Los laboratorios chinos Sinopharm, Cansino y Sinovac enviaron miles de dosis adicionales de sus vacunas experimentales a países de América Latina en el marco de sus ensayos clínicos, revela el análisis de una base de datos construida por OjoPúblico con información de cuatro países de la región. Aunque los estudios en Argentina, Chile y Perú requerían 24 mil vacunas en conjunto para aplicar a sus voluntarios, el registro aduanero revela que ingresaron más de 13.500 dosis adicionales desde China. Esta cifra representa un exceso del 55% con respecto a las vacunas necesarias para dichas investigaciones.
Las dosis extras de Sinopharm fueron usadas por los investigadores peruanos para vacunar a políticos, empresarios y a sus familiares en Perú; mientras que Cansino ofreció inocular a los investigadores a cargo del ensayo clínico en Chile. Este último laboratorio también registró una vacunación irregular en México, aunque la falta de transparencia de los portales mexicanos no permite conocer el exceso de vacunas que ingresaron a dicho país. En Argentina, por su parte, los investigadores reconocieron que sobraron vacunas de sus ensayos clínicos, y aseguran que están almacenadas.
Las mencionadas 13.500 dosis ingresaron a estos países en 2020, mientras se realizaban ensayos clínicos de estas vacunas contra la Covid-19. OjoPúblico construyó una base de datos con el registro aduanero de Argentina, Chile y Perú, y entrevistas a los representantes de cada centro de investigación. El médico a cargo del estudio en Perú, Germán Málaga, ya había reconocido hace unos meses el envío de estos lotes adicionales, y que la oferta de vacunar al personal a cargo de los estudios era una práctica común de los laboratorios chinos durante la pandemia.
Médico peruano reveló que oferta de vacunar al personal de ensayos clínicos era una práctica común".
El ofrecimiento de vacunaciones irregulares a funcionarios públicos y celebridades ocurrió en el marco de las negociaciones de los Gobiernos de América Latina con dichas farmacéuticas. Sinopharm ha firmado un acuerdo comercial para proveer estos productos biológicos a cuatro países de la región, entre ellos Argentina y Perú. Chile y México, por su parte, han adquirido vacunas de Cansino y Sinovac. Este último laboratorio también es proveedor de otros siete países de la región. Argentina, finalmente, cerró un acuerdo de compra de las vacunas de Cansino la semana pasada.
Sinopharm fue el primero de estos laboratorios de origen chino en exportar vacunas extras en el marco de sus ensayos clínicos en América Latina. En septiembre del año pasado, una subsidiaria de esta farmacéutica envió 3.200 dosis adicionales al Perú como parte de su estudio, pero fueron usadas para inocular a funcionarios públicos, como el entonces presidente Martín Vizcarra y sus familiares; las exministras de Salud y Relaciones Exteriores, Pilar Mazzetti y Elizabeth Astete; así como proveedores del Estado, médicos privados, una autoridad religiosa y una conocida gestora de intereses.
Sinopharm también envió dosis adicionales para su estudio en Argentina. “Siempre mandan un poquito más de dosis, por si acaso”, dijo el investigador Pedro Cahn de la Fundación Huésped. En este caso, Cahn ha reconocido que sobraron vacunas de su ensayo, e indicó que estas se encuentran almacenadas.Aunque otros países conocen cuántos voluntarios recibieron vacuna y cuántos, placebo; Cahn dijo que no cuentan con este detalle del ensayo clínico en suelo argentino. Laboratorio Elea Phoenix, empresa que importó las dosis de Sinopharm, por su parte, no brindó mayor detalle sobre la importación de estas.
Cansino también envió dosis extras para sus ensayos en América Latina. Chile, por ejemplo, recibió 1.281 vacunas más de las que eran necesarias para su estudio. Bopal SA, empresa patrocinadora del ensayo en Chile, reconoció que el laboratorio ofreció vacunar al personal a cargo del estudio. “Es como un añadido opcional que, eventualmente, se puede evaluar”, dijo Pablo García, representante de Bopal, a OjoPúblico. Estas dosis adicionales, según García, están almacenadas en los establecimientos de un socio de su empresa.
