EXPOSICIÓN. Los menores de edad están expuestos a la exhibición y promoción de tabaco en las bodegas cercanas a las escuelas.

El marketing agresivo del tabaco: venden cigarrillos sin control cerca de las escuelas

El marketing agresivo del tabaco: venden cigarrillos sin control cerca de las escuelas

EXPOSICIÓN. Los menores de edad están expuestos a la exhibición y promoción de tabaco en las bodegas cercanas a las escuelas.

Ilustración. OjoPúblico / Emilio Cruañas Pérez

La venta y promoción de cigarrillos en bodegas cercanas a las escuelas y la amplia oferta de productos saborizados son estrategias de publicidad de la industria tabacalera para abrirse paso entre los nuevos clientes jóvenes. Hasta 2019, alrededor de 106 colegios de Lima tenían entre una y 16 tiendas minoristas de tabaco en 250 metros a la redonda. A pesar de que más de 16.000 personas mueren al año en Perú por enfermedades asociadas al consumo de tabaco, las compañías aprovechan los vacíos en la legislación para llegar a estas poblaciones. En Perú, los adolescentes empiezan a fumar, en promedio, entre los 12 y 13 años. La Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes reveló que a más del 60% de estudiantes peruanos consumidores no se les negó la venta de cigarrillos por su edad y más del 50% accedió a comprarlos sueltos o por unidad.

31 Mayo, 2022

Actualización: 02 de junio del 2022 a las 12:15 p.m.

En mostradores ubicados debajo de chupetines, gaseosas y néctares; encima de chicles, caramelos y frunas, y al costado de queques envasados y chocolates se exhiben cajetillas de cigarros con sabores muy similares a todas esas golosinas. Estos productos, incluido el tabaco, se venden en bodegas ubicadas a menos de 250 metros de colegios de Lima. La ubicación del producto y la manera en la que son colocados son cruciales para atraer a los consumidores, de acuerdo con un estudio de 2017 hecho en Latinoamérica por la Universidad Johns Hopkins.

“La exposición a la publicidad y promoción de productos derivados de tabaco aumenta las probabilidades de que los jóvenes comiencen a fumar y la exhibición en el punto de venta tiene el mismo efecto e influencia en el comportamiento que la publicidad en medios tradicionales”, concluyó la investigación.

En un sondeo de OjoPúblico se halló que tres instituciones educativas de San Juan de Lurigancho (Nuestra Señora de la Merced, Canto Bello y Miguel Grau Seminario) cuentan con 12 bodegas (tres, tres y seis, respectivamente) en un radio de 250 metros que venden cigarrillos y que exponen estos productos junto a otros dirigidos al consumo de niños y adolescentes.

La exhibición de cigarrillos en estos establecimientos cercanos a centros educativos es una estrategia que ha sido analizada desde hace más de seis años en Perú. Otra investigación de 2016 de la Universidad Johns Hopkins halló que, de 103 colegios de 13 distritos de Lima, 77% tenían bodegas que vendían tabaco en menos de 250 metros a la redonda.

Fotos: Hugo Córdova

TABACO. La publicidad y las cajetillas de cigarrillos saborizados se exponen en bodegas cercanas a colegios de Lima.
Fotos: Hugo Córdova

 

Además, una actualización de ese estudio publicada en 2019 encontró que, de 141 escuelas de 10 distritos de Lima, el 75% tenían comercios de cigarrillos en un radio de 250 metros y el 46% exhibían el tabaco cerca de golosinas, juguetes para niños o bebidas alcohólicas. “En general, nuestros hallazgos destacan la importancia del punto de venta cerca de las escuelas como un canal clave para comunicarse con los consumidores potenciales”, explicó Graziele Grilo, representante en América Latina del Instituto para el Control Mundial del Tabaco de la Universidad Johns Hopkins, a OjoPúblico.

En efecto, la eficacia de estas estrategias están reflejadas en que el consumo de cigarrillos desde edades tempranas se ha mantenido constante. Rosa Sandoval, asesora regional en control de tabaco y economía de las enfermedades no transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), detalló que existe una tendencia en la reducción de consumo de tabaco en adultos (alrededor de 42% de disminución), pero que esta no se presenta de igual manera entre los jóvenes de 13 a 15 años.

“Desde 2018, cuando la OMS publicó los estudios de tendencia de la prevalencia, la media de consumo actual del tabaco en este grupo de edad en la Región de las Américas es alrededor de 11%, lo que significa que uno de cada 10 chicos ya usa algún producto de tabaco. Esto es sumamente preocupante dada la alta capacidad de generar adicción de estos productos”, indicó.

