CUMBRE CLIMÁTICA. Países que están sufriendo los efectos de la crisis están pidiendo en conjunto la creación de un fondo destinado únicamente a daños y pérdidas.

COP27: piden que países con mayores emisiones asuman responsabilidades económicas por crisis climática

COP27: piden que países con mayores emisiones asuman responsabilidades económicas por crisis climática

CUMBRE CLIMÁTICA. Países que están sufriendo los efectos de la crisis están pidiendo en conjunto la creación de un fondo destinado únicamente a daños y pérdidas.

Foto: Naciones Unidas

Los países en desarrollo –que en gran parte son víctimas de los actuales impactos del calentamiento del planeta– plantean que los países más ricos, que son también los mayores contaminadores, proporcionen el dinero para que las naciones más pobres puedan enfrentar las pérdidas y daños generados por la crisis climática. Las organizaciones de la sociedad civil y gremios indígenas respaldan esta propuesta, que tiene la resistencia de países como Estados Unidos. Además, los países de latinoamérica presentan iniciativa conjunto para que se les exima de cancelar las deudas externas a cambio de que inviertan el dinero en proyectos de reducción de emisiones o de adaptación. En este reportaje analizamos estos temas, desde la sede de la COP27, en Egipto.

13 Noviembre, 2022

Egipto. La COP27 arrancó esta semana con el objetivo de que los 190 países miembros avancen en su compromiso de reducción de emisiones y así no superar el 1,5°C adicionales en comparación con épocas preindustriales. OjoPúblico –que cubre el encuentro desde la misma sede de Sharm el Sheikh– analizó cómo el tema del financiamiento para atender las pérdidas y daños ocasionadas por la crisis climática se ha convertido en el pedido central de los países más pobres y en desarrollo afectados por la emergencia.

El evento global tiene de fondo datos y contextos poco alentadores: a pesar de las promesas que han acompañado estas tres décadas de COP, el mundo ha seguido calentándose (la temperatura está ahora solo a 0,4 °C del umbral crítico) y los países más pobres –que son los que menos contaminan– ya son las principales víctimas de la crisis climática y no cuentan con financiamiento que les permita enfrentar estos impactos.

“En esta COP27, la agenda está relacionada, principalmente, al financiamiento, porque, como vimos en la COP anterior, la mayoría de los ítems del Acuerdo de París ya se reglamentaron. Ahora estamos hablando de la implementación y para eso se necesita dinero”, explica a OjoPúblico Sandra Guzmán, especialista mexicana y coordinadora de la Agenda Internacional del Grupo de Financiamiento Climático para América Latina y el Caribe (Gflac).

La actual conversación sobre daños y pérdidas es producto de años de inacción.

El pedido básico planteado por varias naciones, organizaciones de la sociedad civil y gremios indígenas es que los países más ricos proporcionen el dinero por ser los principales responsables de la crisis climática.

COP27

Sin embargo, es complicado llegar a acuerdos, pues los países impulsan sus propios intereses.

“Lo que ha habido [en los primeros días de la COP] son anuncios que distraen de la construcción de una institucionalidad que permita proveer de manera sostenible los recursos que nos van a ayudar a hacer frente a las pérdidas y daños. En lugar de ese tipo de anuncios, yo pediría que dejen de trabar la negociación”, sostuvo Alejandro Alemán, coordinador de Climate Action Network de América Latina.

De no avanzar en las conversaciones sobre financiamiento, los países en desarrollo se irán de esta COP con los mismos recursos económicos con los que llegaron a Egipto.

“Las negociaciones se verán con más detalle, sobre todo, en la segunda semana. Pero, en esta cumbre, se va a tratar de mover un poco todo hacia adelante. Es importante entender que no va a haber una gran decisión, o sea, ningún tipo de resultado extraordinario sino que va a ser progresivo. El avance va a ser lento”, sostuvo Catalina Gonda, especialista argentina en temas de financiamiento y reglamentación del Acuerdo de Paris.

 

Dinero para los daños producto de la crisis climática

 

La crisis climática impacta de manera diferenciada. Las recientes inundaciones en Pakistán son un claro ejemplo de lo extremo que llegarán a ser los eventos climáticos. Pero los impactos del calentamiento global se expresan también de otra forma: el aumento de casos de dengue en ciudades como Lima o la pérdida de cultivos en la Amazonía, son algunos ejemplos.

Solo en Perú, las cifras de pacientes con dengue registrados en lo que va de este año superan los picos de casos diagnosticados en los últimos cuatro años. Y los casos de malaria suman 21.849 contagios, lo que representa un incremento de más del 92% respecto al 2021.

