ESPECIE VULNERABLE. El análisis de los datos revela que embarcaciones pescaron por encima del 10% de anchoveta juvenil.

Depredación autorizada: grandes pesqueras extraen anchoveta juvenil sin ser sancionadas

Depredación autorizada: grandes pesqueras extraen anchoveta juvenil sin ser sancionadas

ESPECIE VULNERABLE. El análisis de los datos revela que embarcaciones pescaron por encima del 10% de anchoveta juvenil.

Foto: Sindicato de Pescadores de Chimbote y Anexos

El análisis de una base de datos construida a partir de miles de reportes estadísticos a los que OjoPúblico accedió a través de pedidos de acceso a la información demuestran que entre el 2016 y el 2019 siete grandes corporaciones pesqueras: Tasa, Diamante, Copeinca, Exalmar, CFG, Austral Group y Hayduk, han registrado el número más alto de pesca de anchoveta juvenil. Un decreto supremo publicado el 2016 por Produce durante el gobierno de PPK dejó sin efecto las multas para las empresas que extraen anchoveta juvenil por encima del 10% permitido.

19 Julio, 2020

El 14 de noviembre del 2016 el hoy investigado expresidente Pedro Pablo Kuczynski y su entonces ministro de la Producción, Bruno Guiffra, anunciaron medidas para frenar la captura de anchoveta juvenil, una actividad prohibida que pone a la especie al borde de la depredación.

En ese momento la legislación establecía sanciones para las embarcaciones que pescaban ejemplares de un tamaño menor a los 12 centímetros y para aquellas que tenían más del 10% de anchovetas juveniles infiltradas en sus redes; pero ese día, con la aprobación del Decreto Supremo 024, se dejaron sin efecto las multas para quienes comunicaran al Ministerio de la Producción (Produce) si habían extraído individuos juveniles por encima del tope permitido.

En su momento, el entonces ministro Giuffra justificó la medida y aseguró que, con dichas alertas, se podrían ordenar cierres temporales y por zonas. Así evitarían que más embarcaciones tiren sus redes en el mismo lugar o que arrojen los juveniles al mar por temor a ser sancionadas cuando lleguen al puerto. Sin embargo, el análisis de una base de datos construida a partir de miles de reportes estadísticos a los que OjoPúblico accedió a través de pedidos de acceso a la información demuestran que desde el 2016 hasta el 2019, aquella norma no frenó la depredación. 

 

Un polémico decreto 

 

El 13 de mayo se inició la primera temporada de pesca de anchoveta de este año. Al primero de junio Produce había informado que se cerraron 28 zonas de pesca en el sur para garantizar “la sostenibilidad del recurso”, es decir, las embarcaciones habían pescado anchoveta juvenil por encima de los topes permitidos y por eso era necesario cerrar el área. Si bien antes esto hubiera sido motivo de reclamos de los pescadores y sus dirigentes, en tiempos de pandemia ellos han priorizado reclamar por protocolos que les permita protegerse del nuevo coronavirus, antes que por la anchoveta juvenil. 

 

 

Según el decreto del 2016 las embarcaciones notifican la pesca prohibida en las bitácoras electrónicas que llenan de modo obligatorio cuando realizan una cala, es decir, cada vez que echan sus redes al mar. OjoPúblico construyó una base de datos con los 266.034 registros que empresas y pescadores de todo el país anotaron en dichos reportes desde que se aprobó la norma hasta julio del 2019. El análisis de lo declarado revela que 52.028 calas (el 20% del total) contenían pesca de anchoveta juvenil por encima del límite permitido.

Los datos también detallan que el 85% de las 948 naves que se hicieron a la mar en este periodo pescaron juveniles, incluso en forma sistemática, pero no fueron sancionados porque avisaron a Produce. Por el contrario, pudieron conservar todo lo que capturaron. De acuerdo a la información analizada, las embarcaciones que reportaron el mayor número de pesca de anchoveta juvenil pertenecen a las siete corporaciones pesqueras más importantes del Perú. Estas concentran la exportación de harina y aceite de pescado derivado de la pesca de anchoveta y que solo el 2018 les permitió facturar un total de 1.630 millones de dólares.