En Argentina, Cansino registró un exceso de 1.215 vacunas para su ensayo clínico. Dichas dosis -como las de Sinopharm- están almacenadas y van a ser utilizadas en un nuevo estudio para pacientes con VIH, según dijo Pedro Cahn a nuestro medio. En este caso, la importación de las vacunas estuvo a cargo de Fundación Huésped, patrocinador del estudio. En diciembre de 2020, esta sociedad importó 3.000 vacunas de Cansino, un 68,1% más de las 1.785 dosis requeridas. Cahn, quien es asesor presidencial, aseguró que no conoce la cantidad exacta de vacunas sobrantes.
En México, el ensayo clínico de Cansino estuvo dirigido por Epic Research, una empresa que no era conocida en el medio, según investigadores consultados por OjoPúblico. Aunque no se conoce el exceso de vacunas importadas, debido a la falta de transparencia del Gobierno mexicano, los medios locales revelaron que un grupo de altos funcionarios públicos, artistas y sus familiares fueron vacunados de manera irregular en el marco de este estudio. Esta lista incluyó a celebridades como los cantantes mexicanos Vicente y Alejandro Fernández.
Sinovac, por último, registró dosis adicionales en Chile. En este caso, OjoPúblico determinó que sobraron 7.900 vacunas, según el registro de aduanas del Gobierno chileno. Esta cifra representa un exceso del 171%, la cifra más alta de los ensayos clínicos analizados para esta publicación. “Nadie por su cargo fue enrolado [en el estudio]”, dijo la investigadora Katia Abarca de la Pontificia Universidad Católica de Chile, responsable del ensayo de Sinovac. Según Abarca, dichas vacunas serán usadas en un ensayo con menores de edad.
Las vacunas de Sinopharm ─empresa del Estado chino─ y los laboratorios privados Cansino y Sinovac fueron desarrolladas en el marco de una política del Gobierno de Xi Jinping para promover y consolidar la industria biomédica en China. A finales de 2019 entró en vigencia la nueva Ley de Administración de Vacunas en este país. “La investigación y desarrollo, producción y acopio de vacunas para prevenir enfermedades graves será parte de la estrategia estatal [de China]”, explicó Sinovac sobre esta norma en su última memoria anual.
Investigadores de Chile y Argentina reconocen que laboratorios chinos enviaron dosis extras para sus ensayos".
Sinopharm fue constituida en 2003 y pertenece a la Corporación Grupo Farmacéutico Nacional Chino del Gobierno de Xi Jinping. En 2020, sus ventas superaron los US$70 mil millones. A través de los Institutos de Productos Biológicos de Beijing y Wuhan, Sinopharm ha creado dos vacunas en base a dos cepas diferentes de la Covid-19. Entre diciembre de 2020 y el mes de febrero de 2021, el Gobierno chino autorizó ambas vacunas. En mayo pasado, la Organización Mundial de la Salud aprobó el uso de emergencia de la vacuna con la cepa de Beijing, convirtiéndola en el primer antígeno chino con una autorización otorgada por este organismo.
Cansino Biologics Inc, por su parte, es presidida por Xuefeng Yu y se dedica al desarrollo de vacunas desde su creación, en 2009. Las acciones se reparten entre fondos de inversiones como Lilly Asia Ventures y sus fundadores. En los últimos cinco años, Cansino solo registró ingresos dos veces: US$174 mil, en 2018, y US$2,8 millones, en 2020, por la venta de vacunas, según su última memoria anual. A inicios de 2020, antes de iniciar la tercera etapa de sus ensayos clínicos, el Gobierno de China autorizó su uso en personal militar dentro del territorio chino.
Sinovac, por último, es un grupo económico con oficinas en Beijing, aunque su matriz está en Antigua y Barbuda, en el Caribe. A la fecha es presidida por Weidong Yin, y sus principales accionistas son fondos de inversiones en las Islas Caimán y EE.UU. Sus ingresos pasaron de US$246 millones, en 2019, a más de US$510 millones en 2020, según sus estados financieros. En febrero de 2021, un año después de iniciar el desarrollo de su vacuna bajo el nombre de Coronavac, China autorizó su comercialización. A inicios de junio, la OMS también aprobó su uso de emergencia.
OjoPúblico envió un listado de preguntas a Sinopharm, Cansino y Sinovac, a través de sus correos institucionales, para consultar sobre el envío de dosis adicionales, las vacunaciones irregulares en Perú y México, y el ofrecimiento de inocular al equipo de investigadores en Chile. Nuestro medio también se contactó por correo con las embajadas chinas en Argentina, Chile y México para conocer el rol que cumplieron en las coordinaciones de estos ensayos clínicos. No obstante, no se obtuvieron respuestas hasta el cierre de esta investigación.
