LA ÚLTIMA FOTO. Estefani Qqueccaño le envió esta imagen a su hermano Percy antes de su desaparición.

Desaparecidas: una trágica búsqueda en Cusco ignorada por la pandemia

Desaparecidas: una trágica búsqueda en Cusco ignorada por la pandemia

LA ÚLTIMA FOTO. Estefani Qqueccaño le envió esta imagen a su hermano Percy antes de su desaparición.

Fotos: OjoPúblico/ Florence Goupil

Hace 19 días una familia de la provincia de Canas, busca con desesperación a Estefani, una joven madre de 24 años y víctima de intento de feminicidio por parte de su expareja. Su historia es solo una de las 8.275 denuncias por desaparición que ha recibido el Ministerio del Interior en lo que va del año.

28 Octubre, 2020

Actualizado: 06/11/2020

 

Algo suena dentro de la casa. Nalda Qqueccaño no sabe si es una persona que camina, o solo el viento golpeando contra el techo de calaminas. ‘‘¿Estefani, eres tú?’’, grita de repente, asomándose a la ventana que tiene los vidrios rotos y restos de sangre. Nadie responde esta mañana del 24 de octubre. La mujer continúa recorriendo la casa de su sobrina Estefani, una joven madre desaparecida 15 días antes, luego de haber sido víctima de un intento de feminicidio por parte de su expareja, un hombre que, para las autoridades, es el principal sospecho de su actual desaparición. 

Joys Estefani Qqueccaño Huamani, de 24 años, fue reportada como desaparecida el pasado 9 de octubre. El último lugar donde la vieron sus familiares fue en su casa, ubicada en la comunidad campesina de Pampa Ansa (a cuatro horas de la ciudad de Cusco), en el distrito de Sicuani, provincia de Canchis. Su padre, René Qqueccaño Ccapatinta, denunció la desaparición tres días después, en el  Departamento de Investigación Criminal (Depincri) de Sicuani. Sin embargo, hasta el momento no se sabe dónde está Estefani, no hay detenidos y la policía realizó una pericia con luminol -un compuesto químico que permite hallar restos de sangre no visibles- recién ocho días después de la denuncia.  

La tragedia de Estefani no es la única. Según la División de Tecnologías e Información de las Comunicaciones del Ministerio del Interior (Mininter), hasta setiembre de este año se interpusieron 8.275 denuncias por desaparición de mujeres en el Perú, una cifra que representa el 63% de todas las denuncias por desaparición en Perú. Las regiones con más casos registrados son Lima, Lambayeque, Junín, Piura y Cusco. 

Joys Estefani Qqueccaño Huamani, de 24 años, fue reportada como desaparecida el pasado 9 de octubre.

Solo durante la pandemia -desde el 16 de marzo, cuando comenzó el Estado de Emergencia por la Covid-19 hasta fines de setiembre- se registraron 4.996 casos de mujeres desaparecidas, según el Mininter. Sin embargo, esta cifra sería aún más grande, pues muchos casos no se denunciaron por las restricciones de tránsito, y otras denuncias no se configuraron como notas de alerta. 

Este último punto es, precisamente, uno de los principales obstáculos en la búsqueda de personas desaparecidas en el Perú: no todas las denuncias se convierten en una nota de alerta, que es el documento necesario para agilizar la búsqueda e incluye una foto de la víctima, sus características físicas, las circunstancias en que desapareció y los teléfonos de contacto para brindar información.

Por ejemplo, de las 8.275 denuncias por desaparición de mujeres en el Perú en lo que va del año, solo 4.052 (casi la mitad) se convirtieron en notas de alerta de la Policía Nacional. La Defensoría del Pueblo informó que cada dos horas se denuncia la desaparición de una mujer en nuestro país. 

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SIN RASTRO. Estefani Qqueccaño vivía en esta casa junto a sus dos hijas, de 6 y 4 años, pues desde setiembre se había separado de su pareja. 

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DIFÍCIL MISIÓN.La familia Qqueccaño busca desde hace 19 días a Estefani, quien desapareció en su casa de Sicuani, en Cusco. 

