ATAJOS. Han surgido empresas que ofrecen la obtención de un posdoctorado y la redacción y publicación de artículos científicos a cambio de dinero.

El negocio del cartón en la ciencia: postdoctorados y publicaciones a pedido

El negocio del cartón en la ciencia: postdoctorados y publicaciones a pedido

ATAJOS. Han surgido empresas que ofrecen la obtención de un posdoctorado y la redacción y publicación de artículos científicos a cambio de dinero.

Ilustración: OjoPúblico / Claudia Calderón

El profesional que busca hacer una trayectoria en el mundo científico debe tener experiencia laboral en centros de investigación y publicar artículos en revistas especializadas. Sin embargo, un creciente mercado en América Latina de empresas que ofrecen postdoctorados y servicios de asesoramientos para la producción y publicación de artículos científicos ha distorsionado la razón de ser de la investigación y amenaza la buena ciencia. Los precios que se cobran por la publicación de artículos alcanzan los USD 2.000. Sunedu confirmó a OjoPúblico que no registran los postdoctorados.

27 Febrero, 2022

En un país que invierte poco en ciencia y que tiene solo a 208 investigadores por cada millón de habitantes es destacable que existan profesionales con amplia experiencia posdoctoral y que publiquen artículos científicos con frecuencia. Sin embargo, en el largo camino de hacer ciencia se ha desarrollado un mercado que ofrece atajos para conseguir experiencia y logros de manera poco convencional: existen ofertas para que los investigadores paguen por publicar sus artículos en revistas científicas y por participar en posdoctorados. 

Este mercado que facilita el camino de los investigadores dentro de la academia científica está conformado por diferentes actores y sistemas. Por un lado, están las llamadas revistas depredadoras, que cobran por publicar sus artículos sin que estos pasen por una rigurosa revisión por pares. También existen los servicios de redacción y publicación de artículos, que permiten que alguien ajeno a la investigación apoye en la elaboración del artículo. Y están los pagos a cambio de la experiencia laboral, como los posdoctorados.

En este último caso, son los centros de investigación los que solicitan al investigador un pago muchas veces superior a los 5.000 soles (1.320 dólares) para certificarlo luego como posdoctor, cuando diferentes académicos y científicos consultados describieron a OjoPúblico que el posdoctorado es un trabajo por el que se recibe un salario y no al revés.

“La innovación [que forma parte de la producción de conocimiento científico] sale como consecuencia de haber entrado a trabajar en la academia. En ese contexto, es irracional e insensato pensar que yo voy a hacer un aporte con un esquema en el cual pago por participar, no está bien”, sostiene Juan RodrÍguez, director ejecutivo del Programa Nacional de Investigación Científica y Estudios Avanzados (ProCiencia), sobre las ofertas de posdoctorado en innovación que se promueven en algunos centros.

La carrera del investigador 

Si bien el doctorado constituye el grado máximo en cuanto a formación profesional, es solo el comienzo de la carrera como investigador, que se construye a través de la formación, publicación de artículos científicos y el asesoramiento a nuevos investigadores. 

Para Nahuel Monteblanco, físico peruano y fundador de la asociación Científicos.pe, el amplio interés por contar con posgrados como maestrías o doctorados, puede estar relacionado a que tener alto nivel formativo aumenta las posibilidades de conseguir mejores puestos de trabajos y mayores ingresos económicos. Sin embargo, el investigador resalta que alcanzar este nivel educativo debería “pasar por hacerlo en un lugar de calidad, no solo hacerlo por hacer”.

 Un postdoctorado es un trabajo, no debes ‘pagar’ para hacerlo”, precisa Pedro Romero. 

