PRECARIEDAD. Los puestos médicos no cuentan con capacidad para atender a pacientes relegados ni al aumento de infecciones virales.

Postas médicas en crisis: la promesa incumplida de reforzar el primer nivel de atención

Postas médicas en crisis: la promesa incumplida de reforzar el primer nivel de atención

PRECARIEDAD. Los puestos médicos no cuentan con capacidad para atender a pacientes relegados ni al aumento de infecciones virales.

Foto: OjoPúblico / Marco Garro

Expuestos al frío y durante varias horas, los pacientes de los distritos más pobres de Lima esperan ser atendidos en centros de salud con ventanas rotas y paredes húmedas. El personal es insuficiente para asistir la demanda y los instrumentos de laboratorio son precarios. Desde que comenzó la pandemia, hace dos años, los ocho ministros que asumieron la cartera de Salud —tres de los cuales estuvieron en el cargo durante el actual Gobierno— han enfatizado la necesidad de reforzar el primer nivel de atención. Esta propuesta fue, incluso, una de las promesas de la campaña presidencial de Pedro Castillo. Pero, a la fecha, dichos establecimientos continúan con numerosos problemas y escaso personal médico.

24 Julio, 2022

En la sierra no tenemos buenas postas. Entonces, mi hermano ha viajado a Lima y, desde febrero, estamos viniendo para que lo revisen acá, porque le da dolor de cabeza fuerte”, cuenta Rudolfa Barreto sentada en una banca a la intemperie junto a ocho personas que esperan por una cita afuera del Centro de Salud Jesús Oropeza Chonta. En esta posta médica de Puente Piedra, un distrito del norte de Lima que se encuentra entre los más pobres de la capital —está en el segundo puesto luego de Pucusana, según el mapa de pobreza del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) de 2018—, las personas hacen cola desde las 5 a.m. hasta las 10:30 a.m. para conseguir atención en medicina general.

Pese a las quejas respecto a las demoras y la poca capacidad de atención, los vecinos no tienen otra opción cercana para atenderse. Por lo que esperan más de cinco horas expuestos al frío, en una época del año en la que aumentan los riesgos de contraer enfermedades respiratorias. Saben, también, que solo 12 de ellos obtendrán el ticket que les permitirá ver a un médico a partir de las 2 p.m.

Foto: OjoPúblico / Marco Garro

ESPERA. En el Centro de Salud Jesús Oropeza Chonta, las personas hacen colas por más de cinco horas para conseguir un turno de atención.
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posta de salud. Puente Piedra. Minsa. Foto: OjoPúblico / Marco Garro

EXPUESTOS. Pacientes, entre ellos adultos y niños, esperan a la intemperie la atención en los centros del primer nivel.
Foto: OjoPúblico / Marco Garro

 

La precariedad de los centros de salud del primer nivel de atención, reflejadas en la infraestructura y en el poco personal, se ha reportado en el 99% (79) de los 80 establecimientos de Lima supervisados por la Defensoría del Pueblo, entre mayo y junio de este año. “La primera conclusión es que hay que atender la infraestructura. La segunda es que les falta personal. Lo que necesitan los centros es servir como la primera cara del sistema de salud peruano para evitar el agotamiento de los grandes hospitales”, dijo a OjoPúblico Alberto Huerta, jefe de la Oficina Defensorial de Lima, a cargo del reporte.

En el país, el 70% de las personas considera que el acceso a la salud es muy desigual, de acuerdo con la reciente Encuesta Nacional de Percepción de Desigualdades, elaborada por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) a pedido de Oxfam Perú. La precariedad en el sistema público no es nueva. En 2020, la Política Nacional Multisectorial de Salud al 2030 informó que más del 75% de los establecimientos de salud del primer nivel de atención en el país tenían una capacidad instalada inadecuada. Además, concluyó que de 1.838 distritos, más del 70% (1.318 distritos) tenían menos de 10 médicos por cada 10.000 habitantes y más del 15% (293 distritos) no contaban con ningún profesional médico.

