“Ya me generaba recelo revisar el estado de cuenta de mi AFP porque veía que el monto se reducía todos los meses. Yo estoy en el Fondo 1, y este año ya me tengo que jubilar. Nos dicen que hay que ver el retorno a largo plazo, pero yo no voy a recuperar lo perdido porque ya no tengo el tiempo”, cuenta Ruth Cárdenas, una afiliada de Profuturo de 64 años, que vio cómo su fondo se reducía en más de S/1.500 mensuales.
Este problema se replica en un gran número de afiliados al Sistema Privado de Pensiones (SPP), cuyo descontento con las cuatro AFP que operan en Perú se ve reforzado por la rentabilidad negativa que han registrado sus fondos durante el año pasado.
A detalle, el Fondo 1 es el más afectado, ya que presentó pérdidas durante los 12 meses del año, con una rentabilidad nominal anual en negativo de hasta -9,69%, según los reportes de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS). Mientras que antes, las cifras –que podían alcanzar los dos dígitos– eran positivas.
En este fondo, precisamente, están los afiliados en edad más próxima a jubilarse y no podrán recuperar lo perdido en el último año porque ya no tienen más tiempo.
“Esa es una falla en el diseño de nuestro sistema. Dicen que, en teoría, las rentabilidades negativas no son importantes a largo plazo, porque hay que ver la rentabilidad en 40 años. Pero, en la práctica, el próximo a jubilarse es el que materializa estas pérdidas y eso significa un gran impacto para su bienestar. No puede ser que un sistema de seguridad social traslade enteramente el riesgo al afiliado y todavía a los 65 años”, señala Noelia Bernal, profesora de Economía de la Universidad del Pacífico.
Otro caso similar e incluso con mayores pérdidas es el de Vicente Saldarriaga, un afiliado de 53 años que inicialmente estuvo en el Fondo 3, pero —por sugerencia de una asesora de la AFP Habitat— se pasó al Fondo 1 que, en teoría, es el de menor riesgo. No obstante, el año pasado se dio con la sorpresa de que esta cartera fue la más perjudicada con más meses consecutivos en caída, y vio sus ahorros jubilatorios disminuirse considerablemente.
"Vi cómo mi fondo disminuía en hasta S/9.460 mensuales, como pasó en junio, por ejemplo."
Luego de perder hasta S/ 24.000 entre enero y julio del año pasado, Saldarriaga decidió retirar de su cuenta AFP las 4 UIT (S/18.400) permitidas en el marco de la última Ley 31478.
“Vi cómo mi fondo disminuía en hasta S/9.460 mensuales, como pasó en junio, por ejemplo (…) Y, entre enero y julio, la pérdida de mis fondos sumó S/24.000. Por eso decidí retirar las 4 UIT de mi cuenta individual, cuyo monto es incluso menor a todo lo que perdí durante el año 2022”, contó.
El afiliado explica que presentó un reclamo ante Indecopi por “publicidad engañosa”, ya que decidió cambiarse de fondo por sugerencia de la misma AFP y terminó con mayores pérdidas. Sin embargo, no obtuvo ninguna respuesta, y por iniciativa propia, en octubre pasado, retornó al Fondo 3. Según señala, tras ese cambio, su rentabilidad pasó a ser positiva por un par de meses, pero para diciembre volvió a perder S/9.192.
Efectivamente, el Fondo 3 —pese a que en teoría es el de mayor riesgo— durante 2022 presentó menos meses en negativo que los Fondos 1 y 2.
En enero del año pasado, por ejemplo, el Fondo 1 ya presentaba su segundo mes a la baja, mientras el Fondo 3 mantenía una rentabilidad positiva (+16,87%). Y luego, entre febrero y noviembre, el Fondo 3 registró menores caídas que el tipo 1; sin embargo, para diciembre se invirtieron los resultados.
En términos de inversiones el Fondo 3 es el de mayor riesgo, mientras que el Fondo 2 es de riesgo medio pues tiene un portafolio más diversificado. El Fondo 1, en paralelo, es uno de los menos riesgosos, ya que se invierte en activos fijos, y el Fondo 0 es el más conservador, pues no se mueven mucho estos ahorros, explicó Noelia Bernal, profesora de Economía de la Universidad del Pacífico.
Estos distintos niveles de riesgo se pudieron observar, por ejemplo, durante el primer año de pandemia, en la que debido a la crisis también se registraron rentabilidades negativas: en 2020, la cartera tipo 3 fue la que registró la mayor caída, mientras que la tipo 1 solo se vio afectada durante un mes.
El año pasado, en cambio, el más afectado fue el Fondo 1, ya que la mayor parte de inversión se da en activos de renta fija, el cual tuvo peor rendimiento el año pasado. Como esta cartera alberga a los afiliados con mayor cantidad de años aportados —y, por tanto, mayores montos acumulados— fueron los que registraron mayores pérdidas en cuestión de montos.