Luego de haber acabado un doctorado, el investigador busca hacer un posdoctorado, una actividad remunerada que se realiza antes de desempeñarse en un puesto fijo en alguna universidad o centro de investigación. Y para acceder a este debe postular a las convocatorias. Los posdoctorados están dirigidos a aquellos nuevos doctores que no han tenido la posibilidad de publicar muchos artículos.

ilustración: Claudia Calderón

 

La publicación de artículos científicos es otra parte importante de la carrera del investigador. Esto lo ayuda a estar vigente en la academia a través de la producción y formación de conocimiento. En Perú, el Registro Nacional Científico, Tecnológico y de Innovación Tecnológica (Renacyt) es la base de datos donde se registra y clasifica a los investigadores en ocho niveles distintos.

De acuerdo con el último reglamento, los investigadores son clasificados de acuerdo a sus grados académicos o títulos profesionales, así como a la generación, relevancia e impacto del conocimiento científico y/o tecnológico producido (artículos científicos, registros de propiedad intelectual o paquetes tecnológicos, libros o capítulos de libro), y la formación de recursos humanos.

Uno de los beneficios de pertenecer a este sistema de clasificaciones está ligado a que los docentes de universidades públicas que a su vez se desempeñen como investigadores pueden recibir bonos, explica Pedro Romero, biólogo molecular e investigador posdoctoral en la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).

El 2021, el Gobierno de Perú destinó 34 millones de soles a este bono para docentes investigadores. De acuerdo con el Decreto Supremo N° 032-2021-EF, estas bonificaciones podrían ir desde los 1.829 soles (485 dólares) para los auxiliares hasta los 3.778 soles (1.000 dólares) para los docentes ordinarios. “Si es que eres docente investigador, además de tu sueldo, te están pagando un bono para que produzcas”, precisa Pedro Romero. 

Un trabajo sin paga para posdoctores

Los posdoctorados son posiciones laborales dentro de la academia científica y como tal proporcionan a los nuevos investigadores herramientas para desarrollarse en este camino, así como una red de profesionales con los cuales interactúa dentro de la empresa o universidad en la que trabajen. También aporta experiencia en un campo de investigación específico. Sin embargo, las ofertas que existen en las que el investigador paga por tomar talleres, elaborar un artículo científico y conseguir un certificado no siempre aseguran que los profesionales adquieran estas aptitudes. 

“Si uno paga por llevar cursos, sencillamente, estamos obteniendo personas que tienen algo que se llama posdoctorado, pero que no están cumpliendo con ese objetivo de poder formarse dentro de la carrera de investigación de la manera en la que se espera. Están de alguna forma sacándole la vuelta a un sistema que no conoce lo que es un posdoctorado porque después estas personas van a poder decir ‘yo tengo un posdoctorado en esto’”, explica Nahuel Monteblanco sobre estas ofertas.

El postdoctorado al ser un puesto laboral supone que el investigador será remunerado y contará con los beneficios de ley".

No existe una razón clara que justifique la existencia de este tipo de programas más allá del propio hecho de juntar certificados y atribuirse la denominación de posdoctores.

Nahuel Monteblanco, quien se desempeñó como investigador posdoctoral en cuatro instituciones diferentes, explica que existe la posibilidad de que al haber una limitada oferta de trabajo en este campo en el Perú, haya personas que por desconocimiento accedan a pagar por este tipo de ofertas que tergiversan el concepto de posdoctorado. “Pero [esto] es un poco ingenuo, porque quienes han llevado un doctorado en un lugar de alto nivel no pagarían por un posdoctorado porque saben que esto es un trabajo”, acotó. Ese mercado de pago deforma la noción del postdoctorado, señalan los investigadores entrevistados.

Por eso, Juan Rodríguez afirma que destinar dinero a este tipo de programas es una mala apuesta. “No es el modo adecuado de tener un pergamino en la investigación y sería aconsejable resaltar quiénes están haciendo eso, porque están tergiversando el concepto de un posdoctorado”. 

El negocio de los papeles

En efecto, un grupo de científicos ha criticado públicamente la promoción de programas de posdoctorado en los que el investigador paga por participar. “Un postdoctorado es un trabajo, no debes ‘pagar’ para hacerlo. No tienes que llevar cursos ni te tienen que cobrar por hacer tu chamba (investigación)”, escribió Pedro Romero. Monteblanco también remarcó, "el posdoctorado no es un grado, título, diplomado en el cual te ‘inscribes’ y pagas. Lucrar con la educación es una práctica de ciertas empresas".