En Perú, las cifras de consumo son inferiores, pero evidencian el papel de las tiendas minoristas en el acceso a este producto. La Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes, publicada en 2020, estimó que el 6,4% de los alumnos de entre 13 y 15 años son consumidores actuales de tabaco y 21,1% alguna vez lo fumaron. Además, el análisis halló que el “49,2% de los estudiantes que se declararon consumidores compran los cigarrillos en quioscos, bodegas y en la venta ambulatoria”.

Los adolescentes son foco de muchas iniciativas de comercialización de la industria tabacalera”, dijo Graziele Grilo.

El inicio en el tabaquismo desde edades tempranas también contribuye a que poblaciones más jóvenes desarrollen enfermedades asociadas al tabaquismo, como el cáncer al pulmón, hipertensión arterial, bronquitis crónica, accidentes cerebrovasculares (hemorragias o embolias) y enfermedades coronarias (infartos). “Yo tengo registrado gente a partir de 16 años de edad que ha tenido carcinoma de pulmón, que sorprendentemente no había antes. Se están trasladando las enfermedades oncológicas a gente más joven”, dijo Edgar Amorim, director ejecutivo del Departamento de Cirugía en Tórax del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN).

Aunque, según la ley N°28705, la publicidad externa de tabaco está prohibida en 500 metros alrededor de colegios, los vacíos en la legislación peruana permiten que este producto nocivo se venda y promocione cerca de los jóvenes. La exhibición de los cigarrillos incluye el uso de cigarreras vistosas con colores y luces que resultan llamativas para los menores de edad.

“Las empresas tabacaleras sacan aún más provecho del atractivo de los productos saborizados al utilizar prácticas de comercialización engañosas y desleales. Esto se hace más evidente a través de iniciativas de publicidad y promoción en el punto de venta, lo que incluye exhibidores de productos”, señalan los autores de un estudio de Johns Hopkins. La falta de una prohibición total de publicidad de tabaco expone a los menores a daños a la salud e incluso a la muerte.

“No se debería poder hacer publicidad de un producto que está matando a la humanidad: 8 millones de personas mueren cada año. El tabaco mata más cantidad de gente que la covid-19”, enfatizó Jaime Delgado. Un análisis del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) determinó que, si Perú  incorpora esa legislación con un máximo nivel de acatamiento, podría ahorrar S/873 millones en costos de atención en salud y más de 5.000 muertes en una década.

 

Publicidad de tabaco cerca de las escuelas

La industria del tabaco ha sido considerada una de las más nocivas, con más de 8 millones de muertes al año asociadas a su consumo. Por ello, las compañías tabacaleras han sido demandadas durante más de medio siglo. Desde 1950, los consumidores empezaron a interponer demandas contra las tabacaleras, luego de que surgieron los primeros informes que relacionaron a los cigarrillos con el cáncer. Sin embargo, los demandantes comenzaron a ganar los casos recién alrededor de 1990, cuando se filtraron documentos de las compañías que evidenciaban que estas eran conscientes de la naturaleza adictiva del tabaco.

A pesar de eso, la industria ha hallado nuevas formas para mantenerse vigente en el mercado, atraer nuevos consumidores y continuar con las ventas que ascienden a más de USD 55.000 millones a nivel mundial. Una de las estrategias utilizadas en Latinoamérica consiste en la oferta de tabaco en las bodegas o tiendas minoristas cercanas a escuelas. Un estudio hecho por Johns Hopkins en cinco países de la región (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Perú) halló que “los paquetes de cigarrillos con descriptores de sabor se exhiben y publicitan con frecuencia en el punto de venta cerca de escuelas”.

Los resultados para Perú demostraron que, de 43 escuelas seleccionadas en Lima, el 95,3% tenían comercios de cigarrillos en un radio de 250 metros. Dentro de estos comercios, los productos de tabaco eran publicitados a través de carteles impresos, digitales y con promociones de descuento. En esa línea, un estudio hecho específicamente en Perú en 2016 halló que 79 de 103 escuelas contaban con tiendas minoristas de tabaco a su alrededor. “Los productos de tabaco a menudo se exhibían en la zona del cajero o cerca de ella, y con frecuencia se publicitaban mediante letreros que mencionaban sabores. Algunos minoristas exhibían productos de tabaco a la altura de los ojos de los niños”, concluyó.

Uno de los últimos estudios hechos en el país y publicados previo a la pandemia de la covid-19 reveló que 106 colegios de 10 distritos de Lima contaban con entre uno y 16 vendedores minoristas de tabaco en 250 metros a la redonda. “Los productos exhibidos con golosinas o en la zona del cajero son ejemplos de técnicas de comercialización agresivas hacia los jóvenes”, señalaron los autores. Además, destacaron que la publicidad presente en las tiendas incluía ofertas de descuento, concursos, eventos patrocinados y cajetillas de edición limitada.

