El primer día de 2024, en Loreto, un niño de dos años, que viajaba junto a su padre en una motocicleta, perdió la vida luego de que el vehículo se estrellara contra un poste. Al día siguiente, en la avenida limeña Túpac Amaru, un joven conductor de moto falleció tras despistarse. El último viernes, otro motociclista más murió luego de ser arrollado por un tráiler, en el distrito de El Agustino, Lima.
En los últimos años, esta clase de accidentes mortales se han vuelto más comunes en el país, de acuerdo a información de la Policía Nacional del Perú (PNP) a la que accedió OjoPúblico mediante la Ley de Transparencia. En 2019, hubo 624 accidentes fatales con motos, mientras que en 2023 se registraron 926. Es decir, en los últimos cinco años, los accidentes con motocicletas que han ocasionado muertes crecieron 48,4%.
Los eventos negativos en los que participan estos vehículos también incluyen en los hechos delictivos. El 16 de enero, un joven padre de familia, fue asesinado en San Juan de Miraflores, por dos personas que huyeron en una motocicleta. El último 25 de enero, en Trujillo, dos hermanos adultos mayores fueron acribillados por dos delincuentes, que también viajaban en moto.
Un análisis de OjoPúblico, basado en información del Instituto Nacional de Estadística (INEI), muestra que la presencia de estos vehículos en hechos delictivos creció 5,7 puntos porcentuales entre 2019 y 2022.
En otras palabras si, para el primer año, el 6,5% de las personas de 15 años o más de zonas urbanas que habían sufrido algún delito o intento del mismo identificaban a un atacante en motocicleta, esa proporción creció a 12,2% en el último año revisado.
EDUCACIÓN VIAL. La falta de educación vial entre los conductores ocasiona miles de accidentes de tránsito. Aquellos en los que están involucradas motocicletas están entre los más numerosos.
Foto: OjoPúblico / Aldair Mejía
Por otro lado, si se hace un aproximamiento por región respecto al empleo de motos por parte de los delincuentes, Madre de Dios alcanzó una incidencia de 45,2% en 2022. Entre las más afectadas ese año también se encontraban Lambayeque (25,9%), Cajamarca (22%) y Piura (21%), de acuerdo a las víctimas entrevistadas en la Encuesta Nacional de Programas Presupuestales (Enapres) del INEI.
Para Sofía Vizcarra Castillo, profesora peruana del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Federal de Rio Grande Sul (Brasil) y especialista en criminalidad, el aumento significativo en los índices de victimización no es un problema vinculado, exclusivamente, a la creciente presencia de motos en el país.
Madre de Dios alcanzó una incidencia de 45,2% de victimización con motos en 2022".
“Tiene sentido que, en algunas ciudades, donde el transporte está principalmente concentrado en vehículos ligeros, como motos lineales, este sea un vehículo privilegiado [por su proporción en el parque automotor]”, explica.
En este sentido, considera que centrarse en el medio de transporte utilizado para la comisión de delitos, en lugar de comprender los factores detrás del alza en la victimización, junto con las falencias de las políticas públicas y en los sectores responsables de la seguridad ciudadana, puede llevar a respuestas costosas y sin evidencia.
Aún así, reconoce que la criminalidad está en constante cambio. “Si [los actores criminales] ven una ventana de oportunidad, si ven que un medio para cometer un crimen les va a traer beneficios, lo van a usar. Hay medios que nos ayudan en la economía legal y, a la vez, generan una externalidad negativa en términos de criminalidad, como ocurre en los ciberdelitos”, agrega.
VEHÍCULOS MENORES. Las más de 3 millones de motos y mototaxis representan más del 47% de los vehículos del parque automotor nacional.
Foto: OjoPúblico / Jorge Carrillo
La evolución de estos indicadores coincide con un cambio significativo: entre enero de 2019 y noviembre de 2023 ingresaron al país 1’255.957 motos, según información de aduanas.
Para 2022, de acuerdo al Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC), las motos y mototaxis ya representaban la mayor cantidad de vehículos del parque automotor del Perú: 47,7%, frente al 44,88% de autos y camionetas, y 7,5% de ómnibus, camiones y otros vehículos pesados.
Un cambio así de abrupto en un sistema de transportes lento, desordenado y con alta presencia de informalidad, ha acarreado impactos significativos no solo en los accidentes de tránsito y la inseguridad.
A estos se añaden una supervisión laxa de las licencias de conducir, brevetes entregados de manera irregular, aumento de la congestión vehícular e incremento en la emisión de partículas contaminantes.
En este contexto, OjoPúblico analizó cifras de aduanas, el INEI y la PNP, y conversó con especialistas en transporte, seguridad ciudadana y criminalidad sobre los impactos de la creciente presencia de motocicletas en el caótico sistema de transportes del país.