Estas son Tecnológica de Alimentos S.A. (Tasa), propiedad de uno de los grupos económicos más importantes del país: Breca, con inversiones en banca, minería y el sector salud; Pesquera Diamante, que pertenece al fondo de inversión privado Enfoca; Corporación Pesquera Inca (Copeinca), del conglomerado China Fishery y NG de Hong Kong; y CFG Investment, vinculada a los mismos capitales chinos y al grupo internacional Pacific Andes.

La lista la completan Austral Group, miembro del grupo noruego Austevoll Seafood ASA; Pesquera Hayduk, fundada por Eudocio Martínez Torres y cuya familia es cercana a Keiko Fujimori; y Exalmar, propiedad del empresario Víctor Matta Curotto y que tiene entre los miembros de su Directorio a Cecilia Blume Cillóniz, economista y amiga de Pedro Pablo Kuczynski. Incluso, él mismo fue director de la pesquera entre junio del 2014 y noviembre del 2015, antes de lanzar su candidatura a la presidencia.

El análisis de OjoPúblico revela que el 20% de todas las calas contenían pesca de anchoveta juvenil por encima de lo permitido.

Las embarcaciones de estas empresas reportaron calas con anchoveta juvenil por encima del tope permitido, en porcentajes que van del 21% al 32% del total de veces que lanzaron sus redes al mar. Si este tipo de pesca se hubiera registrado antes de noviembre del 2016, las compañías habrían sido sancionadas. Sin embargo, el decreto 024 les permite desde ese año avisar y no ser multadas ni investigadas. 

La embarcación pesquera Don Luis, de propiedad de la empresa Austral Group, ocupa el primer lugar en reporte de pesca de anchoveta juvenil en el periodo analizado. De las 530 calas de pesca que sus propios pescadores reportaron, en el 51.89% declararon haber extraído juveniles por encima del límite permitido. Incluso hay reportes de calas con juveniles por encima del 80%.

Esta embarcación, con capacidad de bodega de 500 toneladas, según Produce, registra tres sanciones por exceder los porcentajes establecidos de captura de ejemplares en tallas menores a las contempladas. Las multas le fueron aplicadas entre el 2006 y 2009, cuando no existía el decreto 024 y estaba vigente otro reglamento que sí las sancionaba.

Consultados sobre el tema, la pesquera Austral le dijo a OjoPúblico a través de un correo electrónico que los reportes en cuestión “constituyen un informe primario y muy básico”, y que el control oficial es el que se realiza en puerto, a cargo de una entidad certificadora designada por Produce". Agregaron que no pescan anchoveta juvenil de manera intencional, porque eso implicaría completar más pronto el límite global, que traería consigo el cierre de la temporada de pesca.

 

Pesca_Anchoveta

DEPREDACIÓN. Imágenes como esta, de pesca de anchoveta juvenil, fueron constantes en la temporada del 2019, informaron los pescadores.
Foto: Sindicato de Pescadores de Chimbote y Anexos
 

 

“La pesca involuntaria de juveniles siempre se dará, pero lo importante es que desde el 2016 se cuenta con un tope máximo de captura de juveniles”, acotó. Vale precisar que antes de la emisión del decreto 024 solo había un límite máximo del 10% de captura incidental de anchoveta juvenil por embarcación pero no un límite global de pesca juvenil; sin embargo, luego de que se promulgara la norma en cada temporada de pesca se establece también un porcentaje límite global de pesca juvenil, de tal modo que si las embarcaciones en conjunto superan este último porcentaje se tendría que cerrar la temporada de pesca.

 

Más juveniles, más pesqueras

 

Una vez autorizada la pesca por el Ministerio de la Producción, las embarcaciones con permiso vigente salen al mar en busca de la anchoveta. Para llenar sus bodegas necesitan ubicar zonas donde hay recurso y hacer varias calas, o sea lanzar una, dos, tres o cuatro veces sus redes al agua y capturar los peces. Lo ideal es que estos tengan tallas por encima de los 12 centímetros, que determina la adultez de la especie.

La data analizada revela que durante la primera temporada de pesca de anchoveta del 2019 se reportaron 1.025 calas con pesca en la zona denominada Paracas (Ica). De esas el 87% (892) tenían juveniles por encima del tope permitido. La captura de esta especie en etapa prohibida pone en riesgo el recurso, pues estos no llegan a adultos y en consecuencia no pueden reproducirse.