La exhibición en el punto de venta tiene el mismo efecto e influencia en el comportamiento que la publicidad”, indica la Universidad Johns Hopkins.

Las estrategias descritas en esos estudios aún están vigentes en la actualidad. “Ahorra con Pall Mall. Tus cajetillas valen plata”, alertaba un cartel colgado en el interior de una tienda en San Juan de Lurigancho a fines de abril de 2022. En esa línea, el Bureau of Investigative Journalism del Reino Unido está recopilando información sobre la venta y promoción de cigarrillos en tiendas ubicadas alrededor de las escuelas de Lima. Además, tiene previsto trabajar con los ciudadanos para recopilar estos datos.

La venta y promoción de cigarrillos en establecimientos cercanos a colegios y su ubicación junto a las golosinas no son las únicas formas en las que la industria del tabaco llega a los jóvenes, puesto que la amplia oferta de productos saborizados también se ha posicionado como un impulsor del inicio del consumo. “Los productos derivados del tabaco saborizados son populares entre los jóvenes, lo que fomenta la iniciación temprana y genera tasas altas de consumo entre jóvenes y adultos jóvenes”, sostienen los autores de un estudio de la Universidad Johns Hopkins de 2017.

Tan solo en las investigaciones realizadas en Latinoamérica de 2017 y en Perú de 2019, señala Graziele Grilo, se halló que “se vendían cigarrillos con sabor en la mayoría de los minoristas de tabaco”. El estudio más reciente reveló que el 97% de los minoristas vendían cigarrillos con sabor y el 78% vendía cigarrillos sueltos, haciendo que los cigarrillos sean más asequibles para los jóvenes.

 

Al respecto, Flavia Radovic, presidenta de la Comisión Nacional Permanente de Lucha Antitabáquica (COLAT), dijo a OjoPúblico que la intención de los cigarrillos saborizados es atraer al público joven y provocar una falsa sensación de que son menos tóxicos porque no tienen un sabor fuerte.

Así lo evidencia también una investigación realizada en México en la que los fumadores indicaron que preferían los cigarrillos saborizados porque consideraban que estos tienen mejor sabor y menor riesgo que otras variedades. Sin embargo, esto no es cierto. “No hay evidencia de que estos productos sean menos dañinos que los cigarrillos sin aditivos de sabor”, advierte Rosa Sandoval.

De hecho, el uso del mentol en los cigarrillos como un refrescante y analgésico puede cambiar la manera en la que el cerebro percibe el consumo de tabaco y facilitar su inhalación. “El mentol en los cigarrillos puede hacer que los químicos dañinos se absorban más fácilmente en el cuerpo”, advierte un documento de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) que proporciona evidencia científica para prohibir el tabaco saborizado.

El uso de saborizantes y cápsulas de sabor en los cigarrillos han sido estudiados por la industria tabacalera con el fin de que estos sean más atractivos para los consumidores, especialmente para los más jóvenes. “Es de conocimiento público que a los adolescentes les gustan los productos dulces. Se podría considerar la miel”, se lee en un informe de 1972 de la compañía Brown & Williamson Tobacco Corporation, que producía marcas populares como Lucky Strike, Pall Mall hasta 2004.

Los documentos elaborados por las tabacaleras revelan sus intenciones de atraer nuevos consumidores a través de la disponibilidad de una variedad de sabores de cigarrillos. La empresa Philip Morris, que comercializa productos de la marca Marlboro, recomendó en un informe de 1992 el uso de sabores como melón, cola, piña colada y naranja cremosa. La compañía indicó que los sabores generan un “elevado factor de curiosidad por probar, que atraviesa los sexos, y que los adultos jóvenes hasta los 30 [años] expresaron niveles de interés similares”.

La venta de tabaco en los entornos cercanos a los colegios y la amplia oferta de cigarrillos saborizados son fórmulas que han servido para mantener las ventas de tabaco, a pesar de las 16.719 muertes que provoca al año en Perú, según datos de 2017. “La evidencia sugiere que los adolescentes son foco de muchas iniciativas de comercialización de la industria tabacalera, así como los mercados emergentes como América Latina”, enfatizó Graziele Grilo, representante de Johns Hopkins.

