LA LISTA DE APP. La fórmula presidencial de César Acuña incluye a Luis Iberico y Carmen Omonte en las vicepresidencias.

La UCV le entregó a su dueño, César Acuña, una casa de S/6,3 millones para saldar deuda

La UCV le entregó a su dueño, César Acuña, una casa de S/6,3 millones para saldar deuda

LA LISTA DE APP. La fórmula presidencial de César Acuña incluye a Luis Iberico y Carmen Omonte en las vicepresidencias.

Foto:APP

La Universidad César Vallejo (UCV) –donde César Acuña posee el 99% de las acciones– transfirió al candidato presidencial una casa en La Molina, valorizada en S/6,3 millones, para amortizar una deuda. La operación forma parte de una cadena de poderes y disposición de bienes que la UCV registró luego que Acuña renunció al directorio de la casa de estudios. El Jurado Nacional de Elecciones evaluó la postulación de Acuña por no incluir dicho inmueble en su hoja de vida, pero su defensa dijo que la omisión se debió a que el predio fue revendido a Richard Acuña. Un segundo predio que la UCV puso en venta, en Piura, también terminó bajo el control de su hijo, a través de su empresa, la Universidad Señor de Sipán.

31 Enero, 2021

Actualización 2 de febrero de 2020

La casa de La Molina que el candidato presidencial César Acuña no incluyó en su hoja de vida, un hecho que fue cuestionado por el Jurado Electoral Especial (JEE) y pudo costarle su permanencia en la campaña, le fue transferida en calidad de "dación de pago" por una deuda que mantiene su propia empresa: la Universidad César Vallejo (UCV). 

De acuerdo con los documentos revisados por OjoPúblico, la entrega del inmueble forma parte de una cadena de poderes y disposición de bienes que la institución educativa aprobó, entre los años 2019 y 2020, luego de que el líder de Alianza para el Progreso renunció al directorio de la casa de estudios. 

Las actas de Registros Públicos indican que estos cambios se aprobaron en la Junta General de Accionistas de la universidad con votación unánime o mayoritaria, pero en esta empresa, que cuenta con un capital social de S/271 millones, el dueño del 99,61% de acciones es el mismo Acuña Peralta, tal y como lo declaró en la hoja de vida que entregó al Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

Como se recuerda, la UCV no ha sido ajena a la participación política de su principal socio. En 2010 la Universidad César Vallejo aportó casi medio millón de soles a Alianza para el Progreso (S/442.744), un monto superior a lo permitido por la ley electoral, por lo que el partido fue multado con S/ 2,2 millones. Esa sanción fue apelada y hasta la fecha no se resuelve en el Poder Judicial.

 

El primer inmueble: la casa de La Molina

Uno de los acuerdos aprobados por la Junta de Accionistas de la Universidad César Vallejo, el 24 de julio de 2020, fue autorizar a la gerente general, Karina Cárdenas Ruiz, para que venda dos de los inmuebles de la institución educativa, uno de ellos en Lima y el otro en Piura. El primero fue el predio de 512 metros cuadrados ubicado en el Jirón Los Pinos 152, urbanización Camacho, en La Molina, valorizado en S/6,3 millones.

Pese a la orden recibida, Cárdenas -quien ocupa cargos directivos en la UCV desde hace diez años- no puso la casa en venta, sino que firmó un “contrato de dación de pago” con César Acuña para amortizar parte de los S/10,5 millones que la universidad indica deber al candidato presidencial. Esto ocurrió el 23 de octubre de 2020, y tres días después, la Junta de Accionistas ratificó la decisión. La institución educativa había comprado el inmueble en 2013, a un precio de US$1,6 millones, unos S/ 4,6 millones al cambio de la época.

VENTA. La universidad autoriza a su gerenta a vender dos de sus inmuebles.
PAGO. El primero de estos predios, ubicado en La Molina, se entrega para amortizar una deuda.
DEUDA. Según el acta de Sunarp, la deuda que mantiene la UCV con Acuña es de S/10,5 millones.

 

Su dueño, en aquel entonces, era el empresario Jorge Guillermo Von Wedemeyer Knigge, director en Creditex S.A.A y en la Corporación Cervesur. Esta última empresa, que realizó aportes a Alianza para el Progreso en la campaña de 2011, tiene entre sus accionistas a dos sociedades offshore (Intergama e Interbeta) inscritas en las Islas Vírgenes Británicas, según información de la Superintendencia de Mercado de Valores (SMV).