Esa temporada de junio tuvo una alta incidencia de este tipo de pesca, pero no solo en Paracas. En Ocucaje, también ubicada en Ica, se presentaron 424 reportes, de los cuales 408 fueron anchoveta juvenil.

Un análisis más detallado permite tener una idea del comportamiento de las embarcaciones. El 9 de junio en Ocucaje se hicieron 165 calas con pesca, de estas solo una tenía anchovetas del tamaño adecuado. Todas las embarcaciones que estuvieron en esa zona realizaron entre tres a cuatro calas cada una, y casi en todas pescaron juveniles, lo que pone en evidencia que a pesar de que en una primera pesca las naves capturaron anchoveta juvenil, volvieron a hacerlo una y otra vez en la misma zona y evidentemente con el mismo resultado.

 

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TALLA MÍNIMA. El tamaño normado para la pesca de anchoveta es a partir de 12 centímetros, pero esta imagen muestra ejemplares de talla menor. 
Foto: Sindicato de Pescadores de Chimbote y Anexos

 

“Podría ocurrir, (pero) nosotros no promovemos ese tipo de prácticas”, dijo a OjoPúblico el gerente general de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), Jorge Risi Mussio, cuando le mostramos algunos ejemplos de lo antes mencionado, no obstante también consideró importante conocer los puntos exactos donde ocurrieron esas faenas. Agregó que diariamente su organización envía a sus asociadas un reporte de calas, mostrando las zonas de alta incidencia de juveniles, por lo que estas deberían reducir su ‘participación’ en ese sector o abandonarlo.

En junio del 2019 se reportaron 1.025 calas en Paracas, de estas el 87% tenía juveniles por encima del 10%.

Pero el siguiente caso demuestra que no necesariamente sus asociadas atienden estas recomendaciones. El 10 de junio la embarcación Tasa 210 lanzó dos veces sus redes al mar en Cerro Azul para pescar anchoveta: en la primera reportó 10 toneladas, con una incidencia del 37% de juveniles. En la segunda informó una captura de 30 toneladas, con 38% de juveniles. No fue la única embarcación de esa empresa que pescó esa mañana anchovetas prohibidas en esa zona: la Tasa 17, la Tasa 111 y la Tasa 21 hicieron lo mismo, entre las 6 y 7 de la mañana. 

En su defensa Tasa indicó que una zona de pesca es muy amplia, por lo que consideraron necesario tener en cuenta los lugares exactos (coordenadas) donde se pescó. Aseguran que la distancia entre el lugar donde la Tasa 210 realizó la primera y segunda cala fue de 5 millas náuticas (9.26 km), y que pasó lo mismo con sus otras embarcaciones. Agregó que informaron de esta pesca juvenil, lo que permitió que ese mismo día se cierre esa zona.

Otro caso concreto pasó con la embarcación Maru, de la empresa CFG-Copeinca Investment. El 9 de junio del año pasado sus pescadores a bordo realizaron cuatro calas en la zona de pesca Ocucaje, capturando en todas anchoveta juvenil en porcentajes del 15% al 57%. Esta misma embarcación días previos (5, 6 y 7 de junio) se desplazó por Changuillo, Marcona, Santiago, Ocucaje y Paracas e hizo nueve calas de anchoveta juvenil en porcentajes del 19% al 85%.

 

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CAPTURADOS. La anchoveta se queda entre las redes cuando tiene un tamaño menor al permitido para su captura, los pescadores la llaman 'peladilla. 
Foto: Sindicato de Pescadores de Chimbote y Anexos

 

La responsable de Comunicaciones de CFG-Copeinca respondió a OjoPúblico que la empresa “cumple estrictamente con todas las regulaciones nacionales de pesca”, y que su Gerencia de Flota indica que la información en relación a los movimientos y calas de la embarcación “no se ajustan a los movimientos de la nave”. No obstante, los reportes que tiene este medio son oficiales, entregados por Produce.