 

La comisionada de la Adjuntía para los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo, Isabel Ortíz Urbizagastegui, explicó a OjoPúblico que la situación de las mujeres desaparecidas este año es más complicada que en periodos anteriores. ‘‘El año pasado, el 10% de mujeres víctimas de feminicidio fueron reportadas como desaparecidas. Actualmente, hasta el mes de setiembre, de cada 100 víctimas de feminicidio, 25 habían sido denunciadas como desaparecidas. Es decir, un 25% de casos de feminicidio tiene como antesala una denuncia por desaparición’’, indicó la especialista. 

La comisionada precisó que, si bien el Ministerio del Interior lanzó el Sistema de Búsqueda de Personas Desaparecidas, urge que dicho aplicativo incluya información actualizada sobre los casos, si aparecieron con vida o si hay otro delito relacionado con la desaparición, como trata de personas, explotación sexual o feminicidio. 

Un 25% de casos de feminicidio tiene como antesala una denuncia por desaparición’’, dijo Isabel Ortiz. 

La organización Mujeres Desaparecidas Perú coincide en que se necesita mejorar el sistema de búsqueda. ‘‘Creemos que hay serias deficiencias, porque la información que se otorga a través de la página no cuenta con algunas variables que permitiría analizar la problemática, como la segregación por género, edad, nacionalidad’’, dijo Kathe Soto, fundadora de esta organización. 

OjoPúblico intentó contactar con representantes del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Pero, hasta el cierre de este artículo, no obtuvimos respuesta. 

Búsqueda implacable

 

La desaparición de Estefani Qqueccaño Huamani no ha sido visibilizada en los medios locales, ni por la Policía. La búsqueda es liderada por sus familiares, quienes a través de las redes sociales comparten su foto, solicitando información sobre su paradero. OjoPúblico viajó hasta el distrito de Pampamarca, provincia de Canas, ubicado a tres horas y media de Cusco, para conversar con sus familiares. 

En 2011, cuando Estefani tenía 15 años, falleció su mamá. Entonces, la familia Qqueccaño atravesaba serios apuros económicos y acordó que la menor conviva con Arturo Ccana. Fue una decisión difícil para el padre de Estefani. Pero tomó la decisión, recuerda, convencido de que Arturo Ccana Condori cuidaría de ella. Tres años después, la joven se convirtió en madre por primera vez y, cuando tenía 20 años, volvió a quedar embarazada. En la actualidad las hijas de Estefani están bajo el cuidado de su abuelo. 

Nalda Qqueccaño contó a OjoPúblico que 11 días antes de la desaparición, su sobrina fue víctima de un intento de feminicidio. El padre de sus dos hijas, Arturo Ccana Condori, de 32 años, albañil y devoto de la iglesia israelita, la golpeó con una piedra en la cabeza hasta dejarla inconsciente. Esa noche del 28 de setiembre, explica, Estefani recibió múltiples golpes en la cabeza y otras partes del cuerpo, tras una discusión con su pareja. 

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DEMORA. Estefani Qqueccaño fue reportada como desaparecida el 9 de octubre, pero la Policía no ha priorizado su búsqueda. 

 

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TESIS. El tío de Estefani Qqueccaño, al igual que el resto de su familia, cree que su sobrina pudo haber sido secuestrada por su expareja. 

 

Se habían separado apenas unas semanas antes: Ccana Condori había sido detenido por violar a una  menor de edad, pero fue liberado días después. La noche del 28 de setiembre regresó a la casa donde vivía Estefani con sus hijas, de seis y cuatro años, quienes presenciaron la agresión a su madre. Estefani fue auxiliada por una amiga y su cuñado. Ambos la llevaron al hospital Alfredo Callo Rodríguez de Sicuani, donde permaneció internada tres días. 

