Con la colaboración de los periodistas Henk Willem Smits, de los Países Bajos, y Antonius Kempmann, de Alemania.
La multinacional de capitales españoles en Lima, Telefónica del Perú, fue denunciada por presunto fraude fiscal ante el Ministerio Público y la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat), por un supuesto esquema que obliga a sus proveedoras a pagar un porcentaje del total que reciben por sus contratos a una empresa vinculada en Alemania, que forma parte de su conglomerado en los Países Bajos, considerado uno de los principales paraísos fiscales corporativos del mundo. Según la demanda penal, interpuesta por uno de sus exproveedores en Lima, esta estructura le permite a Telefónica evadir el pago de los impuestos que devienen de aquellos cobros.
En Perú, el caso llegó a manos de dichas autoridades, en medio de la asunción del Gobierno de Pedro Castillo y su mensaje de combatir la evasión fiscal de las “grandes empresas”. En ese contexto, pero por temas diferentes, dos mineras pagaron recientemente las deudas que Sunat les imputaba desde años atrás: Compañía de Minas Buenaventura, que tiene como accionista a Roque Benavides y al Bank of New York Mellon de EE.UU., pagó S/2.134 millones; mientras Sociedad Minera Cerro Verde, cuyos accionistas son la minera inicialmente citada y sociedades en Países Bajos y EE.UU., canceló S/1.040 millones.
Las autoridades tributarias deberían analizar de cerca a Telefónica, dijo el director del Tax Justice Network.
Telefónica del Perú adeuda, a la fecha, por lo menos S/2.100 millones ante la Sunat. Dicho monto aún no ha sido cancelado porque la empresa acudió al Poder Judicial, reconoció en su momento el abogado de esta empresa, Luis Vinatea, a medios nacionales. De esta cifra ─que incluye los impuestos no pagados entre 2000 y 2001, además de intereses moratorios─ el Tribunal Constitucional condonó el pago de S/729 millones, a través de un polémico fallo de febrero de este año. En entrevista con Canal N, luego de conocerse la resolución, el abogado Reynaldo Bustamante de la Sunat calificó dicha sentencia de “insólita”, pues toda persona está obligada a pagar los intereses que genera una deuda.
La historia del presente caso en Perú se basa en la demanda del empresario español Carlos Paz Salinas, director del Grupo Paz Salinas, que es dueña de Infopyme de España y su filial en Lima, exproveedora de Telefónica. Según su denuncia de abril último, la multinacional evade el pago de impuestos en Perú, al exigir a sus proveedores que paguen entre el 1% y 4% del precio total de sus contratos a una tercera empresa denominada Telefónica Global Services (TGS) ─ubicada en Alemania y que además forma parte de la corporación basada en Madrid─ bajo el argumento de que su función es centralizar las ofertas de potenciales vendedores a nivel global, vía una plataforma digital.
De acuerdo a los reportes financieros de TGS de Alemania ─revisados por OjoPúblico─ dicha compañía está ubicada en el municipio de Ismaning en Múnich (Baviera), y tiene como única accionista a otra empresa del mismo país, pero sin empleados: Group 3G. Esta última, al mismo tiempo, registra como dueña a la holandesa Telefónica Global Activities, cuya única propietaria es Telfisa Global, igualmente en los Países Bajos, considerado un paraíso fiscal por las instituciones que combaten a la evasión tributaria. Según los documentos del caso, esta última pagó 177 millones de euros en 2020 a su única accionista: Telefónica S.A., matriz del grupo en Madrid.
ESTRUCTURA. Los proveedores de Telefónica pagan una tarifa a una offshore en Alemania, que es parte de un conglomerado en Holanda y cuyo beneficiario final es la matriz en España.
Infografía: OjoPúblico
A la demanda de Paz Salinas de Infopyme ante el Ministerio Público y la Sunat, se suman los testimonios de otros empresarios de exproveedoras de Telefónica en Perú y Panamá: Antonio Simeone de la compañía nacional Fabricación de Repuestos S.A. (Faresa) y el guatemalteco Edgardo Valdez Andino de la sociedad panameña Nexus Telecom. Ambos confirmaron, en entrevista con OjoPúblico, que sus empresas fueron obligadas a formar parte del esquema que Telefónica maneja con sus proveedores. A la fecha, el caso se encuentra en una Fiscalía Especializada en Delitos Tributarios de Lima, así como en la Intendencia de Principales Contribuyentes Nacionales de la Sunat.
