PANDEMIA. Grupos económicos de EE.UU., China y Suiza son los principales favorecidos con la demanda global por sus kits para detectar al virus.

El negocio de la pandemia: los grupos biotecnológicos detrás de las pruebas para Covid-19

El negocio de la pandemia: los grupos biotecnológicos detrás de las pruebas para Covid-19

PANDEMIA. Grupos económicos de EE.UU., China y Suiza son los principales favorecidos con la demanda global por sus kits para detectar al virus.

Ilustración: Jhafed Ruiz.

OjoPúblico creó una base de datos con las 110 compañías más importantes del negocio de los kits moleculares o serológicos para detectar a la enfermedad. Con esta información identificamos que Perú compró 320 mil pruebas del primer grupo a compañías locales que importan sus reactivos de farmacéuticas como BGI Group (China), TermoFisher y Abbott (EE.UU.), y Roche (Suiza). También que hemos comprado los test rápidos que produce Zhejiang Orient Gene Biotech (China), una de las empresas más favorecidas por la alta demanda de este tipo de kits.

6 Abril, 2020

Versión en inglés

Con la colaboración de Gianfranco Huamán (OjoPúblico de Perú), Rafael Neves (The Intercept Brasil) y John Machado (El Mercurio de Ecuador)

Alrededor de 110 compañías de 18 países de América, Asia y Europa producen, comercializan y exportan kits para detectar al Covid-19, entre ellas gigantes de la biotecnología como Roche (Suiza), Thermo Fisher (EE.UU.), BGI Group (China) y un numeroso grupo de laboratorios asiáticos menos conocidos. Desde febrero, el mercado de los insumos claves para la fabricación de las pruebas atraviesa un contexto de alta demanda interna en los países afectados por la pandemia, y en aquellos que no tienen la capacidad para producirlas en su propio territorio.

Como ocurre en gran parte del mundo, Perú no produce los reactivos para elaborar dichos kits. “Los reactivos son pedacitos de virus procesados en laboratorios de alta tecnología, que no tenemos”, dijo el presidente del Comité de Salud Pública del Colegio Médico de Perú, Augusto Tarazona. Con estos insumos, se abre la posibilidad para las dos pruebas claves que detectan al SARS-CoV-2: las moleculares, que requieren del hisopado de nariz o faringe del paciente y el procesamiento de una máquina PCR, y las de inmunoensayo, que solo necesitan muestras de sangre y que detectan la respuesta del cuerpo ante el Covid-19.

Ambas pruebas se utilizan para detectar diversas enfermedades, entre ellas el VIH, una de las más letales del siglo XX. Para obtener los kits con los reactivos, el Estado Peruano compra generalmente en el mercado local a empresas que operan en calidad de subsidiarias o representantes autorizadas del grupo de farmacéuticas antes citado. En otros casos, las recibe como donación de entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o de países en donde se producen dichas pruebas.

 

 

Sin embargo, para el 6 de marzo –cuando el Perú anunció su paciente cero por Covid-19– diversos países del mundo ya habían desatado una búsqueda global para comprar e importar los kits de pruebas moleculares y las de inmunoensayo (también llamadas pruebas rápidas o serológicas). Semanas después, gran parte de los productores de dichos tests –EE.UU., Italia, España, Francia, Alemania, Reino Unido, Irán y Brasil– ya sufrían el peor embate del Covid-19 y habían decidido orientar sus productos al consumo nacional.

Por ejemplo, el gobierno de EE.UU. autorizó la compra interna de pruebas moleculares a 19 empresas de su país, entre ellas las gigantes Thermo Fisher y Abbott Laboratories; mientras que en España, la compañía local Certest fue una de las primeras en ser contactadas por su gobierno para abastecerlos de los kits. En tanto, otro grupo de productores, como China, Corea y Japón, se vienen recuperando del brote inicial de la enfermedad ocurrido entre enero y marzo en Asia. 

Desde aquel 6 de marzo, el Ministerio de Salud (Minsa) empezó a realizar pruebas entre los pacientes sospechosos gracias a un stock que tenía, procedente de una donación de la OMS y de China. Desde entonces, ha realizado 19 mil pruebas a un promedio de 600 por día. Frente al desabastecimiento de los reactivos en Perú, el Ejecutivo anunció a fines de marzo la compra de 350 mil kits para las pruebas moleculares, consideradas las más precisas para detectar al virus, y, de manera complementaria, 1.4 millones de las pruebas rápidas.

