Con una desaprobación del 90,4% de la ciudadanía, según la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), y en medio de diversos cuestionamientos por el actuar de los congresistas, el Legislativo afronta lo que, en opinión de diversos expertos, es una fuerte crisis de representación.  

En este contexto, entre julio de 2021 y junio de 2023 —es decir, en dos años de gestión parlamentaria—, los congresistas han solicitado 2.706 licencias por distintos motivos: 1.125 corresponden al periodo anual de sesiones 2021-2022, y 1.581 al periodo 2022-2023, de acuerdo a las resoluciones del Consejo Directivo a las que accedió este medio a partir de datos abiertos del Legislativo. 

Al analizar las resoluciones que aprobaron estos permisos —utilizados para justificar inasistencias en las labores parlamentarias, votaciones y debates—, OjoPúblico identificó que los congresistas pidieron hasta 206 licencias al mes para justificar sus faltas y, en la mayoría de los casos, evitar descuentos remunerativos. 

De ese total —sin considerar las licencias por representación, oficiales o de viajes, que corresponden a la labor congresal—, 1.075 permisos fueron por motivos personales, ya sea en las sesiones de comisiones, el Pleno y en consejos directivos, entre otros. 

Así, teniendo en cuenta únicamente las licencias relacionadas a temas particulares, se encontró que se pidieron hasta 103 permisos al mes para ausentarse de sus labores, ya sea por licencias personales, sin goce de haber o por temas de salud. 

El mes que registraron más permisos de estos tipos fue en mayo de este año (103). Le siguen marzo y abril de 2023, con 96 y 72 licencias respectivamente. 

La mayoría de las veces (513) se solicitaron licencias por enfermedad. Otras 433 fueron personales, generalmente por problemas de conectividad para emitir su voto en sesiones del Pleno o en comisiones, o bien —tal como reportan los congresistas— por “asuntos estrictamente personales”. Finalmente, otras 129 corresponden a licencias sin goce de haber. 

 

El congresista que pidió más licencias por motivos particulares en el periodo analizado es Segundo Quiroz Barboza (actualmente integrante de la bancada del Bloque Magisterial), quien obtuvo 53 permisos. La mayoría, 44 del total, fueron por motivos personales, en los que generalmente se ausentó por un lapso de horas establecidas. 

También destacan por el número de veces en que pidieron licencia, los congresistas José Elías Ávalos (Podemos Perú), Leslie Vivian Olivos Martínez (Fuerza Popular) y Darwin Espinoza Vargas (Acción Popular). 

El congresista Elías Ávalos pidió, principalmente, licencias personales (11) y sin goce de haber (18). En la mayoría de permisos no brindó detalles del motivo de su ausencia: solo en una ocasión, en la que pidió seis días de licencia sin goce de haber (del 30 de julio de 2021 al 4 de agosto del mismo año), precisó que debía viajar a Colombia por razones familiares. 

En el caso de Espinoza Vargas y Olivos Martínez, la mayoría de sus licencias fueron personales. En dichos casos sustentaron los permisos argumentando que habían experimentado fallas técnicas que les impidieron votar en diversos proyectos de ley. 

Debe reglamentarse y definirse qué es una licencia, tiempo máximo y cuáles están sujetas o no a descuentos", dijo el exoficial mayor José Cevasco.

Aunque dichos congresistas son los que registran el mayor número de licencias, esto no significa que sean los que acumulan más días ausentes de sus labores. Esto se explica porque hay casos —como el de Elías Ávalos— en el que la mayoría de sus licencias son por horas específicas, mientras que, en otros —como el de Digna Calle Lobatón (Podemos Perú)—, una sola solicitud puede significar hasta 30 días de ausencia. 

Marylia Cruz Sarmiento, politóloga de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), considera que las licencias —salvo las debidamente justificadas— son un reflejo del poco interés de los congresistas en cumplir con sus labores parlamentarias. 

“Las personas que entran para ser congresistas no reflejan una cultura de interés en representar realmente a la población. Tenemos pocos congresistas que hacen, verdaderamente, la labor legislativa representativa”, sostuvo.

