El barrio Carlos Mugica es el más antiguo –tiene 88 años– y más poblado de la ciudad de Buenos Aires. Según datos oficiales allí viven más de 40 mil personas, el doble que hace diez años y la misma cantidad que habita Gualeguay, en la provincia de Entre Ríos. La 31 es símbolo porteño, campo de disputa política, y objeto de estudio social y arquitectónico a nivel mundial. Su ubicación es estratégica: está en Retiro, uno de los lugares más caros de la capital porteña, cerca de la terminal de micros, de la estación de trenes de la que parten tres líneas, cerca de dos líneas de subte, frente a las paradas de unos 30 colectivos, punto de confluencia de autopistas, a pasitos del puerto de cruceros. Pero no hay un colectivo que recorra el interior del barrio. Ni una calle asfaltada para que entre un taxi o salga un Uber.

Ariel Mamani, nacido y criado en la 31, camina por Playón, la calle comercial. Hacemos el mismo recorrido que hizo Milei –el candidato de derecha a diputado por el partido libertario– y parte de su equipo el 9 de octubre, cuando visitó el barrio. 

Aquí están sorprendidos con el resultado que obtuvo el frente liberal-libertario en las PASO, cuyas siglas desglosadas significan “primarias abiertas, simultáneas y obligatorias”. Se trata de internas abiertas previas a las elecciones legislativas de este 14 de noviembre del 2021 en Argentina. El barrio Carlos Mugica forma parte de la Comuna 1, compuesta por Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat y Constitución. El 14,1% de los vecinos votaron a La Libertad Avanza. El primer dato es que la derecha podría convertirse en la tercera fuerza en la Ciudad, algo inédito. El segundo dato es que aquí, en la 31, el oficialismo perdió diez puntos en comparación a las primarias de 2019.

CANDIDATO. Ariel junto a Javier Milei y Victoria Villarruel el 9 de octubre, cuando los candidatos visitaron el barrio 31.

Foto: elDiarioAR

 

Ariel Mamani fue parte de ese cúmulo de votos que obtuvo el partido de Javier Milei. Dice que fue como un chasquido, como si lo hubieran espabilado. O, en sus palabras, “sorprendido”. Así se sintió cuando vio y escuchó a Javier Milei por primera vez. Corría 2019 y él miraba YouTube: mientras saltaba de un video a otro, la plataforma (¿el algoritmo?) se lo ofreció. Quedó impresionado con el ahora candidato a diputado nacional en representación de la ciudad de Buenos Aires por La Libertad Avanza, un frente de la derecha formado este año de cara a las elecciones legislativas. Desde ese momento, aquella primera vez frente a la pantalla, Ariel se convirtió en su seguidor.

La plataforma electoral de La Libertad Avanza propone cambios en cuanto a Seguridad (libre portación de armas para defensa personal y más poder a la fuerzas de seguridad), Economía (reducción del gasto público y de impuestos; permitir el curso de moneda extranjera, criptomonedas incluidas; pasar a la esfera privada las empresas públicas) y Justicia (tolerancia cero para personas que hayan cometido delitos, deportación de inmigrantes si incumplieron con la ley, la implementación de la “cadena perpetua”). También invita a quitar los símbolos religiosos de las dependencias públicas, como los juzgados o las comisarías. 

El Frente se opone a la interrupción voluntaria del embarazo, pero este tema no forma parte de su plataforma. El aborto se convirtió en ley en la Argentina en diciembre, después de un arduo debate en el Congreso en 2018. El año pasado el presidente Alberto Fernández envió el proyecto, que fue discutido en ambas cámaras y sancionado. elDiarioAR preguntó a un referente del núcleo duro de La Libertad Avanza si tienen en agenda rediscutirlo: “Dos de cada tres chicos están viviendo en la pobreza”, dijo. Ante la repregunta, prefirió no responder. 

La Libertad Avanza propone quitar los símbolos religiosos de las dependencias públicas, como los juzgados".

En su prédica de campaña dejaron en claro que están en contra de la implementación de un salario básico universal. Sobre el género, aunque aprueban herramientas para encarar las “distintas formas de la sexualidad”. No quieren que el Estado financie o “baje línea” o “adoctrine” con contenidos de educación sexual. Para el sistema educativo planean un sistema de vouchers, esto significa que parte de los ingresos de los ciudadanos financien un pozo que se reparta entre todos; quien tenga el voucher puede invertirlo en la institución que desee. 