“En Satipo [ciudad ubicada en la parte amazónica de la región Junín, en Perú] sembramos plátanos y yucas, le ponemos todo nuestro esfuerzo al cultivo, porque no solo es para alimentarnos sino también para venderlos, y de pronto viene una plaga o crece el río y lo destruye todo”, cuenta Ketty Marcelo, lideresa indígena del pueblo asháninka y presidenta de la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (Onamiap).

Por primera vez en una COP se incluyó el tema de la compensación por pérdidas y daños.

Por esa razón, los países que están sufriendo los efectos de la crisis están pidiendo en conjunto la creación de un fondo destinado únicamente a enfrentar estos daños y pérdidas. El término hace referencia a las consecuencias ocasionadas por los eventos climáticos.

“Este mecanismo está pensado para situaciones en las que ni siquiera la adaptación permite revertir la situación catastrófica que el cambio climático puede generar”, explica Manuel Pulgar-Vidal, líder global de clima y energía de WWF internacional y exministro del ambiente de Perú.

La actual conversación sobre daños y pérdidas es producto de años de inacción. Inicialmente, durante las primeras COP, el objetivo principal estaba en reducir al máximo las emisiones de GEI y evitar así cambios extremos.

Cop27 - OjoPúblico

DEMANDAS. "La humanidad tiene que elegir: cooperar o perecer. Es un Pacto de Solidaridad Climática o un Pacto Suicida Colectivo”, dijo Antonio Guterres, el Secretario General de la ONU.
Foto: Naciones Unidas

 

En paralelo, se propuso preparar a los países para que “en el futuro” pudieran enfrentar los posibles cambios en el clima. Sin embargo, muy poco de lo conversado en los últimos 30 años se ha cumplido y ahora ya no solo se habla de preparación sino también de reparación a los daños ya ocasionados.  

En ese marco, la COP27 ha sido el escenario en el que por primera vez se incluyó el tema en la agenda oficial de la cumbre.

La principal exigencia de los países en desarrollo, que son a la vez los más vulnerables, apunta a la creación de un financiamiento exclusivo para pérdidas y daños. Sin embargo, el camino está lleno de trabas y resistencias.

Los especialistas coinciden en que lo mínimo que se espera de las negociaciones de este año es incluir el término “pérdidas y daños” dentro del texto final. Esta es una forma de reconocer la necesidad de crear el fondo y de dejar clara la agenda de la siguiente conferencia climática que será en Emiratos Árabes Unidos, uno de los mayores productores de petróleo.

Lo que se espera por lo menos en esta COP27 es incluir el término “pérdidas y daños” en el texto final.

“Tiene que haber un reconocimiento de que tenemos derecho a que nos reparen, a que nos compensen y a que nos reconozcan como víctimas del cambio climático y que quienes son nuestros pares [los países desarrollados] acepten esa responsabilidad”, dice a OjoPúblico Alejandro Alemán, quien forma parte del Grupo de Trabajo sobre Adaptación y Pérdidas y Daños de CAN Internacional. 

Aunque ese es uno de los objetivos, el tema no termina ahí. Luego del reconocimiento las naciones deberán definir cuánto es el dinero que se necesita para cubrir las actuales y futuras pérdidas y daños; así como a través de qué mecanismo se realizará la entrega del financiamiento. 

Las posiciones sobre el tema son marcadas. Por un lado, la presidencia de la COP27, representada por Egipto, propone que este nueva forma de financiamiento no involucre responsabilidades legales.

“La presidencia interpreta ese punto de agenda de modo que no se hable de compensación y lo ligan en el mismo proceso del diálogo de Glasgow [es decir, que sea voluntario]. De alguna forma, [están] cerrando la posibilidad de que acá se determine un mecanismo de financiamiento”, explica Adrián Martínez, director de la Ruta del Clima de Costa Rica.

Por otro lado, los países desarrollados están buscando otros mecanismos distintos al financiamiento. “[Ellos quieren] vendernos la idea que nuestras comunidades van a acceder a seguros, lo cual es irracional en países en los que las familias viven del día a día”, agrega Martínez, quien también es investigador en temas de participación ciudadana, derechos humanos, y derecho climático internacional.

Alejandro Alemán señaló, además, que en el grupo de países más ricos, Estados Unidos y Canadá se niegan a reconocer su responsabilidad por haber dañado el clima del planeta.

El grupo de países en desarrollo y menos desarrollados son los que impulsan con mayor interés la creación de este fondo de financiamiento y proponen crear un mecanismo totalmente nuevo destinado únicamente a "pérdidas y daños".