A nivel general, OjoPúblico identificó que la mayoría de licencias particulares no brindan detalles como sustento o documento que las acrediten. La clasificación del tipo de licencias tampoco es clara pues hay, por ejemplo, permisos por fallecimientos de familiares registrados como licencias oficiales. 

José Cevasco, exoficial mayor del Congreso, explica que esto se da porque no está normado el concepto específico de qué es una licencia. “Debe reglamentarse, definir qué es una licencia, qué tipos hay, cuál es el tiempo máximo para una licencia personal, cuáles están sujetas a descuentos de haberes y cuáles no”, sugirió. 

Este medio intentó comunicarse con los congresistas mencionados, directamente y a través de sus respectivos despachos, pero no obtuvo respuesta. Solo en el caso de Quiroz Ávalos, su asesor de prensa indicó que brindarían un descargo, pero al cierre de este informe no se concretó. 

 

Los que registran más días ausentes por temas particulares

Si se analiza el número de días que acumulan los congresistas que pidieron ausentarse de sus actividades en el Parlamento por temas particulares, las licencias suman, en conjunto, 2.807 días completos. Esto sin contar aquellas en las que los congresistas pidieron permiso solo por unas horas. 

De ese total, 768 días corresponden a la suma de las licencias personales y las de sin goce de haber. El exoficial mayor del Congreso José Élice explicó a OjoPúblico que la primera se refiere a los permisos por temas particulares en los que no aplica el descuento de la remuneración, mientras que, en la segunda, se solicita la suspensión del pago salarial durante el periodo de ausencia. 

En estos dos tipos de permisos, la congresista que acumula más tiempo ausente en sus funciones es Digna Calle Lobatón, con 149 días: 77 por licencia personal y 72 correspondientes a los permisos sin goce de haber. 

La legisladora es cuestionada por su prolongada ausencia en el Parlamento y por radicar fuera del país, desde enero de 2023. En medio de esas críticas, la congresista solicitó 60 días adicionales de licencia sin goce de haber, en julio pasado. Sin embargo, este pedido fue rechazado por la Mesa Directiva, una posición que fue ratificada por el Consejo Directivo del Congreso. 

El último 5 de setiembre, Calle Lobatón volvió a Perú luego de casi siete meses, para reincorporarse a sus funciones. No obstante, el 6 y 7 de este mes no se presentó al Pleno y participó de manera virtual. Aunque, en un descuido, se encendió su cámara y quien apareció en la pantalla de la plataforma Microsoft Teams fue su esposo y excongresista, Arón Espinoza, según reportó La República. 

Ante este hecho, la parlamentaria Leslie Vivian Olivos Martínez (Fuerza Popular) presentó un pedido formal a la Comisión de Ética para que se inicie una investigación a Calle Lobatón por transgredir el Código de Ética Parlamentaria. 

Esto se suma a las dos denuncias que ya afronta la congresista en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales por abandono del cargo y un pedido de su inhabilitación de la función pública por hasta 10 años. 

Los otros legisladores que destacan por acumular más días de ausencia por temas particulares son José Elías Ávalos (Podemos Perú), con 66 días. De ese total, 10 corresponden a licencias personales y los otros 56 son permisos sin goce de haber. Le sigue Rosselli Amuruz Dulanto (Avanza País), con 40 días. De ese total, siete días corresponden a licencias personales y los 33 restantes a permisos sin goce de haber. 

También destaca la congresista Susel Paredes Piqué (actualmente en la bancada Cambio Democrático - Juntos por el Perú), con 33 días de licencia sin goce de haber. Al grupo se suma, además, Adriana Tudela Gutiérrez (Avanza País), con 29 días. Ocho de estos corresponden a licencia personal y los otros 21 a permisos sin goce de haber. 

 

Sin embargo, en casi todas las licencias personales —que son pagadas por el Congreso—, los parlamentarios no presentaron un sustento sólido. Solo consignaron frases como “por motivos personales”, “por motivos de fuerza mayor”, “por imprevistos de urgencia”, entre otros. 