Es cierto: el frente comandado por Milei amplió la oferta electoral y dispersó la polarización. De acuerdo al candidato, sus votos vinieron del kirchnerismo y de la izquierda, sobre todo del segmento joven. Pero Pablo Ibañez, periodista de Política en elDiarioAR, observa que no hay votos provenientes de la izquierda. El resultado que obtuvo La Libertad Avanza está compuesto, sobre todo, por votos que llegaron de Juntos por el Cambio, signo político de centro derecha que gobierna la ciudad desde 2007 y que gobernó la Argentina entre 2015 y 2019, con Mauricio Macri. También hay una parte del porcentaje que fue “robado” al Frente de Todos, el oficialismo a nivel nacional. Y votos “sueltos” y de personas que votan por primera vez. 

CAMPAÑA. Javier Milei en un acto de campaña de las elecciones legislativas de 2021 en la Ciudad de Buenos Aires.

Foto: elDiarioAR

 

Ariel vuelve a ese momento en que sintió el chispazo, esa primera vez que vio a Milei por Internet. “Y ahí empecé a mirar más sus videos hablando de economía. Fue el año pasado, en 2020, cuando el Gobierno nos dejó encerrados por la pandemia”, dice Ariel. Recién egresado del secundario, Ariel no conseguía trabajo. Tenía pensado anotarse en la carrera de Ingeniería en Informática, pero desistió. Dice que fue un alumno destacado en matemáticas y contabilidad, que le interesa la Historia y la Economía, y Milei lo inspiró tanto que se anotó en Licenciatura en Economía en la Universidad de Buenos Aires.

Es el cuarto de cinco hermanos. Su padre es boliviano y reparte mercadería: a veces zapatillas, a veces verduras o recortes que descartan las textiles. Su madre es peruana y vende ropa en un puesto de la feria ubicada en uno de los ingresos de la 31, la parte a la que han llamado Barrio Güemes. Ariel consiguió empleo hace cinco meses en la cooperativa Nuevo Comienzo. Por 15 mil pesos (unos 142 dólares al cambio oficial)  al mes transporta personas, lleva y trae viandas o ropa de trabajo. O levanta escombros. Le gustaría, dice, trabajar en un banco. Por lo pronto hace pequeñas inversiones en criptomonedas.

El frente comandado por el candidato Milei amplió la oferta electoral y dispersó la polarización".

“¿Qué me gusta de la propuesta de Milei? Que está en contra de los políticos, que no progresamos porque ellos no cumplen. Milei propone un sistema liberal y pone como ejemplo a los países a los que les va bien. Como Suiza. Él quiere bajar los impuestos, que los políticos no cobren sueldo. Quiere un libre mercado, que vengan las empresas de afuera, sin contrato, ¿no? Que el Estado no las moleste, que no les pida nada. Y mejorar la seguridad, que cada persona pueda tener un arma para defenderse”, explica Ariel. 

Ariel nunca gatilló un arma. Nunca salió de caza, nunca tuvo una pistola cerca. Pero avisa que no dudaría en usarla si alguien lo pone en peligro. Ahora está sentado a la mesa del Mc Donald’s que está al lado de la sucursal de un banco. Para usar el baño hay que pedirle a un empleado que digite el código que abre la puerta. Dos varones entran al local y piden comida, plata, que los miren, algo, insisten. Ariel, que apenas levanta la vista, lleva puesta una remera con la estampa de un león. Junto con la serpiente de la bandera de Gadsden, la amarilla que distingue a los libertarios en varios países sudamericanos y que lleva la inscripción “No me pises”, el león es el otro emblema de campaña de Milei. Aunque a la banda La Renga no le guste que usen sus canciones.

 

Un poder construido desde la virtualidad

Pablo Stefanoni, doctor en Historia, estudió el fenómeno de las derechas alternativas y publicó el libro ¿La rebeldía se volvió de derecha? (Siglo XXI; 2021). Entre otras cuestiones, indagó en “el discreto encanto” que, en sus diferentes declinaciones, las derechas pueden ejercer sobre las nuevas generaciones. “Muchas de estas derechas -escribe Stefanoni- se difunden como subculturas online y se autorepresentan como cristianos que viven, y hacen su culto, en las cavernas debido al acoso que sufrirían al expresar sus ideas en un mundo controlado por la ‘policía del pensamiento’ progresista”.

Así que aquí estamos frente a la pantalla, domingo 24 de octubre, pasaditas las once de la noche. Somos 226 usuarios en espera. En breve Javier Milei conversará con Agustín Laje en su canal de YouTube, que tiene más de un millón de suscriptores. Laje es cordobés y licenciado en Ciencia Política y es, además, un referente joven de la derecha en iberoamerica. Considera, por ejemplo, que “el feminismo representa uno de los peligros más patentes que hoy está viviendo una sociedad que quiere ser libre”, discute que la OMS sea un entidad científica y mantiene (y defiende) una postura antiderechos: en contra del aborto y en contra de la identidad de género.

