
Poco antes de las cinco de la mañana del 24 de junio, mientras las fiestas de San Juan agonizaban en todo el país, tres camionetas repletas de policías se detuvieron a un lado de una carretera a las afueras de Iquitos, la ciudad amazónica más grande del Perú.
En la oscuridad, agentes especializados de la Dirección de Medioambiente de la Policía del Perú, que habían aterrizado en la capital de Loreto la tarde anterior en un avión Antonov, y miembros de la Fiscalía Supraprovincial Especializada en Materia Ambiental (FEMA) repasaron el plan con otros uniformados. Quince grupos en Iquitos y Lima debían actuar de manera coordinada para capturar al mismo número de objetivos aprobados por un juez dos semanas antes.
A la hora señalada, las camionetas irrumpieron en el fundo Uacari, un terreno ubicado en el kilómetro 42 de la carretera Iquitos – Nauta. Grupos de policías se dividieron para rodear una enorme casa de dos plantas cuyas entradas y salidas habían vigilado durante años.
Las luces de las linternas se reflejaban en las ventanas mientras los efectivos revisaban cada habitación y se anunciaban a gritos al encontrar a los durmientes. Al poco tiempo del inicio del allanamiento, capturaron al objetivo principal de la intervención: Juan Ramón Morillas Rosa, un ciudadano español radicado en Perú, quien según las autoridades es el principal cabecilla de Los depredadores del oriente, una organización dedicada al tráfico de fauna que enviaba osos perezosos y otras especies al exterior desde 2019.

LÍDER. El ciudadano español, Juan Ramón Morillas Rosa, es sindicado como el cabecilla de una organización que se dedicaba al tráfico de fauna.
Foto: Policía Nacional del Perú
Esa mañana, doce personas fueron capturadas en Lima e Iquitos en uno de los mayores operativos contra esta clase de delito que se han hecho en el Perú. En total, en el fundo Uacari, los fiscales y policías, con ayuda de personal del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), hallaron casi 5.400 animales, valorizados en alrededor de USD 600.000, según el general Manuel Lozada, jefe de la policía ambiental.
Las autoridades encontraron alrededor de 5.100 animales disecados en la casa, principalmente mariposas y coleópteros o escarabajos, incluidas especies en peligro de extinción. En habitaciones del primer y segundo piso, en la azotea y en jaulas y pozas en el terreno, también hallaron, un oso hormiguero gigante, tamandúas, pacas (roedor de gran tamaño), un tigrillo, monos leoncitos y otras especies de primates en peligro de extinción, diferentes especies de tortugas, caimanes, camaleones, boas esmeralda, shushupes, muchas aves como tucanes, guacamayas, y mamíferos como ronsocos (capibaras) y perezosos.
Los perezosos que iban a ser exportados a Emiratos Árabes, en 2023, provenían precisamente del Fundo Uacari, como lo contó en su momento un reportaje de OjoPúblico). Había, además, animales muertos en congeladores.
De acuerdo con el auto de detención preliminar emitido por el Poder Judicial el 9 de junio de 2025, al que tuvo acceso OjoPúblico, los orígenes de la banda criminal se remontan a 2012. Ese año, Juan Ramón Morillas, quien se había establecido hacía poco en el Perú, luego de que dos chimpancés escaparan del zoológico que tenía en su pueblo, fundó la ONG Amazonía SOS para acercarse y trabajar con una comunidad indígena Bora, en el río Momón, afluente del Nanay.
En 2015, a través de Zoo World Center, una empresa creada ese año, Morillas trabajó con la comunidad para tramitar un permiso de aprovechamiento de especies de fauna silvestre, que fue aprobado dos años más tarde.

RÉCORD. Se encontraron más de 5.400 animales en valorizados en USD 600.000 en uno los mayores operativos contra el tráfico de fauna.