En este apartado, si bien se contabilizaron 768 días completos de faltas a las sesiones o funciones parlamentarias, también hay 221 permisos en los que los congresistas se ausentaron por algunas horas: 210 de ellos corresponden a licencias personales y 11 a permisos sin goce de haber. 

Los principales motivos de estas ausencias parciales se dieron por problemas de conectividad para registrar su asistencia o votar en las sesiones de comisiones o del Pleno. En otros permisos parciales también aparecen sustentos por “motivos familiares” o “razones estrictamente personales”. 

El exoficial mayor del Congreso, José Élice, explicó que, cuando los congresistas piden licencias por horas para eximir su inasistencia en alguna votación, es para evitar los descuentos de su sueldo, ya que el Reglamento del Congreso establece una rebaja remunerativa cuando faltan a las sesiones parlamentarias, según el número de votaciones que no realicen.

“Para evitar el descuento del salario, los congresistas presentan licencia por horas porque se malogró el sistema, y ya no están sujetos al cómputo de las inasistencias, que se usa para el descuento de haberes de hasta un 50% de su remuneración. No necesitan un sustento, solo dicen 'me falló el sistema' y ya”, indicó el también exoficial mayor José Cevasco. 

La politóloga Marylia Cruz Sarmiento considera que, para evitar este tipo de ausencias, se debería volver a la presencialidad total de las sesiones del Congreso. Sobre todo, remarcó, en las del Pleno, donde se toman decisiones de carácter nacional. 

Para evitar el descuento de hasta el 50% de su remuneración, los congresistas presentan licencia por horas", afirmó Cevasco.

Si se suman los permisos parciales, este grupo de congresistas se ausentó, por lo menos, 197 horas, considerando las 71 licencias en las que los legisladores precisaron el tiempo específico del permiso. 

En otros 150 casos, en cambio, no precisaron el lapso de ausencia: solo indicaron la hora de inicio pero no su hora de retorno, o viceversa, y algunos justificaron votaciones de proyectos o mociones específicas. 

En este subgrupo, destaca el congresista Segundo Quiroz Barboza (actualmente en Bloque Magisterial), con 39 licencias personales por un rango horario específico en el día, que, en conjunto, suman 131 horas. Aunque este parlamentario precisa el tiempo de casi todas sus ausencias, en varios casos, el lapso es de hasta 12 horas durante un mismo día. 

OjoPúblico intentó contactar a los congresistas mencionados, de modo personal y a través de sus respectivos despachos. Sin embargo, hasta el cierre de este informe, no se obtuvo respuesta.

DESCUENTOS. El reglamento del Congreso establece los descuentos a la remuneración, según el número de inasistencias en las votaciones al Pleno y otras sesiones.

Documento: Congreso de la República. 

 

Licencias por enfermedad

El otro gran grueso de ausencias acumuladas se dio por licencias por enfermedad, por un total de 2.039 días. Estos casos se sustentaron con citas médicas, descansos médicos con certificado o por encontrarse mal de salud. 

En este apartado destaca el congresista Jorge Morante Figari (Fuerza Popular), quien solicitó 20 licencias de este tipo por un total de 342 días, las cuales fueron sustentadas con certificados y descansos médicos.

También figura el parlamentario Oscar Zea Choquechambi (Bloque Magisterial) que suma 126 días de licencia por enfermedad. La mayoría de sus descansos médicos se dieron entre julio y diciembre de 2022, incluido un certificado de incapacidad temporal para el trabajo de 30 días. 

En tanto, los congresistas Jorge Zeballos Aponte (Renovación Popular) y Luis Kamiche Morante (actualmente integrante de la bancada Cambio Democrático - Juntos por el Perú) sumaron 80 y 82 días de permiso por salud, respectivamente. 

Aunque hay licencias de enfermedad con el sustento válido, hay otro grupo en las que no se presentó el certificado médico correspondiente: solo argumentaron “por motivos de salud” sin presentar ninguna documentación que acredite el hecho. 

 

Los congresistas con labores de ministros 

Entre julio de 2021 y junio de 2023, han sido nueve los congresistas que, si bien fueron elegidos para representar a la población en el Poder Legislativo, asumieron responsabilidades en el Poder Ejecutivo como ministros de Estado, dejando de lado sus labores parlamentarias. 