Una de las principales empresas que se dedica a este sistema es Innova Scientific, con sedes en Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia, México, Argentina, Brasil y Estados Unidos. Esta compañía ofrece la posibilidad de participar en programas de posdoctorado en los que el investigador accede a través de una matrícula, paga por el programa (por el cual ofrecen descuentos) y al culminar le entregan un certificado en nombre de esa institución y de la universidad “con la que se haya establecido convenio”. 

La empresa ha ofrecido por lo menos hasta tres tipos de posdoctorados en convenio con la Universidad Nacional Hermilio Valdizán de Huánuco (en investigación en ingeniería e innovación), la Universidad Nacional Amazónica de Madre de Dios (en investigación educativa y neurociencia) y el Centro de Altos Estudios Nacionales (CAEN) (en investigación científica en seguridad y defensa).

Aunque en la publicidad aseguran que el CAEN está licenciado por la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), esto no es cierto. “[El CAEN] puede emitir grados y títulos porque es una de las escuelas expresamente señaladas en la ley, pero no es una institución licenciada”, aclararon en Sunedu a OjoPúblico.   

Foto: Captura de pantalla de Innova Scientific

OFERTAS. La empresa InnovaScientific es una de las empresas que ofrece posdoctorados en Perú, Colombia, México, Argentina y otros países de la región.
Foto: Captura de pantalla de Innova Scientific

 

Otra de las empresas que ofrecen este tipo de posdoctorados previo pago es el Instituto Nacional de Investigación y Capacitación Continua-Perú (INICC Perú), ubicada en Cañete (al sur de Lima). En su sitio web anuncian posdoctorados de Investigación Cualitativa y de Didáctica de la Investigación Científica. Estos también incluyen como parte del resultado final la entrega de un certificado que será firmado por las autoridades de las universidades con las que tienen convenio.

Aunque Innova Scientific no revela el precio total de cada posdoctorado, sí menciona en su publicidad que es necesario matricularse y que incluso los investigadores pueden acceder a un 20% de descuento para participar en sus programas. Además, una búsqueda en el portal del CAEN —una de los centros con los cuales tienen convenio— reveló que un posdoctorado que ofrecían en el 2017, denominado Posdoctorado en Seguridad y Tecnología Integral, tenía un costo de 12.000 soles (3.180 dólares). 

Innova Scientific incluso afirma en su sitio web que “por el momento, no financian las investigaciones del postdoctorado”. Por su parte, INICC Perú cobra una matrícula de 500 soles (132 dólares), una cifra similar para la certificación y 6.000 soles (1.590 dólares) por los seminarios.

Innova Scientific incluso afirma en su sitio web que “por el momento, no financian las investigaciones. 

Otro de los productos que ofrecen estos institutos es un certificado de haber hecho el postdoctorado. Sin embargo, los investigadores consultados coinciden en que este documento no es de utilidad dentro de la academia. “Se está ofertando un curso, una capacitación y obtener un certificado que no sabemos si va a ser válido”, explicó Romero. Sunedu confirmó a OjoPúblico que si una persona lleva un diploma o un certificado entregado por estos programas, este no podrá ser inscrito por la entidad. “Sunedu no registra los posdoctorados”, aclararon.

Por ello, Juan Rodríguez considera que este tipo de programas encajan mejor con lo que se conoce como diplomado. “Ese ‘posdoctorado’ que me estás comentando, yo lo entendería más bien como un diplomado, una cosa así de interés de la persona, que está pagando un dinero y le dan su cartón que para algo le servirá, pero no para investigación”, aseguró. 

