CONCEPTO TEMPORAL. El curso de la pandemia indica que el nuevo coronavirus seguirá circulando en los próximos meses.

Inmunidad de rebaño: un fenómeno lejos de alcanzar a corto plazo

Inmunidad de rebaño: un fenómeno lejos de alcanzar a corto plazo

CONCEPTO TEMPORAL. El curso de la pandemia indica que el nuevo coronavirus seguirá circulando en los próximos meses.

Ilustración: Shutterstock

Alcanzar el 70 % de la población protegida contra la Covid-19 en el contexto actual no será suficiente para llegar al final de la pandemia. La insuficiente cobertura de vacunación, la aparición de nuevas variantes, los contagios entre personas vacunadas y las reinfecciones entre aquellas que superaron la enfermedad con anterioridad son los principales factores que hacen imposible alcanzar ese objetivo. El curso actual de la pandemia indica que el patógeno seguirá circulando en los próximos meses y que la sociedad deberá retomar sus actividades cotidianas mientras aprende a convivir con el virus.

14 Diciembre, 2021

*Actualización 15 de diciembre del 2021

El pasado miércoles 8 de diciembre, el Ministerio de Salud de Perú informó que había alcanzado la meta de tener al 70% de su población objetivo (mayores de 12 años) vacunada con el esquema completo. Esto dio lugar a que la teoría de la inmunidad colectiva —entendida como un porcentaje de personas protegidas contra una enfermedad para que esta no pueda seguir propagándose—  vuelva a la discusión pública. Sin embargo, el actual desarrollo de la pandemia por Covid-19 ha hecho que este concepto presente nuevos desafíos. 

La impredecible duración de la inmunidad después de la infección, las insuficientes tasas de vacunación, el alto contacto social entre las personas y la mayor incidencia de casos en estaciones frías son algunos de los cambios en el curso de la pandemia que han hecho que varíe el porcentaje propuesto inicialmente para alcanzar la inmunidad de rebaño (70%) y que, con mayor frecuencia, se necesite más cantidad de personas vacunadas.

Zulma Cucunubá, epidemióloga colombiana e investigadora del Imperial College, dijo a OjoPúblico que la inmunidad colectiva o de rebaño deber ser entendida como un estado temporal durante la actual emergencia sanitaria. "Cada vez se está volviendo un poco más claro que, para este coronavirus, la inmunidad de rebaño es un concepto temporal", precisó.

Por ese motivo, los especialistas insisten en que la inmunidad de rebaño no debe ser el principal objetivo para hacer frente a la emergencia sanitaria. Por el contrario, destacan la importancia de que los países encuentren nuevas maneras de retomar sus actividades diarias mientras se protegen del virus y reducen las posibilidades de transmisión. 

Inmunidad de rebaño. Ilustración: Claudia Calderón / OjoPúblico

 

Un síntoma  de cómo esta definición ha perdido fuerza surgió hace unos meses, cuando el científico Youyang Gu autor de este modelo cambió el nombre de su pronóstico de Covid-19. Este pasó de llamarse “Camino a la inmunidad de manada” a denominarse “Camino a la normalidad”, tal como lo recoge la revista “Nature”. ¿Qué es lo que ha impulsado estos cambios en la concepción y esperanzas que existían en la inmunidad de rebaño?

Especialistas consultados por OjoPúblico coinciden en que el desempeño de este coronavirus asociado a las posibilidades de reinfección, la aparición de nuevas variantes, los altos niveles de contagio, la escasa cobertura vacunal y la baja capacidad de la misma para reducir los contagios son los principales factores que hacen poco probable el cumplimiento del objetivo de inmunidad de rebaño en el contexto actual. “A medida que vamos aprendiendo más sobre el virus y sobre cómo se transmite se ve que la inmunidad de rebaño es más y más difícil de alcanzar”, dijo Willy Lescano, especialista en epidemiología global y control de enfermedades.