 

El impacto en la salud

“Fumar causa cáncer de mama”, “Fumar causa impotencia sexual”, “Fumar causa cáncer de pulmón” o “Fumar causa infarto al corazón'', son algunas de las advertencias que aparecen en las cajetillas de cigarros en Perú. El daño a la salud que provoca el consumo de tabaco es ampliamente conocido, sobre todo, por los clientes de este producto, quienes observan en los empaques imágenes de colillas en el pulmón, una mujer con un seno extirpado y ojos rojos en referencia al potencial que tiene de causar ceguera.

A pesar de la amplia evidencia científica sobre los efectos nocivos del tabaco (uno de los estudios más antiguos es de 1950), el consumo de este producto continúa vigente. “A los fines de mantener las ganancias, las empresas tabacaleras deben atraer a fumadores jóvenes para reemplazar los millones de clientes que mueren de enfermedades provocadas por el tabaquismo o que dejan de fumar cada año”, advierte una investigación de la Universidad Johns Hopkins de 2017.

En Perú, la edad promedio de inicio de tabaquismo es de entre 12 y 13 años, de acuerdo con información del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro). “Aunque la data va a decir que el inicio del consumo es 15 años, en la práctica lo que nosotros vemos es [que] el inicio de consumo [se da] desde muy temprana edad, porque todas las estrategias de la industria están orientadas a captar nuevos fumadores”, explicó Carmen Barco. La especialista alertó que en algunos casos han registrado un inicio temprano, entre los 9 y 10 años. “Pero, no es el grueso de casos”, aclaró.

La evidencia científica demuestra que el consumo de tabaco desde edades tempranas provoca problemas de salud entre los jóvenes. La especialista Rosa Sandonval de la OPS explicó a OjoPúblico que la exposición prolongada aumenta de manera progresiva el riesgo de desarrollar enfermedades asociadas al tabaquismo. “En el caso del cáncer de pulmón, el riesgo aumenta de forma más pronunciada con la duración del tabaquismo, que con el número de cigarrillos fumados al día”, ejemplificó.

No se debería poder hacer publicidad de un producto que está matando a la humanidad: 8 millones de personas mueren cada año”, enfatizó Jaime Delgado.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe daños al desarrollo del cerebro, riesgo de sufrir asma, obstrucción de las vías respiratorias y deterioro de la función pulmonar, disminución del rendimiento y la resistencia del físico, como algunos de los principales efectos en niños y adolescentes. “Se ha demostrado que se pueden detectar los primeros signos de enfermedad cardíaca y de accidente cerebrovascular en los jóvenes fumadores”, concluye un artículo de la Campaña para Niños Libres de Tabaco.

En esa línea, Edgar Amorín, coordinador de la Escuela de Excelencia para el Control del Tabaco que atiende pacientes en el INEN, explicó que la velocidad de complicación de tumores cancerígenos en jóvenes es mayor a la registrada en otros grupos etarios. “Son mucho más agresivos y mortales. La gente joven con cáncer al pulmón es la que muere más rápido”, afirmó. No obstante, no hay evidencia disponible que confirme un incremento de las enfermedades asociadas al tabaco en los jóvenes de la región latinoamericana.

“No se podría confirmar que las enfermedades asociadas al tabaco en el grupo de jóvenes han aumentado. Algo que sí se podría confirmar sobre las enfermedades asociadas en el grupo de edad de los más jóvenes es que la utilización de nuevos productos de tabaco y nicotina, como los cigarrillos electrónicos o vapeadores que usan los jóvenes, han traído consigo enfermedades agudas que se presentan en el corto plazo como lesión pulmonar asociada a vapeo (Evali)”, dijo Rosa Sandoval a OjoPúblico.

 

La importación de tabaco

Aunque Perú no es un país productor de tabaco, la importación del mismo sí ocupa un lugar importante para el mercado nacional. Este insumo también es relevante en el comercio exterior mundial ya que cuenta con su propio capítulo arancelario. La definición establecida por la Organización Mundial de Aduanas al Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías y adoptada en nuestro país por el Ministerio de Economía y Finanzas es “Tabaco y sucedáneos del tabaco elaborados; productos, incluso con nicotina, destinados para la inhalación sin combustión; otros productos que contengan nicotina destinados para la absorción de nicotina en el cuerpo humano".

Este mercado mueve grandes cantidades de dinero. En los últimos cinco años, se han gastado USD 86 millones en importación de tabaco en Perú, lo que equivale a 6.610 toneladas. Aunque la pandemia impactó de forma negativa a la industria —las importaciones se redujeron en más del 50% si se compara el 2019 con el 2020 y el 2021—, en el primer trimestre del 2022 se evidencia un crecimiento en el comercio exterior de este producto respecto a los dos años anteriores.