Los accidentes fatales de las motos
Las pistas y carreteras de Perú, con un tráfico tan caótico como peligroso, son escenario de miles de accidentes de tránsito. Y estos, como muchos aspectos negativos del transporte nacional, han aumentado en los últimos años. La presencia de las motos en estos incidentes también ha crecido.
Entre 2019 y 2023, la PNP registró 14.402 accidentes de tránsito fatales en Perú. Del total, 4.281 involucraron motocicletas. Es decir, en los últimos cinco años, el 29,7% de accidentes de tránsito con muertes ―casi la tercera parte― fueron de estos vehículos, según información a la que accedió OjoPúblico.
De hecho, durante el lapso analizado, las motocicletas son el vehículo más involucrado en accidentes fatales si se contemplan todas las categorías. En segundo lugar se encuentran los automóviles, con 3.812 accidentes en los que hubo fallecidos, que equivale al 26,5% del total.
Asimismo, la cantidad de accidentes en los que han estado involucradas motos lineales y que provocaron muertes creció paulatinamente. En 2019 hubo 624 de estos incidentes y, para 2023, ya se contaban 926. Es decir, en cinco años, los accidentes fatales con motocicletas incrementaron 48,4%.
Además, en estos años, las cinco regiones que acumulan más accidentes de tránsito fatales con motos son Lima (757), Piura (503), Puno (346), La Libertad (307) y Cusco (289).
Los accidentes fatales con motos aumentaron 48,4% entre 2019 y 2023".
En un cálculo más abarcador, la moto lineal es el segundo tipo de vehículo más involucrado en todos los accidentes de tránsito, tanto fatales como no fatales. En el 2023, después del automóvil, que registró 43.032 casos, la motocicleta sumó 21.520 accidentes con muertes, según la PNP.
En cambio, otros tipos de vehículos se encuentran muy por debajo de estas cifras, como los motocar (8.903), camionetas pick up (8.684), camionetas rurales (6.891), station wagon (5.145) y ómnibus (5.015).
ECONOMÍA. Muchos optan por las motocicletas porque son más accesibles como medio de transporte y, también, como vehículo de trabajo.
Foto: OjoPúblico / Aldair Mejía
Para el presidente de la ONG Luz Ámbar, Luis Quispe Candia, “el hecho de que haya una presencia mayor motos en las calles está generando un impacto negativo en la circulación, puesto que los conductores de estos vehículos, en su gran mayoría, desconocen el reglamento y no cumplen lo estipulado en la norma”.
Quispe Candia también menciona que el aumento de accidentes tiene relación con esa falta de educación vial entre muchos conductores. “Los [vehículos] menores deben ocupar el carril derecho, pero lo hacen zigzagueando los [otros] vehículos o por la vereda. Entonces, se vienen incrementando el número [de casos]”, indicó.
El crecimiento de los delitos
En Perú, las importaciones de motocicletas aumentaron significativamente en 2021, de acuerdo a información de aduanas. Aunque la tendencia al alza empezó a reportarse un año antes, si se comparan las cifras de 2021 (398.909 unidades) con las de 2019 (219.806) se aprecia un incremento de 81,5% .
Solo desde ese último año y noviembre de 2023 ingresaron al país 1´255.957 motos lineales. La mayoría de los usuarios emplean estos vehículos para transportarse o trabajar. Pero también hay quienes los utilizan para delinquir. De hecho, cada vez es más común ver noticias sobre violentos robos, extorsiones y sicariato en dos ruedas.
Como se mencionó, las cifras oficiales comprueban el ascenso en esta modalidad criminal: de 2019 a 2022 aumentó en 5,7 puntos porcentuales el uso de motocicletas en actividades delictivas.
Según la Enapres, en 2019, 17.096 personas respondieron haber sufrido algún hecho delictivo o intento. De ellas, el 6,51% (1.113) refirió que el mismo implicó el uso de una moto. Esta proporción creció para 2022. Entonces, 13.315 personas dijeron haber sufrido un hecho delictivo y el 12,16% (1.619) adujo que este fue realizado empleando una moto.
Pero fue en 2021 cuando hubo un mayor crecimiento de los hechos delictivos en moto respecto al año anterior: de 7,72% (780), en 2020, se pasó a 11,61% (1.216), coincidiendo con el pico más alto en la importación y ventas de motocicletas.
En todos estos años, la región que ha tenido los porcentajes más altos de víctimas de delincuentes en motocicleta ha sido Madre de Dios (entre 30,7% y 49,5% de las víctimas). En el mismo periodo, otras regiones con alta incidencia de este problema fueron: Lambayeque, Cajamarca, Piura, Tumbes y Loreto.
Stefano Corzo Vargas, sociólogo especialista en seguridad ciudadana, señaló a OjoPúblico que el incremento en el uso de este medio de transporte para la comisión de delitos puede relacionarse con la poca fiscalización que hay sobre la emisión de licencias y la proliferación de sus falsificaciones.
