ANCÓN 1. El serbio Zoran Jakšić planificó fugar del penal de máxima seguridad de Perú.

Narcos extranjeros planearon fuga de prisión con armas de guerra y helicóptero en pandemia

Narcos extranjeros planearon fuga de prisión con armas de guerra y helicóptero en pandemia

ANCÓN 1. El serbio Zoran Jakšić planificó fugar del penal de máxima seguridad de Perú.

Foto: INPE.

En base a un informe secreto de la Policía de Perú este reportaje de The Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) revela que en plena pandemia los capos de grupos criminales originarios de Serbia, Brasil y México intentaron fugar usando armas de guerra y un helicóptero de la prisión de máxima seguridad Ancón 1 en 2021. La magnitud del plan de escape motivó que el más notorio de los narcotraficantes, el serbio Zoran Jakšić, fuera enviado a la Base Naval del Callao. Allí purga su condena de 23 años de prisión junto a Vladimiro Montesinos y los fundadores de Sendero Luminoso y el MRTA.

2 Julio, 2023

Por: Stevan Dojčinović (KRIK), Pavla Holcová (Investigace.cz) y Eduardo Goulart (OCCRP).

 

Las autoridades peruanas no piensan arriesgarse con el narcotraficante serbio Zoran Jakšić, detenido en Perú el 2016 y que desde el 2021 se encuentra en el penal de máxima seguridad de la Base Naval del Callao, diseñada para albergar a algunos de los reclusos más notorios del país.

Sin embargo, Jakšić no llegó al centro de máxima seguridad de Perú por el procedimiento habitual de traslado de presos de alto perfil. Fue trasladado el 2021 a la Base Naval del Callao como castigo por haber organizado una fuga violenta de su cárcel anterior, que estuvo a punto de materializarse.

Un informe secreto elaborado por la Policía de Perú al que tuvo acceso The Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), Investigace.cz (República Checa) y KRIK (Serbia) revela que el audaz plan contemplaba armas pesadas para atacar a los guardias y provocar un motín en la prisión, así como un helicóptero para huir en medio del caos.

Resulta además que Jakšić no estaba solo en aquel complot planificado en medio de la pandemia.

El informe de la policía peruana de aquel entonces reveló cómo Jakšić planificó la fuga de la cárcel de Ancón 1, en la que entonces estaba, junto con líderes de tres importantes bandas de narcotraficantes. Todos estaban detenidos, pero se las arreglaron para mantenerse en contacto entre sí y con aliados fuera del penal.

El plan fracasó cuando el 1 de abril del 2021 un recluso que actuaba como informante de la policía advirtió a sus superiores de que algo grande estaba a punto de ocurrir en Ancón 1, el penal donde se encontraban tres de los conspiradores.

“El enfrentamiento con el personal de seguridad de la prisión será violento y criminal”, relata el informe policial.

Para ese momento, los capos lo habían organizado casi todo. Solo les faltaban las balas, que ya habían sido adquiridas por varios grupos de crimen organizado y debían entregarse en Ancón 1 unos días después.

Se invirtió al menos un millón de dólares en el alquiler de helicópteros, así como en la compra de lanzagranadas RPG-07 y fusiles de asalto M-16 y AR-15. Tres de los narcotraficantes –un serbio, un brasileño y un mexicano– dejaron temporalmente de coordinarse en el tráfico de drogas para centrarse en la fuga, según el informe.

Cuando la policía informó del plan a las autoridades penitenciarias, el grupo fue desmantelado y Jakšić trasladado a la Base Naval del Callao. Pero los documentos a los que se tuvo acceso muestran lo cerca que estuvo de materializarse el plan y cómo lo pusieron en marcha los cuatro hombres, todos ellos miembros prominentes de grupos de delincuencia organizada.

Base Naval del Callao

BASE NAVAL. En la prisión ubicada bajo la jurisdicción de la Marina de Guerra purgan condena Vladimiro Montesinos así como los fundadores de Sendero Luminoso y el MRTA.
Foto: Andina.

No queda claro si los cuatro sujetos se conocían antes de ingresar a la cárcel, aunque sus grupos habían cooperado en actividades de narcotráfico. La historia sobre cómo Jakšić y dos de sus cómplices terminaron en la misma prisión al mismo tiempo –y confabulados– es un cuento de astucia y casualidad.

Aprovecharon el auge de la cocaína en Perú

En 2016, Jakšić fue detenido en Perú tras pasar años moviéndose de un país a otro con hasta cuarenta identidades falsas.

Hasta ese punto, había conseguido mantenerse un paso delante de las fuerzas de seguridad internacionales que perseguían al Grupo América, una banda que tenía conexiones con la inteligencia serbia y estaba implicada en varios asesinatos en ese país, entre ellos el de un general de la policía.

Cuando fue capturado, Jakšić se había convertido en uno de los principales proveedores de cocaína a Europa y era buscado por las autoridades de Grecia, Argentina y Alemania. Pero cuando OCCRP lo visitó en la cárcel en Perú en 2017, negó la mayoría de las acusaciones y solo admitió el cargo de posesión de un kilogramo de cocaína.