Stafanoni también investigó el fenómeno que genera: “Un influencer argentino y producto de exportación, que escribió junto a Nicolás Márquez el best seller El libro negro de la nueva izquierda (2016) (...). Laje ofrece su pastilla roja para acceder a la verdad ocultada por el progresismo. En sus caso, la pastilla azul (la de la esclavitud mental) no es sinónimo de Chomsky sino de Judith Butler, expresión máxima de ‘ideología de género’, aunque a veces su combate ‘políticamente correcto’ se extiende a una revisión prodictadura de los años setenta”.   

 

INFLUENCER. Agustín Laje, influencer, entrevista a Milei en su canal de Youtube

Foto: Captura de pantalla.

 

Durante la cuarentena, sobre todo en sus etapas más estrictas el año pasado, los seguidores de Milei –y otros referentes de las derechas– se autoconvocaron en las marchas “anti”, es decir, en oposición a las medidas sanitarias impuestas para reducir el impacto del Covid-19 en la Argentina. El cierre de la campaña de las PASO fue una demostración de fuerza en el anfiteatro de Parque Lezama. El punto de encuentro de siempre, sin embargo, es ese lugar vasto y sin dirección llamado Internet. Desde vivos en Instagram hasta conversatorios en YouTube, canales en Telegram y llamados desde plataformas alternativas. Una construcción de poder desde la virtualidad.

Se activa el chat y cada vez somos más: mil, dos mil mirando. Y entonces aparece Laje: “Esperamos que Javier haga una elección maravillosa en noviembre”, dice y sigue: “Y para eso necesitamos del apoyo de todos ustedes. A los de ciudad de Buenos Aires los invito de forma directa y sin rodeos a votar por Javier Milei. Yo no escondo mis preferencias políticas, no me hago el neutral. Yo sí estoy buscando que mis seguidores se decidan a votar por Javier Milei”. 

Pantalla partida, Milei entra en escena y repasa el camino hacia el caudal de votos que a él también lo sorprendió. De las encuestas que le auguraban apenas un punto y medio a disputar dos bancas en el Congreso Nacional, una para él y otra para su segunda, Victoria Villarruel. Y puede pelear entre cinco y siete bancas en la Legislatura de la Ciudad, esta cámara de nivel local renueva 30 escaños. Los resultados en territorio porteño son los que, sobre todo, Milei no esperaba. Un sondeo reciente indica que durante septiembre, el frente de derecha subió dos puntos en la ciudad de Buenos Aires y obtendría poco más del 16% en las legislativas de noviembre. Así, se consolida como la tercera fuerza política en territorio de la capital argentina. Algo inédito para un partido “recién nacido”.

Los seguidores de Milei se autoconvocaron en las marchas contra las medidas sanitarias por la Covid-19".

Quizás sea el cansancio producto de la campaña o que está cómodo porque este es su público: el primer candidato de La Libertad Avanza ha bajado un par de tonos y explica, con tranquilidad, parte de su plataforma electoral.  ¿O le habrán dicho que se mostrara menos exultante? Parece que sí. elDiarioAR consultó a alguien del entorno cercano de Milei y, con reserva de su nombre, dijo: “En el espacio de Javier hay una ‘fricción’ entre facciones. Hay una facción dogmática, con mucho contenido teórico liberal y libertario, fuerte y convencido y estudiado, pero carente de toda expertise política-práctica. Y después está el sector realista pragmático, que cree que Javier tiene que ir... No sé si a la moderación pero sí a la practicabilidad de lo que proponga. Y que todo lo que proponga, diga, analice o exponga se traduzca en potenciales votos. Y que sean votos que sumen”.

En el mano a mano con Milei vía YouTube, la última pregunta de Laje tiene que ver con el voto que obtuvo de las “clases menos favorecidas”, como a la que pertenece Ariel. Milei responde rápido: “Eso tiene sentido. Los más postergados son mucho más racionales que las clases acomodadas, porque si se equivocan no pasa nada. Pero si se equivoca la clase más postergada no morfa (Ndelaedición: come en lenguaje coloquial). El liberalismo se creó para liberar a los oprimidos y ellos son los oprimidos”. Somos 3.006 espectadores. Hacia el final de la transmisión el chat arde. Algunos festejan los juegos de palabras: “Juntos por el Cargo”, por ejemplo para cuestionar al partido de derecha que ocupa el gobierno de la capital: Juntos por el Cambio.