En esa línea, Nahuel Monteblanco explica que "el posdoctorado es un trabajo de duración determinada y quienes lucran con esto es porque aprovechan el desconocimiento de las personas para venderles algo que, en realidad, se obtiene haciendo trabajos de investigación y puede ser incluido en su currículum sin tener que pagar por cursos, porque es un trabajo”, dijo a OjoPúblico.

En realidad, las convocatorias para posdoctorados suelen realizarse tal como se hace para cualquier puesto de trabajo y no como un aviso publicitario en el que se ofrece algún curso o especialización. Estas convocatorias pueden ser publicadas por universidades, centros de investigación o empresas. 

¿Cómo debería ser? Un ejemplo de ello es la convocatoria realizada por la Universidad Cayetano Heredia en la que se busca a un investigador posdoctoral para la Unidad de Investigación de la Facultad de Salud Pública. En la convocatoria (ver imagen) se detalla el salario que percibirá este investigador, la labor a realizar y el tiempo de duración del puesto. 

Foto: Captura de pantalla de UPCH

CONVOCATORIAS. Los puestos de investigador posdoctoral se publican como cualquier otro trabajo e implican una remuneración al investigador.
Foto: Captura de pantalla de UPCH

 

Otro ejemplo es la publicación realizada por ProCiencia para la formación de investigadores posdoctorales. Este aviso ofrece un financiamiento de hasta 125.000 soles a entidades solicitantes (universidades, institutos o empresas privadas) que presenten una propuesta de investigación. A diferencia de las empresas que han hecho un negocio de este tema, aquí tampoco se cobra o ofrece un certificado.

“Los fondos de Prociencia son entregados por concurso y a las propuestas técnicas que por mérito hayan pasado la opinión favorable de pares externos (pares que no tienen ningún compromiso ni contacto ni conocimiento de la persona que está siendo evaluada)”, explicó Rodríguez, director ejecutivo de ProCiencia. 

El negocio de los posdoctorados a cambio de dinero se han extendido en América Latina. En Colombia, un grupo de científicos criticó la promoción de estos en algunas universidades. Sin embargo, las instituciones argumentaron que la ley colombiana considera a los posdoctorados como parte del posgrado. 

Pero esta justificación no aplica en el Perú. La Ley Universitaria expresa claramente que “los estudios de posgrado conducen a Diplomados, Maestrías y Doctorados”. Este listado no incluye los posdoctorados que no son grados, sino un empleo.

Foto: Captura de pantalla INIACC

GANANCIAS. La compañía INICC Perú ofrece programas de posdoctorado por un costo superior a las 5.000 soles. 
Foto: Captura de pantalla INICC Perú

 

OjoPúblico intentó comunicarse con representantes de la compañía INICC Perú, la Universidad Nacional Hermilio Valdizán y la Universidad Nacional Amazónica de Madre de Dios; sin embargo, no respondieron. A pesar de un intercambio de comunicaciones con la empresa Innova Scientific y el CAEN, hasta el cierre de esta edición, estas instituciones tamboco entregaron sus descargos.

Consultados sobre el tema, los voceros del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec), a cargo de la coordinación y supervisión de acciones vinculadas a la ciencia en el país, negaron tener algún tipo de responsabilidad en la regulación de estas ofertas. “Queda una tarea pendiente en el sentido de regular los posdoctorados, pero esta le corresponde al Minedu y la Sunedu”, señalaron. Solo indicaron que este tipo de irregularidades no se encuentran en el listado de infracciones del Código Nacional de Integridad Científica.

Concytec señala que el investigador es el responsable de discernir sobre los centros de investigación adecuados para realizar los posdoctorados. “Quien es investigador sabe qué es un posdoctorado y no se prestaría a que le cobren, porque se trata de investigar y que le paguen”, respondieron desde el área de comunicaciones.

Por su parte, la Sunedu aclaró que la fiscalización de este tipo de programas no está dentro de su competencia puesto que no se trata de programas que conduzcan a un grado académico.

