Verificación de video de Facebook

Es falso que tratamientos oxidativos con ozono y peróxido de hidrógeno curen la Covid-19

Fecha de detección: 31 de julio del 2020
ojo Falso

Por Carla Díaz Gonzales

Un video que circula en redes sociales muestra a un grupo de médicos españoles durante una presunta conferencia de prensa sobre lo que se presenta como “La verdad del coronavirus”. En ese marco, una de las doctoras participantes afirmó: “Hay tratamiento para la Covid-19, [son] los tratamientos oxidativos que destruyen cualquier virus, [como] el ozono y peróxido de hidrógeno”. Luego de revisar los antecedentes sobre el tema y consultar con especialistas, OjoPúblico concluye que esto es falso.

La afirmación de la doctora, integrante de un grupo denominado “Médicos por la verdad”, figura en la siguiente transcripción: 

“Hay tratamiento para la Covid-19, ya lo creo que lo hay, pero no es el Remdesivir. Entonces, ¿qué tratamientos hay? Pues los tratamientos preventivos extraordinarios son los tratamientos oxidativos que destruyen cualquier virus. Y estos son el ozono, el dióxido de cloro y el peróxido de hidrógeno. Comprobado”.

En principio, el medio de verificación español Newtral -miembro de la Alianza Coronavirus Facts- identificó que el video no corresponde a una conferencia de prensa, sino a un acto público en que los ponentes no se sometieron a preguntas independientes, a pesar de que hicieron afirmaciones categóricas acerca de que la pandemia de la Covid-19 había llegado a su fin en España; que la Organización Mundial de la Salud no recomendaba el uso de mascarillas ni las medidas de confinamiento; o que el virus era provocado por las antenas 5G, entre otras. 

En vista de la circulación del video en redes sociales del Perú, OjoPúblico ha realizado una verificación actualizada del caso y encuentra que la información más precisa sobre este tema es la que se expone a continuación.

Las terapias a base oxígeno pertenecen a la rama de la medicina alternativa, y anteriormente se ha buscado afirmar que podían curar o tratar enfermedades como el cáncer, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) u otras enfermedades degenerativas. Lo que en teoría proponen es que la administración de estas sustancias destruye las células cancerosas y elimina patógenos. 

En el artículo ‘Terapias de oxígeno’, publicado en 2009 y disponible en la base de datos médica PubMed, se hizo una revisión sobre la evidencia disponible acerca de la efectividad de estos tratamientos, y la conclusión fue que los estudios clínicos al respecto eran escasos, y que en ciertos casos el uso de estas terapias resultó en efectos adversos y graves. 

Respecto al ozono, este es un gas formado por tres partículas de oxígeno, que se usa para desinfección de espacios críticos, como hospitales, porque tiene propiedades virucidas y antibacterianas. Sin embargo, su uso se da en ambientes vacíos, pues su inhalación es tóxica y puede provocar embolia pulmonar. 

Por ello, la forma de administración de la ozonoterapia es por vía tópica (aplicación sobre piel y músculo), enteral (sonda), digestiva (oral, sublingual) y parenteral (intramuscular, subcutánea, intravenosa o intraarticular). Entre estas, figura la llamada autohemoterapia, que consiste en la extracción de sangre del paciente, la cual luego es mezclada con ozono médico para luego ser reintroducida en el cuerpo. Así lo documenta, sin avalar el procedimiento, este reporte de EsSalud.

Los argumentos acerca de que el tratamiento con ozono es beneficioso para tratar la Covid-19 alegan su eficacia contra los virus, así como sus propiedades antioxidantes. Sin embargo, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos -la agencia que regula el sector en ese país y es un referente global del tema- ha indicado que este gas no tiene una aplicación médica útil comprobada, según información actualizada hasta abril del 2019. Para que las funciones germicidas del ozono sean viables, indica la FDA, el gas debe aplicarse en concentraciones que se vuelven tóxicas en seres vivos, tanto humanos como animales. 

De hecho, en abril del 2020, la FDA acompañó la acción que llevó a cabo el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Norte de Texas al prohibir la promoción de las terapias con ozono como un tratamiento para la Covid-19. La abogada principal de la FDA, Stacy Amin, comentó entonces que la entidad estaba respaldando la intervención para evitar que se ofrezcan tratamientos fraudulentos frente al SARS-CoV-2. 

En Perú, el Instituto de Evaluación de Tecnología en Salud e Investigación (IETSI) de EsSalud, elaboró en abril del 2018, el Reporte de Evidencia N°2. Ozonoterapia para identificar y evaluar la evidencia científica que respalde la seguridad, efectividad y costo de la ozonoterapia para tratar enfermedades que alteren el flujo sanguíneo, gastritis, colitis, diabetes, VIH/SIDA y cáncer.

Las conclusiones fueron que la evidencia al respecto era aún escasa y de baja calidad, pues la mayoría de ensayos clínicos se basan en pocos casos, los cuales realizaban las comparaciones con placebos. En la revisión realizada no se identificó pruebas de la eficacia del ozono para la úlcera del pie diabético, osteoartritis, isquemia aguda de miembros inferiores, aunque sí en la disminución del dolor provocado por hernia discal.

En junio del 2020, ya en el marco de la pandemia, el IETSI emitió el Reporte Breve N° 29. “Ozonoterapia para el tratamiento de pacientes adultos con Covid-19” para sopesar la eficacia y seguridad de la ozonoterapia en específico frente a la Covid-19. Tras realizar una búsqueda en bases de datos científicas como PubMed, Cochrane Library, Google Scholar, y medRxiv -esta última para localizar estudios en curso- la entidad detectó un informe técnico, un reporte de casos y cinco ensayos clínicos aún en proceso.