Los datos también revelan que el 13 de junio del 2019 tres embarcaciones de la Pesquera Hayduk (la Bamar I, Bamar II y Bamar IV) pescaron anchoveta juvenil 11 veces en la zona de pesca Sechura (Piura), en porcentajes que van del 23 al 69%. La Bamar I la tarde del día siguiente estuvo en el sector Mórrope (Lambayeque) e hizo tres calas, capturando anchoveta juvenil en porcentajes del 37 al 51%. 

El análisis también expone que el 13 de junio del 2019 tres embarcaciones de Pesquera Hayduk extrajo anchoveta juvenil 11 veces en Sechura.

En sus descargos, Hayduk dijo a OjoPúblico que sus embarcaciones cuentan con ecosondas que monitorean el cardumen y generan un estimado del porcentaje de juveniles y pesca adulta. Sin embargo, existe un margen de error. Sobre las calas en cuestión aseguró que no incurrieron en ninguna infracción ni mala práctica extractiva, y que estas se realizaron en “distintas posiciones y/o coordenadas en la zona de pesca”. “Rechazamos cualquier afirmación que no se encuentre acorde con nuestros reportes oficiales”, señalaron.

 

 

Cierres no tan inmediatos

 

Jorge Risi Mussio, gerente general de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) -entidad que agrupa a las más importantes empresas pesqueras del país- señaló que no han identificado prácticas como las señaladas en este reportaje y que tampoco las promueven. “Existe el compromiso de las empresas de movilizarse cuando identifican juveniles en una zona. Vamos a hacer una revisión interna para poder hacer un análisis para ver cómo está evolucionando”, dijo en una entrevista a OjoPúblico.

Por su parte, en una entrevista concedida mientras se analizaba la data usada para este reportaje, el entonces titular de la Dirección General de Supervisión, Fiscalización y Sanción del Viceministerio de Pesca y Acuicultura, José Humberto Romero Glenny, señaló que lo ideal es que si una nave captura en su primera cala anchoveta juvenil debe salir de esa zona sin realizar una segunda pesca, no obstante reconoce que no hay norma que permita sancionarla si lo vuelve a hacer. “No, ahí no está establecido que se le sancione al administrado, pero eso juega en negativo para todos los administrados”, indicó. 

El ex funcionario explicó que si las embarcaciones pescan grandes cantidades de este recurso en tamaño menor al permitido hay más posibilidades de que completen la cuota global de anchoveta juvenil y la temporada se tendría que cerrar.

La embarcación pesquera Don Luis, de propiedad de Austral Group, ocupa el primer lugar en reporte de pesca de anchoveta juvenil en el periodo analizado.

Cuando se emitió el Decreto 024, el entonces ministro Bruno Giuffra destacó que este nuevo sistema permitiría el cierre inmediato de las zonas de pesca si es que se reportaba alta incidencia de juveniles. “A mí no me interesa la recaudación por multas. Mi actitud no es punitiva sino más bien productiva”, comentó.

Romero Glenny coincidió con este punto de vista, pues en diálogo con OjoPúblico calificó la norma como positiva, pues asegura que esta permite tener información en tiempo real de la pesca de anchoveta juvenil y ordenar la veda temporal donde hay alta incidencia de juveniles.

Sin embargo, los datos que analizamos para este reportaje dicen lo contrario: el 29 de noviembre del 2016 un total de 39 embarcaciones navegaron y pescaron en la zona de pesca Guadalupito (La Libertad). Ahí en conjunto lanzaron 50 veces sus redes al mar y en 42 de estas reportaron haber capturado anchoveta juvenil. Al día siguiente, en la misma zona se hicieron 59 calas más, en 48 de ellas se advirtió la extracción de juveniles. Es decir, durante dos días seguidos se realizó pesca de juveniles sin que se ordenara el cierre de la zona, como dispone el Decreto 024.

 

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DISCURSO. El entonces ministro Giuffra dijo que la norma permitiría el cierre inmediato de las zonas con alta incidencia de pesca juvenil, pero eso no ha ocurrido.  
Foto: Andina

 

Una muestra más son los reportes del 19 de junio del 2019 en la zona Paracas. Ese día se reportaron 100 calas con pesca, todas de anchoveta juvenil; sin embargo, no se cerró la zona. Al día siguiente, el 20 de junio, se hicieron 30 calas más, 28 de anchoveta juvenil. 