 

Pagar para publicar

 

La publicación de artículos científicos es tan importante como la formación y la experiencia en investigación. El trabajo y tiempo que dedican los científicos se ven reflejados en la publicación de sus resultados en revistas indizadas —aquellas que aparecen en bases de datos que cuentan con prestigio a nivel académico como Scielo y Web Of Science—.

Sin embargo, Percy Mayta, médico, investigador y director de Gestión de Proyectos y Promoción de la Investigación de la universidad Científica del Sur, resalta que no todo el mundo sabe cómo publicar en estas revistas y es en este contexto en el que surge un mercado donde empresas ofrecen servicios para los investigadores que quieran alcanzar este objetivo. 

“Entre los investigadores que optan por este tipo de servicios hay dos grupos: unos quieren hacer las cosas, pero no saben cómo y les ofrecen ayudarlos; y otro grupo, que claramente sabe las normas, sabe lo que está bien y lo que no, pero usan estos servicios porque es el camino corto”, explica Mayta, quien se desempeñó como editor científico por más de 5 años. 

En este mercado hay unos que solo ofrecen asesorías sobre cómo elaborar artículos científicos, hay otros que transforman las tesis en artículos científicos, y están los que brindan servicio que sí constituyen faltas éticas, como comprar o vender autorías o enviar los artículos a revistas propias. 

La existencia de revistas depredadoras permite que cualquier persona publique un artículo sin importar si este es de mala calidad".

“Si lo vemos a niveles de riesgo, no hay riesgo si yo te enseño a publicar o asesoro”, explica Percy Mayta. En la transformación de una tesis a un artículo publicable el conflicto no es tan claro, porque depende del nivel de involucramiento de este tercero que ofrece el servicio. “Una cosa es que yo adapto lo que tienes para seguir los requerimientos de una revista y otra cosa es que te reescribo todo porque lo has hecho mal”, señala.

Un ejemplo de este servicio es brindado por el Centro de Investigación IDEO. “Publicamos, asesoramos, extraemos de su tesis y redactamos artículos científicos para revistas indexadas: Latindex, Scielo y Scopus”, anuncian. Los costos por extraer la información de la tesis y convertirla en artículo van desde los USD 400, para que tenga la rigurosidad a nivel Latindex, y alcanzan los USD 900, para el caso de Scopus. Pero si además de esa conversión se busca la publicación, los precios pueden ser entre USD 600 y USD 2.400.

“Necesita publicar un artículo científico o de revisión de forma rápida y segura. Ya sea para obtener su título profesional (nueva modalidad a partir del 2021), graduarse de Magíster, obtener su candidatura doctoral o convertirse en un investigador Renacyt, con lo cual podrá incrementar su sueldo en un 50% de forma automática”, se promociona la empresa.

Consultado sobre el tema, César Loo, gerente general de IDEO, señaló que, según su punto de vista, la universidad a la que pertenece el investigador también se ve beneficiada, puesto que “los ayuda para la certificación que hace la SUNEDU, porque al tener más profesores que pertenezcan a Renacyt tienen más puntaje". 

Aunque en sus publicaciones ofrecen el servicio de redacción de artículos a partir de las tesis, César Loo señala que brindan una asesoría en la elaboración del documento. “[Lo que hacemos] es asesorar porque sino podría quedarse como que uno le hace el trabajo. Ahí sí, no se vería éticamente bien. Hay una línea muy delgada [entre asesorar y redactar]”, sostuvo.

Foto: Captura de pantalla de IDEO

OFERTA. El centro de investigación IDEO ofrece publicar, asesorar, extraer de la tesis y redactar artículos científicos.  
Foto: Captura de pantalla del Centro de Investigación IDEO
 

La regulación de ofertas que se encuentran en el límite entre hacer el trabajo del investigador y asesorarlo para que este último lo realice es difusa. El investigador Percy Mayta explicó a OjoPúblico que Concytec cuenta con los mecanismos para fiscalizar la publicidad que promociona la realización de tesis; sin embargo, hasta el momento no han adoptado ninguna acción sancionadora. “Hemos denunciado en redes sociales y en correos, pero nada, simplemente no pasa nada. Ahí hay una responsabilidad de vigilancia de parte de Concytec”, dijo.