Aunque la emergencia sanitaria evidenció la importancia del primer nivel de atención, esto no se vio traducido en progresos. Las promesas de campaña del presidente Pedro Castillo Terrones vinculadas a fortalecer los recursos humanos y la infraestructura en estos establecimientos y, ya durante su gestión, de los tres ministros que asumieron la cartera de Salud en el último año —al igual que las de sus antecesores en el ministerio— no se han cumplido.

“Se creía que el tema de la covid-19 sería una razón para mejorar la atención en el primer nivel. Sin embargo, pasada la crisis tan fuerte que sufrimos, las autoridades se olvidaron de que hay que fortalecer el primer nivel y seguimos con el déficit y las grandes brechas de profesionales”, señaló Zoila Cotrina, presidenta de la Federación de Enfermeras del Perú Minsa (Fedeminsap).

Todo lo que se habló durante la pandemia sobre dirigir recursos a la salud y mejorar el sistema, pues hasta ahora, eso no es real”, resaltó Zoila Cotrina.

Ahora, los establecimientos de primer nivel están en el mismo estado precario previo a la emergencia, pero con una demanda mayor que implica la atención de pacientes con covid-19 leve, posibles casos de viruela del mono y aquellos que necesitan tratar otras enfermedades.

“Durante la pandemia los pacientes crónicos se metieron a sus casas y no salieron. Y los perjudicados son los pacientes con cáncer, por ejemplo. En 2020 y 2021 fue la gran aglomeración de pacientes con covid-19 en los establecimientos de salud. En 2022, son todos los pacientes no covid-19 quienes están saturando los centros de atención”, afirmó Danilo Salazar, presidente de la Federación Médica Peruana (FMP).

 

Personal de salud

 

En el Centro de Salud Jesús Oropeza Chonta, de Puente Piedra, las personas se quejan por la demora en la atención. “Deberían venir a la hora. [Recién] está llegando un personal, está bajando de la moto”, dice Evelyn, quien espera para sacar una cita, mientras una trabajadora de salud ingresa al establecimiento media hora después de que este abrió.

A 22 kilómetros de ese local, en la posta médica Gustavo Lanata Luján, de Comas, Patricia y su hija embarazada cuentan que las citas se las dan de un día para otro y, en ocasiones, para dos días después. Además, señalan que para conseguir un turno deben hacer una cola de más de dos horas paradas afuera del establecimiento de salud.

Las demoras en la atención —explica Alberto Huerta, de la Oficina Defensorial de Lima— están relacionadas a la poca cantidad de personal médico que trabaja en los centros de salud. Por ejemplo, en la posta Juan Pérez Carranza, ubicada en Cercado de Lima, solo hay dos médicos y seis enfermeras para atender a casi 200 personas que llegan diariamente, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo.

Además, en el 42% (33) de los 80 centros de salud de primer nivel de Lima visitados por la oficina defensorial entre mayo y junio solo trabajan uno o dos médicos, en el 52% (41) entre dos y tres enfermeros, y en el 20% (16) solo tres técnicos. La escasez de recursos humanos en estos centros se evidencia, también, en que más del 70% de las autoridades a cargo de los establecimientos consideran que el personal de salud que tienen disponible es insuficiente para atender la demanda.

Postas. Puestos de salud. Comas. Foto: OjoPúblico / Marco Garro

RECURSOS HUMANOS. Los centros de salud de categoría I-3 cuentan con vacunas, pero en muchos casos les falta personal para aplicarlas.
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Postas. Puestos de salud. Comas. Foto: OjoPúblico / Marco Garro

ATENCIÓN. La falta de personal de salud y los problemas en la infraestructura de las postas médicas no permiten responder adecuadamente a la demanda de los pacientes.
Foto: OjoPúblico / Marco Garro

 

De acuerdo con datos de 2020, los últimos disponibles, el país tiene 90.094 médicos colegiados. OjoPúblico solicitó información actualizada al Ministerio de Salud (Minsa), pero no obtuvo respuesta. Danilo Salazar, de la FMP, estima que se necesitan alrededor de 10.000 médicos generales y 15.000 médicos especialistas adicionales a los disponibles para atender a los pacientes no covid-19.