“Telefónica del Perú está desviando beneficios a una sociedad relacionada extranjera [aprovechando que] a la gran mayoría de proveedores, les obliga a aceptar un contrato por un servicio inexistente”, afirmó Paz Salinas ante la Fiscalía. Lo mismo dijo Simeone de Faresa cuando lo entrevistamos: “Nunca hemos tenido servicios de TGS”. Igualmente, Valdez Andino, director de Nexus Telecom de Panamá, nos dijo: “En teoría TGS es la mesa de compras [de Telefónica]; pero, realmente, TGS lo único que hacía era enviar correos”. En la correspondencia entre Paz Salinas y funcionarios de Telefónica, revisados para este reportaje, estos últimos aceptan que los pagos por los servicios de TGS de Alemania no tributan en Perú.
El caso de Telefónica, sus exproveedoras y su relación con empresas ubicadas en Europa también se ventila a nivel policial en España por denuncia de Carlos Paz. Las entidades de este último país indagan si este supuesto esquema fue usado por la matriz de la multinacional para defraudar a la hacienda pública. En mayo pasado, la Guardia Civil de Zaragoza inició sus investigaciones y, según fuentes cercanas a dichas pesquisas, ya empezó a recoger la versión de proveedores locales. En tanto, en Alemania, el Tribunal del Distrito de Múnich, evalúa el tipo de servicio que brinda TGS a los proveedores de Telefónica. En septiembre, este juzgado emitirá un primer pronunciamiento en una audiencia pública.
Exproveedoras Infopyme, Faresa y Nexus
cuestionan a Telefónica
Tres son las exproveedoras de Telefónica que hoy denuncian los pagos hechos desde Lima y Ciudad de Panamá en favor de TGS de Alemania, en los últimos años. La primera es Infopyme Perú SAC, subsidiaria local del grupo español, que transfirió un total de US$518 mil a TGS de Alemania, entre 2016 y 2019, por la tarifa que hoy está bajo investigación. Infopyme es una empresa creada en 1998 en Zaragoza y tiene presencia en nuestro país desde el 2014. Esta compañía, que tiene como representante al empresario demandante Paz Salinas, fabrica, brinda mantenimiento y distribuye teléfonos públicos para diferentes clientes, entre ellos Telefónica del Perú.
En su demanda ante la Fiscalía, Paz Salinas de Infopyme dijo que toda empresa que busca ser proveedora de Telefónica debe, en primer lugar, registrarse en ADQUIRA, una plataforma digital de compras utilizada por la operadora de telecomunicaciones, al igual que el banco BBVA y la empresa de combustibles Repsol, también relacionadas a capitales españoles. “Telefónica gestiona sus compras y negociaciones a través de su Plataforma de Compras y Comercio Electrónico, por lo que para ser proveedor del Grupo [Telefónica] es necesario estar registrado en la misma”, dice la compañía en su web de España.
Una vez registrado en ADQUIRA, el proveedor debe “aceptar las condiciones de suministro de bienes y servicios de Telefónica”, dice el portal web. Uno de estos requisitos obligatorios –cuestionados actualmente por Paz Salinas– es firmar un contrato confidencial con TGS de Alemania, que establece que “las partes mantendrán la existencia del presente contrato y sus contenidos bajo estricta confidencialidad”, según indican las versiones del contrato en los años 2015 y 2017, a los que accedió OjoPúblico. Dicho contrato, además, describe las supuestas actividades de TGS, que hoy precisamente están bajo análisis de las autoridades.
PRINCIPAL CONTRIBUYENTE. Exproveedor de Telefónica del Perú ha denunciado a la multinacional ante la autoridad tributaria un presunto esquema para evitar el pago de impuestos.
Foto: Andina.
Según el contrato confidencial, la empresa TGS de Alemania se encarga de centralizar las ofertas de potenciales proveedores y de liderar las negociaciones entre los ofertantes y las subsidiarias de Telefónica. Además, si una de las proveedoras llegaba a firmar contrato con alguna subsidiaria de Telefónica, la vendedora debía pagar una tarifa a TGS, que hasta el año 2015 correspondía al 4% del total, y que bajó al 1% desde el 2017. “En consideración de la centralización, agregación y administración por parte de TGS de las ofertas [...] el proveedor debe pagar un abono a TGS”, explica el documento confidencial.
El 2019, representantes de Infopyme de Paz Salinas iniciaron un intercambio de correos electrónicos con altos funcionarios de Telefónica en España. En esas comunicaciones, la entonces proveedora de la multinacional llegó a solicitar “prueba o evidencia del supuesto servicio prestado por TGS [de Alemania]” a Infopyme, como condición previa para el pago de la tarifa a favor de la empresa de Múnich. Ante dicha solicitud, la gerencia de gestión de deuda de Telefónica respondió, en un correo de noviembre del 2019, que los servicios de TGS antes citados “no tienen siempre visibilidad directa para el proveedor”.