 

Fotografía de trabajadores del Instituto Nacional de Salud inspeccionando un cargamento de pruebas rápidas.
COMPRAS. Funcionarios del Instituto Nacional de Salud (INS) revisan un cargamento de pruebas rápidas que arribó la semana pasada al Perú. Dichos kits son de la marca Biomedomics y fueron importadas por una empresa local.
Foto: Minsa

 

Al cierre de edición, este medio estableció que el Perú compró 320 mil pruebas moleculares desde fines de marzo a compañías nacionales que importan sus productos de farmacéuticas relacionadas como: BGI Group (China), TermoFisher, Cepheid y Abbot (EE.UU.) y Roche (Suiza). En tanto, los kits rápidos comprados (aun en cantidades no identificadas) proceden casi en su totalidad de China, especialmente de Zhejiang Orient Gene Biotech, convertida en una de las más favorecidas por la alta demanda de estas pruebas.

En ese contexto, OjoPúblico creó una base de datos de los mayores fabricantes a nivel global de kits para detectar al Covid-19 por intermedio de pruebas moleculares y de inmunoensayo, en la base a información de portales de los países productores, la OMS, la Fundación para la Innovación de Nuevos Diagnósticos de Suiza y las webs de cada una de estas empresas. A continuación, una radiografía de dicho mercado, de sus principales actores y de algunos de sus representantes en el Perú.

 

Roche de Suiza: potencia farmacéutica global

El grupo económico Roche, cuyos orígenes se remontan al siglo XIX, tiene su oficina central en la ciudad de Basilea (Suiza) y registró ventas globales por más de US$61.000 millones en 2019. Por ello es considerada una de las 100 compañías más grandes del mundo, según la revista Forbes. Frente a esta pandemia, el gigante farmacéutico tiene una prueba de tipo molecular denominada Cobas, que está diseñada para ser usada en las máquinas PCR desarrolladas por la misma compañía.

Actualmente, Roche tiene autorización para vender sus kits moleculares y su máquina Cobas 6800/8800 en algunos países de Oceanía, Asia y América. Sus test, además, cuentan con el denominado marcado CE, certificado de calidad que es requisito para ser vendido en los países de la Unión Europea. En un comunicado público lanzado el último 24 de marzo, la farmacéutica dijo: “Roche puede suministrar millones de test al mes”. 

"[Las pruebas de Roche] solo pueden ser realizadas en el sistema Cobas 6800", dijo Omar Martínez, su representante en Perú.

En Lima, la multinacional suiza comercializa sus productos a través de Productos Roche QF SA, que inició operaciones en 1961 y que actualmente es gerenciada por Roberto Taboada Gorbitz. Dicha empresa fue autorizada a vender sus pruebas moleculares por la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) el 18 de marzo, según nos informó la compañía. Actualmente, Productos Roche QF es la importadora líder de este tipo de pruebas para el mercado nacional: entre el 2012 y el 2020 llegó a registrar operaciones de importación hasta por US$50 millones.

Sin embargo, en Perú como en EE.UU., Brasil y Ecuador –los países más golpeados por la pandemia en la región y en donde opera Roche– las pruebas moleculares están diseñadas para ser usadas en máquinas PCR que fueron desarrolladas por la farmacéutica suiza. OjoPúblico confirmó en documentos de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) y la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil que los reactivos de Roche para detectar al virus “son para uso en los sistemas automatizados Cobas 6800/8800”.

Los documentos además precisan que dichas pruebas moleculares solo deben ser realizadas por personal de salud “que haya recibido entrenamiento específico en el uso de [dichos] sistemas”, en referencia a los equipos para PCR desarrollados por Roche.

El gerente de comunicaciones del grupo Roche en Lima, Omar Martínez Reyes, también nos confirmó vía correo electrónico que los reactivos de esta compañía solo funcionan en sus máquinas “para garantizar una respuesta más rápida” ante la pandemia. Ante la pregunta de si los reactivos de Roche pueden funcionar en máquinas PCR de otras marcas, Martínez contestó: “No, solo pueden ser realizadas en el sistema Cobas 6800”.

