Cuatro gobiernos de Latinoamérica destinaron más de US$730 mil para la compra de mascarillas N95 a un precio superior al promedio de la región durante la pandemia. El análisis de decenas de contratos y una base de datos con compras de este insumo, realizadas entre marzo y junio de este año, revela que entidades públicas de Colombia, México, Perú y Uruguay adquirieron 67.000 mascarillas con un sobreprecio que representó un gasto adicional del dinero público de más US$282 mil.
El análisis es liderado por la Red de Periodistas de América Latina para la Transparencia y la Anticorrupción, integrada por OjoPúblico de Perú, la diaria de Uruguay, La Nación de Argentina, El Faro de El Salvador, Datasketch de Colombia, PODER de México y Ojoconmipisto de Guatemala. El equipo de periodistas construyó una base de datos con 2.200 compras durante la pandemia, en base a solicitudes de acceso a la información pública y el acceso -aunque con limitaciones- a los datos de portales de contrataciones.
SOBRECOSTO. La Red Palta analizó decenas de compras de mascarillas N95 en la región de América Latina, y detectó presuntos sobrecostos en por lo menos cuatro países.
Imagen: Datasketch
En el marco de esta investigación se identificó la compra total de un millón de mascarillas N95 en estos países, entre el 10 de marzo y el 16 de junio de este año. Los ministerios de Salud y del Interior, así como sus entidades de las fuerzas del orden, hospitales y gobiernos locales destinaron US$7.3 millones para adquirir este insumo necesario para el personal médico que atiende a pacientes de Covid-19.
Las mascarillas N95 llevan este nombre porque filtran al menos el 95% de las partículas que se encuentran en el aire, según el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional de EE.UU. (NIOSH). A inicios de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el uso de este tipo de mascarilla por el personal sanitario.
Con los primeros casos registrados en la región, los diferentes gobiernos comenzaron a comprar y competir en el mercado por estos insumos. Sin embargo, el análisis de datos realizados sobre un grupo de estas compras (porque gran parte de la información no es pública, ni se encuentra en formatos abiertos) concluye que estas tienen precios hasta dos veces más caros que el promedio regional.
Es decir, con el avance del Sars-Cov-2 las mascarillas subieron de precio; pero un grupo de entidades públicas de Latinoamérica compró a precios muy por encima de ese promedio, lo que generó costos adicionales por encima de los US$282 mil en conjunto. Además, casi la totalidad de estos contratos, como detallamos en la serie investigativa anterior, fueron realizados a través de procedimientos sin competencia: modalidades como la adjudicación directa que son consideradas como de alto riesgo de corrupción.
CRISIS. Las compras públicas durante la pandemia están caracterizadas por la falta de competencia, escasa transparencia y sobrecostos.
Ilustración: Jhafet Ruíz
Las autoridades de Perú y Colombia ya investigan por lo menos tres de las adquisiciones identificadas por esta investigación. En el caso peruano, la Fiscalía Anticorrupción intervino la sede policial de la región Cusco y el Hospital Regional Eleazar Guzmán Barrón en Áncash, por la compra de mascarillas N95 a un precio unitario de US$13,02 y US$13,22, de manera respectiva. La Contraloría de Colombia, por su parte, indaga sobre los tapabocas que vendió la empresa Dacapharma a un precio unitario de US$10,53.
Mihaly Fazekas, investigador de la Universidad de Cambridge cuyo trabajo ha sido clave en el análisis de la corrupción en las contrataciones públicas en Europa, asegura que la comparación de precios es un método necesario para detectar compras irregulares durante la pandemia. “El hecho de comprar mascarillas con sobreprecio no significa corrupción. [En cambio,] si un gobierno paga un precio mucho más alto que el incremento promedio de precios a nivel global, habrá un caso para investigar”, dice Fazekas.
Perú: el país que compra más caro
De la muestra de 76 compras analizadas, identificamos 13 adquisiciones de cubrebocas N95 que costaron hasta dos veces más que el precio unitario promedio a nivel regional. El país que concentra más compras sospechosas es Perú, con un total de ocho procesos donde diferentes entidades del gobierno pagaron más de US$10 por cada una de estas mascarillas. A través de estas compras con sobreprecio, se adquirieron más de 17 mil cubrebocas N95.