Quien estuvo más tiempo en esta situación fue Roberto Sánchez Palomino (Cambio Democrático - Juntos por el Perú), con un total de 496 días. Asumió la cartera de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) el 29 de julio de 2021 y, luego de ser ratificado en cinco ocasiones en las que hubo cambios de gabinete, renunció el 7 de diciembre de 2022, después de la emisión del mensaje a la nación en que Pedro Castillo anunció su fallido golpe de Estado. 

Inicialmente, Sánchez Palomino solicitó licencia al Congreso desde el 30 de julio de 2021 al 27 de julio de 2022. Pero, en todo ese período, presentó otras cinco solicitudes en fechas específicas debido a la superposición de actividades con sus labores como ministro. 

Le sigue Betssy Chávez Chino, con un total de 359 días por los que pidió licencia oficial al Parlamento. Como se recuerda, el 6 de octubre de 2021, Chávez Chino juró como ministra de Trabajo y Promoción del Empleo. Para asumir ese cargo, pidió una licencia al Congreso desde el 7 de ese mes, aunque sin fecha de finalización. Estuvo en esa cartera hasta el 29 de mayo de 2022, es decir 235 días.

Luego, entre el 5 de agosto de 2022 y el 25 de noviembre del mismo año, la suspendida congresista pasó al mando del Ministerio de Cultura. Es decir, estuvo 112 días en ese cargo. El mismo 25 de noviembre de 2022 pasó a ser titular de la Presidencia del Consejo de Ministros hasta el 7 de diciembre de 2023 (13 días), fecha en la que fue destituido Pedro Castillo, tras intentar dar un golpe de Estado.  

Al igual que el expresidente, Chávez Chino es investigada por el presunto delito de rebelión y conspiración por el intento de golpe de Estado. Por este motivo, se encuentra cumpliendo 18 meses de prisión preventiva en el centro penitenciario Anexo de Mujeres de Chorrillos, conocido como Penal Santa Mónica. 

 

A este grupo se suma Guido Bellido Ugarte (Perú Bicentenario), uno de los primeros congresistas en formar parte del gabinete del gobierno de Castillo: el 29 de julio de 2021 asumió la presidencia del Consejo de Ministros. Aunque solicitó licencia al Congreso por un año, renunció al cargo del Ejecutivo el 6 de octubre de 2021, y pidió el término de su licencia. Es decir, estuvo 69 días en dicha posición.

Meses después, Héctor Valer Pinto (Somos Perú) fue nombrado como presidente del Consejo de Ministros, pero solo duró cuatro días: del 1 al 4 de febrero de 2022. En su gabinete también estuvo la congresista Katy Ugarte Mamani (Unidad y Diálogo Parlamentario), quien fue designada como ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Ambos congresistas solicitaron licencia del 1 al 8 de febrero, fecha en la que se oficializaron sus renuncias a los cargos designados en el Ejecutivo.  

Posterior a ello, y con el cambio de gabinete, se nombró a Óscar Zea Choquechambi (Bloque Magisterial) como titular del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), quien estuvo en el cargo entre el 8 de febrero y el 22 mayo de 2022, es decir 103 días. El congresista pidió licencia oficial desde el 8 de febrero, pero no se consignó la fecha de finalización de la misma. 

En tanto, la congresista Kelly Portalatino Ávalos (Perú Libre) pidió 41 días de licencia oficial para ejercer el cargo de ministra de Salud, entre el 28 de octubre y el 7 de diciembre de 2022.  

Finalmente, las parlamentarias que también pasaron por el Ejecutivo fueron Heidy Juárez Calle (Podemos Perú) como ministra de la Mujer, y Silvana Robles Araujo (no agrupada), como ministra de Cultura. Ambas estuvieron en el cargo por 12 días, del 26 de noviembre al 7 de diciembre de 2022. 