 

 

Este escenario se repite en Ecuador. El director médico del hospital Santa Inés en Cuenca, Luis Tamayo, dijo a OjoPúblico que el grupo “Roche condiciona la entrega de sus reactivos a que compremos sus máquinas”. Sin embargo, indicó, en su hospital han utilizado reactivos de dicha farmacéutica en equipos diferentes a los Cobas 6800/8800 y han logrado procesar muestras. “Desgraciadamente, así son las transnacionales [...] ellos pusieron de pretexto que sus reactivos no funcionan [con máquinas de otras marcas] para tenernos como un mercado cautivo”, indicó el médico.

El 29 de marzo, el diario El Mercurio de Ecuador reportó la denuncia de Tamayo y de otros hospitales locales contra el laboratorio. “Nuestros reactivos tienen que ser corridos en nuestras plataformas”, dijo el representante de Roche en el vecino país, Luis Villegas, al ser entrevistado por el medio antes citado. 

Consultada sobre esta dependencia entre las máquinas PCR y sus kits, la representante de Roche Diagnóstica Brasil, Débora Moreno, fue explícita: los test solo pueden ser “analizados exclusivamente en sistemas Cobas 6800/8800”. Sin embargo, dejó abierta la posibilidad de que sus kits, solo cuando sean destinados para investigaciones clínicas, sí “pueden ser utilizados en [otros] equipos disponibles en el mercado”.

La situación en Perú, Ecuador y Brasil también ha sido reportada en Europa. “El riesgo de esta práctica ha quedado clara en nuestro país, Roche estaba racionando la entrega de ciertos materiales de testeo [para Covid-19]”, alertó Irene Schipper del Centro de Investigación sobre Corporaciones Multinacionales (SOMO) de Países Bajos. “El efecto [de aquel racionamiento] fue que el Gobierno ajustó su política de testeo y realizó menos pruebas de las que hubiera querido para enfrentar la crisis”, dijo Schipper.

El 26 de marzo, el medio de investigación Follow The Money de Países Bajos reveló que la mayoría de los laboratorios en este país dependen de máquinas y reactivos producidos por la biotecnológica suiza. “Es un impacto muy negativo ocasionado por la enorme dependencia con Roche y su posición en el mercado. De hecho, Roche ha determinado la política de pruebas en los Países Bajos”, dijo Schipper.

“Roche condiciona la entrega de sus reactivos a que compremos sus máquinas”, dijo el doctor Luis Tamayo de Ecuador.

A pesar de la problemática existente, los medios de comunicación a nivel global siguen reportando los ofrecimientos de Roche, para donar sus kits de reactivos, sin explicar de manera detallada que sus pruebas PCR dependen de sus máquinas Cobas 6800/8800.

En 2018, OjoPúblico –como parte de la investigación global The Implant Files, liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ)– reveló que las máquinas PCR, reactivos y otros equipos enviados al Perú registraron un total de 31 alertas de la FDA, entre el 2012 y 2014, por defectos de fabricación.

El 1 de abril el presidente Martín Vizcarra dijo en conferencia que el gobierno peruano había comprado a Roche una cantidad no determinada de pruebas moleculares. Sin embargo, el ministro de Salud, Víctor Zamora, indicó aquel día que dichos test en realidad habían sido donados por la misma empresa. Preguntamos al Minsa y a Perú Compras por el detalle de las operaciones y nos informaron que a Productos Roche QF SA finalmente se le compró más de 11 mil kits de su marca Cobas para PCR.

La primera orden de compra entre el Estado y esta empresa fue fechada el 24 de marzo último. Días después, entre el 25 y 27 de marzo, Productos Roche QF SA llegó a importar una carga de insumos por un valor de US$18 mil.

 

Thermo Fisher y otras farmacéuticas de EE.UU.

Thermo Fisher Scientific es un laboratorio con sede en EE.UU. que registró ventas por US$24.300 millones en 2018, y que actualmente tiene autorización para comercializar sus test moleculares de Covid-19 en por lo menos cuatro países: Canadá, EE.UU., Australia y Singapur. Por ejemplo, en estas dos últimas jurisdicciones, el permiso de venta fue otorgado a la subsidiaria Life Technologies, una compañía también de EE.UU., que fue adquirida por Thermo Fisher en 2014.

