BRECHAS. Las regiones que respaldaron a Castillo registran altos índices de pobreza y falta de servicios básicos.

El grito de las regiones: desigualdad e insatisfacción se imponen en las urnas

El grito de las regiones: desigualdad e insatisfacción se imponen en las urnas

BRECHAS. Las regiones que respaldaron a Castillo registran altos índices de pobreza y falta de servicios básicos.

Foto: ONPE

El fin de semana de mayor número de muertes en el Perú, millones de peruanos eligieron al profesor Pedro Castillo y Keiko Fujimori como los candidatos que competirán en la segunda vuelta electoral. Ambos conservadores y opositores al enfoque de género, tienen en el centro de su discrepancia el tema económico y la Constitución. Castillo ganó con amplios márgenes de porcentaje en regiones con altos indicadores de pobreza: Apurímac, Cajamarca, Huancavelica, Ayacucho, entre otras 12 regiones. Analistas señalan que durante los últimos años la democracia peruana no invirtió en servicios básicos elementales de sus ciudadanos y que los resultados que dan como ganador en primera vuelta a Castillo en la mayoría de las regiones no corresponden a un voto ideológico, sino de hartazgo.

12 Abril, 2021

Actualizado el 13-04-2021 a la 1:20 PM

 

Los resultados electorales han puesto al profesor de una escuela pública Pedro Castillo (Perú Libre) y a Keiko Fujimori (Fuerza Popular), investigada por lavado de activos en el caso Lava Jato, en la segunda vuelta del próximo 6 de junio. Aunque ambas figuras son bastante conservadoras en temas de derechos civiles, y rechazan el enfoque de género en la educación pública, tienen en el centro de su discrepancia el tema económico y la Constitución Política de 1993. Mientras el primero ensalza en su plan de gobierno un "ideario socialista"; Fujimori defiende el actual modelo económico y dice que no cambiará la Constitución que surgió luego del golpe de Estado de su padre Alberto Fujimori, en 1992. 

La distribución del voto en todo el Perú revela las brechas en el país y la gigantesca distancia de la capital con las regiones, algo que ya se había visto en las últimas elecciones al Congreso, cuando la fragmentación quedó explícita en los resultados al parlamento, y el Frepap, una organización política con una fuerte agenda agraria y que impulsa un Estado teocrático, obtuvo una representación fundamental en la votación al Congreso. 

En este proceso electoral Pedro Castillo obtiene altos porcentajes, al 95% de las actas procesadas de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) en regiones con altos indicadores de pobreza: 51% en Ayacucho; 53,4% en Apurímac; 37,7% en Cusco; 54,2% en Huancavelica; 44,7% en Cajamarca, 37,6% en Huánuco; y 47,4% en Puno. Mientras, en Lima gana el candidato Rafael López Aliaga con 16,3% y Keiko Fujimori con 14,2%, quien además tiene un porcentaje superior al 20% en el norte: Tumbes, Piura y Lambayeque.

En 16 de las 24 regiones el líder de Perú Libre obtiene la mayor cantidad de votos". 

Pedro Castillo obtiene la mayor cantidad de votos en 16 de las 24 regiones. Mientras que Keiko Fujimori mantiene su tradicional apoyo en el norte (Piura, Tumbes y Lambayeque), además de las regiones amazónicas de Loreto y Ucayali; Ica, Callao y Lima provincias. 

En tres de las cinco regiones amazónicas: Madre de Dios (37,4%), San Martín (21,4%) y Amazonas (26,4%) gana Pedro Castillo. En las dos restantes (Loreto y Ucayali),  Keiko Fujimori. El líder de Perú Libre obtiene también el mayor porcentaje en las regiones del sur, como Ayacucho, uno de los departamentos más afectados por la violencia terrorista y las violaciones de derechos humanos, y en Cusco y Apurímac, donde hay conflictos con la minería, y donde antes presentaban preferencias electorales para la candidatura de Verónica Mendoza, de Juntos por el Perú.

 

Elecciones Perú

CONTUNDENTE. El candidato Pedro Castillo se impone en 16 de las 24 regiones del Perú, según el conteo de la ONPE al 95%.  
Visualización: OjoPúblico

 

En su natal Cajamarca, Pedro Castillo obtiene 44,7% de los votos, mientras que Keiko Fujimori alcanza el 10,6%. Los porcentajes altos favorecen a Castillo también en la región fronteriza de Tacna, donde consigue 33,1%, muy por encima de Yonhy Lescano (en segundo lugar), que registra 14,7%. En síntesis, el líder de Perú Libre triunfa en la primera vuelta respaldado por un gran sector de ciudadanos que viven fuera de Lima metropolitana, capital de Perú que alberga a 10 millones de habitantes, casi el 30% de toda la población del país.