Entre los pocos jefes de establecimiento que consideran que su personal es suficiente, uno mencionó a la Defensoría del Pueblo que ese local no necesita contratar más personal, pero sí que retornen del trabajo remoto. En junio de 2020, por la pandemia de covid-19, se dio la facilidad de que los miembros del personal de salud con comorbilidades o que forman parte de la población de riesgo realicen teletrabajo. La presidenta del Fedeminsap, Zoila Cotrina, explica que la mayoría ha retornado a la labor presencial, pero que aún hay algunos que mantienen esta modalidad.

“Ahora, esta nueva ola está afectando nuevamente a los trabajadores de salud, tanto del primer nivel como de hospitales, y eso está obligando a que las personas que tienen factores de riesgo nuevamente tengan que quedarse en casa para trabajo remoto”, precisó.

Hasta mayo pasado, 1.864 médicos se encontraban haciendo trabajo remoto, de los cuales 568 pertenecen al primer nivel de atención. En paralelo, había 1.313 enfermeros con esa modalidad, de los cuales 479 trabajan en las postas médicas. A pesar de que este medio solicitó en reiteradas oportunidades al Minsa información actualizada sobre el personal de salud en teletrabajo, no se obtuvo respuesta.

Asimismo, durante la emergencia sanitaria, se implementó un tipo de contratación denominado CAS covid-19. Esta modalidad permitió contratar a más de 60.000 trabajadores en el sector salud. Sin embargo, el mismo vence el próximo 31 de julio. Se espera que el Ejecutivo apruebe un proyecto de ley que autorice que los profesionales contratados bajo esa modalidad pasen a ser CAS regular antes de esa fecha. Esto con el fin de uniformizar las condiciones laborales entre los trabajadores de salud.

Sin embargo, a una semana del plazo, no se ha publicado ninguna modificación y, de acuerdo con la presidenta de Fedeminsap, los contratos no se renovarán. “El MEF ha dicho que no habría ninguna renovación. Va a haber compañeros que se quedarán sin trabajo y la población quedará desprotegida de servicio”, indicó Zoila Cotrina.

Postas. Puestos de salud. Comas. Foto: OjoPúblico / Marco Garro

RECURSOS. Uno de los requisitos para aplicar la vacuna contra la covid-19 en el Centro de Salud Jesús Oropeza Chonta consiste en reunir a seis personas. 
Foto: OjoPúblico / Marco Garro

 

Postas. Puestos de salud. Comas. Foto: OjoPúblico / Marco Garro

DIFÍCIL ACCESO. Las mayoría de postas médicas de Lima no cuentan con infraestructura adecuada que facilite el ingreso de los pacientes al establecimiento.
Foto: OjoPúblico / Marco Garro

 

La representante gremial señaló que el Minsa no cuenta con un acápite en su presupuesto destinado a este tipo de personal. “Por esa razón, estamos buscando, en primer lugar, que el Minsa transparente cuál es la población que está como CAS covid, CAS regular y que, al mismo tiempo, transparente los presupuestos”, dijo. Este medio solicitó información a la cartera de Salud sobre el personal contratado bajo ambas modalidades. Pero, como en los casos anteriores, no respondieron.

Zoila Cotrina, por su parte, detalló que existen varias modalidades de contratos, cuyos pagos se distinguen unos de otros (van desde los S/ 2.500 para los CAS regulares hasta los S/ 6.000 para los CAS covid), a pesar de que realizan el mismo trabajo.

En paralelo, de acuerdo a fuentes de OjoPúblico, más de 41.000 profesionales de la salud contratados bajo la modalidad CAS regular están aptos para ser nombrados, pues cumplen con el requisito de haber trabajado por dos años continuos o tres años de manera discontinua.

El pasado 18 de julio, el ministro de Salud, Jorge López Peña se reunió con representantes de la Federación Médica Peruana (FMP), profesionales de enfermería y obstetricia para evaluar ese tema y, también, el paso del personal contratado bajo la modalidad CAS covid al CAS regular. Pero, según pudo conocer este medio, no se llegó a ningún acuerdo. El tema será abordado nuevamente en una reunión programada para la próxima semana.

La disparidad en los salarios y la falta de incentivos por parte del Estado, afirma Danilo Salazar, también explican la baja cantidad de centros de salud con personal especializado. Según el reporte de la Defensoría, el 29% (23) cuentan con consultorios pediátricos, el 85% (68) con atención odontológica y el 15% (12) no brindan ese servicio, porque “de acuerdo a la norma de categorías de establecimientos del sector Salud no estarían obligados a contar con el especialista en odontología”.