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El escándalo inicial en Perú con Sinopharm
El pasado 11 de febrero, mientras América Latina enfrentaba la segunda ola de la pandemia por la Covid-19, el entonces presidente del Perú, Martín Vizcarra, aseguró en una conferencia de prensa que fue parte de los ensayos del laboratorio chino Sinopharm. Sus declaraciones trataban de justificar su inoculación en secreto en el Palacio de Gobierno, revelada un día antes por una indagación periodística que acusaba al exmandatario ─hoy inhabilitado de ejercer un cargo público durante 10 años, a pesar de haber sido electo congresista─ de haber sido vacunado en secreto en Palacio de Gobierno.
Indagaciones posteriores del Congreso y avances preliminares de las pesquisas del Ministerio Público, sin embargo, determinaron que el exmandatario recibió, de manera irregular y en secreto, una vacuna por fuera del estudio. Esto fue confirmado por el entonces investigador principal del ensayo, el médico Germán Málaga, quien aseguró ante el Congreso que el expresidente Vizcarra accedió a la vacuna de Sinopharm en calidad de invitado.
Las dosis que recibió el expresidente peruano ingresaron al país como parte de un lote de 3.200 vacunas adicionales de Sinopharm, que fueron coordinadas entre el laboratorio, la embajada de Perú en China, la Cancillería peruana y el Ministerio de Salud. A pesar de que estas dosis extras ingresaron en el marco del ensayo clínico, el lote se utilizó para inmunizar a personal vinculado al estudio y personas ajenas, como empresarios, funcionarios públicos y sus familiares.
VACUNAS SECRETAS. En Perú, las dosis extras enviadas por Sinopharm se usaron la inmnunización irregula de altos funcionarios públicos.
Foto: Andina
Una de los funcionarios inoculados fuera del ensayo clínico fue la exministra de Salud, Pilar Mazzetti, quien días antes había asegurado que sería la última en vacunarse de su sector. Mazzetti, no obstante, se vio forzada a renunciar al descubrirse la inmunización de funcionarios con las dosis de Sinopharm. Días después, se difundió la lista completa de la vacunación irregular, donde la funcionaria estaba incluida, junto a proveedores del sector salud, médicos que laboraban en los principales grupos nacionales de clínicas privadas, y una gestora de intereses que recibieron hasta tres dosis.
Aunque secreta, la negociación de estas dosis adicionales dejó rastro. El estudio consideró 12.000 voluntarios, divididos en tres grupos. Dos de estos iban a recibir alguna de las cepas de la vacuna experimental, denominadas Beijing y Wuhan; mientras que el tercero, placebo. Considerando que esta vacuna requiere doble dosis, el estudio programó 8.200 dosis con la cepa de Wuhan, 8.200 dosis con la cepa de Beijing, y 8.200 placebos.
Estas 24.600 dosis ─que incluyeron las vacunas experimentales, placebos y 600 dosis para potenciales reemplazos─ fueron aprobadas por el Instituto Nacional de Salud el 18 de agosto de 2020. El mismo mes, sin embargo, la autoridad sanitaria aprobó que la Universidad Privada Cayetano Heredia ingrese un lote de 3.200 dosis adicionales de la cepa de Beijing, en el marco del ensayo clínico, aunque sin explicar los motivos para esta decisión.
EXCESO. El laboratorio Sinovac envió a Chile casi el triple de vacunas que eran requeridas para su ensayo clínico.
Foto: Presidencia de Chile
Estas dosis extras quedaron registradas en la base de datos aduanera de Perú. Dicho registro detalla que el lote adicional ingresó el 2 de setiembre del año pasado, junto con las otras dosis consideradas para el estudio. La exportadora de las 3.200 dosis fue el Instituto de Productos Biológicos de Beijing, que desarrolla conjuntamente con Sinopharm las vacunas contra la Covid-19. El precio pagado por el total de este cargamento fue US$1.600.