Aunque a muchos les sorprende el ascenso de Castillo, su liderazgo era reconocido en el magisterio nacional y en las rondas campesinas. Las regiones donde más votos obtuvo son las que menos se han beneficiado del crecimiento económico del país y donde aún se mantienen amplios porcentajes de pobrezas. Según la Encuesta Nacional de Hogares del 2019, en Cajamarca, una de las regiones más importantes en la producción de oro, el 38% de sus 1,3 millones de habitantes se encuentra en condición de pobreza; y el 11,1% en pobreza extrema. Además, solo el 8% tiene acceso a agua limpia y segura en sus viviendas. 

La situación también es crítica en Huancavelica, donde solo el 13% de los hogares tiene acceso a agua potable en sus hogares. Aquí el nivel de pobreza alcanza el 36,9% y la pobreza extrema el 5,9% de sus 347 mil habitantes. Mientras, en Apurímac solo el 13,5% de la población de más de 405 mil habitantes tiene acceso al agua en sus hogares, el 29,9% se encuentra en pobreza y el 5,1% en pobreza extrema. 

Los resultados de este proceso electoral expresan también un resultado similar a la fragmentación de las elecciones al Congreso del año pasado. Para el politólogo Mauricio Zavaleta, autor de “Coaliciones de independientes: las reglas no escritas de la política electoral”, los actuales resultados son, en parte, una respuesta a la ausencia de canales de representación en varias regiones.

Sostiene que la democracia peruana de los últimos años no invirtió en sus ciudadanos: subió sus indicadores de crecimiento en las últimas décadas, pero no se tradujo necesariamente en el cierre de brechas o en una mayor inversión pública en servicios públicos de calidad. “La pandemia exacerbó esta situación: los servicios de salud colapsaron, las personas perdieron sus empleos y un gran número de adultos mayores sin sistemas previsionales se volvieron aún más vulnerables”, señala. 

 

Perú Libre

VOTOS. El profesor Pedro Castillo conquista las regiones con altos índices de pobreza y brechas en servicios básicos, de salud y educación. 
Visualización: OjoPúblico

 

El analista sostiene que durante los últimos 20 años hemos tenido una democracia conservadora, es decir con elecciones justas, con respeto básico a las instituciones, pero con un manejo ultraortodoxo de la economía, “que implicaba no invertir mucho en gasto público, priorizar el control del déficit fiscal, y que la inflación y la deuda pública no sean altas. Desde las regiones existe la percepción de que todo se juega en Lima y que las regiones están relegadas. Son los excluidos de las ganancias que da el sistema”, dice. La crisis sanitaria generada por la Covid-19 expuso aún más las desigualdades.

El sociólogo de la Universidad Nacional de Cajamarca e investigador del Observatorio de Vigilancia Ciudadana Gobierna, Herico More Muñoz, también reconoce que hay un descontento generalizado en las regiones, agudizado en un contexto de pandemia y la última crisis política generada por el Vacunagate. Si bien el porcentaje obtenido por Pedro Castillo no es representativo, sí es una lección para la clase política. “Les recuerda que se hace política todos los días, no cada cinco años”, indica. 

Para el investigador, el candidato por Perú Libre ha sabido capitalizar la base social del magisterio, que le ha permitido llegar a los electores de zonas rurales. “Desde que lideró la huelga del 2017 empezó a ganar importancia en el sector educación, sobre todo en zonas rurales, donde los profesores son los más escuchados por las familias. Son los docentes de esas zonas los que le han hecho propaganda familia por familia”, explicó. 

elecciones arequipa

RETRASOS. En varias regiones del país se reportó ausentismo de los miembros titulares de mesa, lo cual generó desorden y preocupación. 
Foto: ODPE Arequipa

 

Según More Muñoz, los votantes de esta primera vuelta para Castillo no quieren hojas de ruta sino un cambio radical. “Las regiones que lo han llevado a la segunda vuelta, están diciendo que quieren respuestas rápidas, de corto plazo, a sus problemas más urgentes, como la pandemia y la falta de trabajo”, señaló. 

El plan de gobierno que Castillo presentó ante el JNE lleva como título “Perú Libre Ideario y Programa” y tiene el formato de un informe de autor. En los créditos de este documento publicado en febrero del 2020, aparece Vladimir Cerrón, líder y fundador del partido Perú Libre por el que postula Castillo y que actualmente está condenado por el delito de negociación incompatible, señalado en el Código Penal como un delito de corrupción de funcionarios. Este partido se define en este documento como “una organización de izquierda socialista que reafirma su corriente ideológica, política y programática" y que "abraza la teoría marxista”.

Pero el voto detrás de Castillo no es un voto ideológico. Mauricio Zavaleta sostiene que “es un voto de insatisfacción, de necesidad de cambio, de romper con el centralismo, con una forma de hacer política que ha cansado a los peruanos”. En este contexto, los temas de discusión en las siguientes semanas, durante la campaña de segunda vuelta, pondrán al sistema, el mercado y las formas de democracia en el centro de la agenda electoral. 