La gerencia de Telefónica también adjuntó, como evidencia de los servicios de TGS de Alemania, capturas de pantalla del sistema interno de su plataforma digital; y dos correos electrónicos entre un empleado de TGS y la gerencia de compras, servicios y obras de Telefónica. Para Infopyme de Paz Salinas, la evidencia presentada no era suficiente para justificar el pago que los proveedores realizaban. “Lo único que podría entenderse que lleva a cabo TGS [...] en favor de Telefónica del Perú [es ejercer] las funciones de un departamento de compras internas [...] y no un servicio [brindado] a Infopyme”, concluyó la empresa en un correo electrónico, que fue revisado por nuestro medio.
Telefónica y el ‘impuesto a la corona’
La demanda de Paz Salinas dice que, si un oferente no acepta firmar el acuerdo con TGS de Alemania, no puede contratar finalmente con subsidiaria alguna de Telefónica. Esto ocurrió, por ejemplo, con Fabricación de Repuestos S.A. (Faresa), segunda proveedora que pone en duda los servicios de TGS. “Trabajamos con Telefónica [del Perú] hasta que nos pidieron el pago de comisiones. Pensamos que serían pagos aquí, pero nos mandaron unas facturas desde Alemania”, dijo Simeone de Faresa a OjoPúblico. En junio, a través de un correo, TGS le recordó al empresario antes citado que “no podrá ser invitado a ningún nuevo proceso” hasta que pague la deuda que tenía con la empresa alemana por S/1.800.
La tercera proveedora que cuestiona los pagos a TGS de Alemania es Nexus Telecom Services, una empresa panameña que vendía celulares en Centroamérica. “Las áreas locales [de Telefónica] nos decían que había que agregar el ‘impuesto a la corona’, como llamaban coloquialmente [a la tarifa para TGS de Alemania]”, dijo Valdez Andino, director de Nexus Telecom. Entre 2013 y 2018, esta última empresa facturó más de US$3 millones para TGS de Alemania. “Obviamente, nunca tuvimos claro para qué servía TGS”, agregó Valdez, en conversación con nuestro medio.
El contrato confidencial de TGS, para 2015 y 2017, resaltaba que la tarifa por sus servicios no estaba gravada de impuestos en siete países de América Latina, entre ellos el Perú. En los correos de Telefónica a Infopyme, la multinacional llegó a decir que esto ocurre porque TGS de Alemania no es considerada una empresa que brinde un servicio digital (que implicaría el pago del impuesto a la renta en nuestro país), dado que sus procesos no son automatizados y requieren de intervención humana. La operadora basa su posición en un informe de la Sunat del 2014. Por ello, el área fiscal de Telefónica dijo, en un correo de octubre del 2020, lo siguiente: “Los servicios prestados por TGS [de Alemania] no están sujetos a tributación en el Perú, puesto que el servicio es prestado íntegramente en el exterior [...] la retención de impuestos aplicable es del 0%”.
El empresario Paz Salinas, por el contrario, dice en su denuncia ante las autoridades locales que Telefónica del Perú ha omitido el pago de impuestos con este mecanismo. Según su demanda, este es un caso de simulación, pues los beneficiarios reales de los servicios de TGS son las empresas del grupo Telefónica. “Lo que está haciendo en realidad el Grupo Telefónica es atraer resultados fiscales positivos a su filial en Alemania”, llegó a decir Infopyme a los funcionarios de la multinacional en los cruces de correos que tuvieron en marzo del año pasado, antes de recurrir a la autoridad fiscal y a la tributaria del Perú.
Respecto a estos casos, el Tribunal Fiscal del Ministerio de Economía y Finanzas, máxima autoridad tributaria, se ha pronunciado en contra del uso de sociedades offshore para trasladar la tributación de Perú al extranjero. Por ejemplo, el año pasado, esta entidad concluyó que el Grupo América Móvil (con operaciones en nuestro país a través de la marca Claro) creó una “sociedad instrumental” en Chile para “beneficiarse de la tasa reducida” que ofrece el Convenio para evitar la Doble Imposición entre Perú y dicho país.
El Tribunal subrayó, entonces, que la operadora no contaba con pruebas “que permitan evidenciar que en Chile se llevaba a cabo tal negocio [la compra de celulares para ser comercializados en suelo peruano]”. De esta manera, el grupo de capitales mexicanos pagaba solo el 15% del impuesto a la renta en Perú, en vez de “la tasa del 30% que grava el pago de regalías a sujetos no domiciliados”.
