El componente activo de la ayahuasca es estudiado para tratar la depresión severa

Un estudio científico ha revelado las imágenes más claras sobre qué es lo que ocurre en el cerebro bajo los efectos de la dimetiltriptamina (DMT), el componente psicoactivo de la ayahuasca. Los investigadores encontraron que este compuesto alucinógeno tiene efectos en las funciones cognitivas —encargadas de recibir y procesar la información— y límbicas —encargada de regular las emociones— del ser humano. Por ello, destacan su potencial uso para el tratamiento de trastornos mentales, como la depresión severa. Especialistas consultados por OjoPúblico resaltan que este tipo de estudios ayudan a derribar los mitos y prejuicios que existen en entornos médicos sobre la ayahuasca, y que es necesario enfatizar más en la relevancia del saber tradicional indígena y reconocer el amplio y profundo conocimiento que las comunidades poseen sobre el correcto uso del compuesto.

CONOCIMIENTO ANCESTRAL. Investigación obtuvo las imágenes más completas hasta la fecha de los efectos del compuesto activo de la ayahuasca, la dimetiltriptamina.

CONOCIMIENTO ANCESTRAL. Investigación obtuvo las imágenes más completas hasta la fecha de los efectos del compuesto activo de la ayahuasca, la dimetiltriptamina.

Ilustración: OjoPúblico / Claudia Calderón

Las propiedades curativas de la ayahuasca han sido utilizadas por comunidades indígenas por milenios. Richard Soria, sabio y docente shipibo de la comunidad Panaillo en Ucayali, explica que este preparado hecho a base, principalmente, de dos plantas: ayahuasca y chacruna, permite que la persona que lo ingiere visibilice e identifique los traumas o situaciones que le causan estrés, agobio o enfermedad.

“El ayahuasca significa la liana de los espíritus. Es una planta milenaria que nuestros abuelos han descubierto y que te abre un mundo donde puedes ver el pasado, el presente y el futuro”, cuenta Richard Soria, quien inició su interés en la ayahuasca en 1998.

Por mucho tiempo, se ignoraba cómo se producían estas experiencias psicodélicas que causa la ayahuasca. Pero un reciente estudio obtuvo las imágenes más claras, que permiten entender qué es lo que ocurre en el cerebro cuando las personas reciben la dimetiltriptamina (DMT), el compuesto activo del brebaje que se obtiene en combinación con la planta chacruna.

El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), recurrió a dos formas de obtención de imágenes cerebrales: el electroencefalograma y la resonancia magnética funcional, y permitió recopilar la información más completa, hasta la fecha, sobre qué partes del cerebro se activan luego de que la persona ha recibido una inyección de DMT.

Se ha descubierto que tales experiencias se correlacionan con cambios en las creencias y la salud mental”, indican los autores.

Los investigadores encontraron en las imágenes obtenidas que la parte del cerebro asociada a funciones cognitivas, como el lenguaje y la planificación, se desregula, mientras que en paralelo se activa la parte asociada al sistema límbico, que está vinculado con la sensorialidad y las emociones. Todo ello ocurre con la persona consciente.

“La inyección con DMT induce un estado de conciencia profundamente inmersivo y radicalmente alterado”, afirman los autores del estudio.

De acuerdo con David Lira, neurólogo del Instituto Peruano de Neurociencias, esta conclusión hace referencia a que la aplicación intravenosa de DMT produce, después de unos minutos, la sensación de vivir más intensamente cualquier emoción o situación.

“Aumenta la sensibilidad a los estímulos y hace percibir cosas reales o irreales sin afectar la conciencia. La persona sigue estando despierta y sabe que está percibiendo esos efectos”, explica.

Estos hallazgos han sido anteriormente relatados por chamanes y personas que han participado de la ceremonia de la ayahuasca en las comunidades indígenas. Por ello, Carol Zavaleta, especialista en salud intercultural, destacó la importancia de que se utilice tanto el conocimiento tradicional indígena y el conocimiento científico para comprender los resultados de la producción científica.

“El artículo habla de la parte cognitiva y el sistema límbico; este último tiene que ver justamente con esa parte que la persona no es capaz de alcanzar cuando está despierta. La ayahuasca es esta medicina que nos conecta con ese mundo que, en la medicina biomédica, se entiende como el mundo inconsciente”, precisa Carol Zavaleta.