 

Los principales proveedores de tabaco del país son Chile y México. Chile encabeza la lista debido a que British American Tobacco (BAT) centralizó su producción en ese país. En 1992, existió una compañía productora de tabaco en Perú denominada Empresa Nacional del Tabaco (Enata). Sin embargo, esta se dio de baja en 2002. Carmen Barco, representante de Cedro, explicó que esta compañía fue vendida inicialmente a un grupo español y, posteriormente, a la BAT. “Me parece que en el 2009, la British American Tobacco decidió que [esa empresa] no era rentable, que era más rentable exportar la hoja de tabaco hasta Chile y puso la planta allí”, contó.

Tan solo desde 2017 a marzo de 2022, Chile ha enviado el 83% de todo el tabaco recibido por Perú (5.486 toneladas). De este total, el 97,7% corresponde a cigarrillos de tabaco rubio. Este, de hecho, es uno de los productos más importantes, según los registros de La Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria en todo el 2022, pues ocupa el puesto 29 de los más de 1.130 productos recibidos en Perú desde Chile.

México, en paralelo, se ha posicionado como el segundo mayor proveedor de tabaco en el 2020, 2021 y 2022. En dichos años hubo un incremento en sus envíos y ha reemplazado a Colombia, país que hasta 2019 tenía el segundo lugar.

Se están trasladando las enfermedades oncológicas a gente más joven”, dijo Edgar Amorim.

El análisis hecho por OjoPúblico muestra que BAT Perú comercializa en el país al menos seis marcas de cigarrillos. En los últimos cinco años, Lucky Strike ha representado el 37% de los cigarrillos importados y distribuidos por la BAT Perú. Le siguen Pall Mall (34%), Kent (11%), y la extinta Hamilton (13%). Esta última es comercializada ilegalmente en el país, según el propio gerente general de BAT Perú.

De acuerdo con las investigaciones realizadas por la Universidad Johns Hopkins en el país, Lucky Strike es una de las más preferidas por la población joven debido a los cigarrillos saborizados. Además, Lucky Strike ocupa un importante lugar entre las marcas que comercializa la BAT en Perú. Este producto representa el 40% de todas sus importaciones en los últimos dos años. Aunque entre 2020 y 2022 se ha producido una reducción drástica en la importación de cigarrillos, Lucky Strike se ha mantenido como uno de sus productos clave.

Finalmente, hay otra multinacional de la industria del tabaco que también tiene presencia en Perú: Philip Morris. Esta empresa, que comercializa dos marcas de cigarrillos en el país (Marlboro y L&M), ha importado el 12% de todo el tabaco que ingresó entre 2017 y 2022 (830 toneladas) a Perú. Estas compras ascienden a USD 9,9 millones en los últimos cinco años.

 

OjoPúblico se contactó con las tabacaleras anteriormente mencionadas para solicitar información adicional. Sin embargo, hasta el cierre de este reportaje, la empresa Phillip Morris no contestó las comunicaciones.

Por otro lado, Claudia Linares, gerente de Asuntos Públicos de BAT Perú, aclaró que los productos que elaboran son solo para adultos, que tienen un programa en el que incentivan a los bodegueros a pedir DNI al vender y que ellos no comercializan cigarrillos sueltos, sino cajetillas selladas de 10 unidades. “BAT cumple con toda la regulación vigente aplicable al producto y a la comunicación sobre el mismo en el punto de venta”, indicó.

La representante de BAT destacó, además, el alto número de cigarrillos de contrabando y falsificados que existe en Perú, sobre el cual señaló que —de acuerdo a un estudio de Kantar Worldpanel— representaba el 53% del mercado nacional para el primer trimestre del 2022. No obstante, cabe precisar que la lucha contra el contrabando constituye una de las principales acciones de asistencia y alianzas entre la industria tabacalera y los gobiernos, según el Índice de la interferencia de la industria del tabaco de 2021.

“Su ‘interés’ [de la industria tabacalera (IT)] por combatir el contrabando, ha sido una estrategia ampliamente utilizada por la IT con o sin pandemia. Argumenta que se ve afectada por el incremento del contrabando y el bajo precio al que se venden esos productos de tabaco, para conseguir una reducción de impuestos”, se explica en el Índice de la interferencia de la industria del tabaco de 2021.

En Perú, indica dicho documento, esta colaboración se ve reflejada en la Mesa de Trabajo contra el Comercio Ilícito de Cigarrillos en la que participa el Comité del Tabaco de la Sociedad Nacional de Industrias.