Foto: Policía Nacional del Perú
El español se acercó a otras comunidades para buscar permisos similares. El Perú, es el único país sudamericano que permite la extracción de animales del bosque para su exportación. En 2018, de nuevo a través de Amazonía SOS, Morillas entabló una relación con la Comunidad Campesina Santa María de Fátima II para promover un área de manejo de fauna silvestre y solicitar otro permiso de aprovechamiento y extraer especies de la selva.
Con esas autorizaciones, en mayo de 2019, Morillas comenzó a exportar animales usando Uacari, un zoocriadero que había establecido tres años antes para ese propósito. Entre 2021 y 2023, según el análisis de exportaciones realizados por OjoPúblico, solo esta empresa exportó al menos 3.040 animales. Los embarques incluyeron 158 tortugas matamata (Chelus fimbriata) —un reptil cuyo tráfico llevó al descubrimiento de una nueva especie—, siete osos hormigueros o tamandúas (Myrmecophaga) y 70 perezosos (Choloepus y Bradypus).
El análisis de las exportaciones de Uacari S.R.L. muestran que, entre 2019 y 2025, la empresa exportó un valor de USD 75.168. Los principales destinos fueron República Checa (USD 17.000), Reino Unido (USD 13.079), Tailandia (USD 12.160), España (USD 7.797) y Estados Unidos (USD 5.842).
Las especies que más ingresos de exportación representaron para Uacari S.R.L. fueron el perezoso (USD 28.500), que concentró casi el 38% del total de sus ventas al exterior. Le siguen luego armadillos, ronsocos, puercoespines, camaleones, entre otros, por USD 15.729; también lagartijas (USD 9.047), ranas y sapos (USD 7.401), tortugas (USD 3.380) y hormigueros (USD 2.600).
Entre los clientes que compraron las exportaciones de Uacari entre 2019 y 2025, según el registro de Aduanas, se encuentran personas naturales y empresas como Alberto Arranz Domingues (España), Herp Import UK (Reino Unido), Mr Satit Khawrungrerong (Tailandia) y Eniak Spol SRO (República Checa).
Así funcionaba el blanqueo de especies
Los permisos que Juan Ramón Morillas sacó en conjunto con otras personas investigadas ahora por tráfico de especies, como su expareja, Fabiola Vanessa Catashunga, capturada en Lima, eran en apariencia legales, al igual que las exportaciones que hicieron.
La investigación de dos años de la Unidad Funcional contra el Crimen Organizado de la policía ambiental y la Fiscalía Supraprovincial Especializada en Materia Ambiental –que contaron con el apoyo de Serfor, Interpol y agentes especiales del Servicio de Peces y Vida Silvestre de Estados Unidos– revela ahora que todo era una fachada.
Para blanquear la venta de especies cazadas ilegalmente, según la investigación fiscal, Morillas pagó a funcionarios públicos.
Una serie de interceptaciones telefónicas legales, que hacen parte de la resolución judicial, muestran que Morillas entrenó, financió y coordinó con personas de comunidades apartadas para que capturen especies de zonas prohibidas que luego se vendían como legales usando los permisos de aprovechamiento.
Morillas o uno de sus cómplices llamaba a proveedores para encargar ejemplares de especies que compradores internacionales les solicitaban. Una vez que estos proveedores atrapaban a las ranas, sapos, tortugas, guacamayas o perezosos, otros miembros de la banda, identificados como manejadores de especies, los revisaban y aprobaban su transporte al fundo Uacari, un terreno intervenido de 10 hectáreas en el kilómetro m 42 de la carretera Iquitos - Nauta, que Morillas había adquirido en 2021.
El fundo, que estaba a nombre de Fabiola Vanessa Catashunga —Morilla no podía aparecer en los documentos dado que ya había recibido una multa en 2012—, tenía un título habilitante como zoocriadero y un permiso para actuar como depósito para los animales que provenían de la Comunidad Campesina Santa María de Fátima II.