Ilustración: OjoPúblico / Claudia Calderón

 

Efectos cerebrales

 

El estudio, publicado el 20 de marzo en la revista PNAS, halló, en principio, que este compuesto alucinógeno la dimetiltriptamina tiene efectos en las áreas del cerebro, desarrolladas más recientemente por el ser humano, que se encargan de las funciones cognitivas.

“Estos hallazgos sugieren que los efectos subjetivos de los psicodélicos dependen de la desregulación de las cortezas de asociación”, concluyeron.

El neurólogo David Lira explica que, al hablar de desregulación, se hace referencia a que las partes nuevas que tienen que ver con el lenguaje y con la planificación se apagan.

Este estudio va a ayudar a superar muchos de los mitos que se tiene sobre la ayahuasca”, afirma David Lira.

En paralelo, el estudio señala que la desregulación de la función cognitiva del cerebro sugiere que los sistemas conocidos como límbicos —los asociados a las emociones— se desinhiben.

“Por eso es que tienen sueños, porque apagan sus funciones mentales superiores por así decirlo, pero están conscientes. Es decir, la persona está despierta mientras apaga su función cognitiva y, en paralelo, se encienden las zonas más antiguas del cerebro. Al ocurrir esto se desarrollan una serie de experiencias que incluyen visiones y alucinaciones”, precisa el médico del Instituto Peruano de Neurociencias.

El estudio de las imágenes detalló, además, los principales cambios en la actividad cerebral. Por ejemplo, los autores de la investigación resaltaron que, luego de la inyección con DMT, se produce una hiperconectividad global.

El cerebro empieza a evocar imágenes sin la necesidad de que exista algún estímulo, como sí ocurre cuando la función cognitiva está activa y necesita que se pronuncie una palabra para evocar imágenes de lo que se está hablando.

Para esta investigación científica se reunió a 20 voluntarios sanos en el Centro de Imágenes Clínicas del Imperial College, en Londres. En dos sesiones distintas y, de manera aleatoria, se les inyectó 20 miligramos de la dimetiltriptamina (DMT) o 10 mililitros de solución salina estéril que funcionó como placebo, es decir, no generaba ningún efecto.

Foto: Minsa

MÉTODOS. Los investigadores utilizaron un tipo específico de resonancia magnética y de encefalografía que les permitió identificar los cambios en el cerebro.
Foto: Minsa

 

Luego, a través de encefalogramas y resonancias magnéticas funcionales, monitorearon lo que ocurría en los cerebros de los voluntarios antes, durante y después de la inyección. “Se realizaron registros simultáneos desde ocho minutos antes hasta 20 minutos después de la inyección de DMT/placebo”, explican los autores del estudio.

El neurólogo David Lira afirma que ambas metodologías para obtener imágenes del cerebro sirven para verificar que lo que se encuentra en la resonancia funcional (fMRI) también aparece en el encefalograma (EEG).

En esa línea, el estudio destaca que “los cambios en las principales propiedades neurofisiológicas medidas por EEG se correlacionaron con cambios específicos en varias métricas de fMRI, lo que enriqueció nuestra comprensión de la base neuronal de los efectos de DMT”.

Por ello, los autores destacan la posibilidad de usar el compuesto psicoactivo DMT de la ayahuasca en el tratamiento de trastornos mentales como la depresión severa.

“Se ha descubierto que tales experiencias ontológicamente impactantes se correlacionan con cambios posteriores en las creencias metafísicas y la salud mental”, indican.

 

De las ceremonias a los consultorios

 

La ayahuasca es usada desde hace milenios por nuestros ancestros. Tabea Casique, índigena asháninka responsable de los programas de salud intercultural de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), cuenta que este preparado se utiliza en diferentes comunidades de la Amazonía y que también tiene un valor médico.

“Se toma la ayahuasca para que, mediante las visiones, se pueda conocer qué tratamiento es necesario para cada paciente. A través del brebaje y de las visiones que provoca, sabemos las plantas específicas que se deben usar para cada enfermedad”, explica.

