Estudio demuestra la importancia del rastreo de contactos de pacientes con Covid-19

Una investigación realizada en 52 hogares de Lima, donde había un caso confirmado de Covid-19, reportó que más de la mitad de los contactos domésticos también resultaron infectados. El estudio, desarrollado durante la primera ola de la enfermedad, también identificó que en el 22,5% de las viviendas con casos secundarios, todos los integrantes se contagiaron.

CONTAGIOS. De los 52 hogares evaluados, el 76,9% registró al menos un caso adicional al inicial.

CONTAGIOS. De los 52 hogares evaluados, el 76,9% registró al menos un caso adicional al inicial.

Ilustraciones: Claudia Calderón

A más de un año del inicio de la pandemia, hemos aprendido que la principal vía de contagio de la Covid-19 es el contacto directo con personas infectadas. Las personas más cercanas a casos confirmados, como familiares y amigos, corren el mayor riesgo de contraer el virus. Por eso, es importante evitar actividades que implican la aglomeración de personas y la interacción en espacios cerrados.

Para determinar cómo se transmite el SARS-CoV-2 al interior de los hogares peruanos, un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud (INS) siguió de cerca a 236 personas de 52 viviendas de Lima, donde había un caso positivo (caso índice). Según los resultados, se encontró una tasa de ataque secundario entre los miembros del hogar del 53%. Es decir, más de la mitad de los contactos domésticos resultaron infectados. 

Además, el 76,9% de los hogares (40) tuvo al menos un caso positivo, más allá del caso primario, mientras que, en el 22,5% de los hogares con casos secundarios (9), todos los miembros se contagiaron con la Covid-19.

Como parte de la investigación se aplicaron pruebas serológicas a todos los participantes del estudio, aproximadamente 14 días después de la detección del primer caso de Covid-19 en la vivienda. Los casos primarios, por su parte, fueron identificados previamente a través de pruebas moleculares (PCR).

Si bien el estudio se realizó a inicios de la pandemia (entre los meses de abril y mayo de 2020), se trata de la primera investigación de este tipo en el país y una de las pioneras en América Latina, que demuestra la importancia del rastreo de contactos. Precisamente, otros estudios en América Latina han concluido que el limitado seguimiento de casos y contactos en etapas tempranas afectó la capacidad de Perú y otros países como Brasil, Colombia y Ecuador, para contener la propagación del nuevo coronavirus. 

Los resultados también demuestran una tasa de ataque secundario (frecuencia de casos nuevos entre contactos de casos conocidos) más alta, en comparación a las identificadas en estudios similares. Por ejemplo, una investigación de enero y febrero de 2020 en Zhuhai (China), que evaluó a 148 contactos domiciliarios cercanos de 35 casos confirmados, reportó una tasa de ataque secundario de 32,4%. Según los autores del artículo realizado en Perú, la discrepancia se puede explicar por las metodologías empleadas, diferencias sociales y culturales, entre otros factores.

Infografía sobre estudio de transmisión intradomiciliaria de Covid-19 en Lima
Ilustración: Claudia Calderón

 

Presencia de síntomas



Durante el estudio se recopiló información importante sobre la presencia o ausencia de síntomas. Así, entre las 236 personas evaluadas en Lima, el 68,6% (aproximadamente 162) manifestó algún síntoma, siendo los más frecuentes dolor de garganta (49,4%) y fiebre, escalofríos y tos (41,1%).

“Estos hallazgos son consistentes con estudios previos que evidencian que la fiebre y la tos fueron los síntomas más frecuentes”, señala el artículo publicado recientemente en la revista científica Cuadernos de Salud Pública, de Brasil.

Asimismo, el 22,4% de los casos sintomáticos presentó pérdida del sentido del gusto (ageusia) y un 20,8% presentó pérdida del olfato (anosmia). No obstante, los investigadores advierten que estos síntomas no se investigaron de forma rutinaria en los casos analizados.

De otro lado, el estudio encontró un 22,4% de casos positivos asintomáticos, una tasa similar a la reportada por el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) de Perú, en una publicación de junio de 2020.

La investigación también recopiló datos sobre características de los miembros del hogar, como sexo, edad y comorbilidades. Por ejemplo, un 37,3% de los evaluados presentaba alguna condición de riesgo, siendo la más frecuente la edad de 60 años o más, seguida de hipertensión y asma bronquial. Entre los participantes del estudio, la edad promedio fue de 36 años a más.

De manera general, el 54,7% de los integrantes de las viviendas eran mujeres. Pero, en los hogares donde todos los miembros dieron positivo, este porcentaje aumentó a 66,7%; mientras que en aquellos donde todos los miembros dieron negativo, la cifra fue del 55%.


Prevención de los contagios dentro del hogar

 

Es posible prevenir el contagio de Covid-19 a través del uso de mascarilla, el respeto de la distancia social, y el lavado de manos. Estas medidas deben reforzarse cuando, por ejemplo, se comparte la vivienda con un caso confirmado. 

En el caso de pacientes con síntomas leves, los especialistas recomiendan el aislamiento en habitaciones individuales con ventilación adecuada, y el monitoreo constante de indicadores como niveles de saturación de oxígeno y temperatura. “Lo ideal es que cuente con sus propios cubiertos, su propia alimentación, no se acerque a los demás miembros de la familia y use mascarilla”, dijo el especialista José Cabrejo, delegado de la Sociedad Peruana Familiar y Comunitaria filial norte, al ser consultado semanas atrás por este medio.

La Organización Mundial de la Salud aconseja, además, limitar los movimientos de la persona con Covid-19 dentro del domicilio y reducir al mínimo los espacios compartidos, como cocina y baño, garantizando que estén bien ventilados. Si la vivienda no lo permite, se debe mantener una distancia de, al menos, un metro y medio.

De igual manera, se debe limitar el número de cuidadores: solo una persona debe ocuparse de la atención de la persona confirmada o con sospechas de Covid-19 y esta no debe presentar comorbilidades. Para la asistencia del paciente, la persona a cargo debe usar un equipo de protección personal: mascarillas de tipo respirador, guantes desechables y delantales o protectores de plástico.

 

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