Una muestra de eso es que el objetivo inicial necesario para alcanzar la inmunidad de grupo se ha incrementado hasta un 90%. La médica epidemióloga Zulma Cucunubá explicó que, al principio, cuando el linaje original del Sars-CoV-2 tenía un número básico reproductivo de 2,5 —es decir, una persona infectada podía contagiar a otras tres— se requería un 70% de la población con protección para alcanzar la meta. Sin embargo, con las nuevas variantes como alfa y delta que tienen números reproductivos más altos (entre 4 y 5, y entre 5 y 8, respectivamente), el valor hipotético para alcanzar la inmunidad de rebaño se encuentra entre un 80% y 90%.

 

 

Por ejemplo, países como España, Portugal y Corea del Sur que superaron el objetivo de más del 80% de su población vacunada, nuevamente, están presentando nuevos casos de contagio, aunque en una menor proporción comparados con aquellos que aún no alcanzan ese porcentaje de inmunización. 

Las nuevas olas de contagio en Europa, que han obligado a varios países a retomar medidas estrictas, como el confinamiento, demuestran que el virus encuentra maneras de seguir propagándose y que su desaparición no está cerca. El experto en epidemiología y salud internacional, César Ugarte, afirmó que la pandemia de la Covid-19 se está convirtiendo en una endemia. “Eso significa que va a estar con nosotros y que van a haber siempre casos, pero la idea es que los casos sean suficientemente pequeños para que el sistema los pueda atender sin ningún problema”, explicó a este medio.

Ante la inminente realidad de que el virus aún va a continuar entre la población por mucho tiempo más, las principales recomendaciones están centradas en seguir con la vacunación con el objetivo de reducir las posibilidades de desarrollar una enfermedad grave y la muerte, así como mantener las medidas de sanitarias conocidas como el uso de mascarillas el distanciamiento físico, la ventilación de espacios cerrados y el lavado de la manos. Todas constituyen intervenciones que han demostrado ser eficaces para reducir la propagación del Sars-CoV-2.

 

Hacia una nueva normalidad

 

Al inicio de la pandemia se creyó que la inmunidad de rebaño nos llevaría hacia el fin de la emergencia sanitaria. Willy Lescano, profesor de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), explicó que, al principio, hubo esperanzas de que la inmunidad de rebaño llegará con la aplicación de las vacunas. Sin embargo, el especialista resaltó que esta teoría “ha sido mal entendida por su gran complejidad y por el variable conocimiento sobre la pandemia”. 

Este concepto de epidemiología hace referencia a que cuando existe un número suficiente de personas inmunes a una determinada enfermedad, esta puede controlarse e incluso detenerse. Esta protección se puede adquirir de dos maneras: luego de haber padecido y superado la enfermedad, a lo que se denomina como inmunidad natural, o tras recibir una vacuna que provoca una respuesta inmune sin la necesidad de enfermarse. En el caso de la Covid-19, explica el epidemiólogo Alvaro Taype, al inicio, se comenzó a referirse a la obtención de la inmunidad de rebaño a través de quienes se habían contagiado.  

“Es cierto que hace un tiempo se propuso que esta forma en la cual puedan contagiarse y desarrollar los anticuerpos podría causar por sí solo una inmunidad de rebaño”, afirmó. En efecto, en Iquitos donde la seroprevalencia —es decir, la cantidad de personas contagiadas que superaron la enfermedad— llegó a ser del 75%, ya se hablaba que esta región alcanzó la inmunidad colectiva, pero eso no fue suficiente para detener el virus. “Esto no ha sido posible porque se necesitaba una gran cantidad de personas contagiadas y eso hacía que los sistemas de salud colapse, así que los países lo que hicieron fue intentar frenar este contagio masivo”.

Al respecto, Lescano, quien integró el Grupo Prospectiva de la Covid-19 en 2020, advierte que, en el Perú, el objetivo nunca fue dejar que las personas se contagien, pues esta enfermedad provoca enfermedad severa y la muerte. “Es bueno aclarar que nunca ha habido una política de dejar que la gente se infecte para alcanzar inmunidad de rebaño, porque eso hubiera tenido costos sociales inmensos”, indicó.