Asimismo, agregó Corzo Vargas, la maniobrabilidad con la que cuenta este vehículo en vías muy transitadas, lo convierten en un medio de transporte idóneo para la huída.
Por su parte, Wilfredo Pedraza Sierra, exministro del Interior, indicó a este medio algo similar. Según el también abogado, a los delincuentes las motocicletas les resultan más idóneas que los automóviles, debido a la facilidad que ofrece para el escape.
Pedraza Sierra también refirió que el sicariato, probablemente, sea uno de los crímenes en los que es más usual el uso de motos, así como en la trata de personas. El exministro también aludió al uso de estos vehículos por parte de organizaciones criminales de origen extranjero.
La presencia de motos en hechos delictivos creció 5,7 puntos porcentuales entre 2019 y 2022".
"El Tren de Aragua y todas las demás organizaciones se movilizan a través de estos vehículos, no sólo por la alta movilidad que tienen, sino porque no se requiere mucho rigor para usar este vehículo, en comparación con otros", indicó el extitular del Interior, quien además considera necesario tomar acciones inmediatas de control para reducir la criminalidad cometida con motocicletas.
De hecho, en el país han habido intentos de este tipo. En 2022, la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), entonces a cargo de Aníbal Torres, propuso un proyecto de ley que busca prohibir que dos personas viajen en una misma moto lineal. La propuesta se encuentra en la agenda del Pleno del Congreso.
La iniciativa emula una norma similar, que se implementó, momentáneamente, en 2022, en Bogotá, y prohibió que dos personas viajaran en una moto de jueves a sábado, desde las 7:00 de la noche hasta las 4:00 de la madrugada.
DOBLE PASAJERO. Actualmente, se encuentra en agenda del Pleno un proyecto de ley que buscar prohibir a dos pasajeros viajar en motocicletas.
Foto: OjoPúblico / Aldair Mejía
La especialista en criminalidad, Sofía Vizcarra Castillo considera que medidas de ese tipo no tienen impacto en la lucha contra la inseguridad. “Centrarse en combatir el medio [de transporte] o preocuparnos por el medio de comisión del delito podría llevarnos a respuestas de política pública que no han funcionado”, comenta.
El exministro Pedraza Sierra, por su parte, reconoció que el uso de motocicletas se ha incrementado de forma general porque es un medio más económico, y muchas familias la emplean como transporte y herramienta de trabajo. Además, afirmó, sólo un mínimo porcentaje de estas es empleado para actividades ilícitas.
En 2022, las motos y mototaxis ya representaban el 47,7% del parque automotor del Perú".
Por otro lado, Stefano Corzo Vargas señaló que la discusión de las restricciones fue muy generalizada. "No se especificó si la norma se aplicaría a Lima o a nivel nacional, considerando que, en algunos contextos regionales, las motos son el principal modo de transporte", dijo.
Para Sofía Vizcarra Castillo, hay pruebas del fracaso de medidas como esa. “Colombia tiene evidencia científica publicada de que, por ejemplo, la prohibición de dos personas en motos lineales no ha funcionado. Estas son políticas muy costosas, de difícil fiscalización, de difícil implementación”, señala.
Tanto Corzo Vargas como Pedraza Sierra consideran que se requiere la implementación de algunas medidas para frenar la criminalidad en dos ruedas. Entre sus sugerencias destacan: la reestructuración del sistema de emisión de licencias, la implementación de mayores controles a estos vehículos y, también, la mejora de su caracterización, a través del pintado de la placa, en el casco del conductor, o portando chalecos con la identificación a la vista.
Un caótico parque automotor
El uso de motocicletas en las ciudades peruanas se abre paso en el contexto de un sistema de transporte colapsado y lento. En los últimos nueve años ingresaron más de 2 millones de motos al país, según información de aduanas, analizada por OjoPúblico. Solo entre enero de 2021 —año en que se registró un pico de importaciones— y noviembre del año pasado arribaron el 39,6% de todos esos vehículos.
Las razones de esta tendencia —evidenciada, también, en un incremento en las ventas a lo largo de los últimos tres años— responde a la necesidad de movilizarse en un sistema de transporte desordenado, el bajo costo, y el auge de los servicios de delivery a partir de la pandemia, remarcan los especialistas.
Así para 2022, el 47,7% (3’014.031 unidades) del parque automotor del Perú estaba compuesto por motos y mototaxis, catalogados como vehículos menores. El 44,8% (2’830.413) por autos y camionetas, conocidos como vehículos livianos, y el 7,5% restante (473.063 unidades) por ómnibus, camiones y otros vehículos pesados, de acuerdo a datos del MTC.
RÉCORD EN IMPORTACIONES. Entre enero de 2021 y noviembre del año pasado arribaron casi el 40% de las motos importadas al Perú en los últimos nueve años.