Al año siguiente de la transacción inmobiliaria, en 2014, Von Wedemeyer fue elegido presidente de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) y, durante su gestión, el gremio elaboró los argumentos legales que usó el partido de Acuña para oponerse a la Norma XVI, una herramienta legal que permite investigar a las compañías que eluden millonarios impuestos. 

En un reportaje publicado el 2016, OjoPúblico reconstruyó el caso y denunció que el entonces congresista de Alianza para el Progreso, Luis Iberico -quien ocupó la secretaría general del partido hasta 2019-, creó un grupo técnico dentro del Parlamento para acoger las demandas de la CCL y de otros gremios empresariales con este objetivo. El Congreso congeló la norma el 2014, pero desde el 2020 ya se encuentra en plena vigencia.

La casa de Jorge Von Wedemeyer que terminó en manos de Acuña también aparece en los Panama Papers, como una dirección vinculada a la offshore Wingwood Properties Inc. Esta última fue constituida el 2007 en Panamá, por el bufete de abogados Mossack Fonseca, y actualmente tiene su registro suspendido. Buscamos al empresario a través de sus asistentes en la Corporación Cervesur, y nos informaron que estaba fuera de Lima, pero que se comunicarían con él para enviarle nuestras preguntas. Al cierre de este artículo no hubo respuesta. 

Casa La Molina
LA MOLINA. El inmueble perteneció al expresidente de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Jorge Von Wedemeyer, y la dirección aparece en los Panama Papers.
Foto: Google Maps

La casa de La Molina fue demolida y reconstruida en 2016, cuando ya estaba en manos de la Universidad César Vallejo, pero se desconoce el uso que le daban desde entonces. La última semana, OjoPúblico se contactó con el equipo de prensa de la institución educativa para conocer el motivo de la deuda que derivó en la transferencia inmobiliaria. Nos solicitaron el envío de un cuestionario, pero no lo respondieron.

El abogado de Acuña indicó al Jurado Electoral Especial (JEE) que no se incluyó la casa de La Molina en la hoja de vida porque, cuando se inscribió la candidatura, el predio ya había sido vendido a su hijo, Richard Acuña Núñez. En efecto, aunque en Registros Públicos el inmueble todavía aparece a nombre del candidato presidencial, existe una minuta de compraventa entre padre e hijo en la Notaría Paino, con fecha 3 de diciembre de 2020.

Esta controversia fue resuelta por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) a favor de César Acuña, por lo que el Jurado Electoral Especial Lima Centro 1 informó, el 2 de febrero, que habiendo transcurrido el periodo para la interposición de tachas, esta lista presidencial queda admitida.

 

Un segundo inmueble en Piura

OjoPúblico pudo confirmar que el menor de los hijos del candidato, Richard Acuña Núñez, también está vinculado al segundo inmueble que la Junta General de Accionistas de la Universidad César Vallejo (UCV) puso en venta. Se trata de una casa en la Av. Loreto 841, en Piura. El poder que recibió la gerenta Karina Cárdenas Ruiz, en julio de 2020, incluye el “fijar los precios y las condiciones de venta”, así como suscribir las minutas y las escrituras públicas que sean necesarias para concretar la transacción. Pero esta orden, al igual que la casa de La Molina, tampoco se concretó.

En Registros Públicos aún no hay un nuevo dueño inscrito. En este predio funcionaba la Escuela de Posgrado de la UCV, pero ahora se encuentran las oficinas de la Universidad Señor de Sipán (USS). En su fachada ya luce un pequeño cartel con esta razón social, y en su web y redes sociales se indica que allí funciona una de sus sedes. Precisamente, su hijo Richard Acuña -el mismo que adquirió la casa de La Molina- es el presidente del directorio y gerente general de esa universidad norteña. 

USS
SEDE PIURA. El logo de la Escuela de Posgrado de la UCV fue retirado y desee hace más de un año funciona ahí la Universidad Señor de Sipán. La nueva razón social aparece en letras pequeñas, bajo su numeración.
Composición: OjoPúblico

Los reportes de inspección que realizó la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), durante el trámite de licenciamiento de la USS, indican que entre abril y mayo de 2019, la empresa educativa de Richard Acuña ya declaraba ese inmueble como suyo. Es decir, un año antes de que la Junta de Accionistas de la Universidad César Vallejo -mayoritariamente representada por César Acuña- acordara vender esta propiedad.

OjoPúblico se contactó con las autoridades de la Universidad Señor de Sipán para confirmar qué tipo de transacción inmobiliaria, de compra o alquiler, mantienen ambas universidades, y desde cuándo. El director de la Escuela de Posgrado y exgerente general de dicha casa de estudios, Jesús Jiménez García, recibió nuestras inquietudes y quedó en coordinar el envío de sus respuestas, pero no lo concretó. 