El curso de la pandemia ha alejado la posibilidad de que se alcance la tan ansiada inmunidad de rebaño y, con ello, la erradicación del virus".

Por eso, la manera en la que se esperaba cumplir con este objetivo era a través de la vacunación masiva. Los cálculos realizados al inicio de la pandemia estimaron que si cada persona contagiada con la cepa original del virus tenía la capacidad de infectar a otras tres personas, era necesario que se vacune al 66% de la población para que estos contagios se reduzcan hasta que el virus deje de hallar hospederos disponibles.

César Cárcamo, especialista en epidemiología y salud pública, explica que esta idea se planteó creyendo que una vez que una persona se contagió no podría volver a infectarse y que la aplicación de vacunas protegería contra la infección. No obstante, eso no ocurre así: existe la posibilidad de reinfectarse y la inmunización protege, sobre todo, contra formas graves y muertes.

Foto: Andina/Renato Pajuelo
INALCANZABLE. La inmunidad de rebaño se propuso como un concepto que permitiría acabar con el virus, pero no será posible lograrlo ahora para la Covid-19. 
Foto: Andina / Renato Pajuelo

 

El curso de la pandemia ha alejado la posibilidad de que se alcance la tan ansiada inmunidad de rebaño y, con ello, la erradicación del virus. Frente a este panorama, se ha planteado la necesidad de desarrollar medidas que permitan que las personas retomen sus actividades diarias y convivan con el Sars-CoV-2.

En este sentido, César Ugarte afirmó que la pandemia tal como la conocemos podría convertirse en una endemia, es decir, permanecer de manera habitual en la vida de las personas. “Tenemos que entender como sociedad que volver a [la situación de] diciembre 2019 va a ser bien complicado porque [el Sars-CoV-2] va a ser un virus que va a vivir con nosotros, como vive el virus de la influenza y el dengue”, dijo a OjoPúblico.

Sin embargo, no hay manera de predecir lo que va a suceder con la transmisión del virus ni con el rumbo que tome la pandemia. Los especialistas sostienen que las posibilidades son muchas y que, eventualmente en algún momento de la emergencia sanitaria, podría ser posible volver a recurrir a este concepto de inmunidad de rebaño. “En ciencia, todas son puertas abiertas, lo que manejamos son probabilidades”, sostuvo Alvaro Taype.

El también investigador señaló que hay la posibilidad de que con una cuarta o quinta dosis de refuerzo de ciertas vacunas se pueda alcanzar una inmunidad muy alta y aproximarnos a lograr la inmunidad de grupo. “Pero es una posibilidad muy alejada actualmente”, acotó.

Cárcamo, por su parte, cree que ya no se debería depender de más dosis de refuerzo, sino más bien apuntar al desarrollo de vacunas que tengan la capacidad de neutralizar la posibilidad de contagio. No obstante, en el contexto actual, este concepto se ha abandonado como una posibilidad para poner fin a la pandemia. “Actualmente no tiene mucha validez seguir hablando de inmunidad de rebaño por el hecho de que pueden haber reinfecciones e infecciones en personas vacunadas”, afirmó el epidemiólogo. El escenario actual, precisó Willy Lescano, es complejo, inestable y variable, pues cada día se generan nuevos conocimientos sobre el virus.

 

Cambios claves durante la pandemia

 

Existen determinados factores que explican por qué el objetivo de alcanzar la inmunidad de rebaño se hizo cada vez más lejano. El primero de ellos está relacionado con que el porcentaje de personas que se esperaba inmunizar se debía haber logrado a nivel mundial, es decir, que más del 70% de todas las personas en el mundo debieron haber desarrollado algún tipo de inmunidad para limitar la transmisión del virus. “Para lograr reducir la propagación del virus hasta niveles que prácticamente desaparezca, hubiésemos tenido que llegar a ese porcentaje en todo el mundo y eso no ha pasado”, dijo César Ugarte. Actualmente, solo el 46 % de las personas alrededor del mundo están protegidas con el esquema completo de vacunación contra la Covid-19.