Elio Sánchez, superintendente adjunto de AFP de la SBS, señaló a OjoPúblico que se debe ver el rendimiento a largo plazo. “Un afiliado se incorpora, no para jubilarse al año siguiente, sino por lo menos en unos 30 o 40 años. Esa es la dinámica de inversiones en el sistema, es un esquema más de largo plazo”, explicó y agregó que durante todo el periodo de aportes, lo ganado por rentabilidad representa entre un 40% y 50% del total del monto del fondo acumulado.
Las comisiones de las AFP son obligatorias, se pagan independientemente de si se gana o se pierde en las inversiones.
Por otro lado, el Fondo 2 —que concentra a más del 90% de afiliados a las AFP— registró ocho meses consecutivos con rentabilidad negativa durante el 2022. Su peor mes fue setiembre, cuando anotó una caída de -9,08%. En octubre comenzó un periodo de ligera recuperación, pero cerró el año a la baja (-7,15%).
En tanto, el Fondo 0 —el más conservador— fue el único que tuvo un rendimiento positivo todo el año. Esta cartera es la que menos afiliados concentra: apenas 2% del total del SPP.
Durante el 2022, mientras se reportaban las pérdidas en las cuentas individuales de los afiliados debido a la rentabilidad negativa, estos igual siguieron pagando las comisiones mensuales a las AFP, el cual representa el concepto principal de los ingresos de estas empresas. Esto debido a que las comisiones son obligatorias, se pagan cada mes independientemente de si se gana o se pierde en las inversiones que realizan con los fondos.
¿Por qué hubo una rentabilidad negativa?
Los factores que generaron la rentabilidad negativa de los fondos AFP durante el año pasado fueron diversos. Pero, en general, esto se debió a un contexto de recesión mundial y alza en las tasas de interés de los bancos centrales del mundo.
Esto último como un intento por paliar la inflación, pero que generó una alta volatilidad en las inversiones, según explicó el funcionario de la SBS, Elio Sánchez. “En el 2022, en general, todo el sistema de pensiones, no solo el peruano, ha tenido un rendimiento que no ha sido bueno. No es que en Perú haya sido el único que ha caído y el resto esté en una situación boyante”, precisó el funcionario.
En la misma línea, Arturo García, docente y economista de ESAN, explicó que los mercados financieros cayeron a nivel internacional y local debido a que la alza de tasas de referencia por parte de los bancos centrales, que encareció el costo del crédito y, a la vez, desaceleró la economía y acarreó riesgos de recesión en algunos países.
“He ahí el resultado de los fondos de pensiones, que es un reflejo de lo que pasa en los mercados financieros, tanto en instrumento (de inversión) de renta fija como variable”, apuntó.
Si bien durante el año 2022 persistía la incertidumbre por el desarrollo de la economía, al ser varios meses consecutivos en que los fondos presentaron rentabilidades negativas surge el reclamo de los afiliados de si las AFP pudieron reorientar sus estrategias de inversión para paliar esas caídas.
En el informe de diciembre del 2022 publicado por la SBS, se ve que el Fondo 3 cayó en -7,55%. Pero, en el detalle, Habitat registra una menor caída (-3,20%) que Profuturo (-9,68%). OjoPúblico se comunicó con ambas ÄFP para consultar cómo influyen las estrategias de inversión y otros factores en el rendimiento de estos periodos. Sin embargo, ninguna de las administradoras respondió.
Consultado sobre el tema, el economista Arturo García explicó que la estrategia a aplicar en las inversiones depende de cada AFP. No obstante, señaló que los resultados también tienen particularidades según el número de afiliados a los que se le administran fondos, sus edades y otras características propias del portafolio. En tanto, Elio Sánchez, de la SBS, señaló que en este caso particular también influyó el retiro de hasta 4 UIT aprobado el año pasado.
RENTABILIDAD NEGATIVA. En diciembre del 2022, Profuturo fue la AFP que más cayó y Habitat la que menos perdió.
Fuente: SBS
Las AFP no dejan de ganar
Según los reportes de la SBS y los Hechos de Importancia publicados en la Superintendencia de Mercado de Valores (SMV), las AFP obtuvieron utilidades por más de S/471,3 millones durante el 2022. Este monto fue menor al año previo, pero superior al año de pandemia, el 2020.
La AFP que reporta mayores ganancias es Integra con S/149,3 millones. Esta fue justamente la única administradora de fondos de pensiones que ganó incluso montos superiores al 2021, cuando marcó S/147 millones. Sin embargo, aún no logra superar el nivel prepandemia, ya que en el 2019 reportó S/170 millones.
En tanto, Prima reportó utilidades por S/146,3 millones, cuyo monto es menor al 2021 (S/187 millones), pero superior al 2020 y 2019 cuando anotó S/ 134 millones y S/145 millones, respectivamente.
Profuturo, por su parte, registró ganancias por S/124,4 millones en el 2022. En este caso, la AFP ganó menos que el 2021 (S/165 millones); pero le fue mejor que el 2020, año de la pandemia, cuando obtuvo utilidades por S/ 110 millones.
Finalmente, Habitat generó ganancias por S/51,2 millones, un monto ligeramente menor al 2021 cuando registró S/52 millones, pero superior a los S/38,8 millones que reportaba en el periodo prepandemia (2019).