Los kits para Covid-19 de este laboratorio son moleculares y también han recibido luz verde para venderse en los países de la Unión Europea. “Estamos comprometidos en la lucha contra esta enfermedad”, dijo su presidente Marc Casper en un comunicado. Tres años antes la organización Human Rights Watch llegó a denunciar que el gobierno de China utilizaba los equipos de Thermo Fisher para vigilar de manera irregular a sus ciudadanos al crear una base de datos de ADN.

En Lima, es Thermo Fisher Scientific Perú SRL la encargada de importar los productos e insumos desde EE.UU. Entre 2012 y 2019, dicha compañía trajo insumos por más de US$3 millones. Dicha empresa fue creada por Manuel Barrios Arbulu y Julio Gallo Broel-Plater en 2012 y llegó a tener en su primer directorio al ciudadano británico Anthony Hugh Smith, quien hoy funge la misma función en diferentes subsidiarias de Thermo Fisher y es vicepresidente de la matriz en EE.UU.

 

 

Otra empresa local que importa los reactivos de Thermo Fisher y de Life Technologies es Belomed SRL, creada en 1988 en Lima y actualmente gerenciada por Edgar Odría Guerra, especialista en equipos de biotecnología. OjoPúblico conoció que esta compañía le vendió a finales del mes pasado una cantidad no establecida de pruebas moleculares al Estado. Cabe indicar que Belomed SRL ha importado de Thermo Fisher cerca de US$3 millones en reactivos para máquinas PCR entre el 2012 y este año.

Se desconoce si Thermo Fisher Scientific Perú SRL o Belomed SRL tienen la autorización respectiva para comercializar sus test moleculares en el país. Pedimos información a la Digemid, pero no hubo respuesta. Nuestro medio también realizó la consulta al área de prensa internacional de Thermo Fisher, pero no contestaron.

Otras importantes farmacéuticas de EE.UU., que producen, comercializan y exportan test moleculares, son: Abbott Laboratories, Laboratory Corporation of America (Labcorp) y Quest Diagnostics, ubicadas junto a Roche en el ranking de Forbes con ventas anuales de US$30.000 millones, US$11.000 millones y US$7.000 millones, respectivamente. El pasado 27 de marzo, la FDA de dicho país llegó a otorgarle autorización a Abbott para que comercialice sus kits en suelo estadounidense.

Thermo Fisher fue acusada de facilitar la vigilancia irregular en China, según Human Rights Watch.

En esta lista también aparece Cepheid de EE.UU., que trae sus pruebas moleculares a Lima a través de la empresa local Rochem Biocare del Perú S.A.C., la tercera más importante de su tipo en nuestro mercado. Desde el 2012 hasta ahora, esta compañía ha realizado operaciones de importación por US$8 millones. Precisamente, OjoPúblico confirmó con el portal Perú Compras que el Estado compró 50 mil pruebas moleculares a Rochem Biocare. 

Otro laboratorio de EE.UU., BioMedomics, que produce test rápidos en base a muestras de sangre, también despachó una carga al Perú, la misma que fue vendida por una empresa nacional no identificada al Minsa. El producto de BioMedomics actualmente cuenta con marcado CE, que le proporciona acceso al mercado de la Unión Europea.

 

Compañías chinas: pruebas moleculares y rápidas

OjoPúblico además estableció que China tiene la mayor cantidad de empresas registradas con permisos para la comercialización de pruebas de PCR y rápidas de Covid-19: al menos 34 empresas poseen la autorización de los entes reguladores de Europa, Oceanía y América Latina para vender sus kits. Entre las más visibles por sus test moleculares aparecen: BGI Group (Beijing Genomics Institute), creada en 1999 en Shenzhen (provincia de Guangdong), y conocida por haber participado en el Proyecto Genoma Humano.