Una vez revelado el escándalo, el investigador principal del ensayo clínico de Sinopharm en Perú, Germán Málaga, fue suspendido de su puesto por la Universidad Cayateno Heredia; pues no solo conocía de estas vacunaciones irregulares, sino que fue uno de los beneficiados, junto a su familia. Es en este contexto que Málaga brindó un dato clave ante el Congreso y luego en entrevista con OjoPúblico. El médico aseguró que los laboratorios chinos realizaron estas mismas prácticas en otros países de la región, en el marco de los ensayos clínicos de sus vacunas.
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Chile: La oferta de Cansino y el trato con Sinovac
En base al registro de aduanas oficial del Gobierno chileno, OjoPúblico determinó que los laboratorios Cansino y Sinovac enviaron 1.281 y 7.900 dosis adicionales para sus estudios, de manera respectiva. En el primer caso, esta cifra representa un exceso del 74,5%; mientras que el segundo supera el 171%, la cifra más alta entre los ensayos clínicos analizados para esta publicación. Cansino, además, ofreció vacunar a los investigadores a cargo de su estudio en dicho país, según confirmó su patrocinador chileno a nuestro medio.
A fines del año pasado, dos envíos con vacunas y placebos llegaron a territorio chileno para el ensayo clínico Convidecia, como se denominó a la vacuna de Cansino. El primero aterrizó en la capital chilena el 21 de noviembre, con 500 dosis de vacunas y 500 de placebos. El 14 de noviembre llegó el segundo envío, con 2.500 dosis de cada uno, según los antecedentes recogidos de datos abiertos del Gobierno chileno. Para las fechas de estos envíos, dicho estudio tenía programada la participación de 5.200 voluntarios.
Esta cifra de participantes, sin embargo, terminó siendo menor. “Un día nos llamaron y nos dijeron que esto [la convocatoria de voluntarios] ya se cerró”, dijo a OjoPúblico Fernando Lanas, investigador principal del estudio Cansino en Chile. El ensayo de dicho laboratorio en suelo chileno, que fue aprobado por el Instituto de Salud Pública de Chile en solo 42 días, incluyó una cifra final de 3.438 voluntarios, según confirmaron los responsables de la investigación y el patrocinio de Cansino en Chile a nuestro medio.
“En algún momento se conversó, pero eso no se ha concretado todavía”, dijo el investigador chileno, Pablo García.
Del total de participantes, la mitad recibió vacuna, según explicó Pablo García, director de Bopal, empresa patrocinadora del ensayo en este país. De acuerdo a esta declaración, las vacunas necesarias para el ensayo eran 1.719 dosis. La compañía Bopal, sin embargo, importó un total de 3.000 dosis de vacunas; es decir, 1.281 dosis adicionales. Pablo García confirmó que han sobrado vacunas y que estas están resguardadas en los almacenes de un socio de su empresa, aunque se negó a indicar la cantidad de dosis sobrantes.
Este exceso ocurrió, además, en un contexto en que Cansino ofreció vacunar a las personas a cargo de su ensayo clínico en Chile. Dicha información fue confirmada a OjoPúblico por el propio Pablo García de Bopal: “En algún momento se conversó, pero eso no se ha concretado todavía”. En Perú, otro laboratorio de China, Sinopharm, realizó un ofrecimiento similar, que culminó con la vacunación irregular no solo del personal médico a cargo del estudio, sino de invitados externos como el entonces Presidente de la República.
Sinovac, por su parte, envió 12.500 dosis de su vacuna ‘Coronavac’ el 4 de noviembre de 2020, en el marco de su ensayo clínico, según detalla el portal del Servicio Nacional de Aduanas chileno. El protocolo inicial de dicho estudio programó la participación de 5.000 voluntarios. No obstante, la llegada masiva de vacunas a Chile obligó la modificación de esta cifra: se enrolaron 2.300 participantes, y todos recibieron dos dosis de la vacuna de Sinovac, según explicó Katia Abarca, directora médica del ensayo, en entrevista con OjoPúblico.
IMPORTACIONES. La falta de transparencia de los portales mexicanos no permite conocer el exceso de vacunas que ingresaron a dicho país.
Foto: Cansino Biologics
En este nuevo marco del ensayo, las vacunas necesarias eran 4.600. Aún así, dicho estudio recibió 7.900 dosis adicionales de Coronavac. “Se encuentran almacenadas”, respondió sobre este excedente el doctor José Vicente González, director técnico del estudio llevado a cabo por la Pontificia Universidad Católica de Chile. El equipo está evaluando, según Gonzáles, si estas dosis son usadas en “un próximo estudio clínico” o donadas al Ministerio de Salud “para su uso en la campaña de vacunación masiva”.
