Fotos: Álvaro Franco
En los 36 años que lleva como pescador, Edgardo Cruz Zapata nunca había paralizado sus actividades como este 2020, por la pandemia. Hace dos meses, luego de haber guardado estricta cuarentena, volvió al mar de Tumbes y se quedó sorprendido. No solo encontró más pescado, sino también otras especies que, en situaciones normales, se alejan por la presión pesquera. “Ha abundado el mero rojo, y es fácil ver ballenas, tortugas y cachalotes, que antes solo aparecían si tenías suerte. También han aumentado los cardúmenes. Antes no había tanto porque se lo llevaban las bolicheras y arrastreras”, cuenta el pescador de 51 años, por teléfono, desde su casa en el distrito de La Cruz, en Tumbes.
A 100 kilómetros de allí, en la caleta de El Ñuro (Piura), durante los últimos meses las tortugas marinas se han desplazado con libertad y es posible verlas en los bordes de la playa. Desde marzo, con el cierre de aeropuertos y el freno a las actividades turísticas por la emergencia, han tenido un respiro al recurrente estrés provocado por los turistas que pagaban por nadar junto a ellas. “Sin visitantes, el ecosistema marino se recuperó en el norte peruano”, dice el biólogo y jefe de la Oficina de Piura de la ONG Naturaleza y Cultura Internacional (NCI), Paul Viñas.
Cruz Zapata cree que es importante proteger su espacio de trabajo: el mar del norte. No solo para él y su familia, sino para las futuras generaciones. “Ahorita hemos visto que el mar se ha recuperado y hay pesca en la orilla. Así era antes, por eso debemos cuidar nuestro mar y defenderlo. No hay que depredarlo”, dice desde la caleta La Cruz, en Tumbes.
La iniciativa busca preservar 155 mil hectáreas en cuatro sectores de las costas de Piura y Tumbes".
Conservar el mar de Piura y Tumbes es el objetivo del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), que busca crear la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau. Se trata de una iniciativa para preservar un total de 155 mil hectáreas en cuatro sectores de las costas de Piura y Tumbes: Isla Foca, Cabo Blanco-El Ñuro, Banco de Máncora y Arrecifes de Punta Sal. La idea nació hace una década, por iniciativa de organizaciones de la sociedad civil y, luego, fue recogida por el Sernanp.
Sin embargo, en opinión del actual ministro del Ambiente, no se ha concretado por la oposición del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Perúpetro y la Sociedad Nacional de Hidrocarburos. “Creo que esa [oposición de las tres instituciones] sigue siendo la traba más importante”, aseguró Gabriel Quijandría Acosta a OjoPúblico, el pasado 28 de octubre. El funcionario precisó, entonces, que las autoridades [de las tres carteras] entienden la explicación, pero no han cambiado su postura.
En aquella entrevista con OjoPúblico, el actual ministro explicó que la idea no es expulsar la actividad petrolera cuando se establezca el área, y precisó que se reunieron con Perúpetro y el Minem para explicarles que existen casos específicos de coexistencia de esta actividad y áreas protegidas, sin que se afecten los derechos adquiridos. En ese sentido, aseguró que “esta reserva se tiene que crear, es un tema irrenunciable”, en referencia a la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau.
DESPENSA. El mar de Piura y Tumbes concentra al 40% de pescadores artesanales, que abastecen al mercado nacional.
AMENAZADAS. Las tortugas marinas de El Ñuro (Piura) son una de las principales especies que sobresalen en el norte peruano. Los últimos meses se les ha visto en los bordes de la playa.
El biólogo Paul Viñas Olaya también considera urgente la creación de dicha reserva. Un estudio del biólogo marino Yuri Hooker estableció, en 2011, que era necesario proteger el mar del norte. “El impacto está creciendo aceleradamente (pesca ilegal, turismo, pérdida de especies muy vulnerables, entre otros). El potencial de recuperación del área es bastante significativo, pues no hay contaminación y las especies aún no están extintas. Es urgente la implementación de las nuevas áreas para que esto sea viable, considerando que son ecosistemas únicos en el Perú”.
Nueve años después, el país no cuenta con ningún área protegida de aguas cálidas y, de concretarse, la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau sería la primera. La otra propuesta pendiente es la de la Reserva Nacional Dorsal de Nazca, que también impulsa el Sernanp, al sur del país.
En la actualidad, el Perú solo posee tres áreas marinas protegidas, según el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sinanpe): las reservas nacionales de Paracas, San Fernando y el Sistema de Islas, Islotes y Punta Guaneras. Las dos primeras se ubican en la región Ica; y, la tercera, a lo largo de la costa, desde Piura hasta Tacna. Estas tres áreas protegidas se localizan en la zona Pacífico Suroriental Templado, conocido también como ecosistema de Humboldt.