 

 

La norma técnica señala que en los centros de atención de categoría I-1 (postas de salud o consultorios profesionales de salud) debería haber un personal de salud, aunque no necesariamente un médico. En el I-2 (postas de salud o consultorios médicos) debe haber un médico, personal de enfermería y obstetricia. Los I-3 (centros de salud, centros médicos, centros médicos especializados y policlínicos) deben contar con dos o más médicos y técnicos de enfermería o farmacia. Además, entre sus servicios, deben brindar algunas especialidades médicas, como odontología y obstetricia. Finalmente, los I-4 (centros de salud y centros médicos con camas de internamiento) requieren profesionales de ginecología, obstetricia, pediatría y medicina familiar, pues atienden partos con hospitalizaciones de hasta tres o cuatro días.

Si bien los centros de salud más básicos no están obligados a contar con servicios para distintas especialidades, Alberto Huerta precisa que el Minsa debería garantizar que haya profesionales dedicados a la atención de casos de tuberculosis o diabetes, dependiendo de la población con la que trabajan.

“Nosotros les pedimos al Minsa que conversen con estos centros de salud sobre cuál es la demanda que tiene cada uno”, contó el jefe de la Oficina Defensorial de Lima. Un ejemplo de este tipo de atención especializada se requiere en el centro de salud Juan Perez Carrasco, del Cercado de Lima, donde la mayoría de los pacientes que se atienden tienen tuberculosis, por lo que es indispensable contar con un neumólogo.

Una posible explicación a la falta de especialistas en los centros de salud, afirmó Danilo Salazar, se halla en la diferencia en los bonos que perciben. El neumólogo detalló que, a los especialistas que trabajan en los centros maternos infantiles que corresponden a la categoría I-4 se les entregan dos bonos: uno por trabajar en un centro de atención de primer nivel y otro por ser especialista. Sin embargo, si estos médicos especializados acuden a centros de salud generales de categoría I-3 solo se les da el bono de atención del primer nivel.

“Se necesita una modificación en la ley diciendo que el especialista que va a nivel I-3 también tenga los dos bonos. Con lo cual, muchos endocrinólogos, por ejemplo, se irían a atender a la gran cantidad de pacientes diabéticos, y ya no tendrían que llegar a los hospitales. Con estos bonos también se atendería a pacientes con tuberculosis, asma, bronquitis, etcétera”, subrayó.

 

Infraestructura

 

Las paredes del centro de salud Villa Los Ángeles, del Rímac, están apolilladas y  sucias. Este establecimiento, como lo reportó la Defensoría del Pueblo en junio pasado, funciona en un local que fue prestado hace 15 años por la comunidad, y cuyas divisiones están hechas de madera. El precario estado de las postas médicas se repite con alguna u otra diferencia en los más de 80 centros de salud de Lima visitados por la Defensoría en los últimos meses.

Postas. Puestos de salud. Comas. Foto: Defensoría del Pueblo

PRECARIO. Más del 50% de los establecimientos visitados por la oficina defensorial de Lima necesitan reparaciones en las paredes.
Fotos: Defensoría del Pueblo

 

Hace dos años y medio, el 76% (641 de 838) de los establecimientos del primer nivel de atención de la capital peruana ya presentaban una capacidad instalada inadecuada. “Si hacemos un comparativo de las solicitudes que existen desde el año 2019, 2020, 2021 para mejorar la infraestructura, para tener más médicas, licenciadas y técnicas, [vemos que] no han sido atendidas”, dijo Alberto Huerta.

De los 80 locales supervisados entre mayo y junio pasados, 29% (23) mantienen las paredes en mal estado, 40% (32) en regular estado, mientras que apenas el 31% (25) las tienen en buen estado. “Más del 60% de los establecimientos de salud visitados necesitan reparaciones en las paredes”, concluye el informe.