“Soy inocente. No tienen nada en mi contra”, sostuvo Jakšić durante una entrevista en una celda privada donde vivía con relativo lujo, con baño propio y dos teléfonos celulares.

En 2021, Jakšić fue condenado por el Poder Judicial de Perú a 23 años por tráfico de drogas junto con uno de sus coacusados, el peruano Jorge Medina Gavilán ‘Jota’ (quien recibió 35 años de prisión).

Zoran Jakšić

CRIMINAL. El serbio Zoran Jakšić cayó en el Perú el 2016 y fue condenado a 23 años de prisión por narcotráfico.
Foto: Justicia Tv.

Medina Gavilán cumplía entonces una condena de 16 años, pero su grupo había estado sacando provecho del boom de la cocaína en Perú. Aunque la mayoría de la cocaína incautada en la Unión Europea procede de Colombia, Perú le sigue de cerca, según un informe del año pasado del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías. El documento determinó, a partir de muestras, que más de un tercio de la cocaína incautada en la UE procedía de Perú.

La banda de Medina Gavilán tenía su base en el centro de Perú, en un valle fértil donde confluyen los ríos Apurímac, Ene y Mantaro. La zona es el epicentro de la producción de cocaína del país. Desde allí, cargaban pasta de cocaína en pequeñas avionetas, conocidas como “golondrinas”, que volaban hasta pistas de aterrizaje en la selva de Brasil. Cuando llegaba el cargamento, los distribuidores trasladaban la droga desde ahí por todo el mundo.

Desde la cárcel, el peruano Medina Gavilán podía coordinar sus negocios con Jakšić a través de llamadas telefónicas con su banda en el extranjero. La policía interceptaba esas llamadas, lo que llevó a la detención de Jakšić en 2016.

Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro.

VIZCATAN. El último destino en el plan de fuga de Jakšić era un paraje remoto ubicado en el corazón del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro.
Foto: Andina.

En aquel entonces, Jakšić fue enviado al penal Miguel Castro Castro, en el distrito de San Juan de Lurigancho, donde también estaba recluido Medina Gavilán. Allí se encontraron y mantuvieron el contacto incluso cuando Jakšić fue trasladado a Ancón 1, después de que se descubriera que tramaba una fuga por un túnel de 300 metros. 

El socio de Jakšić en el plan para fugar del penal Castro Castro era el mexicano Salvador Valencia Ayala, el miembro del cártel de Sinaloa que, según los medios de comunicación, fue encarcelado en 2005 cuando intentó enviar 875 kilogramos de cocaína desde Perú a través de México hasta Estados Unidos. 

Los dos reclusos planeaban conectar el centro del penal Castro Castro con una casa en construcción situada a 300 metros en San Juan de Lurigancho. Para ello, contrataron a trabajadores que consiguieron excavar 180 metros antes de que se frustrara el complot. Después, ambos fueron trasladados a Ancón 1, a una hora en coche del centro de Lima.

En Ancón 1, Jakšić coincidió con otro contacto, el brasileño José Luis Fonseca da Silva, aliás Zé Luiz, sindicado como miembro del Comando Vermelho.

Fonseca da Silva había sido detenido en diciembre de 2018 acusado de narcotráfico, asociación con el narcotráfico y participación en una organización criminal. En julio del año siguiente, tras una audiencia judicial, se escabulló de dos policías que lo escoltaban y logró escapar. Las autoridades peruanas lo detuvieron en noviembre de 2019 con documentos de identidad falsos de ese país, que, según la policía, había comprado por 10.000 dólares.

La fuga frustrada de Jakšić

El plan para escapar de Ancón 1 en el 2021, según el expediente policial, consistía en matar a los guardias de la prisión, para provocar un motín. Luego, en medio de la confusión, el serbio Jakšić, el brasileño Fonseca da Silva y el mexicano Valencia Ayala huirían en helicóptero. Les habían proporcionado las armas; sólo esperaba las balas.

Desde el penal Castro Castro, Medina Gavilán ayudaba a sus socios a organizar la fuga de Ancón 1. Utilizaba su red para coordinar el helicóptero y las rutas que utilizarían sus socios criminales para salir de Perú.

El objetivo era escapar en helicóptero hasta la región montañosa de Vizcatán, en la zona montañosa de Ayacucho, en donde se había construido un helipuerto clandestino. Desde allí, los criminales viajarían en avión a Bolivia, según relata el informe policial.

Al final, toda la trama fue desmontada gracias a un informante de nombre clave 0321CA, que avisó a la policía del plan el 1 de abril de 2021. Jakšić fue entonces trasladado a la Base Naval del Callao.

El penal tiene entre sus reclusos a Vladimiro Montesinos, exjefe de inteligencia de Alberto Fujimori, y a los fundadores de las organizaciones terroristas Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

El abogado de Jakšić, Saúl Huanca, señaló que ha presentado una denuncia contra los funcionarios que aprobaron el traslado de su cliente a la prisión de alta seguridad en el 2021, basándose en lo que calificó de información falsa. “Él no es miembro ni líder de ninguna organización criminal” declaró Huanca para este reportaje.

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