 

Lentos avances legislativos

La publicidad en establecimientos cercanos a colegios, la amplia oferta de cigarrillos saborizados y la asequibilidad de este producto para parte de la población joven responde a la falta de una ley que prohíba de manera completa la promoción del mismo y a la débil fiscalización de la normativa vigente. A pesar de estar prohibida la venta de tabaco a menores de edad desde 1998 según la Ley N°26957, la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes reveló que el 61% de los estudiantes consumidores encuestados en Perú dijeron que no se les negó la venta de cigarrillos por su edad y el 59,9% accedió a comprarlos sueltos o por unidad.

La investigadora Graziele Grilo advirtió que la industria tabacalera tiene una historia de explotación de lagunas en la legislación. Un estudio de la Universidad de Johns Hopkins de 2016 resaltó que, aunque las leyes peruanas restringen muchas formas de estrategias de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco, la exhibición y la publicidad interior de estos productos aún están permitidas en las tiendas minoristas.

“Si prohibes la publicidad y permites algunas excepciones, es muy probable que la industria se aproveche de esas excepciones y las explote al máximo para poder publicitar de una forma súper abierta y dirigida a los jóvenes para buscar más público”, dijo Gianella Severini, representante legal de la Campaña para Niños Libres de Tabaco. Por ello, Jaime Delgado, abogado y expresidente de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (ASPEC), resaltó que en Perú las compañías tabacaleras han aprovechado un vacío de la ley y han concentrado toda su publicidad en los puntos de venta. “En nuestro país, las bodegas son los puntos de venta más abundantes, tenemos más de 500.000 bodegas a nivel nacional. No hay barrios donde no haya una bodega”, subrayó.

Los avances legislativos en Perú han servido para reducir el consumo de tabaco a nivel nacional, pero no se han centrado en desincentivar el inicio en el tabaquismo que se da en edades tempranas. Desde 1991, existen leyes orientadas a regular el consumo de este producto. Las misma incluyen la prohibición de fumar en espacios cerrados de uso público (1991), impedir la venta y publicidad de productos elaborados con tabaco en centros educativos y de salud (1997), no permitir su venta a menores de edad (1998), implementar advertencia impresa sobre daños (2006), rechazar el uso de palabras que sugieran que el contenido es menos tóxico (2008), prohibir la venta de paquetes con menos de 10 unidades (2010), actualizar los mensajes de advertencia (2011) y los gráficos que evidencian los riesgos de fumar (2016 y 2019).

Es muy probable que la industria se aproveche de excepciones y las explote al máximo para poder publicitar”, dijo Gianella Severini.

A pesar de este progreso en la legislación, hasta el momento, no se ha aprobado una ley que prohíba de manera total la publicidad del tabaco en el país, tal como lo recomienda el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT OMS). “Cada Parte, de conformidad con su constitución o sus principios constitucionales, procederá a una prohibición total de toda forma de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco”, indica el documento.

Este convenio fue suscrito por Perú en noviembre de 2004 y es de carácter vinculante, es decir, de cumplimiento obligatorio. No obstante, de acuerdo con Jaime Delgado y Gianela Severini, la industria tabacalera ha impedido la aprobación de una ley de esa naturaleza, alegando que la misma sería inconstitucional. “Uno de los argumentos que usa la industria es que la prohibición completa no sería constitucional, y eso no es así. La publicidad de tabaco puede ser restringida en pos de proteger el derecho a la salud, que es protegido constitucionalmente por diversos países de la región, como Perú”, aclaró Severini.

Desde 2011 se han propuesto proyectos de ley en el Congreso del Perú orientados a prohibir la publicidad, promoción, patrocinio y exhibición comercial de los productos de tabaco. La última iniciativa legal fue el PL 07657, propuesto por el excongresista Omar Chehade. El predictamen de este proyecto fue aprobado por la Comisión de Salud, pero no logró ponerse en agenda antes del fin del periodo legislativo 2021. “La industria tabacalera desató todo su arsenal de influencia y de lobby para impedir que se prohíba la publicidad en los puntos de venta. Es lo único que está pendiente”, afirmó Jaime Delgado, quien propuso la primera iniciativa en 2011.

Al respecto, Gianella Sevirini señaló que las estrategias de la industria para impedir la aceptación de estas leyes se repiten en varias naciones de la región. “Son más los países que no tienen la prohibición completa que los que sí lo tienen”, afirmó. En América Latina, solo Colombia y México han aprobado legislaciones que prohíben la publicidad total, aunque aún se enfrentan a obstáculos para poder implementarlas. “Los estudios han demostrado que las prohibiciones totales de la publicidad, promoción y patrocinio disminuyen el consumo de tabaco y ayudan a desnormalizar su consumo entre los jóvenes”, subrayó Graziele Grilo.