Nuestro medio se contactó por correo electrónico y teléfono con el Instituto de Salud Pública de Chile, para consultar sobre los cambios aprobados en los protocolos de Cansino y Sinovac, así como la autorización de dicha cantidad de vacunas adicionales. En el listado de preguntas también se preguntó si se ha verificado el almacenamiento de más de 9.000 dosis extras que arribaron a Chile desde China, a través de las dos farmacéuticas. Hasta el cierre de edición, sin embargo, no hubo respuesta.
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México: La vacunación irregular de Cansino
Además de la oferta en Chile, Cansino registró vacunaciones bajo sospecha en su ensayo clínico en México. Un listado con alrededor de 40 personas que recibieron la dosis única de Convidecia de manera irregular ─difundido en parte por medios mexicanos, y al que tuvo acceso OjoPúblico─ incluye a reconocidos cantantes, como Vicente Fernández y sus familiares, funcionarios públicos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) e integrantes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en México.
Dicho listado fue revelado en un correo enviado por un grupo de trabajadores de la SRE al propio presidente Andŕes Manuel López Obrador, donde indicaron que se estaba realizando una “vacunación clandestina” en las instalaciones de Epic Research, una empresa mexicana que fue fundada en 2014, aunque no era conocida en el medio hasta su participación como patrocinadora de Cansino en su ensayo clínico en suelo mexicano, según declararon algunos investigadores consultados para esta publicación.
Los denunciantes adjuntaron una foto del libro de visitas de Epic Research, donde aparecen los nombres de los funcionarios de la SRE y sus familiares. A esta denuncia se sumó la alerta de los vecinos al local de Epic Research, ubicado en Ciudad de México, quienes declararon haber visto camionetas blindadas en las inmediaciones. El Órgano Interno de Control de la SRE inició una investigación que fue archivada en febrero, luego de concluir que no existió falta administrativa alguna en este caso.
Al menos 40 personas recibieron la vacuna de Cansino de manera irregular, según un listado al que accedió OjoPúblico".
OjoPúblico conversó con diferentes funcionarios públicos de la SRE quienes confirmaron que las personas que aparecen en el listado efectivamente fueron vacunadas con la dosis de Cansino. Las mismas fuentes señalaron que dicha vacunación no pudo haber ocurrido sin el conocimiento del propio canciller Marcelo Ebrard. Una fuente cercana al órgano de control interno de la SRE, que pidió no ser identificada, incluso señaló que el Canciller impidió que avanzaran las indagatorias sobre esta vacunación, y provocó la salida del entonces contralor Octavio Díaz García de León.
El ensayo clínico de Cansino en México, que inició el 13 de noviembre del año pasado, tuvo una participación destacada de la SRE. Dicha oficina, sin embargo, aseguró que no cuenta con “registro de documento alguno” sobre las conversaciones entre la SRE y los diplomáticos de China en torno a este estudio, en respuesta a una solicitud de nuestro medio. El Gobierno mexicano también considera de carácter reservado el oficio que autorizó este ensayo y el nombre de los integrantes del comité de ética.
Este estudio de Cansino enroló a 14.611 voluntarios, de los cuales la mitad recibió vacuna, de acuerdo a documentos del ensayo clínico revisados por nuestro medio. OjoPúblico llamó por teléfono, en reiteradas ocasiones y sin respuesta, a las oficinas de Epic Research. Además se pidió una entrevista con Annette Ortiz Austin, directora de dicha compañía, a través de un correo y por teléfono con Alejandra Vargas, trabajadora de Epic Research. Aunque confirmó la recepción del requerimiento, Vargas no volvió a responder hasta el cierre de edición.
CIENCIA Y POLÍTICA. OjoPúblico identificó que investigadores argentinos involucrados en los ensayos clínicos de Sinopharm y Cansino también asesoran al Gobierno.
Foto: Presidencia de Argentina
A pesar de que eran necesarias 7.306 vacunas, el registro aduanero del Gobierno mexicano solo registra el arribo de 1.000 vacunas en octubre del año pasado, a través de la subsidiaria mexicana de Schering Plough. Esta compañía es de propiedad de Merck Sharp & Dohme, con quienes nos comunicamos para conocer en qué fechas fueron importadas las dosis restantes, pero no hubo respuesta. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) no registra permisos de importación para este estudio en sus archivos públicos.