Sin embargo, las naciones de este último grupo participan de forma diferenciada. “Las necesidades del continente africano están tomando preponderancia y los países latinoamericanos no están aprovechando esta oportunidad, tanto por la ausencia de muchos países como por la ausencia de personajes políticos clave”, concluyó Martínez.

 

Falta de financiamiento impide la acción climática

 

En 2009, las naciones desarrolladas se comprometieron a movilizar conjuntamente 100.000 millones de dólares anuales para el año 2020 con el fin de atender a las necesidades de los países en desarrollo. En 2015, cuando vieron que no iban a alcanzar a cumplir la meta, las partes extendieron ese compromiso hasta 2025.

Trece años después, esta promesa no se ha cumplido. De esa manera, la COP27 se ha convertido en la conferencia en la que el financiamiento es un tema crucial para los negociadores de los países en desarrollo.

El dinero que se busca recaudar durante las negociaciones está destinado a tres finalidades: mitigación, adaptación y daños y pérdidas.

En principio, se necesita dinero para implementar acciones que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y para financiar la transición hacia energías más limpias. También para prepararse a los eventos climáticos extremos que inevitablemente ocurrirán por el aumento de la temperatura global.

Y, por último, un tema que se ha incorporado en esta cumbre: compensar y reparar por los daños y pérdidas ocasionadas por la crisis en países vulnerables. 

“El tema del financiamiento se ha abordado desde antes, pero la diferencia es que en esta COP es la primera vez que se empieza discutir el tema de pérdidas y daños”, sostiene Catalina Gonda, co-coordinadora de política climática en la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), de Argentina.

Sin embargo, no solo se trata de diferenciar el destino de los fondos, sino también de acordar los mecanismos para cumplir las metas. Por ejemplo, el fondo de adaptación, es el que ha recibido menor financiamiento en comparación al de mitigación. 

Los mecanismos de financiamiento llegan a través de donaciones o, también, a través de préstamos. Sandra Guzmán, especialista en financiamiento, señala que estos últimos generan una deuda para los países.

La investigadora mexicana destacó la posibilidad de incorporar a los mercados de carbono (mandatorios y voluntarios), una forma en la que los países pueden comprar y vender sus reducciones de emisiones, como un mecanismo de financiamiento. 

Biden Cop27

EN CONTRA. El presidente de los Estados Unidos participó en la COP27. En las negociaciones, Estados Unidos se opone a incorporar un fondo para pérdidas y daños ocasionados por la crisis climática.
Foto: Naciones Unidas

 

Ante la amplía variedad de mecanismos, lo cierto es que no existe un consenso sobre qué se incluye dentro del financiamiento climático ni sobre cuáles deberían considerarse para los fondos de mitigación, adaptación y pérdidas y daños. “Hoy por hoy no tenemos una definición universal sobre qué es el financiamiento climático. Eso de entrada es un problema estructural”, dice a OjoPúblico Sandra Guzmán.

Finalmente, la discusión sobre financiamiento climático en la COP27 también tendrá que  establecer una nueva meta de financiamiento para 2025. Un punto de agenda que presenta sus propias dificultades.

Paises latinoamericandos piden canje de deuda a cambio de que inviertan el dinero en reducción de emisiones o adaptación.

“Es muy complejo empezar a conversar sobre una meta nueva cuando no se ha cumplido la anterior. Entendiendo también que hoy las necesidades de financiamiento se han multiplicado y esta cantidad va a ir aumentando a medida de que los impactos climáticos se vuelvan más extremos”, afirma Catalina Gonda.

A pesar de los obstáculos, Sandra Guzmán resalta que es necesario determinar una nueva meta para que los países sepan cuál es el objetivo, de lo contrario todo se estanca. 

Los países en desarrollo insisten en que en las nuevas metas de financiamiento no se debe dar como préstamos sino, principalmente, como donaciones.

En tanto, los países más ricos, en especial Estados Unidos, proponen  que el mercado de carbono debería ser la base de ese financiamiento; sin embargo, es un mecanismo en el que muy pocos países tienen experiencia y legislaciones avanzadas.

“Los países en desarrollo no tienen tanta experiencia en el tema del mercado de carbono. Eso es un problema porque se quiere impulsar un proceso que implica monitoreo y si no tienen la capacidad de hacerlo, podría contar reducciones de emisiones más de una vez, lo que se conoce como doble contabilidad”, resaltó Sandra Guzmán. 