Además de esas deficiencias, la pandemia ha exigido otros cambios en la infraestructura de los centros de salud para prevenir el contagio, como contar con espacios más ventilados, salidas y entradas diferenciadas. Sin embargo, estos dos aspectos no se han podido cumplir en muchos establecimientos. Las postas médicas Jesús Oropeza Chonta (Puente Piedra) y Gustavo Lanata Luján (Comas), visitadas por un equipo de OjoPúblico, utilizan una única puerta para la circulación de los pacientes. Además, de los 80 establecimientos supervisados por la Defensoría, el 60% (48) no cuenta con esa diferenciación.

En paralelo, la necesidad de una mayor ventilación obligó a que algunos centros de salud atiendan a las afueras del local. El reporte recoge los casos del Centro comunitario de Salud Mental, en La Molina, y del Centro de Salud Villa María del Perpetuo Socorro, en el Cercado de Lima. En el primero, realizan los diagnósticos de los pacientes en la calle, debido a que sus consultorios son muy pequeños y no permiten cumplir con el distanciamiento. En el segundo, el área de Crecimiento y Desarrollo atiende en carpas ubicadas fuera del establecimiento de salud, ya que el espacio asignado originalmente también es muy reducido.

“[Los jefes] nos dicen que han solicitado la atención a la Direcciones de Salud (Diris), pero no son atendidas, ni por Diris ni por el Minsa”, explicó Alberto Huerta. En paralelo, Danilo Salazar resaltó que, además de mejorar las infraestructuras existentes, el plan para 2030 establece duplicar la cantidad de centros del primer nivel.

Postas. Puestos de salud. Comas. Foto: OjoPúblico / Marco Garro

INSUFICIENTES. En la capital peruana hay zonas que no cuentan con centros de atención primaria cercanos a sus hogares.
Foto: OjoPúblico / Marco Garro

 

A nivel nacional, aún hay zonas que no cuentan con postas médicas cercanas. Por ejemplo, el Asentamiento Humano César Vallejo, en Comas, tiene, desde 1999, un área destinada a la construcción de un centro médico de primer nivel. Sin embargo, aún no han obtenido la autorización por parte de la Diris de Lima Norte para iniciar con la construcción de la misma.

 

No hay cambios, pero sí más demanda

 

A pesar de que las promesas de mejorar el primer nivel de atención no se han cumplido, las exigencias para estos establecimientos sí han cambiado, pues la  pandemia trajo consigo una mayor demanda al sistema de salud. El 13 de julio pasado, Silvia Quintana, docente de inicial del colegio Luis Enrique XIV, en Comas, acudió al centro de salud Gustavo Lanata Luján exigiendo con urgencia una sola cosa: que le tomen pruebas covid-19 a todo un aula. Luego de que dos alumnos confirmaron su resultado positivo al nuevo coronavirus y con alta sospecha de que una colega docente también se haya contagiado, la profesora solicitó ayuda a la posta médica que se encuentra al lado del establecimiento educativo.

“Dicen que hoy día [por el 13 de julio] el doctor está muy ocupado, así que recién nos va a atender cuando se desocupe, aproximadamente, a partir del mediodía. Que tiene que coordinar porque ellos no tienen esas pruebas”, contó. Esa mañana, además de la solicitud de Silvia Quintana, el personal médico debía atender a más de seis personas que esperaban fuera del establecimiento para sacar cita por enfermedades diferentes a la covid-19. Entre los pacientes, se encontraba una adulta mayor que fue a recoger su medicación para la diabetes, dos madres con niños y una embarazada.

La demanda de pacientes con covid-19 y no covid-19 se replica en distintas postas de la capital. En paralelo, el reporte de la Defensoría del Pueblo halló que la mayoría de los centros de salud de Lima rotan a su personal entre la atención de pacientes covid-19 y no covid-19. “Por lo general todos atienden por turnos, y personal contratado por la modalidad CAS covid-19 también apoya en atender la demanda de pacientes en general”, precisa el reporte.

De acuerdo con el Documento Técnico: Prevención y Atención de personas afectadas por covid-19 en el Perú, los centros de salud, además de brindar atención a los pacientes, deberían estar en la capacidad de tomar pruebas de diagnóstico, como las solicitadas por la docente de Comas, y vacunar con el esquema regular y contra la covid-19. Sin embargo, según el informe de Defensoría, 39% de las 80 postas supervisadas recientemente no cuentan con laboratorio.