Los grandes grupos de no vacunados en diferentes países, ya sea por posturas antivacunas o por la inequidad en la distribución de las dosis, representan uno de los riesgos para que el patógeno siga propagándose. La transmisión del Sars-CoV-2 entre personas no vacunadas y vacunadas aumenta las posibilidades de que este siga mutando y desarrollando capacidades para continuar infectando. Alvaro Taype explica que las personas no inmunizadas están creando bastiones donde la enfermedad puede seguir sobreviviendo y “esa es una de las posibles causas de nuevas variantes”. Por eso, otra de las razones centrales en esta imposibilidad de lograr la inmunidad de rebaño es la aparición de nuevas variantes que tienen características más riesgosas. 

Uno de esos cambios consiste en que las nuevas variantes que han aparecido son más contagiosas que las anteriores y esto representa un reto para alcanzar la inmunidad de rebaño. La epidemióloga Zulma Cucunubá señaló, en un evento de OjoPúblico, que las nuevas variantes son más contagiosas. Inicialmente —explicó— una persona con la cepa original podía contagiar a aproximadamente tres personas; luego, con la aparición de la variante alfa esta cifra aumentó a entre cuatro a cinco personas; posteriormente, con la delta, una sola persona infectada tiene la capacidad de transmitir el patógeno a entre cinco y ocho personas. Este aumento en las posibilidades de contagio aún se está investigando en la nueva variante de interés, ómicron.

 

 

Por ese motivo, el especialista César Cárcamo explica que si antes, con el virus original, se necesitaba alrededor del 70% para alcanzar esta inmunidad de rebaño, ahora, con estas nuevas variantes se necesitan mayores porcentajes. Con la aparición de nuevas variantes, estas cifras han cambiado. “Estamos viendo que probablemente vamos a tener que llegar a tasas mayores de 80% o 90% de la población vacunada para poder decir que ya estamos protegidos”, añadió Ugarte. 

La aparición de variantes como alfa, delta y ómicron también han demostrado que el virus tiene mayores capacidades para reinfectar a aquellas personas que superaron la enfermedad y desarrollaron algún tipo de inmunidad natural. Esto, señalan los especialistas, es un factor que no permite que la inmunidad de rebaño sea una teoría válida en el contexto actual, puesto que aunque una persona desarrolle anticuerpos existe la posibilidad de que el virus ingrese a su organismo y desarrolle la enfermedad, aunque probablemente no será grave ni conducirá a la muerte. 

A medida que vamos aprendiendo más sobre el virus se ve que la inmunidad de rebaño es más y más difícil de alcanzar”, dijo Willy Lescano.

A esta posibilidad de reinfección se suma que las personas que no estuvieron enfermas y que recibieron su esquema de vacunación completo también pueden infectarse con el virus con bajas posibilidades de presentar formas severas de la Covid-19. “Ni las vacunas ni la inmunidad natural brindan una protección esterilizante que evite toda chance de infección, o sea, las personas que están vacunadas se pueden enfermar y también las personas que han tenido una infección previa se pueden volver a reinfectar”, explicó Lescano. Además, la evidencia disponible demuestra que la inmunidad desarrollada disminuye con el paso del tiempo lo que dificulta que se tenga un porcentaje estable a nivel mundial de protección contra el virus.

En suma, la insuficiente cobertura vacunal, aparición de nuevas variantes, posibilidad de provocar reinfecciones, poca capacidad de las vacunas de proteger contra la transmisión del virus y la disminución de la inmunidad en el tiempo son los factores claves para que la inmunidad de rebaño no sea un objetivo realista en el contexto actual. “La posibilidad de apuntar a un Covid-19 cero —que era esto de que podemos lograr una inmunidad de rebaño suficiente para controlar de una manera rigurosa la enfermedad— lamentablemente, debido a los factores mencionados, ya no se muestra como una posibilidad muy probable”, detalló el médico investigador Alvaro Taype. 