Las mascarillas N95 compradas al precio más alto de la base de datos analizada fueron adquiridas por los gobiernos regionales peruanos de Áncash y Cajamarca, y por la Policía Nacional del Perú. El pasado 30 de marzo, el Hospital Regional Eleazar Guzmán Barrón en Áncash compró 1.680 mascarillas de tipo N95 a US$13,22 cada una, cuando el precio promedio latinoamericano de cada uno de estos equipos ha sido de US$6,63.
“Era un desastre la documentación de la compra”, dijo el actual administrador del Hospital Regional de Áncash, José Calderón Castillo, quien ha estado a cargo de la regularización del proceso de adquisición realizado por la gestión anterior. Las mascarillas adquiridas fueron de la marca 3M, según explica Calderón, y la fiscal anticorrupción Isabel Mendoza está a cargo de las investigaciones sobre esta compra, de acuerdo a fuentes fiscales.
La proveedora de estos cubrebocas fue M&M Soluciones Diversas, una compañía peruana creada en 2015 por los comerciantes peruanos Maria Memenza Noa y Miguel Presentacion Memenza. Esta compañía tiene su sede en Lima y se dedica a una amplia gama de actividades, desde la venta de materiales de construcción y repuestos de automóviles, hasta el transporte de carga y pasajeros por carretera.
El 15 de mayo, según el contrato revisado, esta misma compañía vendió más de 2.300 de estas mascarillas a US$13,04 cada una al Hospital Regional de Cajamarca. Un día antes, los gobiernos regionales de Pasco y Puno adquirieron el mismo tipo de producto a un precio menor en 55%, que el vendido por M&M Soluciones Diversas.
Sobre esta compra en Cajamarca, la jefa del área de Farmacia del Hospital Regional, Olivia Vásquez, aseguró que las mascarillas adquiridas fueron de la marca 3M. Además, Vásquez dijo que estos cubrebocas registraron el precio más bajo entre las cotizaciones solicitadas por el área de logística de esta institución. “Al ver el desabastecimiento, se tuvo que hacer la compra lamentablemente a ese costo”, agregó Vásquez.
El equipo regional de periodistas también se contactó en dos oportunidades con el número de teléfono celular registrado por M&M Soluciones Diversas en la base de datos de proveedores del Estado peruano. En ambas ocasiones, dos trabajadores -que no quisieron identificarse ante nuestro medio- dijeron que la gerente general de la empresa, Mirna Marallano, nos devolvería la llamada. Hasta el cierre de edición, no hubo respuesta.
Más de 67 mil mascarillas N95 con sobreprecio adquiridas por Colombia, México, Perú y Uruguay.
La tercera compra con el precio más elevado ocurrió también en Perú, el pasado 2 de abril. Ese día, la jefatura de la Policía en Cusco adquirió 1.230 mascarillas N95 por un precio de US$13,02 cada una (96% más que el promedio regional). La vendedora fue Multiservicios Ideados, una empresa constituida el 2014. Actualmente, esta compra está bajo investigación de la Fiscalía Anticorrupción de Cusco.
De acuerdo al correo remitido por esta jefatura policial, las mascarillas adquiridas eran de las marcas 3M y Steelpro para “el personal policial que conforma las brigadas humanitarias de levantamiento de cadáveres”. Según esta entidad, el precio de los cubrebocas responde al “desabastecimiento [...] la limitación de transporte de los referidos productos y el alza de precios por parte de los importadores”. Aunque nos contactamos con la proveedora de las mascarillas, esta empresa no contestó hasta el cierre de edición.
Otras dos adquisiciones elevadas, también en Perú, ocurrieron en la Amazonía. La red de salud de Coronel Portillo realizó dos compras el pasado 25 de abril de 2.000 y 1.220 cubrebocas N95 por un precio unitario de US$12,45, en ambos casos. Estos precios representan un sobrecosto del 87% respecto al promedio regional. El proveedor de ambos procesos fue el ingeniero Miguel Angel Damián Ubaldo. Hasta el cierre de edición, ni la entidad estatal ni el proveedor respondieron a nuestra solicitud de entrevista.