Telefónica y sus empresas relacionadas
en Alemania y Países Bajos
En base a la denuncia de Paz Salinas, que está en manos de las autoridades de Perú, España y Alemania, y tras revisar los registros públicos de la Unión Europea, OjoPúblico indagó en la estructura offshore que se encuentra detrás de la subsidiaria alemana de Telefónica. Además de TGS de Alemania, la cadena de sociedades relacionadas incluye a una empresa adicional en Alemania, y otras dos empresas en los Países Bajos. El beneficiario final de este esquema, según los reportes financieros sobre dichas empresas, es la matriz de Telefónica en España.
Los US$3,5 millones que en total pagaron Infopyme y Nexus Telecom Services acabaron en poder de TGS de Alemania, cuyas oficinas están en un edificio en Ismaning, municipio de Múnich. De acuerdo a los contratos de TGS, esta no paga tributos en Perú por los ingresos recibidos desde nuestro país. Esta compañía funciona desde 2002 y, según su sitio web, se encarga de centralizar las negociaciones de Telefónica con sus proveedores a nivel global. Para el año 2019, esta sociedad alemana registraba 144 trabajadores. Actualmente, es dirigida por el ingeniero Raúl Molina Torres.
“Nos decían que había que agregar el ‘impuesto a la corona’", dijo exproveedor de Telefónica en Centroamérica.
De acuerdo a la denuncia del representante de Infopyme, y según confirmó OjoPúblico al revisar las facturas de TGS de Alemania enviadas a uno de los proveedores de Telefónica, la empresa recibe las transferencias desde América Latina en una cuenta en la sucursal del banco HSBC en Alemania. Los estados financieros de TGS indican que, en el 2019, tuvo ingresos por 498 millones de euros, sobre todo del Reino Unido, Brasil, Alemania, España y otros países de Latinoamérica; y que el porcentaje cobrado a los proveedores de Telefónica era, usualmente, del 4%.
Según sus estados financieros, TGS de Alemania solo tiene un accionista: la empresa Group 3G UMTS Holding Gmbh. La sede de esta segunda compañía también está en Ismaning (Múnich) e igualmente es dirigida por el ingeniero Molina Torres. A él, se suma José Antonio López-Jamar del Castillo en el directorio, otro ingeniero con vida universitaria y laboral en España. Aparte de estos dos directores, Group 3G declaró que no tenía empleados para el 2019, ante las autoridades de Alemania.
Aún así, Group 3G obtuvo 637 millones de euros en ingresos en 2019, que corresponden a acuerdos de transferencia de ganancias con sus subsidiarias. Precisamente, Group 3G declara en sus reportes financieros ser miembro de “un grupo fiscal que se basa en acuerdos de transferencia de pérdidas y ganancias con otros miembros [del Grupo Telefónica]” desde el 2000, según dichos documentos. Al 2019, Group 3G tenía solo un propietario: una offshore en la ciudad de Ámsterdam, capital de los Países Bajos.
ACCIONISTA. Telefónica Global Services tiene como única propietaria a Group 3G, segunda subsidiaria de Telefónica en Alemania.
Foto: Google Maps / Jorge Luengo
“La combinación de múltiples subsidiarias en Alemania y los Países Bajos, sumado a la denuncia [en Perú] [...] sugiere que las autoridades tributarias del mundo deberían analizar muy de cerca las operaciones de Telefónica en sus propios países”, dijo Alex Cobham, presidente del Tax Justice Network (TJN), una de las principales organizaciones que lucha contra la evasión tributaria a nivel global. En la última edición del reconocido ranking de los principales paraísos fiscales que elabora el TJN, Alemania figura entre los 15 primeros puestos, mientras que los Países Bajos se ubica en el puesto ocho.
En entrevista con OjoPúblico, y luego de explicarle los pormenores del esquema elaborado por Telefónica, Cobham agregó que “existe un claro riesgo de que las transacciones [entre las empresas vinculadas a Telefónica en Alemania y los Países Bajos] se estén utilizando para trasladar sus ganancias [...] hacia jurisdicciones donde se puede lograr una baja tasa impositiva o incluso nula”. Para el jefe del TJN, este es exactamente el tipo de comportamiento que las reformas tributarias de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) han intentado detener desde el 2013.