La fauna cazada de manera ilegal se “lavaba” o “blanqueaba” al llegar al lugar, pues se incluía en los documentos oficiales como si fuera parte del aprovechamiento legal de las comunidades o de la misma propiedad, que, a pesar de su tamaño y localización, había recibido un permiso de la Unidad de Gestión Forestal y de Fauna Silvestre de la Provincia de Maynas, en julio de 2022.

MERCADO. Los reptiles eran uno de los tipos de animales más comercializados por la banda que lideraba Morillas Rosa.
Foto: Policía Nacional del Perú
Para legalizar todos los trámites y coordinar los envíos, según la investigación fiscal, Morillas pagó a funcionarios, biólogos, facilitadores y coordinadores logísticos. Al menos seis servidores públicos del Área de Fauna Silvestre del Gobierno Regional de Loreto, incluidos Joel Rojas Morales y Robert Romeo Rodríguez Reátegui, exjefes del área de fauna silvestre de la Gerencia Regional de Fauna Silvestre, aprobaron actas de inspección, guías de exportación y permisos de aprovechamiento que no cumplían con los requisitos (Rojas Morales y otros cuatro servidores públicos fueron capturados durante el operativo; Rodríguez Reátegui logró escapar).
En 2023, para poner un ejemplo, una inspección llevada a cabo por el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor) al fundo Uacari encontró que, en las 10 hectáreas, existían solo ocho de las 69 especies para las que se había otorgado un permiso de aprovechamiento.
Morillas tenía vínculos con representantes de la política nacional. A finales de enero de 2025, participó en la mesa de un taller sobre exportación de fauna silvestre en Loreto, junto a Jorge Alberto Morante Figari, congresista por esta región; Erik Manuel Ramírez Rodríguez, actual Gerente Regional de Desarrollo Forestal y Fauna Silvestre, y Allan Flores Ramos, director de la Dirección de Gestión Sostenible del Patrimonio Fauna Silvestre, del Serfor. Luego de la captura de Morillas, el gobierno regional eliminó las fotos que había subido del evento en Facebook.
Luego de blanquear, con los papeles y permisos, las especies extraídas ilegalmente, la banda criminal exportaba los animales a Europa, Asia, Medio Oriente y Estados Unidos. De acuerdo con las interceptaciones telefónicas, dos coordinadores internacionales a menudo se encargaban de gestionar los pedidos.
Uno de ellos, según el expediente fiscal, era Abenamar López Bardales, un exportador que registra envíos desde el Perú durante los últimos dos años, que solía llamar a Morillas para pedirle ejemplares de ciertas especies. López Bardales, quien también fue capturado el 24 de junio, enviaba fauna al exterior a título personal.

CODICIADO. Registros de aduanas muestran que Morillo Rosas envió 28 monos valorizados en USD 28.000 a países como Malasia y Estados Unidos.
Foto: Policía Nacional del Perú
Solo entre 2024 y 2025 ha registrado exportaciones por USD 182.000. Exportó perezosos, tamandúas, armadillos y ronsocos a Tailandia, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, Malasia y República Checa. A estos países llegaron un total 97 perezosos (USD 96.000), 28 monos (USD 37.000), 17 hormigueros (USD 14.000), 19 ronsocos (USD 13.000). Además de 161 lagartijas e iguanas (USD 9.000), 214 sapos y ranas (USD 5.000).
Según las autoridades, la banda liderada por el ciudadano español traficó especies por más de USD 1,5 millones. Las personas capturadas en Iquitos fueron trasladadas a Lima, en el mismo avión Antonov, el 25 de junio.
Esta semana, el miércoles 2 de julio, un juez en Lima sentenció a 18 meses de prisión a los cinco presuntos miembros de la organización: Morillas, Abenamar López Bardales, Fabiola Vanessa Catashunga, Joel Rojas Morales y Miguel Fernández Ruiz, un ciudadano español que, según la policía, cumplía el rol de manejador de especies.