Hay violencias más persistentes que un virus. En la Amazonía, los pueblos indígenas lidian desde hace años con otras pandemias: la del crimen organizado que asesina a sus líderes para invadir y talar sus bosques; la de la indiferencia del Estado que no logra garantizar el acceso a derechos elementales, como la salud; y la presión permanente de la extracción de recursos naturales sin respetar los procesos de consulta previa. Todas estas otras epidemias, como las ha llamado Gregorio Mirabal, el jefe de la Coordinadora de la Organizaciones Indígenas de la Amazonía (Coica), ya los tenían acorralados hace tiempo.
A estas formas de violencia, se sumó la ferocidad del nuevo coronavirus.
La emergencia sanitaria aisló a las comunidades, pero no a sus agresores. Solo durante esta pandemia, en Perú cuatro líderes amazónicos han sido asesinados. En Colombia la situación es aún más alarmante. A septiembre de 2020, según datos del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), las víctimas fueron 211 líderes sociales y defensores de derechos humanos; de este grupo, 140 eran indígenas y campesinos. Las cuarentenas no detuvieron el crimen contra estos líderes y, por el contrario, afianzaron la impunidad en los procesos judiciales para condenar a sus asesinos.
En esta serie de reportajes #DefenderSinMiedo, coordinado por Agenda Propia en alianza con OjoPúblico en Perú, InfoAmazonia y Open Democracy (Brasil), Cuestión Pública (Colombia), Correo del Caroní (Venezuela), Contracorriente (Honduras), Animal Político (México) y ElSurtidor (Paraguay), se cuentan historias de resistencia de 15 líderes y lideresas indígenas que en estos tiempos de incertidumbre eligen sobreponerse a violencia que los acorrala y proteger los bosques de la Amazonía sudamericana.
Estas son sus historias.