Foto: OjoPúblico / Aldair Mejía
Para el sociólogo Stefano Corzo Vargas, el desborde del parque automotor de Perú es producto del diseño del sistema de transporte y su alta informalidad. “Eso propicia que las personas busquen modalidades alternativas de transporte y que, seguramente, algunas de esas [motos] también sean aprovechadas por los delincuentes", dijo.
Este crecimiento exponencial de motocicletas en el parque automotor no es un fenómeno exclusivo de Perú. En Colombia, por ejemplo, un estudio de la Cámara de la Industria Automotriz de la Asociación Nacional de Empresarios señala que, desde el 2010, la cantidad de estos vehículos sobrepasó el total de automóviles y camionetas en el país.
La evolución en la nación vecina todavía es más marcada si se comparan las cifras de 2002 con las de 2018: de representar el 32,7% de su parque automotor, las motos pasaron a ser el 60,3% de los vehículos en ese país.
En Chile ocurrió algo similar. En 2021 y 2022 se registraron los mayores picos de ventas de la última década, según información de la Asociación Nacional de Importadores de Motocicletas (ANIM) de ese país.
TENDENCIA REGIONAL. En países vecinos como Colombia, Chile y Argentina la cantidad de usuarios de motocicletas y la venta de estos vehículos también ha ido en aumento.
Foto: OjoPúblico / Aldair Mejía
La Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) informó que en 2023 la comercialización de motos subió 14,5% respecto al año previo, con un total de 470.691 unidades nuevas.
En Perú, la introducción de más vehículos de combustión al sistema de transporte, además de generar impactos vinculados a accidentes de tránsito y victimización, ha implicado el aumento de emisiones contaminantes.
Para 2018, cuando el volumen de motocicletas en circulación todavía era menor, el Ministerio del Ambiente estimaba que las motos ya emitían el 50% del monóxido de carbono del parque automotor de Lima y Callao.
Para ese mismo año, las emisiones totales de compuestos orgánicos volátiles no metálicos de esos vehículos representaban el 41%.
El deficiente control de las licencias
Aunque el Sistema Nacional de Conductores (SNC), del MTC, tiene el fin de registrar las licencias de conducir para motocicletas en el país, no cuenta con información del total que existen en Perú, ni mucho menos la evolución que han tenido estos permisos en los últimos años.
Una parte de la data histórica se concentra en esa plataforma. Pero otra está desperdigada en varias municipalidades provinciales del país.
LICENCIAS. A finales de 2023, el MTC eliminó 150.000 licencias de motos y mototaxis debido a inconsistencias graves e información falsa.
Foto: OjoPúblico / Aldair Mejía
El 10 de noviembre de 2019 se publicó en El Peruano un decreto supremo que modifica al Reglamento Nacional del Sistema de Emisión de Licencias de Conducir y ordenó la integración de todas las licencias de conducir clase B, es decir las de las motos, al SNC del MTC.
Las municipalidades provinciales capitales de región tenían plazo hasta el 29 de setiembre de 2022 para instalar centros de evaluación teóricos y prácticos de los interesados en sacar un brevete, sumar personal y equipos tecnológicos. Y, de ese modo, completar el proceso.
Aunque en la misma resolución directoral se fijó una fecha máxima para las municipalidades provinciales que no eran capital, esta se ha prorrogado en repetidas oportunidades hasta la fecha.
Una de esas ampliaciones vencía el pasado 31 de diciembre. Un mes antes de ese límite, el MTC informó que había eliminado 150.000 licencias de conducir para motos y mototaxis tras detectar “graves inconsistencias e información falsa”.
Las mismas, según explicaron, habían sido inscritas de modo irregular en el SNC a través de siete municipalidades provinciales: Canta y Cañete (Lima), Loreto (Loreto), Acobamba (Huancavelica), Tocache (San Martín), Huarmey (Áncash) y Antabamba (Apurímac).
SIN CONTROL. El Sistema Nacional de Conductores (SNC), del MTC, no cuenta con información del total de licencias de motos que existen en Perú.
Foto: OjoPúblico / Aldair Mejía
El hecho evidenció la falta de controles exhaustivos por parte de las municipalidades para expedir estas licencias, además de presuntos actos de corrupción. Sin embargo, semanas después, se volvió a ampliar el plazo para la inscripción en el registro del SNC para nueve municipalidades que no estuvieron implicadas. Esta vez, según la nueva resolución, hasta el próximo 8 de abril.
Incluso de concretarse, el cambio no será significativo en opinión de Luis Quispe Candia. “La única diferencia que habrá es que las municipalidades tendrán que enviar al MTC el reporte de las licencias, y este podrá detectar si hay documentación falsa. Pero, si un mal funcionario sigue simulando exámenes, igual va a ser”, advierte.