Al respecto, Concytec comunicó a OjoPúblico que “el Comité de Integridad Científica no ha recibido denuncias al respecto”. Además, a través de una respuesta escrita, la entidad señaló que no hay sanciones para las organizaciones que ofrecen publicar en revistas indizadas, pero sí para casos de plagio, suplantación de identidad y apropiación de investigaciones.

 

Revistas depredadoras

 

Las revistas depredadoras son publicaciones que cobran a los investigadores por publicar, no cuentan con procesos rigurosos de revisión y, a pesar de ello, lo publican. De esta manera, los investigadores pueden acumular publicaciones y ellos ganan dinero. 

Un ejemplo extremo sobre cómo funcionan este tipo de revistas es la que dio el historiador John McCool. El profesional, quien también se desempeña como editor de artículos científicos, recibió una invitación para publicar en la revista “Urology & Nephrology Open Access Journal”, a pesar de que él no cuenta con experiencia en ese campo. Entonces, decidió enviar un artículo completamente falso con datos inspirados en la serie norteamericana Seinfeld

Él presentó un estudio de caso sobre una enfermedad inventada llamada “uromicitis” y tanto el autor principal del artículo como el de los coautores llevan nombres falsos utilizados dentro de la serie de televisión. Luego de tres días de enviado el artículo, la revista lo devolvió con algunas correcciones sobre la extensión y le pidió el pago de 799 dólares para publicarlo. McCool aceptó las sugerencias, pero no realizó el pago. A pesar de ello, el artículo inventado fue publicado en la revista. “Mi objetivo a corto plazo es exponer a MedCrave [la empresa a la cual pertenece la revista]. Mi objetivo a largo plazo, ambicioso, lo sé, es detener por completo la producción de revistas depredadoras”, contó.

Nahuel Monteblanco resalta que este tipo de revistas son poco conocidas, por lo que “no tienen ningún peso académico en el mundo, aunque hay países que las aceptan o que las han aceptado para poder calificar a sus investigadores”.

La existencia de este tipo de revistas permite que cualquier persona publique un artículo sin importar si este es de mala calidad. “Hay revistas que no cuentan con el filtro de revisión por pares y que aceptan el artículo que puede pagar y listo. Nadie te va a decir si es bueno o malo porque no hay un filtro real”, precisa Monteblanco.

Las revistas depredadoras son publicaciones que cobran por publicar y no cuentan con procesos rigurosos.

Las ofertas de este tipo han llegado a los correos electrónicos de todos los investigadores entrevistados para esta investigación. Incluso al director ejecutivo de Prociencia le ofrecieron el puesto de editor dentro de una revista de medicina sin que él se desempeñe en ese campo, pues ha trabajado en temas de física y nanotecnología. “A veces te dicen ‘no te cobramos nada y vas a ser editor invitado’. Yo nunca les contesto", indicó.

Aunque las revistas depredadoras logran colarse en bases de datos reconocidas como Scopus y WebOfScience, el papel activo de la comunidad científica es importante para exponerlas. “La misma comunidad científica reporta y luego las botan de la base de datos”, explica Percy Mayta, quien es parte del comité editorial de Scielo en Perú.

Esta autolimpieza es más fácil realizarla cuando se trata de los artículos científicos, mas no cuando se habla de profesionales que adquieren grados o incluso experiencia profesional pagando por ello. 

La labor científica cuenta con un sistema de revisión de pares en el que los mismos científicos se critican, evalúan y retroalimentan. Sin embargo, el mercado de publicación de artículos científicos y programas de posdoctorado pone en riesgo la calidad de la producción científica del país.

Este trabajo fue posible gracias a una beca para la producción de trabajos periodísticos en temas de ciencia, que fue concedida por la Fundación Gabo y el Instituto Serrapilheira, con el apoyo de la Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO para América Latina y el Caribe.

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