Los autores del informe técnico concluyeron que la ozonoterapia era “potencialmente” útil para usarse como un tratamiento complementario para la Covid-19. Sin embargo, el IETSI alertó que el método usado en este reporte era de baja calidad, pues llegó a esta conclusión con base en ensayos preclínicos, estudios clínicos no controlados y revisiones de estudios sobre otras enfermedades, pero no en específico sobre la generada por el SARS-CoV-2. Respecto a la seguridad y eficacia del ozono frente al nuevo coronavirus, los propios autores del informe original en cuestión indican que son necesarios más ensayos clínicos para determinarlo. 

“El comité propone una serie de mecanismos en los que el uso de la OT [Ozonoterapia] sería útil para el tratamiento de pacientes con COVID-19, basado en estudios de muy baja calidad, que pueden ser útiles para proponer estudios de investigación, pero no para proporcionar recomendaciones clínicas para el uso de la OT”, se lee a modo de conclusión en el reporte de revisión del IETSI. 

El instituto solo halló dos experiencias de uso del ozono frente a la Covid-19 y cinco ensayos clínicos aleatorizados sobre ozono y Covid-19, que se realizan en España, Italia y China, y aún se encuentran en la fase de reclutamiento de pacientes. Por lo tanto, señala, “no es posible concluir sobre el efecto terapéutico y la seguridad del tratamiento”. Para ello, son necesarios más estudios que incluyan los respectivos grupos de control.

En suma, hasta la fecha de elaboración del reporte, no existe evidencia de ensayos clínicos controlados que demuestren que la aplicación de la ozonoterapia frente al nuevo coronavirus es efectiva. 

Cabe indicar que, a pesar de que el IETSI emitió ese reporte en junio del 2020, el Hospital Alberto Sabogal, perteneciente a EsSalud, administra esta terapia por lo menos desde abril del 2020.

OjoPúblico solicitó entrevistar a voceros del Hospital Sabogal para que dieran a conocer la evidencia en que basan la administración de esta sustancia a los pacientes con la Covid-19, sin embargo, el área de prensa informó que no darían declaraciones. 

El doctor Fernando Zavaleta, especialista en farmacología de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, comentó a OjoPúblico que, si bien en China se realizan ensayos clínicos para la aplicación del ozono en el tratamiento de la Covid-19, los resultados todavía se verán hacia fin de año.

Añadió que este procedimiento es bastante complejo, pues necesita siempre de la maquinaria del hospital y una dosificación correcta del ozono, que puede ser tóxico. Existen ensayos clínicos sobre el uso del ozono para otras enfermedades, comentó Zavaleta, pero la información sólida al respecto es escasa y su uso no es extendido.

“Hay estudios de que [el ozono] puede matar otros virus, porque se usa para matar virus en ambientes en proceso de desinfección. Si yo les pongo a los virus ozono, y esto está en una mesa o pared en un hospital, probablemente mate esos virus. Pero eso es diferente a ponérselo directamente a un paciente”. 

Sobre la aplicación para el SARS- CoV-2, Zavaleta indicó “no hay evidencia que sustente ello”. 

Sobre el peróxido de hidrógeno, la segunda sustancia que sometimos a verificación, un documento técnico de EsSalud recomienda su uso, pero para desinfectar ambulancias e infraestructura hospitalaria en el marco de la pandemia, conforme a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. No obstante, se explica que su uso no reemplaza la limpieza manual, pues “su eficacia contra los organismos en los fluidos corporales no se ha establecido completamente”. 

En torno a su uso para la Covid-19, el doctor Zavaleta dijo que se trata de “agua oxigenada que se usa para matar algunas bacterias”. De hecho, “las heridas se desinfectan con una solución de agua oxigenada, como parte del tratamiento, pero solo tiene un uso tópico externo, no hay un uso interno”. El agua oxigenada no es una terapia, explicó el médico: “es una sustancia desinfectante”.  

Para Oscar Gayoso, neumólogo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, el peróxido de hidrógeno es tan buen desinfectante que es usado para esterilizar equipo médico, y su efecto sobre los virus es innegable. Pero su reacción en el cuerpo humano puede dañar no solo los virus, sino las células. “[El ozono y el peróxido] son sustancias altamente oxidantes que tienen un efecto de esterilizar y matar virus, pero definitivamente no sirven para tratamiento de alguna condición, menos del coronavirus”, indicó en entrevista con OjoPúblico.   

En abril de este año, el medio español de verificación Maldita.es -integrante de la Alianza Coronavirus Facts- también analizó la veracidad de un artículo publicado en la web de una clínica de Ibiza, donde se anunciaba que el primer estudio clínico con ozonoterapia frente a la Covid-19 había sido realizado con éxito. Sin embargo, la publicación de ese centro privado de salud no presentaba datos, solo testimonios de casos puntuales.  

De hecho, uno de los voceros de la clínica que participaba en ese tratamiento confirmó que aún no había realizado ninguna publicación médica sobre su experiencia e indicó que estaban recolectando los datos. Maldita.es también detectó que el estudio no podía ser considerado como un ensayo clínico controlado, pues solo tenía la autorización local, y no de las autoridades nacionales.

En función a lo expuesto, OjoPúblico concluye que la afirmación de que los tratamientos oxidativos a base de ozono y peróxido de hidrógeno pueden curar la Covid-19 es falsa.

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