroperú (USD 185 millones), Transportadora de Gas del Perú - TGP (USD 170 millones), Repsol (USD 42 millones) y Cepsa (USD 16 millones).
De estas empresas, destaca Repsol, que tiene operaciones en la Amazonía bajo su subsidiaria Repsol Exploración Perú Sucursal del Perú en el Lote 57, en Ucayali, parte del Consorcio Camisea. Antes operó los lotes 101 y 39. En conjunto, por los tres lotes señalados, el OEFA le impuso 68 multas por un total de 35,95 UIT, equivalente a S/185.140.
Repsol recibió una transacción de BBVA mediante un préstamo directo por USD 42 millones en el año 2016 para financiación de proyectos. Pero, además, registra otras nueve inversiones indirectas, vía emisión de bonos entre 2013 y 2020, cuyos motivos están tipificados como “préstamo entre empresas” y “fines corporativos generales”.
Es preciso recordar que Repsol también fue protagonista del peor desastre ecológico ocurrido en el mar peruano tras el derrame de 12.000 barriles de petróleo frente a la Refinería La Pampilla, en Ventanilla, Callao, en enero de 2022. Aunque posterior a este suceso no se han registrado nuevas inversiones de los bancos locales analizadas en este informe.
BBVA brindó un préstamo de USD 185 millones a la estatal Petroperú, que recientemente firmó contrato para operar el Lote 192, sin que se haya remediado los sitios contaminados que dejaron los anteriores operadores. Además, tiene a su cargo el Lote 64 (Loreto) y la Refinería de Talara, ubicada en Piura. En el registro de sanciones impuestas por OEFA, la petrolera registra 495 multas por 24.426,07 UIT (S/125 millones), principalmente por sucesos relacionados al oleoducto norperuano.
A Perú LNG le brindó un préstamo por USD 384 millones en el año 2008, con vencimiento en 2022. De igual manera, a Petroperú solo le brindó un préstamo directo por USD 185 millones en 2018, con vencimiento al 2031. En ambos casos figura el motivo como “financiación de proyecto”.
En tanto, a TGP también le dio solo una operación de financiamiento —mediante emisión de bonos— por USD 170 millones en el 2013, el cual vence en 2028.
Además, el banco español destinó financiamiento indirecto por un total de USD 5.782 millones en 55 transacciones a Repsol, Petrobras, Frontera, Ecopetrol, Cepsa, Petroquímica Comodoro Rivadavia, Gunvor, Enap, Pampa Energía SA, Tecpetrol SA y Vitol.
BBVA indicó a OjoPúblico que, en 2004, adoptó los Principios de Ecuador, referencia del sector financiero global para determinar, evaluar y gestionar los riesgos ambientales y sociales de los proyectos financiados (project finance) por la institución. También forma parte de la alianza bancaria de cero emisiones netas (Net-Zero Banking Alliance). En esa línea, informó que, entre 2021 y 2023, el grupo redujo sus emisiones en el portafolio del sector hidrocarburos en un 24%.
Además, señaló que desarrolló un 'Marco Ambiental y Social' específico, en el cual se incluyen criterios para el sector petróleo y gas, pero no están específicamente enfocados en la Amazonía. “En el Marco Ambiental se establecen límites para el financiamiento directo para la exploración, perforación y extracción de proyectos relacionados al sector Oil and Gas [petróleo y gas], independientemente de su ubicación geográfica”, precisó.
Scotiabank e Interbank
El banco canadiense Scotiabank, con operaciones en Perú desde 2006, registra 45 inversiones directas por USD 496 millones. Ocupa el puesto 15 del ranking mundial de los mayores financistas del petróleo y gas en territorio amazónico.
Su principal cliente es Hunt Oil, al que le destinó USD 145 millones mediante un préstamo realizado en mayo de 2011 y con vencimiento a julio de 2020. Le sigue Petroperú, con un préstamo por USD 83 millones en 2014 y con vencimiento el 2019. En ambos casos el motivo figura como “fines corporativos generales”.
En cuanto a financiamiento indirecto, Scotiabank es el que registra mayores montos, con 60 transacciones por USD 9.127 millones a ocho empresas: Gran Tierra, Ecopetrol, Petrobras, ENAP, Orazul Energy Egenor SCA, PTT, Trafigura y Vitol.
El banco de capitales canadienses maneja diversas políticas ambientales para sus inversiones, como un reporte climático anual. En este documento analiza el impacto de diferentes industrias, incluida la del petróleo y gas, pero está ligado a las metas de emisiones cero de carbono, mas no dejará de invertir ni reducirá su financiamiento, tampoco tiene un enfoque en la Amazonía.
“El apoyo de Scotiabank a nuestros clientes de petróleo y gas en exploración y producción, midstream y downstream continuará en el futuro. El Banco ha estado interactuando con los clientes en relación con las emisiones y otros temas relacionados durante varios años y continuará haciéndolo mientras trabajamos colectivamente para buscar formas de reducir las emisiones”, se lee en el reporte del banco del año 2023.
OjoPúblico envió consultas a Scotiabank sobre sus políticas ambientales e inversiones en petróleo y gas en la Amazonía, pero al cierre del informe no emitieron respuesta.
Finalmente, Interbank, del grupo peruano Intercorp, registra solo una transacción en dos décadas por USD 45 millones a Orazul Energy Egenor. Fue mediante una emisión de bonos en abril de 2017 y aún está vigente de pago hasta el 2027.
Al ser consultado por OjoPúblico, Interbank señaló que gestionan los riesgos sociales y ambientales de los proyectos que financian, en base a lineamientos para la identificación, gestión y mitigación de riesgos sociales y ambientales, tomando en consideración estándares globales y mejores prácticas del sector financiero.
Asimismo, cuentan con una “Lista de Exclusión” de inversiones como primer filtro en la evaluación ambiental y social, así como procesos de debida diligencia dependiendo del riesgo de cada proyecto financiado. En esta lista se incluye el petróleo y gas, pero los no convencionales, y no tiene foco en la Amazonía.