Finalmente, Perú registra otras tres compras de mascarillas N95 con sobreprecio en el periodo analizado. El pasado 31 de marzo la red de salud de Chumbivilcas, una de las provincias más pobres de la región de Cusco, adquirió 200 cubrebocas a la empresa peruana Inversiones Sanz por el precio de US$10,49 cada uno, que representan un 58% más caro que el promedio de América Latina. Por ejemplo, ese mismo día, en Colombia y El Salvador, los gobiernos de dichos países compraban el mismo producto a un precio unitario de US$0,36 y US$0,85, de manera respectiva.
A través de compras con sobreprecio, Perú adquirió más de 17 mil cubrebocas N95, a nivel nacional.
La empresa Inversiones Sanz LSL fue constituida en enero del año 2018 por el técnico dental peruano Italo Sánchez Torres. Los Registros Públicos de Perú detallan que este empresario fundó esta compañía con el objetivo de realizar cerca de 150 actividades diferentes, desde la fumigación de viviendas hasta ejercer como agencia de turismo. Este es el único contrato de esta empresa con el Estado durante la pandemia, según la base de datos del Organismo Supervisor de Contrataciones con el Estado (OSCE).
En conversación telefónica, Italo Sánchez explicó que las mascarillas vendidas a la red de Chumbivilcas fueron de la marca Steelpro. Además, Sánchez dijo que el precio ofertado al Estado no fue mucho más alto que el precio de compra a su proveedor, aunque no detalló la identidad de esta tercera compañía ni su margen de ganancia. Sánchez también entregó cotizaciones de otras compañías, donde el precio unitario de cada cubreboca osciló entre los US$10,9 y los US$14,2. La entidad sanitaria, en cambio, no contestó nuestras preguntas.
El 13 de abril, por su parte, la Dirección Regional de Salud de Apurímac firmó un contrato con la empresa peruana Nirmed, donde se comprometió a desembolsar US$10,73 por cada una de las 4.000 mascarillas N95 que adquirió a esta compañía. El precio ofertado por Nirmed es superior en un 61% al promedio de América Latina. En esa fecha, por ejemplo, la Dirección de Redes Integradas de Salud de Lima Este adquirió 9.500 mascarillas N95 a un precio unitario menor en 17%.
Aunque nos contactamos con la Dirección Regional de Salud de Apurímac, a través de su área de prensa, esta entidad no contestó hasta el cierre de edición. La empresa Nirmed, que fue fundada en 2019 por el comerciante Nilton César Ramos Ortega, no registra un número de teléfono ni un correo electrónico de contacto en las bases de datos oficiales de proveedores del Estado peruano.
Por último, la Dirección Regional de Salud de Huánuco, en la sierra de Perú, adquirió 5.000 mascarillas N95 al valor unitario de US$10,27. La venta fue realizada por el Grupo Salgue, una empresa individual de responsabilidad limitada que fue fundada en 2008 bajo el nombre de Inversiones M.E.G.Y, por la comerciante peruana María Guerra Yaranga. Recién en agosto de 2015, esta compañía asumió su razón social actual.
DEFICIENCIAS.Un lote de las mascarillas entregadas por el Grupo Salgue estaban vencidas, mientras que el otro no era recomendable para personal sanitario.
Documento: Diresa Huánuco
Las mascarillas N95 vendidas por Grupo Salgue, que corresponden a las marcas 3M, Maskin y Elvex, registran un sobreprecio del 54% con respecto al promedio de Latinoamérica, según la base de datos construida para esta investigación. La gerenta general de la empresa aseguró que el precio normal de cada caja es de US$22, pero “en estos tiempos de pandemia, nosotros lo hemos conseguido a esos precios”.
La dirección de salud de Huánuco, por su parte, precisó que resolvió el contrato de manera parcial, pues las mascarillas Maskin estaban vencidas, mientras que los cubrebocas Elvex “no son recomendables por la OMS”. En suma, Grupo Salgue solo entregó 460 mascarillas 3M. Según los documentos enviados por esta entidad, las otras competidoras de esta proveedora ofrecían cada mascarilla N95 a un precio más alto en 15 centavos de dólar.
Sobreprecio en Uruguay, Colombia y México
El ránking de compras de mascarillas N95 con sobrecostos incluye tres adjudicaciones del Gobierno de Uruguay a la misma empresa: Union Disprofarma. La poca información pública de esta empresa señala que está ubicada en la ciudad de Montevideo y es representada por Gustavo Carbone. El registro aduanero además revela que Union Disprofarma se dedica a la importación de mascarillas, entre otros insumos médicos.