TESTIMONIO. El pescador Edgardo Cruz, de Tumbes, le contó a OjoPúblico cómo la pandemia ayudó en la recuperación del mar del norte.
La oposición del sector hidrocarburos
Desde que se planteó la creación de la reserva Mar Tropical de Grau, los reparos del sector hidrocarburos han sido evidentes: la Sociedad Nacional de Hidrocarburos, Perúpetro y el Ministerio de Energía y Minas (Minem) han observado la iniciativa entre 2018 y 2019.
Hace dos años, por ejemplo, Perúpetro señaló, en un documento enviado al Sernanp, que, si bien la creación de un área protegida no tenía efectos retroactivos ni afectaba derechos preexistentes, el artículo 5 de la Ley de Áreas Naturales Protegidas establece todo lo contrario, al condicionar los derechos adquiridos a los fines y objetivos de esas áreas.
En ese sentido, Perúpetro recomendó al Estado que, para evitar distintas interpretaciones, se elimine lo siguiente de dicho artículo: “El Estado evaluará en cada caso la necesidad de imponer otras limitaciones al ejercicio de dichos derechos”. No obstante, el ministro Quijandría Acosta consideró que la ley de áreas naturales protegidas no pone en riesgo los contratos de hidrocarburos.
En febrero de 2019, el Minem también hizo llegar su parecer al Sernanp. “Recomienda la no aprobación de la propuesta”. Esa fue la opinión de la Oficina de Asesoría Jurídica del despacho ministerial. Argumentaron que el proyecto se superpone a lotes petroleros, carece de sustento técnico, constituye un riesgo para la seguridad jurídica y vulnera la estabilidad jurídica de los contratos petroleros vigentes y posibles futuros contratos.
BLOQUEO. La principal traba, hasta ahora, para la creación de esta reserva ha sido la oposición del sector hidrocarburos. En la zonas se superponen cinco lotes petroleros.
DECIDIDO. El actual ministro del Ambiente le dijo a OjoPúblico a fines de octubre que esta reserva del norte "es un tema irrenunciable".
Superposición de los lotes petroleros
Perúpetro sostuvo que reconoce la importancia de las áreas protegidas, pero su mayor preocupación está relacionada con el respeto a los derechos preexistentes de los contratos de licencia suscritos. La entidad estatal no quiere generar un clima de inseguridad jurídica, que podría paralizar las actividades en la industria y afectar la atracción de nuevas inversiones.
“El desarrollo de la seguridad energética y la protección de la biodiversidad son perfectamente compatibles y las entidades del Estado debemos realizar los esfuerzos necesarios para garantizar la coexistencia”, respondió la empresa estatal a un cuestionario planteado por OjoPúblico.
La propuesta Mar Tropical se superpone a cinco lotes petroleros con contratos vigentes: el Z-1 (Pacific Off Shore Perú), Z-64 (Tullow Perú), Z-6 (Savia Perú), Z-2B A (Savia Perú) y Z-38 (Kei Perú PTY-Karoom). De estos lotes, tres (Z-1, Z-64 y Z-2B A) se encuentran en producción, uno (Z-38) en exploración y otro (Z-6) paralizado por fuerza mayor.
OPORTUNIDADES. El establecimiento de la reserva permitirá impulsar, de manera ordenada, el turismo y la pesca artesanal en el norte peruano.
De las cuatro áreas a proteger, la de mayor extensión es el Banco de Máncora. Comprende 73.601,67 hectáreas, localizadas en su totalidad en el lote Z-38. Es decir, un área que representa el 15,1% de la concesión entregada a la petrolera australiana Karoom.
Por otro lado, Tullow Perú cuenta con un lote petrolero (el Z-64) que también se superpone. Esta compañía firmó, en julio de este año, dos contratos para explorar y explotar los lotes Z-67 y Z-68, ubicados frente a la costa de Áncash. Sin embargo, dirigentes de pescadores, profesionales y expertos en materia ambiental plantearon una demanda de acción popular contra dichos contratos: consideran que se vulneraron las normas de participación ciudadana.
DESACUERDOS. Los especialistas sostienen que sí es posible desarrollar las actividades de conservación y la explotación petrolera en la zona.