 

La oposición política y civil a una mayor regulación

La oposición a iniciativas legislativas que buscan controlar el consumo, venta y promoción de tabaco no solo viene por parte de las empresas que fabrican este producto, sino también de asociaciones civiles y políticos con curules en el Congreso de turno. A fines de enero de 2019, por ejemplo, Fuerza Popular presentó una iniciativa legislativa menos restrictiva, el Proyecto de Ley 3833. El mismo removía la prohibición de promocionar o distribuir juguetes con forma o alusión a productos de tabaco que puedan resultar atractivos para menores de edad.

Asimismo, proponía crear áreas dedicadas exclusivamente al uso de cigarrillos electrónicos en los espacios públicos cerrados. Sin embargo, el proyecto fue retirado a mediados de marzo del mismo año, a solicitud del congresista Carlos Domínguez Herrera, quien lo propuso inicialmente. Esta iniciativa legislativa fue resaltada por Stop: a global tobacco industry watchdog, una organización impulsada por la University of Bath de Reino Unido y que vigila el lobby de la industria del tabaco.

La oposición de políticos a regulaciones severas del tabaco también se evidencia en sus intervenciones en el Parlamento. Una de las notas de prensa del Congreso evidencia que, en 2011, los excongresistas Martha Chávez y Luis Galarreta presentaron argumentos en contra del Proyecto de Ley N°1004, que buscaba la prohibición total de la publicidad, promoción y patrocinio de productos de tabaco.

“Pese a que se nos quiere hacer ver que hay prohibición absoluta en otros países, hay que señalar que eso es falso. Los extremos no ayudan a solucionar los problemas”, sostuvo Martha Chávez en su intervención. Luis Galarreta, por su parte, volvió a demostrar su oposición a la regulación del tabaco en noviembre de 2012. “El legislador Luis Galarreta Velarde se mostró contrario a todo tipo de prohibición absoluta y dijo que se estaría transgrediendo el derecho individual a escoger y elegir si fuma o no, o qué fuma”, se lee en otro documento del Congreso.

En relación a las agrupaciones civiles que se han opuesto a la regulación estricta del tabaco, un informe del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade) de 2018 halló que los principales opositores y portavoces de la industria tabacalera son la Asociación de Bodegueros del Perú (ABP), la Cámara del Comercio de Lima, la Asociación de Contribuyentes por Respeto, la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales (Confiep) y la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).

OjoPúblico encontró que ABP, ente que agrupa a más de 500.000 comerciantes de Lima y Callao, organiza eventos virtuales auspiciados por la BAT, como lo demuestran sus publicaciones en Facebook.

BAT Perú Bodegueros

ACTIVIDADES. Reunión convocada por la Asociación de Bodegueros del Perú (ABP) y auspiciada por la BAT.
Foto: Facebook de la ABP

 

ABP Perú Bodegueros BAT
AUSPICIOS. La ABP indicó que reciben apoyo instituciones públicas y privadas para llevar a cabo sus eventos. 
Foto: Facebook de la ABP

 

Esta compañía tabacalera tiene, también, presencia en las comunicaciones dirigidas a los bodegueros. En las mismas se les advierte sobre el contrabando, la comercialización a menores de edad y los precios sugeridos de venta.

En comunicación con OjoPúblico, un representante de la ABP confirmó que realizan actividades, como capacitaciones y audiencias de diálogo con sus socios, y que estas cuentan con el apoyo de instituciones públicas —como el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual (Indecopi), el Ministerio de Salud (Minsa) y el Ministerio de la Producción (Produce)— y privadas —como gremios y empresas proveedoras de productos—. Sin embargo, no precisaron cuáles son las entidades privadas ni especificaron en qué consiste el auspicio que reciben de la BAT.

En 2015, la asociación anunció un plantón para oponerse a la prohibición total de publicidad, promoción, patrocinio y exhibición de productos de tabaco. Al ser consultados sobre su postura actual sobre el tema, manifestaron nuevamente su oposición.

“Creemos que los consumidores necesitan información sobre las características y oferta de productos en el marco de la ley. Por ello, hemos expresado nuestra disconformidad a iniciativas normativas que contradicen el derecho de los consumidores a informarse. Hemos visto experiencias extranjeras donde existen restricciones absolutas que no han tenido los resultados esperados y, por el contrario, han incentivado el comercio ilícito de productos”, indicaron.

Por último, la asociación no respondió a la consulta sobre su denominación, por parte del Grade, como una de las opositoras y portavoz de la industria tabacalera en el país.