 

Más ventas y fusión de bienes

La orden que emitió la Junta de Accionistas de la UCV para vender las casas de La Molina y de Piura -y que terminó con la cesión de los predios bajo otras modalidades- es solo una de las disposiciones que se aprobaron después de la renuncia de César Acuña al directorio. Como se recuerda, él dejó el cargo en marzo de 2019, luego que la Sunedu recomendó el cambio de sus directivos para darle independencia económica a la casa de estudios, en un contexto en que se tramitaba su licenciamiento.

La cronología de las actas registrales muestra que, dos meses después, en mayo de 2019, la Junta General de accionistas autorizó la venta de 14 vehículos fabricados entre el 2007 y 2012: tres camionetas pick up Nissan, dos buses Volkswagen, cuatro camionetas rurales Jeep y Hyundai, un minibus Higer, una camioneta Toyota y un auto Nissan. Entonces, también accedieron a entregar en donación un ómnibus Mitsubishi del año 95 a la Municipalidad de Los Olivos, distrito donde funciona una de las sedes de la Universidad César Vallejo. 

Para junio, se aprobó la fusión y absorción del patrimonio de la empresa textil Inca Garments S.A., que tenía como gerente general a Álvaro Martín Abusada Abusada, apoderado de Hilandería de Algodón Peruano (Hialpesa). La dirección de la compañía fusionada es San Andrés 6165, en Los Olivos, a la espalda de la Universidad César Vallejo, y donde -según las redes sociales de la institución educativa- funcionaba su polideportivo a inicios de 2019. Es decir, antes de la orden de fusión. 

Un mes después, en julio de 2019, la Junta de accionistas acordó “por unanimidad” designar como apoderado general de la universidad a César Acuña “para que de manera conjunta con la gerenta general Karina Flor Cárdenas Ruiz” pueda solicitar créditos, abrir y cerrar cuentas bancarias, realizar fideicomisos inmobiliarios, comprar, vender y donar bienes y celebrar todo tipo de contratos con el patrimonio educativo. 

Estos poderes se suman a los que recibió Cárdenas para vender los dos inmuebles de La Molina y Piura que describimos en este informe, y uno más que se aprobó el 1 de diciembre del año pasado, con el fin de darles a ella y a César Acuña facultades para que actúen “de manera individual y a sola firma” en un proyecto de financiamiento que está gestionando la UCV, pero que no detallan en las actas.

 

Patrimonio personal en campaña

La casa de La Molina, cotizada en S/6,3 millones, no aparece en la declaración jurada del candidato Acuña, pero sí otros 18 inmuebles, entre terrenos, departamentos y casas valorizados en S/25 '425.489. Estos se ubican en Lima, Pucusana, La Libertad, Cajamarca y  en Madrid.

En su lista de posesiones también aparecen 132 vehículos por un total de S/8’853.279, entre estos: 32 mototaxis y 100 camionetas de diferentes marcas, como varios Toyota Hilux, señalados a un precio de S/120 mil cada uno; hasta un Lexus LX del año 2018 que bordea el medio millón de soles, S/420.071 para ser exactos.

 

A este cuantioso patrimonio se suma una renta bruta anual de S/9,5 millones. Según declaró ante el JNE, este se divide en S/3 millones que corresponden a pago de planillas o sueldos de quinta categoría; y otros S/6,5 millones que reportó en la sección de ingresos alquileres, intereses generados por la colocación de capitales o cotización de acciones.

Sin embargo, dichos ingresos -calculados al 2019- son drásticamente inferiores respecto a lo que declaró en su hoja de vida del 2016, cuando también postuló a la presidencia: en esa oportunidad dijo percibir más de S/56 millones al año. Es decir, S/4,6 millones al mes. De este monto, S/126 mil provenían de remuneraciones en el sector público, cuando ocupó el cargo de gobernador regional; pero más de S/55,2 millones fueron atribuidos al sector privado.

Los ingresos declarados por el candidato se redujeron en un 83%, en un contexto en que es investigado por lavado de activos en la Segunda Fiscalía Supraprovincial Corporativa Especializada en este delito, con el fin de determinar su patrimonio e identificar el origen y destino de los fondos empleados en sus operaciones. Las pesquisas se originaron por un reporte de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), que detectó transferencias por US$30 millones desde sus cuentas personales y las de su partido durante su anterior campaña electoral.

 

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