 

Ni "territorio" ni "militante": voto orgullo

Villa Retiro, Villa Desocupación, barrio Padre Carlos Mugica. La Dictadura cívico-militar, la última en la Argentina que abarcó el período 1976-1983, bautizó con un número a cada asentamiento. A la Mugica le tocó el 31. Los vecinos sobrevivieron a cada amenaza de desalojo compulsivo y violento desde 1978, cuando la incluyeron en un plan de erradicación. Sucede que la 31 se construyó de a poco sobre terrenos que valen millones de dólares. Hasta que hubo espacio creció hacia los costados. Cuando no hubo más, creció “para arriba”. 

En las últimas dos décadas, la venta y alquiler de terrenos y viviendas en la villa creó un mercado inmobiliario informal entre vecinos, una especie de capitalismo marginal con reglas propias y sin papeles. La historia de la 31 no sólo es de identidad, sino de territorio: la intrusión devenida derecho adquirido.

elDiarioAR pregunta a un integrante de La Libertad Avanza si piensan volver a recorrer el Barrio 31. La respuesta es no, que ya fueron y que no tienen en agenda regresar antes de las elecciones de noviembre. Y agrega esto: “Pero desde ya te digo dos cosas. No tenemos aparato partidario. Nos apoya mucha gente, ad honorem. No tenemos militancia, no nos gusta la palabra ‘militante’. Tampoco ‘territorio’, ni ‘los jóvenes’. Igual nos gusta el chori, eh. Y nos gusta el fútbol”. 

-¿Y la segunda cosa?

-Que no targeteamos gente. No clasificamos personas de acuerdo a donde viven. Y tampoco nos votan por “destacarte”. Todo lo contrario: nos votan con orgullo.

Ariel es uno de esos votantes orgullosos y ad honorem. Junto a otros vecinos busca afiliados en el Barrio 31 y reparte boletas. El objetivo es lograr un 25% de los votos porteños y dejar en tercer lugar al kirchnerismo, parte de la alianza del gobierno nacional argentino. Las últimas proyecciones, privadas, indican que es una meta difícil. Ariel, sin embargo, es optimista: “Estamos contentos de poder organizar esto, informar a los vecinos y repartir boletas antes de las elecciones. Porque en Internet dicen que rompen las boletas entonces la gente que quiere no nos puede votar.  Nadie nos paga. Lo hacemos porque nos encanta”, dice.

VOTANTE. Ariel Mamani, 21 años, nacido y criado en el Barrio 31, votó a Milei.

Foto: elDiarioAR

 

En la 31, debajo de la autopista donde hasta hace unos meses había viviendas, unos obreros construyen una plaza. Todos los gobiernos de la Ciudad de Buenos Aires quisieron erradicar el asentamiento bajo el argumento de “peligro de derrumbe”. Pero no hay registro de una vivienda venida abajo o heridos o muertos por ese motivo desde 1932. 

El jefe de Gobierno actual es Horacio Rodríguez Larreta, un hombre con chances de ser candidato a la presidencia en las elecciones de 2023. Responde al ex presidente Mauricio Macri, a quien acompaña desde 2007, cuando ofició de jefe de campaña. En los últimos días, Milei coqueteó con Juntos por el Cambio. Dijo, por ejemplo, que “Macri no pertenece a la casta”. “La casta política” es una frase que usó Milei antes de las PASO para referirse al conglomerado de políticos, no importa a qué partido pertenezcan.

Post PASO dijo que no descarta una alianza con Patricia Bullrich, actual presidenta de Juntos por el Cambio y ex ministra de Seguridad de la Nación, por la “afinidad ideológica”. No es un golpe de timón pero sí una maniobra que permite pensar en una alianza a futuro entre las derechas que representa Milei y la centro derecha que representa Macri.

En medio, el jefe de Gobierno porteño Rodríguez Larreta fue el único que no quiso “erradicar” la 31, sino que decidió “integrar” el barrio al resto de la ciudad: lo arregla, “lo decora” para convertirlo en “un paseo”. Y además, dado el nuevo trazado de la autopista, reubicó familias. Por eso ahí donde había casas ahora hay una plaza cubierta de una sombra rectangular. Entonces Ariel señala a los obreros y dice: “Andá a saber de dónde salió la plata”. Y vuelve a la carga: “Impuestos y más impuestos. ¿No es raro pagar impuestos para que rompan una vereda recién hecha y vuelvan a hacerla?”.