Las Bambas y los hoteles fantasma del distrito minero más rico en Apurímac

Decenas de familias de Challhuahuacho, en la región Apurímac al sur de Perú, se endeudaron por transformar sus viviendas en hospedajes para los trabajadores del proyecto minero Las Bambas, pero el negocio no prosperó como esperaban.

CORAZÓN DE LOS ANDES. Vista panorámica del distrito de Challhuahuacho.

CORAZÓN DE LOS ANDES. Vista panorámica del distrito de Challhuahuacho.

Foto: Leslie Moreno.

En Challhuahuacho, un pequeño distrito al sur de Perú, uno respira el polvo de los restos de cemento generados por paredes a medio construir. En el suelo, pedazos de piedra y ladrillo acompañan el recorrido y advierten a los transeúntes del peligro de un tropiezo accidental. Las calles estrechas de esta localidad, ubicada en las alturas de Apurímac, completan la ruta que siguió Ojo-Publico.com para conocer el impacto del boom de la minería en las comunidades de esta región.

El proyecto Las Bambas, la inversión más grande de la minería en la historia del Perú -estimada en más de US$10 mil millones durante el gobierno de Ollanta Humala– no solo representó una oportunidad única para elevar los índices económicos del país frente a los ojos del mundo, sino también la posibilidad de que decenas de familias, entusiasmadas por el proyecto, invirtieran en nuevos negocios para mejorar su calidad de vida.

Hoy, tres años después de aquellos días de optimismo por la inversión de Las Bambas, no todos los habitantes de Challhuahuacho han logrado generar las ganancias esperadas tras el inicio de las operaciones de la mina.

Llegar a Challhuahuacho no es sencillo. Este distrito se ubica a más de 200 kilómetros de Abancay, capital de la región Apurímac. Si el viaje inicia en Lima, primero hay que tomar un vuelo de poco más de una hora hasta Cusco, luego trasladarse en colectivos que siguen una ruta de nueve horas por carretera a más de 3.600 metros de altura. Solo existe un aeropuerto en Apurímac, una de las zonas más ricas del Perú, y está ubicado en Andahuaylas, a casi tres horas de la capital Abancay.

Ojo-Publico.com llegó hasta Chalhuahuacho, recorrió sus calles y confirmó cómo la inversión de Las Bambas ha generado un cambio urbanístico en un distrito creado en 1994 y que actualmente tiene más de siete mil habitantes. Esto debido a la gran cantidad de hoteles u hospedajes abiertos en esta localidad con la esperanza de recibir a todas las personas que se dedicarían a trabajar en la mina.

APURÍMAC. La localidad de Challhuahuacho es un distrito que tiene un hospedaje u hotel por cada dos cuadras transitadas. 
Foto: Ojo-Publico.com 


Entrevistado sobre el tema, el gobernador regional de Apurímac, Wilber Venegas Torres, dijo a Ojo-Publico.com que la sobreoferta hotelera no afectó a personas que crecieron en Apurímac sino a migrantes de otras regiones del sur que no calcularon la prosperidad del negocio. "Cada uno es reponsable de cómo invierte. No nos podemos endeudar irresponsablemente y [pedir] que luego las autoridades solucionen nuestros problemas", afirmó Venegas.

La realidad muestra familias que apostaron por la construcción de hoteles en lugares en donde antes tenían sus viviendas. En Challhuahuacho –que tiene un área de casi 440 kilómetros cuadrados– hay un hospedaje u hotel por cada dos cuadras.

La sobreoferta de hoteles en este pequeño distrito ha tenido un impacto negativo para las personas que invirtieron creyendo que los trabajadores del proyecto minero Las Bambas ocuparían los hoteles y hospedajes que hoy lucen completamente vacíos. A pesar de que hubo un crecimiento menor del negocio, la Municipalidad de Challhuahuacho desconoce las cifras actuales de los hospedajes que funcionan en la zona. 

En octubre de 2017, Ojo-Publico.com solicitó a la municipalidad de Challhuahuacho el listado de hoteles que dijo poseer el jefe de la Unidad de Rentas de la misma comuna, César Sierra Palomino. Al cierre de esta publicación, el pedido no había sido contestado. Sin embargo, en la entrevista a dicho funcionario se advirtió que el municipio no tenía un área de catastro que sistematice estos datos y por lo tanto no conocen el tipo de servicio que brindaban los hospedajes. 

Algunas familias de Challhuahuacho, con el objetivo de ampliar sus negocios en el corto plazo, pidieron préstamos a las cajas municipales que se encuentran a unas cuadras de la plaza de armas de la zona y señalaron que ahora los pocos ingresos que tienen les sirve para pagar las deudas adquiridas. Es decir, trabajan para cancelar una inversión que no tendrá ganancia en el corto plazo.