Estos dos casos muestran que no siempre se cierran las zonas de pesca ante la captura de anchoveta juvenil. Pero habría también que analizar si es que los cierres temporales, que duran unos pocos días y que son presentados como la solución para la no depredación del recurso, realmente sirven, más aún si se tiene en cuenta que la anchoveta crece un centímetro al mes.

El análisis de la base de datos construida por OjoPúblico muestra que al encontrarse alta incidencia de juveniles, del 11 al 18 de junio del año pasado, se decretó la veda en Ocucaje. Sin embargo, cuando se retomó la pesca, el 19 de junio, la incidencia de juveniles continuó siendo alta.

El gerente general de la Sociedad Nacional de Pesquería comentó que no han hecho un análisis de la reapertura de la zona vedada temporalmente, pero está convencido de que si se vuelve a encontrar juveniles, entonces se dará una veda más prolongada. 

 

Evaluación de la norma

 

El secretario general del Sindicato de Pescadores de Chimbote, Lorenzo Vásquez Contreras, pescador activo, señala que la norma no preserva el recurso, pues si bien las embarcaciones ya no arrojan la anchoveta juvenil al mar para evitar la sanción, la práctica ahora es pescar juveniles, comunicar a Produce y seguir pescando sin recibir ninguna sanción. 

“Este decreto lo sacó el exministro Giuffra para favorecer a los industriales harineros, porque antes había una sanción cuando capturabas pesca juvenil, ahora basta con reportarlo”, acusó el dirigente.

La Sociedad Nacional de Pesquería (SNP)  insiste en que la pesca juvenil ocurre de manera “incidental”, porque no existen instrumentos que permitan determinar la composición del cardumen antes de su extracción. “Lo que prioriza esta norma es la obtención de información que permita la adopción de medidas oportunas de protección de la especie, más allá de sanciones que no tienen ningún impacto positivo en (su) conservación”, respondió la SNP a través de un correo electrónico. 

Este decreto lo sacó el exministro Giuffra para favorecer a los industriales harineros", acusó el secretario general del Sindicato de Pescadores de Chimbote, Lorenzo Vásquez.

“Que no te multen no es beneficio, cuando te multan por algo que no puedes controlar… El quitártela es lo justo”, argumentó el gerente general de la SNP en diálogo con OjoPúblico, quien además, reconoció que en efecto “hoy día no te sancionan si es que reportas pesca juvenil”.

 

 

Por su parte, el economista Juan Carlos Sueiro, director de Pesquerías de Oceana, organización internacional que defiende la conservación de los océanos, considera que a tres años de haberse emitido la norma, es necesario que Produce evalúe el comportamiento de la flota pesquera antes de las vedas temporales, para determinar si al detectar anchoveta juvenil dejan de pescar o lo siguen haciendo hasta el cierre.

Comenta que antes, cuando se pescaba anchoveta juvenil, esta se arrojaba al mar porque había sanción y como se avisaban entre sí las embarcaciones, entonces ya no se pescaba en esa zona, pero con este decreto pescan varios y después avisan. “Ese es el argumento que he escuchado, entonces habría una mayor extracción antes de avisar, aunque antes era indeterminado”, señala.

Aunque calificó como positiva la norma, el extitular de la Dirección General de Supervisión, Fiscalización y Sanción, José Romero, también terminó por admitir que esta no pone tope a la pesca de anchoveta juvenil, de tal modo que se podría pescar un 100 %, como muestran los reporte de calas, y no habría sanción alguna. 

 

OjoPúblico: ¿Si avisan haber pescado juveniles, simplemente no hay sanción?

Romero: Ya no hay infracción, efectivamente.

OjoPúblico: ¿Esto no importa así pesquen el 90% de juveniles?

Romero: Como le vuelvo a repetir, eso no sucede en la práctica.

La data que nos entregó el mismo Ministerio de la Producción muestra que de 266 mil calas realizadas desde que entró en vigencia la norma hasta julio del 2019 en un total de 52 mil se reportaron algún porcentaje de pesca juvenil de anchoveta. De estas 706 fueron en porcentajes que van desde el 90 al 100%.

Romero, quien dejó el cargo en mayo de este año, concluyó señalando que “todo es perfectible”, de tal modo que si había algo que mejorar en la norma, lo harían.

 

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