El área de comunicaciones de Cofepris tampoco respondió a nuestras preguntas hasta el cierre de edición. La vocería del canciller Ebrard de México, por su parte, solo respondió a nuestro medio que dicho funcionario de la SRE se vacunó “hace unos días con Astrazeneca”, sin precisar más detalles. A diferencia de sus otros compañeros de gabinete del Gobierno mexicano, Ebrard no hizo pública su inmunización.
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Argentina: Cansino, Sinopharm y asesores del Gobierno
El análisis de OjoPúblico también determinó que Cansino envió 1.215 adicionales para su ensayo clínico en Argentina, cifra que representa un exceso del 68,1%. Para dicho estudio el patrocinador fue la Fundación Huésped, institución especializada en el estudio de pacientes con VIH con larga trayectoria en ensayos clínicos. Según los registros aduaneros, esta entidad importó 3.000 vacunas en diciembre del año pasado. “Están almacenadas bajo los controles térmicos necesarios”, aseguró Pedro Cahn, representante de dicha asociación.
El estudio de Cansino aplicó su dosis única de vacuna a la mitad de sus voluntarios; es decir, a 1.785 personas. Desde la Fundación Huésped informaron que están tramitando un permiso ante las autoridades argentinas para realizar un segundo ensayo clínico con esas mismas dosis pero sobre portadores del VIH. Mientras tanto, dichas vacunas, siempre según la versión de Cahn, están resguardadas en los almacenes de la compañía Ocasa Logística, “una empresa muy importante que se dedica al transporte de mercaderías”.
En el caso de Sinopharm, su representante local fue Laboratorios Phoenix Elea, una compañía creada en 1939, en Argentina. En este estudio, sin embargo, Fundación Huésped también tuvo un rol destacado como “centro coordinador que seleccionó otros centros [de vacunación], y manejó el monitoreo de la vacuna de Sinopharm”, explicó Pedro Cahn. Este ensayo clínico contó con la participación de alrededor de 3.000 voluntarios, y Cahn aseguró que existen dosis sobrantes, aunque dijo no conocer cuántas de estas son vacunas.
“Están almacenadas bajo controles térmicos”, dijo investigador Pedro Cahn, sobre vacunas extras en Argentina.
Los ensayos clínicos chinos, sin embargo, se movieron en Argentina tan cerca de la ciencia como de la política. OjoPúblico identificó que cuatro miembros del comité de médicos que asesora al Gobierno, a su vez, son investigadores involucrados en los estudios de Sinopharm y Cansino. Dicho grupo de consultores es denominado como Comité de Expertos Médicos y Científicos, y asesora al presidente Alberto Fernandez antes de tomar decisiones vinculadas a la pandemia. Además, este grupo se reúne de manera periódica con la ministra de Salud.
Tres de estos asesores son Pedro Cahn, su hija Florencia Cahn y Omar Sued, quienes también integran la Fundación Huésped, entidad que tiene un rol clave en los ensayos de Sinopharm y Cansino en Argentina. “Ninguno de los miembros del comité de expertos tiene nada que ver con la compra de vacunas”, respondió a nuestro medio Cahn, al ser consultado sobre estos vínculos. Eduardo López es el cuarto asesor presidencial que, a su vez, ha sido nombrado como investigador principal del estudio de Cansino.
El ensayo de Sinopharm utilizó, además, los locales de la Fundación Vacunar como centros de investigación. La ministra de Salud, Carla Vizzotti, fue empleada de dicha fundación hasta abril de 2020, y hoy es integrante del Comité Científico de esta misma institución, según el sitio web de la Fundación Vacunar. Vizzotti, quien se encarga de aprobar el uso de vacunas en territorio argentino, también trabajó como consultora en la Fundación Huésped en 2017. A la fecha, el Gobierno argentino ha comprado 10 millones de dosis de Sinopharm.
OjoPúblico contactó con la vocería del Ministerio de Salud argentino, a través de un correo electrónico, para consultar sobre los vínculos de Vizzotti con las entidades que están a cargo del ensayo de Sinopharm en el país. Nuestro medio también envió un listado de preguntas a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) sobre ambos ensayos clínicos. Hasta el cierre de edición, ninguno respondió a nuestros requerimientos.