Convivencia de dos actividades
El presidente de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos, Felipe Cantuarias Salaverry, aseguró a OjoPúblico que su gremio está de acuerdo con la creación de la reserva, pero que -al igual que el Minem y Perúpetro- advierten que la Ley de Áreas Naturales Protegidas y su reglamento no garantizan la coexistencia de la protección de áreas naturales y el desarrollo de actividades económicas en simultáneo.
“La legislación actual es el principal impedimento u obstáculo para implementar un área protegida en el mar”, dijo Cantuarias a OjoPúblico refiriéndose al citado artículo 5 de la ley de áreas naturales protegidas. Agregó que no es un problema de falta de confianza en el Estado, sino más bien de terceros que demandan y del Poder Judicial que paraliza las actividades. “Al existir una puerta abierta, terceros inescrupulosos lo usan para atentar contra la inversión privada”, acusó.
César Ipenza Peralta, abogado especializado en materia ambiental, señaló que es falso que la ley de ANP no respete los derechos adquiridos y citó como ejemplo la reserva de Pacaya Samiria. “Si vamos a ponernos en supuestos de podrían o pueden, también podríamos decir que los hidrocarburos pueden estar prohibidos en el futuro, ¿para qué vamos a seguir extrayéndolos entonces?”, dijo a OjoPúblico.
BELLEZA. El mar del norte no solo es zona de pesca, sino también de un creciente turismo, con lugares aún inexplorados.
URGENTE. La Defensoría del Pueblo considera esencial la protección de nuestros recursos marinos, en el contexto del cambio climático.
“Para mí esa siempre ha sido la excusa (…) Está claro que [el sector hidrocarburos] está en contra. Crear la reserva Mar Tropical de Grau es un mandato constitucional, no es una posibilidad del Estado, sino su obligación”, argumentó el especialista.
Por su parte, la abogada Lissette Vásquez Noblecilla, jefa del Programa de Medio Ambiente de la Defensoría del Pueblo, indicó que el Estado debe respetar los derechos adquiridos, pero a la par debe preservar los recursos marinos. “Sabemos que es importante cautelar el tema de las actividades económicas, pero la Defensoría del Pueblo considera que eso no debería estar sobre la protección de nuestros recursos naturales”, dijo a OjoPúblico.
De hecho, la Defensoría del Pueblo lleva varios años pidiendo la creación de esta reserva nacional. Para esta entidad resulta preocupante que el país, según el ranking elaborado por el Banco Mundial, ocupe el último lugar de la región y el puesto 138 a nivel mundial en la protección de áreas marinas. La abogada Vásquez Noblecilla consideró que la demora en la creación de la reserva responde a la falta de voluntad política y priorización de los aspectos ambientales.
IMPORTANCIA. El biólogo Paul Viñas, de NCI, aseguró a OjoPúblico que la reserva no solo se trata de un asunto ecológico.
Proteger nuestra despensa
La propuesta Mar Tropical de Grau, que recorre las costas de Piura hasta Tumbes pretende conservar áreas donde confluyen las corrientes cálidas y frías, que convierten a esta área en un ecosistema único en el mundo. Además, alberga el 70% de especies marinas del país. No en vano es considerada la zona más biodiversa del mar peruano y, también, la que acoge más recursos amenazados, como la ballena jorobada, la tortuga carey y el caballito de mar, entre otros. En Isla Foca, por ejemplo, hay mero murique, un pez sobreexplotado por la caza submarina, según señala el Sernanp.
El biólogo Viñas asegura que la conservación del mar del norte no es solo un asunto ecológico, pues también permitirá conservar alimento para el futuro. “Los pescadores de la zona aseguran que hay menos peces que hace décadas. Eso implica que las especies han mermado por falta de protección”, explicó. El experto precisó que, si no protegemos nuestra biodiversidad marina, habrá un impacto en la economía local y en la seguridad alimentaria. “Necesitamos que las personas tengan acceso a alimentación de calidad, porque el pescado es proteína, más aún cuando hablamos de un país con altos índices de anemia”, indicó.
Con la creación de esta reserva, se busca gestionar de manera efectiva los sectores donde se alimentan, refugian y reproducen muchas especies marinas, como tortugas, ballenas, cabrillas, merluzas, entre otras, señaló Viñas. “Pero también queremos delimitar y proteger esta área para realizar estudios de nuevas especies, sobre la cantidad de recurso que poseemos”, dijo el biólogo de NCI.
RIQUEZA. Los especialistas señalan que la creación de esta reserva permitirá asegurar alimento para el futuro, al conservar y ordenar la actividad pesquera.