A esa dificultad se suma el reto de que América Latina negocie dentro de las cumbres climáticas dividida en más de cinco posiciones. “La fragmentación nos hace más vulnerables a que seamos sujetos de presión diplomática de países, como Estados Unidos o la Unión Europea”, advirtió Adrían Martínez.
 

El canje de deuda unifica a latinoamericanos

 

A pesar de la mencionada fragmentación, hay un tema que ha unificado a los países latinoamericanos en la COP27: proponer el canje de deuda a cambio de acción climática.

La iniciativa consiste en que se les exima de cancelar las deudas externas adquiridas por sus naciones a cambio de que inviertan el dinero en proyectos de reducción de emisiones o de adaptación a las futuras consecuencias. 

La deuda externa, explicó Catalina Gonda, genera una especie de círculo vicioso que no permite salir del tradicional modelo extractivo.

“Nuestros países tienen deudas que están sofocando cualquier posibilidad de poder hacer frente a los impactos del cambio climático, porque les reduce el espacio fiscal para responder a un evento climático y también genera incentivos para que sigan produciendo combustibles fósiles y exportando”, describió.

En el marco de la COP27, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que agrupa a casi todos los países de la región sin contar a Brasil, presentó un documento en el que expone las prioridades climáticas para América Latina y el Caribe. Entre la necesidad de más financiamiento climático y una cohesión regional, el canje de deuda se posiciona como una de las prioridades.  

Este pedido evidencia una unificación latinoamericana, sin embargo, todavía es una propuesta que está en una fase inicial y sobre la que no se esperan grandes avances este año.

“Si bien escucharemos a un montón de países hablar de canje de deuda por acción climática, qué implicancias o qué condicionalidades habría detrás de este tipo de de instrumento, no se sabe”, advirtió Catalina Gonda. 

Al igual que el tema de financiamiento y daños y pérdidas, el canje de deuda es un tema que se discute desde hace años, pero es la primera vez que se introduce en las conversaciones oficiales de la cumbre.

 

Financiamiento exclusivo para comunidades indígenas

 

El dinero es el tema de la COP27 y las comunidades indígenas señalan que los millones de dólares que se suelen anunciar en los dos primeros y dos últimos días de las cumbres climáticas casi nunca llegan.

En la conferencia de hace un año realizada en Glasgow, cinco gobiernos y 17 fundaciones privadas se comprometieron a destinar USD 1.700 millones para apoyar y asegurar los derechos territoriales de los pueblos indígenas y comunidades locales en todo el mundo.

En 2022, un informe del Forest Tenure Funders Group reveló que de ese monto solo 7% llegó directamente a los grupos indígenas. En tanto, más del 50% fue entregado a intermediarios, como organizaciones no gubernamentales internacionales.

“No hay un vínculo entre la promesa de financiamiento climático y la realidad, porque eso no ha llegado a las comunidades indígenas”, dijo Sara Omi, lideresa indígena del pueblo emberá en Panamá y presidenta de la Coordinadora de Mujeres Líderes Territoriales de Mesoamérica.

Esta situación ha llevado a que los líderes indígenas exijan un financiamiento propio destinado a sus comunidades.

Berlín Diques, líder asháninka y presidente de la organización regional Aidesep en Ucayali, explicó que este pedido es transversal al financiamiento climático que se negocia en la cumbre.“Estamos pidiendo [financiamiento] para mitigación, adaptación y pérdidas y daños", informó.

Un estudio de hace un año realizado por Rainforest Foundation Norway reveló también que las comunidades indígenas y las organizaciones reciben menos del 1% del financiamiento climático destinado a reducir la deforestación.

Por eso, en la COP27, los miembros de diferentes comunidades indígenas presentaron un mecanismo desarrollado en colaboración con el Fondo Territorial Mesoamericano (FTM) que les facilita la gestión del dinero. “Todavía hay una deuda con el tema de incorporarnos en el tema de financiamiento a las comunidades indígenas. Estamos pidiendo que sea directo y para eso tenemos un mecanismo financiero que debe ser incluido y se llama SHANDIA. Aquí [en la COP27] se va a debatir eso también. Esperamos que en los próximos días se tengan respuestas concretas”, indicó Gregorio Díaz Mirabal, coordinador General de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica).

Por último, los líderes indígenas también piden representación, puesto que en la mayoría de países de la región no forman parte de las delegaciones oficiales, a pesar de que ellos protegen el 80% de la biodiversidad del planeta. “Hay 27 COP en la historia del mundo, pero hasta el momento no se ha tenido ninguna acción recogiendo las propuestas ni las exigencias que tienen los pueblos indígenas”, remarcó Berlín Diques, de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep).

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