Los cubrebocas vendidos por esta compañía a la Intendencia de Montevideo tuvieron un precio unitario de US$12,39; que representa un sobrecosto de 86% respecto al promedio regional. Por ejemplo, el mismo día de esta compra, la Unidad Centralizada de Adquisiciones del Ministerio de Economía y Finanzas de Uruguay adquirió mascarillas N95 a un precio 72% más barato, a través de dos adjudicaciones a empresas diferentes.
Por su parte, las mascarillas N95 vendidas por Union Disprofarma al Ministerio del Interior alcanzaron el costo unitario de US$10,79 y US$10,58, en dos compras durante la pandemia; de las cuales, por lo menos una de ellas abasteció a la Policía Nacional. Ambas compras registran un sobreprecio del 62% y 59% con respecto al promedio en América Latina.
INSUMO. Las mascarillas N95 han sido una herramienta clave para el personal sanitario y otros servidores de primera línea como la Policía en la lucha contra el Covid-19.
Ilustración: Claudia Calderón
Por lo menos desde el año 2013, esta empresa ha importado US$32 mil en diferentes tipos de mascarillas desde China. En ese contexto, Union Disprofarma vendió mascarillas con sobreprecio -en comparación con el promedio regional- al Ministerio del Interior de Uruguay, el 16 y 18 de marzo, y a la Intendencia de Montevideo, el último 3 de abril.
En total, el Gobierno uruguayo ha comprado más de 2.000 mascarillas a Union Disprofarma por un precio total de US$24.400, según información de la Agencia de Compras y Contrataciones del Estado. Consultado para este reportaje , Carbone aseguró que “los costos subieron porque trajeron mercadería por avión”, y agregó que no está al tanto de los detalles de las ventas porque está guardando cuarentena, debido a su edad avanzada de 65 años. Las entidades estatales, por su parte, no respondieron a las preguntas enviadas.
La investigación además identificó compras de mascarillas con sobreprecios en Colombia y México. En el primer caso, la Gobernación del Atlántico compró 40.000 mascarillas de tipo N95 a un precio 58% más alto que el promedio regional. El portal Colombia Compra detalla que esta entidad pagó US$10,53 por cada uno de estos cubrebocas, e identifican a la empresa Dacapharma como la proveedora.
Al momento de la compra, esta compañía estaba representada por la colombiana Anelie Cure Zielcke. Sin embargo, luego de que la Contraloría colombiana comenzó una investigación por presuntas irregularidades en esta adquisición, el representante visible es Emmanuel Medina Acuña. Al ser consultado sobre estas ventas, Medina declinó de pronunciarse debido "a la indagación preliminar por parte del órgano de Control Fiscal".
ANÁLISIS. La Red Palta identificó cerca de 100 normas legales que regulan las contrataciones durante la emergencia. Estas fueron emitidas en los últimos dos meses.
Visualización: Datasketch
Finalmente, México registra una compra de 7.700 mascarillas N95, realizada el pasado 10 de marzo, a un precio unitario de US$10,27. Este monto es un 54% superior al precio promedio regional analizado. La adquisición fue realizada por la Secretaría de Salud de la Ciudad de México a la proveedora Global Business Group, una empresa de la industria farmacéutica que fue fundada en septiembre de 2004.
Actualmente, Global Business Group registra como director al contador mexicano José Luis García Rodríguez. Este empresario se describe a sí mismo como un “consultor especialista en adquisiciones” del Estado, y especializado en las compras públicas del sector farmacéutico. Además de Global Business Group, García Rodríguez es director comercial de Doga Systems Group, una compañía especializada en sistemas de seguridad electrónica.
Al cierre de edición de esta investigación, ni la Secretaría de Salud de la Ciudad de México ni García Rodríguez contestaron a nuestras preguntas sobre estas compras.
*Construcción de la base de datos: Gianfranco Huamán (OjoPúblico), Bianca Pallaro y Florencia Rodríguez (La Nación), Claudia Ocaranza (PODER), Isaías Morales (Ojoconmipisto), Jimmy Alvarado (El Faro), Juliana Galvez (Datasketch), y Natalia Uval (la diaria)