Tras la golpiza, la joven madre denunció a Ccana Condori por violencia familiar. Así, el 1 de octubre, la jueza Nelly Yábar Villagarcía, del Segundo Juzgado Civil de Sicuani, dictó medidas de protección para Estefani y sus dos hijas. Entre los argumentos de la magistrada destaca que “el certificado médico concluye lesiones corporales traumáticas recientes ocasionadas por agente contundente”, y por eso se le otorgó siete días de incapacidad médico legal para ella. La jueza dictó, asimismo, una orden de alejamiento para su expareja, pues existía un ‘‘riesgo severo” de posibles ataques contra Estefani.

Luego de la agresión, Arturo Ccana se refugió en el local de la iglesia israelita, localizado en el distrito de San Pedro, provincia de Canchis, después se trasladó a Urcos, en la provincia de Quispicanchi. En este último lugar estuvo trabajando en una obras de construcción civil, según declaró ante la policía el 18 de octubre, cuando fue interrogado por la desaparición de Estefani, en el local de la Depincri. Luego de esa declaración, Ccana Condori volvió a la clandestinidad. 

 

El tiempo corre y Estefani no aparece

 

El 9 de octubre, Jesús Ccana Condori -hermano de Arturo- llevó a las hijas de Estefani a la iglesia israelita. Las niñas pasaron allí la noche y, a la mañana siguiente, al volver a casa, encontraron los vidrios rotos, la puerta abierta y manchas de sangre en la pared. 

La versión del hermano de Arturo es que Estefani le pidió que cuidara de las niñas mientras ella acudía al hospital para que le curen las heridas en su cabeza, ocasionadas por la golpiza que le dio su expareja. Jesús Ccana dice que, por eso, llevó a sus sobrinas a la iglesia y allí pasaron toda la noche. 

Para la congresista Arlette Contreras Bautista -víctima de intento de feminicidio en 2015-, en los casos de mujeres desaparecidas las primeras horas son cruciales. Considera también que el nuevo Sistema de Búsqueda de Personas Desaparecidas aún tiene falencias, como la falta de un presupuesto exclusivo. 

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AUSENCIA. Los juegos de las dos hijas de Estefani Qqueccaño en la casa donde vivían antes de su desaparición. 

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PREOCUPACIÓN. Las dos hijas de Estefani preguntan por el paradero de su madre, mientras su familia redobla esfuerzos para hallarla pronto.

 

“Es un primer paso, pero hay muchos puntos que mejorar. Necesitamos que el sistema sea sostenible en el tiempo, que tenga presupuesto, personal capacitado y que estos registros puedan permanecer en el sistema. Debe ayudar a los familiares de los desaparecidos e involucrar a la sociedad civil y a los colectivos de mujeres”, dijo la parlamentaria a OjoPúblico

El Sistema de Búsqueda de Personas Desaparecidas tiene una pestaña especial para alertas de emergencia, donde se centralizan casos de mujeres que han sido víctimas de ataques previos, tienen alguna condición de salud que agrave su situación o son menores de edad. La nota de alerta de Estefani, pese a encajar en el perfil de una alerta de emergencia, no se encuentra en esta pestaña de la web del Ministerio del Interior, sino en la pestaña general de varones y mujeres reportados como desaparecidos. 

“Durante las primeras horas de la desaparición podemos hacer una alerta para buscarla. Sin embargo, cuando pasan 72 horas, ya no es una emergencia, sino una investigación; porque la persona posiblemente pudo haber sido víctima de un delito. La estadística internacional menciona que entre [las primeras] 3 ó 4 horas de la desaparición es posible encontrar a la persona con vida”, explicó Elsa Huallpacusi, asesora del Mininter. 

 

En busca de justicia

 

La búsqueda de Estefani ha movilizado a toda la familia Qqueccaño. ‘’La gente humilde, pobre, no es escuchada por el Estado. Para la gente que tiene plata sí hay justicia (...) queremos que toda esta situación se esclarezca y nosotros, como familiares, estaremos buscándola’’, dice Nilo Qquecaño, tío de Estefani, mientras sus familiares revisan los documentos de la denuncia por violencia que la joven entabló contra su exconviviente. 