 

En extremos pero con una agenda en común

 

Pedro Castillo Terrones (51) es natural de la provincia de Chota, en Cajamarca, donde perteneció a las rondas campesinas. Desde 1995 ejerce como profesor en un colegio nacional en su natural Tacabamba, y registra una maestría en psicología educativa por la Universidad César Vallejo. Su primera participación en una contienda electoral ocurrió en 2002, cuando postuló sin éxito a la alcaldía de Anguia, en Chota, por el partido Perú Posible.

El exministro del Interior, Carlos Basombrío, ha señalado en algunas entrevistas que Castillo tiene vínculos con dos facciones que han sido calificadas por las autoridades como vinculadas al grupo terrorista Sendero Luminoso: el Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef) y Comité Nacional de Reorientación y Reconstitución del Sutep (Conare-Sutep).

A pesar de estar en los extremos económicos, Castillo y Fujimori coinciden en su rechazo al enfoque de género en la educación.

Keiko Fujimori, hija de Alberto Fujimori (que cumple en la cárcel una condena corrupción y por ser el autor mediato de crímenes considerados violaciones de derechos humanos), está actualmente investigada y ha sido acusada de liderar una presunta organización criminal y lavar dinero de la constructora brasileña Odebrecht en sus anteriores campañas electorales. En el marco de esta investigación, el Equipo Especial Lava Jato ha solicitado 30 años de prisión contra Fujimori Higuchi, y penas similares contra otros exintegrantes de la cúpula de Fuerza Popular. Por este caso, la candidata Fujimori ingresó dos veces a la cárcel para cumplir prisión preventiva, pero el Poder Judicial le otorgó la libertad en mayo del año pasado para continuará la investigación con comparecencia restringida. 

A pesar de estar en los extremos económicos, tanto Pedro Castillo como Keiko Fujimori tienen puntos en común: su profundo rechazo al enfoque de género en la educación pública, el feminismo, el matrimonio igualitario y los derechos sexuales y reproductivos.

¿Qué pasará con las otras agendas también fundamentales, como la de enfoque de género y derechos civiles? Mauricio Zavaleta es pesimista, dice que “las urnas han sido claras, no es un tema prioritario para la mayoría de peruanos. Ya el actual Congreso representó ese conservadurismo”. 

El escenario político de los próximos años es complejo, pues hay otros temas que también podrían ser atacados desde un Congreso de mayoría conservadora: la memoria en torno a los años de violencia terrorista y conflicto armado, la reforma de la educación y el acceso a derechos sexuales y reproductivos.

Ayer, luego de conocerse su pase a la segunda vuelta, Pedro Castillo dijo desde Cajamarca: “Han tenido décadas, pero cómo está el país ahora. Llegas a Lima Metropolitana, llegas a las grandes ciudades, ves la opulencia y no ven más allá de su nariz”. Keiko Fujimori, sostuvo que invitaría a más partidos a sumarse para enfrentar a la izquierda radical. 

 

Keiko_piura

SÓLIDO NORTE. Keiko Fujimori ha mantenido su gran porcentaje de apoyo en las regiones de Piura, Tumbes y Lambayeque. 
Visualización: OjoPúblico

 

El reto de votar en pandemia

 

Más allá de los resultados nacionales, la jornada electoral en las regiones se desarrolló sin graves inconvenientes, salvo las aglomeraciones en las primeras horas de la mañana y la ausencia, en varios casos, de los miembros de mesa titulares. La principal dificultad que enfrentó este proceso electoral, realizado en medio de una muy agresiva segunda ola de la Covid-19, fue el ausentismo de los miembros de mesa que originó que las mesas de sufragio se instalaran tarde, incluso pasado el mediodía que era la hora límite.

En total, se instaló en todo el país el 99,96% de las mesas de sufragio, según la ONPE. Las mesas se implementaron en gran parte de las regiones, pero fue precisamente en los distritos de la clase media y alta de Lima donde se registró el mayor ausentismo de miembros de mesa: Miraflores, San Isidro y Surco.  

Según la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), las primeras mesas que se instalaron en regiones se localizaron en Cusco y Cajamarca. A las 4 de la mañana se implementó la primera, en la institución educativa N° 56114 Fernando Túpac Amaru, ubicada en el distrito Túpac Amaru, en la provincia de Canas (Cusco); y la segunda a las 4 y 30 de la mañana en el distrito de Huambos, provincia de Chota (Cajamarca).

A pesar de estos positivos resultados nacionales, algunos hechos dentro de esta jornada electoral muestran también parte de las grandes brechas pendientes en regiones.

Por ejemplo, en Huánuco, se reportó la falta de energía eléctrica en los locales de votación. Lizbeth Yllanes, jefa de la oficina Defensorial de Huánuco, dijo que el problema se resolvió por la tarde. En las regiones amazónicas, varias comunidades se desplazaron en bote durante horas para llegar a tiempo a sus locales de votación. En Apurímac, las lluvias complicaron el traslado de los electores que tuvieron que desplazarse en tractores. 

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