Alberto Huerta señaló, además, que estos centros hacen exámenes clínicos y sus instrumentos de diagnóstico para el PCR están totalmente obsoletos. “Pedimos una evaluación de todos los instrumentos de diagnóstico en estos establecimientos de salud porque pueden ayudar a hacer otro tipo de pruebas y no saturar los hospitales de mayor nivel de complejidad”, afirmó.

A esa situación se suma que, de acuerdo con Zoila Cotrina, actualmente, no se está diagnosticando este virus de forma intensiva, como en el primer año de la pandemia. “Esto está permitiendo que haya muchos contagios en las instituciones de salud [en general], tanto en el grupo de trabajadores asistenciales como administrativos, y eso definitivamente aminora la oportunidad de atención”, agregó.

Postas. Puestos de salud. Comas. Foto: OjoPúblico / Marco Garro

DEMANDA. Luego de dos años de pandemia, las postas médicas deben atender pacientes covid-19 y aquellos con otras enfermedades.
Foto: OjoPúblico / Marco Garro

 

Postas. Puestos de salud. Comas. Foto: OjoPúblico / Marco Garro

RETOS. Los centros de atención primaria en el país necesitan más personal médico contratado e infraestructura adecuada.
Foto: OjoPúblico / Marco Garro

 

En cuanto a la vacunación, las postas también brindan este servicio, pero la capacidad para realizarlo, explicó Danilo Salazar, depende de si cuentan con los instrumentos para almacenar los productos biológicos. Alberto Huerta precisó que estos establecimientos, por su nivel, no requieren una refrigeradora, pues son de categorías inferiores a la I-3 y centros de salud mental comunitario que no cuentan con fármacos que necesiten refrigeración.

Sin embargo, dentro de los locales supervisados por la Defensoría del Pueblo que sí tienen una refrigeradora, el 68% necesitan renovarlas. Además, Huerta indicó que las vacunas para enfermedades distintas a covid-19 siempre están disponibles, pero falta personal que realice esa labor.

“Los biológicos existen en los centros y puestos de salud y bueno, no siempre la gente concurre para vacunarse. Lo que siempre se ha hecho y se hace aún es la vacunación casa por casa. Pero, en muchos casos, se ve limitada por el número restringido que se tiene de profesionales de enfermería”, afirmó.

La vacunación de covid-19 sí es un servicio que se oferta en los establecimientos de nivel I-3, pero muchas veces se realiza por rangos horarios, como en el centro de salud Jesús Oropeza Chonta, que aplica las terceras y cuartas dosis solo los viernes y sábados por la tarde. “Para abrir el frasco se debe contar con seis personas de los contrario no se abrirá la vacuna”, advierten en un cartel en el exterior del local.

Lo que necesitan los centros es servir como la primera cara del sistema de salud para evitar el agotamiento de los hospitales”, dijo Alberto Huerta.

En suma, los centros de atención de primer nivel requieren mayores recursos para brindar una atención de calidad y tener la capacidad de resolver el 85% de los problemas médicos, como anuncia el Minsa. Además, el informe de la Defensoría, destaca que los hallazgos en estos establecimientos se deben tener en cuenta para planificar las estrategias sanitarias ante el aumento de casos en nuevas olas de covid-19.

“Nuestro reporte no [tiene el fin de] mostrar la miseria en los establecimientos, lo que queremos es que atiendan las solicitudes presentadas por los jefes y jefas de estos centros”, enfatizó Alberto Huerta. En la misma línea, los especialistas consultados señalan la necesidad de acciones inmediatas para mejorar la atención en las postas médicas. “Todo lo que se habló durante la pandemia sobre dirigir recursos a la salud y mejorar el sistema, pues hasta ahora, eso no es real, no se ha concretado”, resaltó Zoila Cotrina.

OjoPúblico se comunicó en reiteradas ocasiones con el Minsa para solicitar una entrevista con uno de sus representantes e información sobre los recursos humanos destinados al nivel primario de atención, la cantidad de centros de salud en funcionamiento y las cifras de los que han retomado la vacunación regular junto a la de covid-19. Sin embargo, tras dos semanas, no respondieron a nuestra solicitud.

 

 

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