 

Las medidas de salud pública salvan

 

Debido a que no será posible alcanzar la inmunidad de rebaño en el contexto actual y, por lo tanto, no significará el fin de la pandemia, es posible que surja la duda sobre cuál es el objetivo de seguir vacunando de manera masiva. La respuesta es simple: aunque las dosis contra la Covid-19 no impiden que una persona contraiga el virus, sí son eficaces para evitar que desarrolle una enfermedad grave y, en última instancia, la muerte. Es decir, las vacunas salvan vidas.

Los especialistas consultados por OjoPúblico coinciden en que independientemente de que la vacuna tenga una limitada capacidad frente a la transmisión entre persona a persona, sí funciona para reducir los casos severos, hospitalizaciones y fallecimientos. “Al vacunarnos no solamente nos estamos protegiendo, sino también a toda la población que nos rodea, al margen de que esta protección por más buena que sea tal vez no nos pueda asegurar un futuro de Covid cero con una inmunidad de rebaño tan bonita como nos la han pintado antes, pero sí nos da muchos beneficios”, precisó Taype.

Estos beneficios de la vacunación, señalan los expertos, son claves teniendo en cuenta el precario sistema de salud que existe en Latinoamérica, el cual se satura ante el menor incremento de los contagios. En Perú, los contagios y hospitalizaciones por Covid-19 se han incrementado de manera continua. Este aumento puede poner al límite las capacidades de atención del sistema de salud.

Foto: Andina

PREVENCIÓN. La vacunación y las medidas sanitarias han demostrado ser eficaces para reducir la propagación del Sars-CoV-2.
Foto: Andina

 

Willy Lescano señaló que niveles relativamente bajos de transmisión, como los actuales, pueden tener un gran impacto en el país debido a que hay una gran debilidad en la capacidad para atender caso severos, manejarlos adecuadamente en hospitalización y a veces hay insuficiente cantidad de oxígeno o camas de Unidades de Cuidados Intensivos. “En varias regiones del país, ya nos estamos acercando al límite de la capacidad y no es que estemos bajo una ola muy grande. Una ola chiquita, nos puede generar un gran costo social”, aseguró. 

Por lo tanto, además de continuar con la vacunación para evitar desarrollar formas graves y colapsar el sistema de salud, es importante continuar con las medidas sanitarias conocidas y aprovechar estos tiempos de bajos niveles de contagio para fortalecer la atención primaria. El uso de mascarillas, distanciamiento físico, ventilación de espacios cerrados y el lavado de manos son mecanismos claves para limitar la propagación del nuevo coronavirus. “De nada me sirve estar súper vacunado, pero no tener estas medidas porque puedo hacer que otros se enfermen y eso hace que el virus siga el ambiente”, dijo César Ugarte. En esa línea, Cárcamo explicó que cuando menos personas nuevas se infectan, hay menos probabilidades de que surjan nuevas variantes que sean resistentes a las vacunas o que puede reinfectar a las personas. “Hay que reducir al mínimo las infecciones”, enfatizó.

Aunque la inmunidad de rebaño sea un concepto que, por ahora, es necesario dejarlo atrás, aún hay medidas que no se deben abandonar para hacer frente a esta emergencia de salud. “Creo que la inmunidad de rebaño es algo que eventualmente, ojalá, vamos a poder lograr. Pero, en el futuro cercano, hay todavía un gran riesgo de infección y muerte por la pandemia en el cual tenemos que enfocarnos y tenemos que verlo con mucho cuidado en estas fiestas navideñas de gran cantidad de actividades sociales y en la cual queremos estar cerca de la familia y de los amigos, pero estamos corriendo el riesgo de transmitir la enfermedad”, advirtió Lescano.

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