La investigación científica con la dimetiltriptamina supone un paso importante para su posible aplicación en el tratamiento de la salud mental. Sin embargo, existen diferencias claves con su uso en las comunidades indígenas y la medicina moderna que abren nuevas fronteras de estudio.

La ayahuasca nos conecta con ese mundo que en la medicina biomédica se entiende como el mundo inconsciente”, dijo Carol Zavaleta.

En principio, los autores del estudio aclararon que la dosis aplicada de DMT fue alta y a través de vía endovenosa. “La mayoría de las investigaciones en humanos con DMT puro ha involucrado un modo de administración intravenoso. Aplicado de esta manera, la dimetiltriptamina tiene una acción rápida: alcanza su punto máximo a los tres minutos y disminuye a los 15 minutos”, contaron.

Esta forma de aplicación del componente psicoactivo de la ayahuasca se diferencia de la manera en que, tradicionalmente, se sigue empleando en contextos ceremoniales y de sanación en las comunidades indígenas.

La investigadora en salud intercultural, Carol Zavaleta, destaca que en la preparación de la bebida ayahuasca se utilizan al menos dos plantas, como son la misma ayahuasca y la chacruna y, en conjunto, permiten que la dimetiltriptamina (DMT) haga efecto.

“La mezcla que se realiza en la preparación de la ayahuasca tiene un inhibidor que permite que la DMT haga su efecto psicodélico. Por eso, cuando ponen la DMT de forma endovenosa esta no se destruye, ingresa de frente y hace su efecto completo”, precisa Carol Zavaleta.

La investigadora destaca un aspecto importante: que el compuesto activo de la ayahuasca ahora se está usando en contextos diferentes a los saberes indígenas. Para las comunidades de la Amazonía, la ayahuasca propicia una conexión con el mundo espiritual y con los seres de la naturaleza, recuerda la especialista.

“Esto es muy importante y central en el sistema de conocimiento indígena. En cambio, en la biomedicina no tenemos en cuenta a la naturaleza. O sea, te pones tu medicina y te vas a tu casa. Entonces, hay una desconexión y en ningún lado aparece la naturaleza”, sostiene.

Foto: Andina

CONOCIMIENTO. La ayahuasca, que contiene el componente alucinógeno dimetiltriptamina, tiene un valor cultural y médico en comunidades indígenas.
Foto: Andina

 

El neurólogo David Lira recuerda que, cuando este compuesto se desea aplicar a personas con algún diagnóstico de salud, es necesario hacerlo con una persona guía, como son los chamanes dentro de las comunidades indígenas.

“Debe de haber un guía que explique a la persona interesada cómo se va sentir y le permita tener una inmersión adecuada porque, de lo contrario, existe el riesgo de terminar con estrés postraumático u otros trastornos”, asevera.

Los especialistas consultados por OjoPúblico destacan que el estudio realizado en Londres contribuye a revalorizar los conocimientos indígenas y que es necesario que las personas de las comunidades que poseen estos saberes también participen de forma activa en los procesos de investigación.

“Este estudio va a ayudar a superar muchos de los mitos que se tiene sobre la ayahuasca”, afirma el neurólogo David Lira. Richard Soria, por su parte, indica que es positivo que las nuevas generaciones se interesen por la ayahuasca, pero advierte que en la actualidad hay quienes se interesan en esta bebida porque les genera ingresos económicos.

A través de las visiones sabemos las plantas específicas que se deben usar para cada enfermedad”, explica Tabea Casique.

Finalmente, Carol Zavaleta resalta la importancia de mantener vivos los conocimientos de las comunidades indígenas e intentar reconocer y retribuir los aportes que hacen con sus conocimientos, pues son pueblos vulnerables.

“La invisibilización de las comunidades no solo es social, sino que también tiene implicancias en la vida y el desarrollo de estas personas porque terminan siendo excluidas, pobres o incluso asesinadas”, lamenta.

Carol Zavaleta recuerda un detalle siempre pendiente: la importancia de contribuir a la descolonización de la producción científica.

“Es importante que reconozcamos que el conocimiento indígena no tiene por qué ser probado. Tiene que ser reconocido. No usamos las técnicas indígenas para probar la validez del conocimiento científico. No nos atreveríamos a decir eso, pero sí nos atrevemos a decir: ‘vamos a ver si es que la DMT tiene algún efecto’”, advierte.

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