Estas utilidades de cada AFP tienen correlación con el número de afiliados que alberga cada una: Integra concentra el 42% del total de la cartera; es decir alrededor de 3,7 millones de personas; Prima, un 27% (2,3 millones); Profuturo, un 20% (1,7 millones); y Habitat, un 11% (1,1 millones). Esto hace un total de 8,8 millones de personas que cotizan en el Sistema Privado de Pensiones.
Como todos los años, las comisiones representaron el gran grueso de los ingresos de las AFP. Ya que —ganen o pierdan rentabilidad de los fondos administrados— los afiliados pagan por este concepto mes a mes, que son calculados en relación al flujo (salario mensual del afiliado) y saldo (monto total del fondo).
Solo por concepto de comisiones, las AFP recibieron más de S/1.173 millones durante el año pasado. Prima fue la empresa que obtuvo más ingresos por esta categoría, al registrar S/373,7 millones. Es seguida por Integra, con S/359,3 millones; Profuturo, con S/296,6 millones, y Habitat, con S/143,8 millones.
La reforma pendiente
Desde hace tiempo, debido a este y otros descontentos, economistas e investigadores han planteado la necesidad de una reforma al sistema previsional. La mayor crítica de los afiliados hacia el actual sistema es que ellos consideran que son los únicos que sufren pérdidas, mientras que las AFP no asumen ningún riesgo.
“Este tema de las AFP debe ser atendido por el Congreso. No se legisla sobre eso, no se llegó a hacer lo que se había prometido que era reorganizar las AFP, no se ha hecho absolutamente nada, la gente sigue perdiendo y no pasa nada porque no se preocupan por ese tema. Esto es parte del descontento de la población”, dice el afiliado Saldarriaga.
En julio de 2022, en un contexto de grandes pérdidas de los fondos y el aumento de reclamos por parte de los afiliados, el Gobierno anunció la creación de una Comisión Multisectorial para evaluar la Reforma Nacional de Pensiones.
El plazo inicial para entregar el informe final era de seis meses. Por eso, estaba previsto para enero de este año. Sin embargo, recientemente se publicó una resolución para aplazarlo hasta mayo.
Solo por concepto de comisiones, las AFP recibieron más de S/1.173 millones durante el año pasado.
Noelia Bernal, profesora de Economía de la Universidad del Pacífico, señaló que la reforma de pensiones debería considerar el riesgo compartido entre el afiliado y las gestoras que administran los fondos previsionales (las AFP).
Señaló que las comisiones, punto de descontento de los afiliados, podrían plantearse en base a la rentabilidad mensual, un modelo que es muy común en otros países con sistema previsional similar al de Perú. A nivel local, en cambio, existen las comisiones por flujo y por saldo: en la primera se descuenta un porcentaje en base al monto total del fondo del afiliado y, en la segunda, según el sueldo mensual.
“Sería más interesante que (la comisión) se cobre un porcentaje sobre la rentabilidad. Como el año pasado que hemos tenido rentabilidades negativas, las AFP también tendrían pérdidas. Hay épocas buenas y épocas no tan buenas. Entonces, si el afiliado está tolerando ese riesgo, ¿por qué la AFP, [que] es la gestora, no puede también asumir el riesgo?”, cuestionó la especialista.
En el 2021, una comisión multisectorial creada en el Congreso, presentó un informe con una propuesta para la reforma de pensiones; sin embargo no prosperó por falta de consenso.
Bernal recuerda que en ese planteamiento sí existía una alternativa de comisión por desempeño de la rentabilidad. Asimismo detalla que este tipo de comisión es muy común internacionalmente, por lo que sí se podría diseñar algo similar en Perú, y con eso alinear mejor los intereses de los afiliados.
Sin embargo, Bernal indicó que eso no es suficiente y se requieren más cambios, ya que si bien se puede compartir el riesgo, eso no garantiza la protección de —por ejemplo— el afiliado del Fondo 1 que al estar cercano a la jubilación ya no verá el retorno de lo perdido en el 2022.
Hay épocas buenas y épocas no tan buenas. Entonces, si el afiliado está tolerando ese riesgo, ¿por qué la AFP no puede también asumir el riesgo?”
Para Sánchez, otro de los ejes principales de una reforma es la cobertura a los afiliados. Según información de la SBS, solo el 30% de la Población Económicamente Activa cotiza al Sistema de Pensiones, debido a la alta informalidad laboral en el país.
Es preciso recordar que en el 2020, cuando se debatía una propuesta multisectorial, la SBS planteó lineamientos para una reforma de pensiones, que consistían en mejorar la cobertura y el ahorro previsional; continuar con la eficiencia y reducción de costos en beneficio del afiliado; mejorar el régimen de inversiones del fondo de pensiones; y mejorar el esquema de beneficios y prestaciones, con la finalidad de mitigar el riesgo de pobreza en la vejez.
“Independientemente de los detalles de diseño que ello requiere, implica el logro de un objetivo fundamental, que es reducir el riesgo que un trabajador caiga en situación de pobreza cuando llegue a la etapa de la vejez”, precisó la Superintendencia.