Esta compañía es una de las más importantes de su rubro en China y ha estado exportando sus pruebas de PCR a diferentes países del mundo. Por ejemplo, en Lima, la compañía nacional Simed Perú, creada en el 2013 y gerenciada por Juan Alarcón Noboa, llegó a importar los reactivos de BGI y recientemente le vendió al Estado Peruano más de 109 mil pruebas.

 

Imagen de las pruebas rápidas producidas por Oriente Gene
PROVEEDORA. La compañía Zhejiang Orient Gene Biotech vende estas pruebas rápidas a nivel global. Una compañía peruana las importó y las vendió al Estado. 
Foto: Zhejiang Orient Gene Biotech

 

En la lista de fabricantes de pruebas moleculares en China también destacan: Easy Diagnosis y HealthCare Biotechnology, ubicadas en Wuhan (provincia de Hubei), en donde ocurrió el brote original de la pandemia en diciembre del 2019. En tanto, entre las empresas de este país que fabrican test rápidos o serológicos, aparecen Zhejiang Orient Gene Biotech, fundada en 2005 en la provincia de Zhejiang, y Wondfo Biotech, fundada en 1992 en Cantón (provincia de Guangdong).

De estas últimas, Zhejiang Orient Gene Biotech es la que más concita la atención.  El 2018, la Fundación Bill y Melinda Gates le donó US$1.1 millones para contribuir a la precalificación de sus productos contra la malaria ante la OMS. A inicios de enero último, poco después de que China informara sobre el nuevo coronavirus de manera pública, el órgano regulador de dicho país dio el visto bueno para que esta compañía fuera incluida en la junta de innovación y ciencia de la Bolsa de Valores de Shangai, conocida como mercado STAR. 

En febrero, cuando el Covid-19 se expandía por Europa, Orient Gene Biotech ingresaba de manera protagónica al mercado bursátil con un alza de sus acciones y su capitalización en el mercado, tendencia que se mantuvo en las últimas semanas. Hoy la empresa china ya vende sus pruebas rápidas en Australia, Perú y algunos países de Europa.

 

 

Recientemente, el Minsa adquirió una cantidad no establecida de pruebas rápidas a las empresas locales Multimedical Supplies y Nipro Medical Corporation, que a su vez las recibieron de Orient Gene Biotech y de la compañía Core Technology, cuyo centro de operaciones también está en China.

Finalmente, la base de datos construida por OjoPúblico incluye a once empresas de Corea del Sur y once de Singapur, cuyos test para detectar Covid-19 son comercializados en el marco de este brote. De estas, hasta el momento, solo las surcoreanas Gene Finder y SD Biosensor han alcanzado el mercado latinoamericano, al estar registradas en el Ministerio de Salud de Argentina como proveedoras autorizadas de pruebas moleculares.

 

Empresas peruanas y sus proveedores extranjeros

El Estado además ha comprado insumos y materiales para pruebas moleculares (150 mil unidades) a ocho compañías nacionales que importan sus productos desde el extranjero. Las cantidades específicas no fueron detalladas por Perú Compras. En la lista de proveedoras aparece Merck Peruana, con presencia local desde los 60' y hoy gerenciada por la empresaria Claudia Vertiz de la Flor. Esta empresa esta vinculada a Merck de Alemania, gigante de las farmacéuticas fundada en el siglo XVII y que registró ventas por U$17 mil millones durante el año pasado.

“Los reactivos son [elaborados] en laboratorios de alta tecnología, que no tenemos”, dijo el doctor Augusto Tarazona.

Las otras empresas pueden dividirse por su antigüedad en el mercado. Un primer grupo está integrado por Inmunochem, Teccios y Gen Lab del Perú, fundadas entre los 70' y 90’, y gerenciadas por Luis Quiroz Carpio, Walter Pramer Pérez y Jorge Ramírez Melgar, respectivamente. El segundo grupo está compuesto por Biodiz (creada el 2011), Biosix Import (2013), Laboratory Supply (2014) y Medical Insight (2019). Estos laboratorios tienen como gerentes a Eduardo Peña Oganes, Jesús Ramírez Vera, Pedro Hidalgo Flores y Carlos Razzeto Ríos.

Cabe indicar que Inmunochen y Medical Insight han importado productos de la farmacéutica Qiagen, con centro de operaciones en Alemania y autorizada a vender sus pruebas moleculares en EE.UU.

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