Lecciones desde China: reglas de oro sobre mascarillas y Covid-19

Lecciones desde China: reglas de oro sobre mascarillas y Covid-19
Patricia Castro

Periodista en China

POLUCIÓN. En países como China, los ciudadanos utilizan de manera cotidiana mascarillas debido a los altos niveles de contaminación.

POLUCIÓN. En países como China, los ciudadanos utilizan de manera cotidiana mascarillas debido a los altos niveles de contaminación.

Foto: Andina.

Cuando estalló el coronavirus en China ya éramos expertos en mascarillas. Los niveles tan altos de contaminación ambiental, producto de un crecimiento veloz y desmesurado, hicieron que el aire perdiera su calidad, especialmente en las principales ciudades y en las zonas industriales del país. Por entonces, circulaban los clásicos chistes de humor negro: “fui de vacaciones a una playa del extranjero y me enfermé. ¡Demasiado aire puro!”. En las redes sociales chinas también se ofrecía “aire puro enlatado”, como quien vende latas de gaseosas. Así como estaba tentada a comprar una lata, me resistía a adquirir un filtro de aire para la casa. Al final, ganó el filtro –un aparato muy utilizado en los hogares, las oficinas e incluso los gimnasios chinos– que demostró su efectividad cuando lo prendimos en la habitación y el perro se acomodó al costado y se quedó plácidamente dormido.

Admito que a regañadientes empecé a usar mascarillas en exteriores para enfrentar lo que el gobierno chino llamaba “niebla tóxica” y los reportes internacionales marcaban en rojo sangre: 300+. A regañadientes porque sentía que me asfixiaba con la máscara y también sin la máscara. Primero, fueron las mascarillas de tela, después otros materiales, y a partir del 2018, con la creación del nuevo Ministerio de Ecología y Medio Ambiente de China, llegó la sofisticación y un abanico de marcas, modelos, tamaños y funciones.

Cuando estalló el coronavirus en China ya éramos expertos en mascarillas

Desde entonces, ya teníamos máscaras de todo tipo para enfrentar a las llamadas “partículas de polvo fino” PM2.5 (nanopartículas invisibles con un diámetros de 2,5 micrómetros) que penetran en el sistema respiratorio y pueden desencadenar una serie de enfermedades, entre ellas el cáncer. Después de probar distintas marcas, nos inclinamos por mascarillas 3M de las series N90, N95 o N99, siempre con válvulas que adquiríamos cada mes. Las marcas chinas también coparon el mercado y alguna vez hemos comprado las equivalentes. Y esta fue una práctica común en las ciudades más contaminadas del país. Por eso cuando se encendieron las alarmas por el Covid-19, la mayor parte de gente en China ya tenía algún tipo de máscara, pero como las mascarillas suelen tener corta vida, empezaron a acabarse.

Si no estás en una zona con alto número casos reportados, no es necesario el uso de mascarillas

En los primeros días de enero, ya no había máscaras de ningún tipo, hasta que el muchacho de la tienda de mi edificio, me ofreció discretamente una cajita de mascarillas quirúrgicas, que nunca antes se utilizaban. Me parecían inútiles para la contaminación, pero el Covid-19 no era PM2.5 y tampoco estábamos en Wuhan o en la provincia de Hubei, el epicentro del coronavirus. Recuerdo que miré feo al vendedor cuando me dijo el precio, pero supuse que a mí me iban a mirar feo en casa si contaba que había desaprovechado esa oportunidad.

Debo admitir que esa cajita nos ha salvado durante la cuarentena, cuando teníamos que salir a comprar víveres, botar la basura o sacar al perro. Ahora que ha empezado la fiebre de las máscaras en todo el mundo, menciono aquí las tres reglas de oro y los tres tipos más utilizados, su función y vida útil, para saber qué comprar, para quién comprar y cómo utilizarlas:

Regla 1: Si no estás en Wuhan, la provincia de Hubei, o en una zona con alto número casos reportados como en China, en donde se ha establecido la cuarentena, NO es necesario el uso de mascarillas.

Regla 2: Solo se usan en exteriores, con excepción de los hospitales o en contacto directo con personas contagiadas.

Regla 3: Las mascarillas son para personal médico, pacientes contagiados o personas vulnerables (tercera edad o con enfermedades crónicas) durante traslados o en espacios públicos.

¿Qué tipos de mascarillas existen?

1. Mascarillas quirúrgicas:
Plana con capas, envuelve la boca. Protege de partículas grandes pero NO de PM2.5. No sirven para el contacto continuo y directo con pacientes contagiados, tampoco se recomiendan para personas vulnerables.

Cómodas. Recomendadas para personas que NO son vulnerables o que se encuentran resfriadas. Se utilizan para evitar tocarse accidentalmente la cara (boca, nariz, ojos) en espacios cerrados y públicos, o transporte público donde hay sospecha de virus.

Un solo uso. De 4 a 8 horas como máximo según la calidad. Descartables una vez han sido expuestas, pero por necesidad en China se volvían a utilizar después de desinfectarlas. El método era hervirlas, colocarlas en una bolsa hermética y secarlas con secadora por 30 minutos.

2. Mascarillas con válvula:
Con un orificio donde se instala la válvula que permite exhalar con mayor comodidad. Protege de partículas invisibles PM2.5, principalmente. Tienen forma de trapecio, pico de pato, cono, ovalado, sin tocar directamente la boca.

Medianamente cómodas. Recomendadas para personas vulnerables que no pueden soportar las mascarillas cerradas. Varios usos según la serie y después de desinfectarla correctamente con alcohol cada vez que se utiliza. El máximo es 3 veces u 8 horas (serie N).

3. Mascarillas cerradas:
Como una copa, son herméticas y adheridas completamente al rostro. La serie N-95 es la más utilizada durante el Covid-19 en China. Evitan que los pacientes contagiados diseminen el virus a través de las gotas de estornudo o tos. Muy incómodas y no se pueden utilizar de forma prolongada. Recomendadas para transportar a pacientes contagiados y personas vulnerables (de la tercera edad o con padecimientos crónicos) en espacios públicos. No se recomienda para niños.

 

(*) Patricia Castro es una periodista peruana de amplia experiencia en medios nacionales e internacionales. Entre 2001 y 2004 fue corresponsal de El Comercio durante las guerras de EE.UU. en Afganistan e Iraq. Hasta el 2012, se desempeñó como corresponsal en China para el mismo diario. También laboró en la cadena china CGTN entre 2003 y 2005. Castro publicó esta columna originalmente el 6 de marzo en su cuenta de Facebook y autorizó su reproducción en OjoPúblico.

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