Aunque Alemania no opera realmente como un paraíso fiscal, continúa Cobham, sí es “una amenaza internacional” en relación a la elusión tributaria. De acuerdo al reporte Estado de la Justicia Fiscal de 2020, Alemania ha perdido US$24 mil millones en impuestos, cada año, debido al fraude fiscal corporativo. En este caso, las operaciones de la alemana Group 3G ─empresa sin empleados─ permitieron la deducción de 24 millones de euros en impuestos gracias a créditos fiscales obtenidos en Alemania, solo el año pasado, de acuerdo al último informe financiero presentado por la matriz de Telefónica ante la Comisión de Bolsa y Valores del Gobierno de Estados Unidos (SEC).
Países Bajos es considerado un paraíso fiscal corporativo
Por encima de Group 3G aparece Telefónica Global Activities Holding, una sociedad ubicada desde 1991 en Ámsterdam, uno de los principales paraísos fiscales de Europa, según el Tax Justice Network. Sus oficinas se encuentran en el edificio Zuidplein, en el centro empresarial de dicha ciudad. Sus informes anuales, revisados por OjoPúblico, detallan que sus directores son otros dos empresarios con experiencia profesional en España: el administrador Miguel Ángel Contreras Contreras y Jerónimo Payan Prieto.
El reporte financiero de Telefónica Global Activities al 2020, además, indica que tiene como única subsidiaria a la alemana Group 3G; en la cuál registra una inversión de 422 millones de euros. Por otro lado, esta empresa holandesa tiene un solo accionista: Telfisa Global. Ambas además tienen la misma dirección en el centro empresarial de Ámsterdam. El año pasado, Telefónica Global Activities transfirió 1.340 millones de euros, en forma de dividendos, a su única propietaria Telfisa, según el último reporte financiero.
SEDE. Telfisa Global, subsidiaria de Telefónica en los Países Bajos, tiene sus oficinas en el World Trade Center de Ámsterdam.
Foto: Google Maps
Telfisa Global, por su parte, fue fundada el 2006 y se describe como el banco in-house del Grupo Telefónica de España; es decir, la subsidiaria encargada de proveer servicios bancarios en este conglomerado. “[Telfisa] desarrolla e implementa la administración de la liquidez y dinero del grupo [Telefónica], que incluyen transacciones entre subsidiarias”, según el reporte de 2020. A marzo de este año, sus directores eran Elena Gonzalez-Sicilia, José Hernandez, Miguel Contreras y una persona apellidada Gonzalez Gonzalez.
Los estados financieros de Telfisa Global cierran la ruta de la propiedad de TGS de Alemania. El 2020, según su informe anual, esta sociedad holandesa pagó más de 177 millones de euros a su única propietaria: la matriz española Telefónica S.A. Un año antes, el pago en dividendos de Telfisa Global fue de 700 millones de euros. Los activos que iniciaron en América Latina, como parte de una tarifa a una subsidiaria alemana, transitaron a través de Ámsterdam para volver a la sede central de Telefónica.
Los dividendos que Telefónica Global Activities paga a Telfisa Global, y aquellos de esta última a la matriz en España, no están usualmente gravados por impuestos en suelo holandés, según explicó a OjoPúblico el especialista en evasión tributaria corporativa Maarten Hietland, quien es además integrante del Centro de Investigación sobre Corporaciones Multinacionales (Somo). “Cuando una empresa holandesa paga dividendos a sus accionistas [sean estos residentes en los Países Bajos o en el extranjero], no se aplica ninguna retención de impuestos [...] en otras palabras, existe una doble certeza de que no será necesario el pago [de impuestos] por estos dividendos”, agregó Hietland.
FINAL. El beneficiario final de la ruta offshore, con cuatro subsidiarias en Alemania y Países Bajos, es la matriz de Telefónica en Madrid, España.
Foto: Fred Romero
Cobham del TJN subraya que los Países Bajos es uno de los principales paraísos fiscales corporativos. “Los inversores de Telefónica deberán considerar, con mucho cuidado, su posición” frente a este esquema offshore; pues, una tasa fiscal más baja significa que las inversiones no reciben mayores beneficios por el rendimiento de sus acciones y, por el contrario, “sufren un costo debido al mayor riesgo que representan ahora sus inversiones” al estar en un paraíso fiscal, dijo Cobham a nuestro medio. El Fondo de Pensiones de Empleados de Telefónica, precisamente, es una de las organizaciones que se han sumado a los pedidos por una mayor transparencia tributaria a nivel global.
OjoPúblico envió un correo electrónico, el jueves último, al área de prensa de Telefónica del Perú, para preguntar sobre la naturaleza de los servicios brindados por TGS de Alemania y su postura frente a la investigación de las autoridades en Perú y España. En dicha comunicación también se consultó detalles sobre las compañías ubicadas en Países Bajos y Alemania, pero al cierre de edición no hubo respuesta de esta compañía.