MUNDO HOTEL. Diferentes tipos de hospedaje ubicados en el distrito de Challhuahuacho en la región Apurímac. 
 
Foto: Ojo-Publico.com 

Para confirmar esta información, Ojo-Publico.com entrevistó a más de 30 dueños o representantes de los hospedajes de Challhuahuacho y llegó a conocer las características principales de este negocio: los rangos de precios de las habitaciones oscilan de 20 a 30 soles por noche, cuentan con servicios básicos en ambientes construidos para 15 o 20 habitaciones, los clientes que se hospedan por lo general son trabajadores de la mina. Asimismo, la mayoría de los entrevistados coincidió en que antes de ser hoteles los espacios funcionaban como vivienda de los dueños.

En algunos casos no se encontró a los administradores del hospedaje. Sin embargo, ellos habían colocado letreros con la información de su contacto telefónico y su nombre para que fuera visto por cualquier interesado en pasar la noche en su hotel.   

Los entrevistados coincidieron en que al inicio el negocio hotelero era auspicioso porque creyeron que la operación de Las Bambas traería a una gran cantidad de trabajadores a sus alojamientos. Esto finalmente no ocurrió.

“En el período (de construcción) se requirió albergar a gran cantidad de trabajadores pertenecientes a empresas contratistas, los cuales se hospedaron en Challhuahuacho”, dijo MMG Limited, firma de capitales chinos a cargo de las operaciones, a Ojo-Publico.com. En la actualidad, sin embargo, la realidad es otra. El proyecto, que ya se encuentra en etapa de explotación, no requiere de personal que pernocte en el distrito.

MOLES. En el distrito de Challhuahuacho el precio de las habitaciones oscila de 20 a 30 soles la noche.
Foto: Ojo-Publico.com

 

Challhuahuacho, un distrito millonario

El clima político de la zona también está agitado en la municipalidad.  A fines de marzo, el Poder Judicial ordenó 12 meses de prisión preventiva para el alcalde en funciones de Challhuahuacho, Antolín Chipani Lima, por delito de lavado de activos. Al exfuncionario se le encontraron más de S/ 12 mil en su domicilio, dinero que no pudo justificar. Chipani Lima ahora está recluido en el penal de San Idelfonso de Abancay (Apurímac).

En la cárcel lo acompaña su exsecretario municipal, Dionisio Maldonado Lima, también acusado de blanqueo de activos y a quien se le hallaron más de S/ 50 mil sobre los que no pudo demostrar su procedencia. 

Los ingresos que recibe la municipalidad de Challhuahuacho por regalía minera contractual –desembolso que realizan las mineras por sus actividades extractivas– muestra un incremento considerable en los últimos cinco años. 

En 2013, Challhuahuacho recibió más de S/800 mil, y este año el presupuesto aumentó en 73 veces: S/59 millones. Es uno de los distritos más ricos de la zona sur andina del Perú, pero la bonanza económica parece solo haber llenado las arcas municipales y, en ciertos casos, los bolsillos de sus autoridades.



NO MENTIR, NI ROBAR. Frontis de la Municipalidad de Challhuahuacho (Apurímac).
 
Foto: Ojo-Publico.com 

MMG Limited augura un año auspicioso para el proyecto. A fines de enero, la compañía indicó que la producción de cobre de todo 2017 había incrementado en 19% respecto al 2016. Sin embargo, no siempre hubo buenas noticias para Las Bambas.

Durante el desarrollo del proyecto también se generó un conflicto social que estalló en 2015, registró tres fallecidos y heridos en las protestas de comunidades del distrito de Challhuahuacho pues consideraron que la empresa no había cumplido con sus promesas para mejorar su calidad de vida. La demanda de los miembros de las comunidades de dicha región también se ha centrado en la potencial contaminación hídrica de la zona luego de haberse modificado el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto sin consentimiento de la población. 

La empresa dijo a Ojo-Publico.com, a través de un correo electrónico, que en 2017 “ejecutaron un aproximado de 65 compromisos en las comunidades de Challhuahuacho” y que se tienen “firmados acuerdos para impulsar el desarrollo local”. Sin embargo, y de acuerdo al último informe mensual de la Defensoría del Pueblo, el conflicto sigue latente y las exigencias no han cambiado: los pobladores de las comunidades consideran que la empresa no ha cumplido con los acuerdos y la información sobre la tercera modificación del EIA de Las Bambas.

En medio de la bonanza económica por el proyecto minero más grande en la historia del Perú, y a pocos meses de las elecciones regionales, decenas de pobladores conviven con la incertidumbre de una inversión sobre la que apostaron tantas expectativas como los funcionarios de Las Bambas con su operación extractiva. 



* Este reportaje se realizó gracias al apoyo del Lincoln Institute Land Policy y el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys).

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