El alférez de la Policía Rodolfo Rodenas, de la Depincri de Sicuani, informó a OjoPúblico que, hasta la fecha, en dicha dependencia tomaron declaraciones a cinco personas sobre la desaparición de Estefani: Jesús Ccana Condori (cuñado de la víctima), Danilo Taipe Tapia (actual pareja de Estefani), Rolando Martínez Puma (amigo), Yeny Champi Ccahuantico (compañera de colegio) y Arturo Ccana Condori (exconviviente y padre de sus hijas). 

Ninguno de los citados fue detenido hasta ahora, pese a que el documento judicial de ampliación de medidas de protección -emitido por el Segundo Juzgado Civil de Sicuani el 23 de octubre- señala a Arturo Ccana como principal sospechoso de la desaparición.

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SIN RESPUESTAS. Estefani Qqueccaño y su expareja acudían a la iglesia israelita de Canchis, en Cusco. 

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JUSTICIA. Los padres de Estefani Qqueccaño solicitan a las autoridades ayuda en la búsqueda de su hija desaparecida hace 19 días.  

 

“Con el fundamento de que la agraviada Joys Estefani Qquecaño Huamani se encuentra desaparecida (...) la misma que desapareció después de haber puesto la denuncia el 29 de setiembre (por violencia familiar), quedando como principal sospechoso de la desaparición el denunciado Artuno Ccana Condori”, se lee en el documento que además otorga la tenencia de las hijas de Estefani y Arturo al abuelo materno, Rene Qqueccaño. 

La historia de Estefani coincide con muchos otros casos de mujeres, que denunciaron violencia familiar antes de desaparecer. Al respecto, Gloria Montenegro, exministra de la mujer, remarcó la importancia de denunciar la desaparición de una niña o mujer durante las primeras horas del hecho, para que la Policía actúe diligencia. “Una vez que se tiene la denuncia de la desaparición de una mujer que ha venido siendo víctima de violencia, tienen que activar el protocolo de investigación y buscar inmediatamente’’, dijo la exfuncionaria. 

La mañana de este sábado 24 de octubre, Nalda Qqueccaño recorre una vez más el patio de la casa de Estefani, esperando encontrar algún indicio que ayude a localizarla. Un columpio rosado se balancea suavemente con el viento de la tarde. En el suelo hay juguetes de sus hijas, ropa y restos  de basura. En el cielo se asoman dos halcones, a la altura del techo de la vivienda. Nalda Qqueccaño espera que no sean aves de mal agüero y que Estefani aparezca pronto con vida.

El viernes 06 de noviembre la policía de Sicuani, en Cusco, halló el cadáver de Estefani Qqeccaño en la casa de su expareja Arturo Ccana. Antes, los vecinos del distrito de Pampamarca realizaron una nueva búsqueda de la joven, en los cerros cercanos a su vivienda, en la comunidad de Pampa Ansa. ‘‘La hoja de coca nos ha dicho que estaba enterrada’’, contó una de las tías de Estefani, quienes desesperadas acudieron a esta práctica ancestral.   

Este mismo día, a las nueve de la mañana,  la policía de Sicuani interrogó a Ccana por segunda vez, y él confesó haber asesinado a su expareja. ‘’Al inicio hemos investigado solo la desaparición. En los primeros interrogatorios el ahora imputado ,[Arturo Ccana] no confesó (...) Hoy, luego de un arduo interrogatorio, ha aceptado haber asesinado a su exconviviente", dijo a OjoPúblico un soboficial que participó en la diligencia.

Tras la confesión del crimen, ocho agentes de la Depincri de Sicuani y personal de la Fiscalía Provincial Penal de Canchis, llegaron a la casa de la familia Ccana Condori, ubicada al frente de la vivienda de Estefani. Ya en el lugar, Arturo Ccana señaló dónde había enterrado a la madre de su hijas. 

La fiscal encargada del caso, Verónica Bellido Mariscal Castillo, trabaja en la elaboración del requerimiento de detención contra el asesino confeso, quien permanece en la sede de la Depincri de Sicuani. La familia Qqueccaño espera justicia por el feminicidio de Estefani.

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