La politóloga Marylia Cruz Sarmiento recuerda que los roles de congresistas en cargos de ministros se han dado en otras gestiones. “Al no haber organizaciones políticas estructuradas, se suele duplicar estas funciones. Es un reflejo, también, de la necesidad de más cuadros políticos”, enfatizó. 

 

Licencias por otras actividades parlamentarias y viajes

Del total de 2.706 licencias registradas en los dos primeros años de gestión del Congreso, hay una gran mayoría (976), que corresponden a las ligadas a funciones propias del Parlamento. Estas son las licencias oficiales y de representación. 

La mayor cantidad pertenece a licencias oficiales, que totalizaron 698. Según el Reglamento del Congreso, estas son para los casos en que se ejercen funciones de ministro, y en comisiones extraordinarias de carácter internacional. 

PARÁMETRO. Las licencias oficiales son las que se solicitan para ejercer cargos de ministros de Estado, según establece el Reglamento del Congreso. 

Documento: Congreso de la República.

 

Sin embargo, solo 19 de estas corresponden a las solicitudes de los parlamentarios que asumieron el rol de ministros y, por ello, tenían actividades que se superponían a las que debían realizar en el Congreso. 

La gran mayoría, 665, fueron por participar en actividades descentralizadas o comisiones que se superponían a otras sesiones parlamentarias. Esto se da porque algunos congresistas pertenecen a varios grupos de trabajo y, a veces, coinciden los horarios de sesión de los mismos. 

Dentro de este grupo hay, incluso, 14 permisos que fueron por razones de fallecimiento de familiares, por paternidad o por diligencias fiscales, motivos que debieron ser considerados dentro del apartado de licencias personales. 

Además, se registraron 278 licencias por representación. En este caso, las justificaciones más frecuentes están relacionadas a no poder participar en alguna comisión por tener que asistir a otro grupo de trabajo del Legislativo en el mismo horario y reuniones propias de su labor, entre otras causas ligadas a la función parlamentaria. 

A estas se suman las licencias por viajes, que ascendieron a 655, entre julio de 2021 y junio de 2023. Es decir, una de las categorías que acumula más permisos.

En este caso, por lo menos 188 fueron por viajes al extranjero. En 72 de ellos, como informó OjoPúblico en un reciente reportaje, los congresistas no emitieron un informe de las actividades de representación que realizaron, aunque esto es obligatorio. 

Las otras 467 licencias fueron por viajes a diferentes regiones del país, sustentados por sesiones descentralizadas del Congreso, reuniones con autoridades regionales o gremios. Pero, en algunos casos, los congresistas solo indicaron el destino sin especificar el motivo. Y, en otros, ni siquiera se precisó el destino: solo consignaron “por encontrarse fuera de Lima” o “por motivo de viaje”. 

Al no haber una normativa que defina los criterios de las licencias, tampoco hay claridad de cómo sustentar la validez de estas". 

A nivel general, se evidencian múltiples licencias sin mayor justificación. El exoficial mayor Cevasco resalta que, al no haber una normativa que defina los criterios de las licencias, tampoco hay claridad de cómo sustentar la validez de estas. 

En el caso de las licencias personales, por la naturaleza de carácter privado, no es necesario brindar detalles, explica el exfuncionario del Congreso. Sin embargo, plantea que, en caso de que dichas licencias superen los 30 días, el parlamentario debe ser reemplazado por su accesitario para, así, asegurar que continúe la representación de sus votantes, de algún modo. 

José Élice señala que hay una crisis de representación en el Congreso. Por ello, considera que los grupos parlamentarios deberían hacerse responsables de las inconductas de sus congresistas. 

“Mi idea es que, no solo las licencias, sino también las remuneraciones, se deberían entregar a los grupos parlamentarios para que ellos paguen y descuenten, y sean responsables de las inconductas, ausencias y presencias de sus congresistas. Para que pasen vergüenza y, la próxima vez, la gente no vote por estos partidos”, dijo. 

Agregó que los problemas de representación se agudizan por la ausencia de grupos parlamentarios sólidos y disciplinados. “Acá nadie controla, actúan individualmente. Este exceso de individualismo parlamentario está llevando al Congreso a la crisis terminal en la que está ahora”, concluyó.