No obstante, esta organización no es la única con un vínculo probado con la BAT. La Asociación de Contribuyentes por Respeto ha estado en dos ocasiones bajo la dirección de un extrabajador de esa compañía tabacalera. La experiencia laboral de Fernando Cáceres Freyre evidencia una estrecha relación entre esta agrupación y la compañía tabacalera: él es uno de los fundadores de la ONG y trabajó en el área legal de la empresa con sede central en Gran Bretaña.

En 2010, se creó el Movimiento Respeto que trabajó bajo la marca Respeto x Respeto (RxR) y contó con la participación de Fernando Cáceres Freyre, Mario Zúñiga, Jaime Barco y Juan Manuel Calvi. En 2011, Jaime Barco lideró la demanda por inconstitucionalidad contra la Ley de Control de Tabaco en el Perú. En paralelo, Cáceres Freyre se desempeñó como gerente de asuntos públicos y regulatorios de la BAT, desde diciembre de 2008 hasta julio de 2012.

Luego, la ONG trabajó bajo la razón social Asociación de Contribuyentes del Perú, y Cáceres Freyre asumió la directiva desde agosto de 2012. Durante su dirección, la asociación se mostró en desacuerdo con proyectos de ley que proponían más restricciones a la industria tabacalera. En una carta indicaron que “la publicidad de tabaco ya está bastante restringida y que la inversión publicitaria en productos de tabaco se ha reducido notablemente por lo que no encuentran razón para nuevas prohibiciones”.

En 2016, la asociación volvió a tener una participación en contra de la regulación del tabaco, pues su entonces vicepresidente, Mario Zuñiga, firmó una carta contra el empaquetado neutro dirigida a la directora general de la Organización Mundial de la Salud en ese momento, Margaret Chan Fung Fu-chun. Un año después, en julio de 2017, Cáceres Freyre dejó la dirección de la ONG y fue designado como viceministro de Gestión Institucional del Ministerio de Educación (Minedu) por cuatro meses.

Sin embargo, en setiembre de 2018 volvió a la presidencia de la asociación —año en el que la misma funcionó bajo el nombre de Asociación Contribuyentes por Respeto—, y se mantuvo en el cargo hasta mayo de 2020. Luego de eso, desde mayo de 2020 hasta abril de 2022, Cáceres Freyre se desempeñó en dos cargos: presidente de la Comisión de Lucha contra el Comercio Ilícito de la SNI, y gerente senior del área Legal y Asuntos Externos Perú en la BAT.

En entrevista con OjoPúblico, Cáceres Freyre sostuvo que la asociación suscribió la carta dirigida a la OMS porque forma parte de la red Property Right Alliance (PRA), la cual solicitó la firma a sus miembros.

“El interés que se tuvo al firmar esa carta es un interés académico, digamos, más de afinidad con la protección de la propiedad intelectual, que es lo que esta red propone y a la cual, el instituto se adhería. O sea, como asociación que eres parte de estas redes internacionales, recibes de afuera recursos, pero recibes recursos porque tú estás de acuerdo con determinados principios. Nos adheríamos a eso porque estábamos de acuerdo con los principios de la propiedad intelectual”, afirmó.

Asimismo, se consultó a Cacéres Freyre sobre su posición actual frente a la prohibición total de publicidad, promoción, patrocinio y exhibición de productos de tabaco. Él señaló que, en caso haya algún tipo de estudio que acredite que quitar toda la publicidad va a reducir el consumo, esa puede ser una vía por la cual optar. Sin embargo, se mostró contrario a la prohibición de la exhibición, pues considera que esto dificultará las actividades de fiscalización.

“La Policía Fiscal no va a poder ir a incautar el producto ilegal, entonces estás dificultando la lucha contra un producto que no solamente es dañino, sino que además no paga ningún impuesto y proviene de redes asociadas a corrupción e inseguridad. El otro es dañino, pero al menos paga impuestos. De repente la vía tiene que ver más con lo que queda de publicidad, pero restringir el mostrar el producto creo que no le hace bien ni a la policía fiscal, ni al consumidor ni al vendedor”, aseguró.

Finalmente, en relación a la denominación que hace Grade sobre la asociación como portavoz de la industria tabacalera, Cáceres Freyre indicó que no podía hablar a nombre de la asociación, pues ya no la dirige. Además, en relación a su experiencia, confirmó que tiene una relación con el tema del tabaco y con BAT por sus trabajos anteriores.

OjoPúblico también se contactó con los exparlamentarios Martha Chávez, Luis Galarreta, la Asociación Contribuyentes del Perú, la Cámara del Comercio de Lima, la Confiep y la SNI para solicitar sus descargos. Pero, hasta el cierre de este informe, no se obtuvo respuesta.

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