Según la propuesta de creación de la reserva, la zona de Cabo Blanco-El Ñuro, en Talara (Piura), es el hábitat de 12 de las 30 especies de cetáceos registradas en nuestro territorio. Además, tres de las cinco especies de tortugas marinas existentes en el Perú viven en el norte del país. En esta área se alimenta, asimismo, el 60% de especies hidrobiológicas que se destinan al consumo humano directo. Y, por último, el 40% de pescadores artesanales se localizan en Piura y Tumbes.
La idea de proteger el Mar Tropical de Grau surgió hace 10 años, por iniciativa de algunas organizaciones sin fines de lucro, como NCI, Océana y los gobiernos locales de la provincia de Talara. Tres años después, el Gobierno Regional de Piura y el Sernanp realizaron un taller para identificar los sitios prioritarios para la conservación del ecosistema marino pacífico tropical. Allí se destacó la importancia de proteger Cabo Blanco-El Ñuro, Isla Foca, Arrecifes de Punta Sal y el Banco de Máncora.
En marzo de 2016, el entonces ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, anunció la creación de la Zona Reservada Mar Pacífico Tropical. Sin embargo, dicha propuesta -cuya categoría sería transitoria hasta la creación de la reserva- no prosperó. “El mismo Sernanp se dio cuenta que iba a hacer un doble trabajo al crear una zona protegida, que luego debía recategorizar. Entonces, por la importancia biológica, económica y social, la zona no merecía un carácter transitorio y, ya en 2018, se habla de reserva nacional”, explicó Viñas Olaya a OjoPúblico.
TRABAJO. El mar de Piura y Tumbes es fuente de empleo de miles de pescadores artesanales.
En el recorrido hasta la actual propuesta no solo se varió la categoría, sino que también se recortó la extensión del territorio a preservar. “La primera idea era crear un solo bloque, desde la Isla Foca hasta el Banco de Máncora (...) Era como un millón de hectáreas, pero como había concesiones petroleras, hubo oposición. Entonces, se tuvo que ajustar”, agregó el biólogo.
Luego de una serie de reuniones y talleres realizados por el Sernanp con distintos actores del sector, en diciembre de 2018, la ministra del Ambiente de ese momento, Fabiola Muñoz Dodero, anunció que la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau se crearía en el primer trimestre de 2019. Sin embargo, cumplido dicho plazo, el proyecto no se concretó.
Compromisos internacionales
La creación de un área natural protegida se realiza en cuatro etapas: identificación y selección del sitio priorizado, recolección de información de los actores mediante reuniones y talleres, elaboración y consulta de la propuesta inicial, y diseño del expediente técnico definitivo, el cual es elevado a la Presidencia del Consejo de Ministros para su aprobación.
En julio de 2019, Sernanp informó a la Defensoría del Pueblo que, entre el año 2013 y el 2016 se había recabado la información necesaria; entre setiembre y diciembre de 2017 se presentó el perfil de la propuesta a los actores; y, en el primer trimestre de 2019, se planteó la iniciativa a las nuevas autoridades. Así, lo que correspondía, entonces, era iniciar la tercera etapa de consulta.
Sin embargo, un año y seis meses después, no se registran avances. Una de las últimas acciones, en mayo de este año, fue incluir las sugerencias planteadas por el Imarpe, que solicitó que se ajusten los polígonos. Es decir, los puntos de medición. El ministro del Ambiente explicó el 28 de octubre que esas sugerencias ya se incluyeron en la nueva versión del expediente, y están a la espera de que el Ministerio de la Producción lo apruebe para, luego, realizar una validación social del expediente preliminar.
Perú sigue siendo uno de los países del Pacífico Sur con menos áreas marinas protegidas".
Mientras tanto, el Perú sigue siendo uno de los países del Pacífico Sur con menos áreas marinas protegidas: tiene solo el 0,5%, según el Sinanpe. Esta cifra dista mucho de la meta 11 del Plan Estratégico del Convenio sobre Diversidad Biológica de la ONU, que dispone que para octubre de este año los países deberían haber protegido, al menos, 10% de sus zonas marinas y costeras. Si el Perú aprueba las reservas nacionales Dorsal de Nazca y Mar Tropical de Grau tendrá, al menos, el 8% de sus áreas marinas protegidas.
“Nuestro nivel de representación global es bajísimo, teniendo en cuenta la meta que debemos cumplir”, reconoció Quijandría Acosta, en octubre de este año, antes de asumir como ministro del Ambiente. El funcionario reafirmó que en este escenario la creación de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau es irrenunciable. “Estamos haciendo los esfuerzos para que ocurra antes de que concluya este gobierno [en referencia a julio de 2021]”, aseveró.